En el balneario 2
Bajo hasta ponerse de rodillas ante mi pubis, lo mordió, retiro mis rizos y hundió su lengua. Yo quería más, él quería más, pero seguía, mordió los labios de mi vulva y succiono mi clítoris hasta hacerme llegar al orgasmo, solo el conseguía esa rápida respuesta. Se levantó, me giro y bajándose la cremallera, saco su pene, se lo agarro y me la metió hasta el fondo, se agarró a mis caderas y bombeo dentro de mi como un salvaje.
Allí estaba yo, en la piscina de un balneario, con mi madre, su marido y sus amigos, entre los que se encontraba mi último amante.
Fernando estaba allí entre sus amigos y ante su mujer después de haberme hecho el amor las últimas dos horas. Nos presentaron y sus ojos pedían disculpas, los ignore, estreche su mano y con una disculpa Salí de allí diez minutos después.
Al andar todavía notaba los estragos de la tarde en mi cuerpo. Al llegar cerca de la escalera apareció detrás de mí.
-lo siento Andrea
-sabias quien era verdad?
-si
-porque no me dijiste nada?
-porque te deseaba demasiado y temí que eso te echara hacia atrás.
En ese momento paso uno del grupo y nos saludó a ambos. Eso nos enfrió, le deje con él y me fui a la habitación.
Me desnude y me tumbe en la cama, mi piel aun le recordaba. No sabia que hacer con todo esto.
Dos horas después me vestía y maquillaba pulcramente. Baje abajo con mi madre, estábamos tomando algo en la terraza del hotel, cuando le vi bajar las escaleras, me hizo una señal con la cabeza y tras excusarme con mi madre salí tras él.
-lo siento Andrea
-sabias desde el minuto uno quien era yo?
-si
-porque no dijiste nada?
-porque te deseaba demasiado y temí que si se rompía el encanto del desconocido y el momento no quisieras continuar
-y porque arriesgarse conmigo?
-ya te lo he dicho, porque te deseaba
-te lías con todas las que deseas?
-no me lio con nadie, eres la única de esa lista
-quieres decir que no le pones normalmente los cuernos a tu mujer?
-pues eso mismo, nunca creí ser capaz de hacerlo de verdad
-de verdad?
-he jugado con alguna en internet, pero nunca había pasado de ahí
-porque yo?
-porque te deseaba desde hacía tiempo
-no nos conocíamos
-tu a mí no, pero yo a ti si, había oído mil historias y visto mil fotos.
-no entiendo nada
-empecé a fantasear contigo después de verte en un video de tu madre
Su explicación me descuadro, no me esperaba eso para nada.
-lo de esta tarde no puede volver a pasar, es demasiado arriesgado y nos compromete demasiado, si nos cazan mi madre me mata.
-estoy de acuerdo ha sido una locura, que debí parar; realmente creí ser capaz de frenar tras las primeras caricias, mi intención era solo tocarte un poco y vivir tu orgasmo en directo, pero todo se desmadro.
-tenemos que volver –le dije yo-
-si
Volvimos por separado y pasamos al salón donde íbamos a cenar, me colocaron frente a él y su mujer, al lado de la hija de otra de las parejas y su novio. Intente olvidar lo sucedido y notaba que el evitaba hasta mirarme.
Al final de la cena, nos pasaron a otro salón y allí pedimos unas copas, la parejita más o menos de mi edad era muy agradable aunque yo no era buena compañía, les conté que estaba rara puesto que había cortado con mi novio hacia poco.
Fui al baño y al salir ambos nos cruzamos. Al rozarnos, mi cuerpo se puso en tensión y su mandíbula también.
-cuando pensaste en parar?
-quieres la verdad?
-si
-en ningún momento; en cuanto entre y te vi allí, con la mano dentro de tu bañador y esos ojos que se te ponen cuando estas gozando, supe que estaba perdido, no podía pensar en nada más que en tocarte, lamerte, follarte y ver el placer en tus ojos provocado por mí. Me negué tantas veces el placer de desear a la hija de mi amigo, que había gastado todas mis fuerzas.
-gracias por ser sincero y contármelo todo.
-tengo que irme, no te preocupes no volverá a pasar –dijo el-
Cuando se iba pensé en lo fácil que le resultaba y levantando un poco la voz dije:
-ya has pasado página?
-tenemos que hacerlo, siempre me quedara el recuerdo.
Su frase me enfureció, ya que yo le deseaba tanto como por la tarde y al verlo irse dignamente, despertó a la zorrita que hay en mí y decidí alterar esa tranquilidad con la que había decidido pasar página.
Entre de nuevo en el baño y me quite las bragas, volví al salón y tome asiento frente a él, estaba sentada cómodamente en un mullido sillón y decidí empezar a jugar.
Me recoloque en el asiento poniéndome la chaqueta encima subí un poco mi falda, abrí un poco las piernas y le ofrecí una completa visión de mi rajita.
El no apartaba su mirada, a duras penas era capaz de disimular hablando con los demás. Me miro con mala cara y yo le sonreí. Algunos salieron a bailar y contagiaron al resto, nos quedamos él y yo y la parejita, que estaban entregados a sus arrumacos, él se acercó a mí y me dijo:
-a que juegas?
-a nada
-crees que no he visto que no llevas bragas?
-es un delito no llevarlas señor? –Le dije arrastrando las palabras-
-no es delito, pero hemos decidido dejar las cosas como estaban
-lo has decidido tú y eres libre de mantenerte alejado de mí, no voy a forzar nada, me gusta ir sin bragas me pone cachonda y me gusta estarlo.
-y que haces cuando estas cachonda? –no podía evitar seguir-
-lo solucionare luego
Volvieron de la pista y el regreso a su sitio, mi madre y mi padrastro fueron los primeros en retirarse, los siguió la parejita y luego su mujer y otra del grupo, quedándose solo una pareja, él y otro.
Un rato después dije que me retiraba y los demás dijeron que también lo harían en unos minutos al acabar las bebidas.
Estaba frente al ascensor y le oí a mi espalda.
-te he visto como tonteabas con el camarero, le has enseñado a él también que no llevas bragas?
-no, solo tú lo sabes
Se le escapo un suspiro tras mi frase, sé que se puso cachondo al saber que solo el sabia esa intimidad. Llego el ascensor y los dos entramos, se cerraron las puertas y él se mantuvo alejado de mí.
-lo siento, no quería ofender al señor. Me perdonas?
-claro
-sellemos el trato con un casto besito –le dije acercándome a el-
Me acerque y levante la cara para que me diera un beso en la cara, bajo sus labios y beso una de mis mejillas, luego me gire y esta vez se acercó demasiado a mis labios y se quedó un momento más del necesario.
-bésame de verdad, donde quieres besarme
Apoye mi cuerpo al suyo y el tomo mi boca, me beso como un salvaje, me apretaba contra la pared del ascensor mientras me devoraba la boca, nuestras lenguas se buscaran y nuestros labios se mordían buscando más. Note su excitación, sus manos en mi culo me apretaban contra su sexo. Entonces se paró y las puertas se abrieron, entro una pareja. Él estaba un poco detrás de mí y seguía notando su excitación en mi cadera. Se acercó a mi oído y dijo:
-cuando lleguemos saldremos cada uno hacia su habitación, sin hablar, sin mirar y sin más besos por favor.
Hice lo que me pedía, salí ante él y me dirigí a mi habitación. Aunque pensé morir matando y andaba ante el contoneándome como una gatita en celo, movía mis caderas y andaba lentamente, mi objetivo era el, necesitaba excitarle. Le oí suspirar cuando pare un segundo y volví de nuevo a andar, pare primero, saque mi llave y el paso tras de mí, todo estaba hecho, pero cometió el error de girarse. Nos miramos, vi el deseo en sus ojos y yo no oculte el mío, le sonreí y entre. Iba a cerrar cuando alguien empujo la puerta. Era el, me metió dentro, cerró la puerta y me empotro contra la misma, me subió la falda y directamente metió dos dedos en mi coñito mojado.
-sabía que estaría así golfa, vas a volverme loco
Bajo hasta ponerse de rodillas ante mi pubis, lo mordió, retiro mis rizos y hundió su lengua. Yo quería más, él quería más, pero seguía, mordió los labios de mi vulva y succiono mi clítoris hasta hacerme llegar al orgasmo, solo el conseguía esa rápida respuesta. Se levantó, me giro y bajándose la cremallera, saco su pene, se lo agarro y me la metió hasta el fondo, se agarró a mis caderas y bombeo dentro de mi como un salvaje.
-era esto lo que querías verdad?
-si
-pues toma, polla niña. Voy a darte lo que quieres
Bombeo dentro de mi hasta hacerme correr de nuevo, me tiro en la cama, subió mis piernas y de nuevo entro en mí, dentro, dentro, fuera, dentro, fuera, dentro, dentro yo me retorcía, gemía
-me encanta lo puta que eres, lo estrecha que estas a pesar de estar mojada.
De nuevo termine mojándole la polla y salió de mi interior, me levante quedando sentada con su polla frente a mí, la agarre y empecé a masturbarlo
-chúpala putita, límpiame la polla de tus jugos
La coloque entre mis labios y me la metí en la boca despacio, muy despacio iba resbalando entre mis labios, mientras agarraba sus testículos y los magreaba, los estrujaba mientras el suspiraba y me agarraba de la cabeza haciéndome tragar más y más. La saque y volví a menearla mientras ahora lamia sus testículos, los metía en mi boca uno tras otro succionando.
-me matas, no pares preciosa sigue así
Minutos después volví a su durísima polla, lamí, succione y mordisquee, para volver a tragármela después, dándole golpecitos con mi lengua dentro de mi boca.
-voy a correrme –me aviso-
Y yo me la metía aún más adentro y succione fuerte mientras tiraba de sus testículos, el empujo y note como su semen golpeaba dentro de mi boca, seguí succionando mientras el gritaba su orgasmo, su semen se escapaba por la comisura de mis labios y yo relamía cada gota, dejándola bien limpia.
-nena esto es indescriptible
-vete o sospecharan
Me beso la frente y salió de la habitación. Me quede sola pensando en lo que ese hombre me hacía sentir hasta que me quede profundamente dormida.
Desperté al día siguiente con el ruido en mi puerta, era mi madre.
-nena bajas a desayunar?
-si mami ahora bajo
Me di una rapidísima ducha y Salí de mi habitación, frente al ascensor y con cara de sueño apareció el de nuevo.
-que susto me has dado
-creí que no te asustabas fácilmente –me dijo riendo-
Me encanto verlo reír, me puse de puntillas y allí mismo le bese los labios, el me beso también durante unos segundos.
-que haces, podrían vernos
-me da igual, me gusta besarte
-eres mala, muy mala niña
Me dijo abriendo la puerta de al lado, donde había cosas de limpieza, allí a oscuras asalto mi boca, atrapo mis labios, mi lengua y me apretó contra él mientras me devoraba. Mi cuerpo temblaba en sus brazos.
-me vuelves loco, me digo mil veces que esto es una locura y de repente te tengo a mi lado, tu olor inunda mis sentidos y no soy capaz de nada más que tocarte y besarte.
-a mí me pasa lo mismo, no pensemos en mañana, disfrutemos estos tres días y luego veremos qué pasa.
-nena luego será más difícil
-es fácil ahora para ti?
-ya no pequeña, ya es tarde para fingir que puedo pasar de ti y vivir del recuerdo.
-pues abandonémonos y vivamos esto, piénsalo y dime que has decidido.
Salí de la habitación, cogí el ascensor y baje al bufet, allí me serví un poco casi de todo, al sentarme a la mesa mi madre me dijo:
-nena vas a comerte todo eso?
-estoy hambrienta
Dije mientras él se sentaba con una gran sonrisa frente a mí.
Pasamos la mañana en la piscina, me tumbe en la hamaca y él se echó al agua, se puso frente a mí y yo mientras fingía leer abrí las piernas y note el calor de su mirada entre mis muslos. Baje el libro y le mire con deseo, el me miro, me hizo un gesto con la cabeza y se fue a la otra parte de la piscina nadando, me zambullí en el agua y nade hasta el, me agarre como el al borde a su lado y enseguida note su mano entre mis muslos.
-abre las piernas pequeña puta, voy a tocarte
Le obedecí sin rechistar, sus dedos sortearon la tela del bañador y rápidamente me penetraban, entraban y salían de mi vagina y yo movía las caderas, ante el grupo, simplemente estábamos en el agua agarrados para no hundirnos, el llamo la atención de mi padrastro y le pidió algo de futbol. Mientras el otro respondía me dijo
-no te da morbo que esté haciéndote una paja mientras hablo con tu padrastro?
-sí, sigue; haz que me corra mientras hablas con el
Baje mi mirada a un punto indefinido para que nadie viera mis ojos y moviéndome contra su mano me corrí cuando con tres dedos me penetraba fuertemente.
Salió del agua riendo y yo me quede con las piernas temblando, vi que el bajaba unas escaleras que llevaban a los baños, espere un minuto y le seguí, el salió del baño y yo le esperaba, tire de él y lo metí en el de mujeres.
-fóllame –le dije simplemente-
No me contesto, me miro de arriba abajo y se quitó el bañador, lo colgó en la puerta y se acercó a mí, bajo mis tirantes y empezó a lamer mis tetas, mientras alguien entraba al lado, se oían voces que no conocíamos y el mordía mis pezones. La de al lado hablaba con la amiga de afuera cuando él me quito el bañador, se sentó en el baño y tiro de mí, que abriendo las piernas, puse una a cada lado y el agarrando mi cintura me empalo con su dura polla, las dos mujeres reían de algo y el movía mis caderas, me mordía el labio de gusto cada vez que su polla entraba profundamente.
-muévete bien quiero que te corras ya
Empecé a girar mis caderas abriéndome más con su polla, en ese momento oí a mi madre al otro lado, hablaba con otra del grupo de que si mi padrastro estaba de lo más animado desde que llegaron, oír las intimidades de mi madre me daba morbo y a él también, me mordió un pezón y pellizco el otro hundiéndome bien adentro y me corrí mordiéndome el labio para no gritar. En ese momento se unió su mujer al grupo de fuera, las tres hablaban, el reconoció su voz y me levanto para salir de mi interior.
Esta decía que él estaba de lo más cansado, aunque no se quejaba, a ella no le importaba.
-yo nunca me quejo cuando se duerme, me quejo cuando no se duerme –dijo su mujer-
Yo lo sentido por él, no me gustaba que tuviera que oír eso, la otra le contesto a su mujer
-a mí me pasa lo mismo, cada día me gusta menos el sexo
-igual que a mí, no sé porque a ellos les gusta tanto –contesto de nuevo su mujer-
-yo será por la novedad, pero aun lo paso bien –dijo mi madre-
-claro, claro, será eso. A lo mejor también tendríamos que cambiar nosotras –dijo su mujer con burla- a ver si ganamos con el cambio y saben mejor que los de ahora que hacer.
Esa mujer era tonta se estaba quejando de Fernando el mejor amante que he conocido y seguro que he conocido más que ella, vi la furia en sus ojos, me puse de rodillas y chupe su polla esta estaba dura entre mis labios, lamia con devoción mientras el apoyado en las frías baldosas escuchaba morbosamente.
-Fernando llega a la cama encendido del ordenador, cree que termina convenciéndome y también cree que me gusta, no se desde cuando aprendí a fingir que me gustaba.
Me levanto, me apoyo en las baldosas y cogiéndosela me rozo la rajita de mi trasero, empujo la cabeza y me fue penetrando lentamente, mi culito se adaptaba a esa polla, se abría para él y yo lo relajaba.
-muévete cielo, apriétame la polla, que voy a llenarte el culito con mi leche, la quieres?
-sí, no pares quiero correrme contigo
Mientras se oían risas afuera, el empujaba fuertemente sin piedad destrozando mi culito y yo me mordía de nuevo el labio por no jadear poseída por el placer que me daba su penetración y sus dedos friccionando mi clítoris, empecé a notar como subía, subía y empecé a correrme apreté su polla lo más que pude y note como se hundía profundamente y empezaba a descargar su semen tibio en mi culo, bien adentro, ambos nos corrimos juntos. Me apoye en las baldosas, se apoyó en mi espalda. Se acercó a mi oído y me dijo al mismo tiempo que ellas salían.
-gracias, por dejar que me lamiera las heridas en tu cuerpo
-de nada, ha sido un auténtico placer. Ningún otro hombre consiguió lo que tú tan fácilmente consigues. Haces que pierda completamente la cabeza y solo pueda pensar en llegar arriba, más arriba que nunca.
-gracias
Salí del baño y tras comprobar que nadie nos veía salió el, volví a la piscina, el no estaba.
Me tumbe al sol pensando en que más me depararían esos días en el balneario.