En el balneario
Mi esposo y yo como nunca nos lo habíamos imaginado.
Algo que me encantó:
En una ocasión me encontraba con mi esposo de paseo y nos fuimos a un balneario que está muy cerca de Teotihuacan, como era entre semana y en época laboral, se encontraba totalmente solo el lugar.
Al poco rato llegó una familia y luego algunas parejas se fueron presentando al lugar.
Yo si no soy la mujer mas guapa del mundo si tengo lo mío y a los hombres les encanta. Ese día traía mi traje de una sola pieza. Dentro de la alberca nos acercábamos demasiado muy discretamente o nos cachondeabamos yo colgándomele de los hombros y le abría las piernas, restregándome en su ya muy erecto paquete. Probablemente se dieron cuenta los demás, pero nadie decía nada, así pasamos toda la mañana y llego un momento en que el inició la penetración, incluso en ocasiones me bajaba el traje para dejar salir mis bubis, pero a mi no me gusta que todo mundo me este criticando, además de que en bubis no tengo mucho que presumir. Después de algún tiempo de estar así le dije que mejor nos fuéramos, y me dijo que si, que nada mas nos bañáramos, en ese momento se levanto y tomo la maleta metiéndose al baño de los hombres, yo me quede con cara de tonta, en ese momento me fui a discutirle y el desde adentro del baño me dijo:
Ven no hay nadie
No ¿cómo crees?
Andale no te hagas
Y poco a poco me fue convenciendo de que entrara, puesto que además tenía ganas de saber como son los baños de hombres, y mi sorpresa en ese momento me encuentro con todas las regaderas juntas y sin ninguna separación entre una y otra, cuando los de mujeres siempre son muy discretos en ello.
Bañate aquí, al cabo no hay nadie
Pero, pero (y ya estaba debajo de la regadera)
Como el y yo siempre nos bañamos juntos, no me pareció mala idea.
De repente el me empieza a quitar el traje de baño y yo ya con la emoción me lo deje quitar con gusto, entonces nuevamente van los besos y después las manos de los dos, pero yo me sentía excitada e incomoda, puesto que si entraba alguien nos descubriría y no se como explicarlo, pero es pena y a la vez emoción, entonces me separo de él antes de que alguien entrara y me viera, llego a la banca que había ahí en el baño y empiezo buscar mi ropa en la maleta cuando llega el y por atrás y sin decir ni agua va me mete su pene en la vagina, como yo estaba muy excitada no le costó ningún trabajo.
Empecé a gozar como pocas veces lo había hecho, pero seguía ese malestar en mí de que si me vieran, entonces que haría, y llego nuevamente la cordura a mi atormentada cabeza, entonces me lo saqué y me senté, me metió su pene en la boca y como estaba de insistente no se lo podía negar, después de todo el manda. Pero se me cansa mucho la mandibula, puesto que mi esposo está muy bien dotado, ya una vez que me cansé le dije que se apure, para que nos vayamos. Me levanto y mientras me ponía mis cremas, me envolví en mi toalla, en eso que entra un joven y mi esposo en lugar de taparme o de invitar al joven a que espere afuera, lo que hizo fue arrancarme la toalla en cuanto lo vio venir, de tal manera que cuando el se encuentra conmigo me ve completamente desnuda y él muchacho se pone de mil colores al igual que yo pero mi esposo que me jala y me sienta en sus piernas, yo me moría de pena, pero también me gustó la cara que tenía el joven puesto que evidentemente le estaba gustando lo que veía, y mi esposo que simulaba besarme la oreja me dijo:
Ni se te ocurra taparte
Y así como me tenía que me empieza a tocar mi vulva, para luego introducir su pene en ella, entonces el tipo se empezó a desnudar para bañarse, pero tenía una erección que no podía ocultar y para colmo la sorpresa lo tenía descontrolado.
El tipo se bañaba y no quería dejar de ver el show que le estábamos dando, sin embargo tampoco quería dejar que le viera la erección que tenía. Sin embargo mi esposo me dijo.
Vas a dejarlo así, pobrecito
Eeehhh, nooo, paaara naaada
Chavo ven
¿Eh? Hooo haaa aahh ¿qué te pasa? (Le pregunte a mi esposo).
Chupasela al pobre muchacho, ¿no lo vas a dejar que se vaya así? No sería justo
¿en serio?
Claro pendeja ¿qué te has creído?
Pero en ese momento ya estaba el joven con su pene en mi boca, y cuando abrí la boca para reclamarle a mi esposo, me introdujo su instrumento y ya no pude decir nada, al principio trate de rechazarlo, puesto que yo nunca había estado con ningún otro hombre que no fuera mi esposo, pero cuando lo probé me gusto el sabor que tenía y como era la orden de mi pareja, pues no tenía más que obedecer.
El joven terminó más rápido que mi esposo, me llenó toda de semen, hasta tragué un poco, entonces si me dio bastante asco y me levante a bañar y enjuagarme la boca, sinceramente de nada me hubiera servido hacer el drama de las arcadas, entonces únicamente me enjuagué y ya y mi esposo le dijo al joven:
Tu la ensuciaste, tu la limpias
Y el muchacho se acerco y con su jabón me talló mis senos que rebieron gran parte de su semen, el ombligo, todo el abdomen, mi zona genital acariciando cada una de las partes que tocaba en un masaje muy rico, yo estaba paralizada, no creía lo que hacíamos y mi esposo viendo, después me abrió la regadera y me enjuagó el como si yo fuera una niña, para dare un beso en la boca como despedida.
Me sequé, nos vestimos y nos fuimos solo mi esposo y yo, llegando a la casa hicimos el amor como nunca y jurándonos amor. Explotando los dos en orgasmos, yo en varios, el en uno solo riquísimo que me inundó todo mi recondito interior.