En el autobús de regreso a casa.

Un amigo y yo vamos de regreso a casa juntos y decidimos entretenernos en algo durante el camino.

Hola de nuevo! Hoy les voy compartir una experiencia que tuve hace un mes aproximadamente. Hace poco regrese a trabajar y recibí el mensaje de un amigo que tenía un par de años sin ver, quedamos en regresar juntos ese día, ya que tomamos la misma ruta ya que el vive cerca de mi casa. Santiago es dos años más chico que yo, mide 1.90 y es bastante atractivo y muy bien dotado, llevaba un pantalón de vestir ajustado que remarcaba bastante su bulto, una camisa negra y su fragancia que olía delisioso . Ese día yo llevaba unos leggins negros que remarcaban mis pompas, una blusa color rosa escotada y tacones altos. De regreso a casa tomamos un camión que debido a la situación no iba muy lleno. Nos sentamos en la parte de atrás y estábamos platicando de nuestro día, el puso su mano en mi pierna y empezaba a acariciarla, a mi no me molesto, al contrario quería volver a tener sexo con él (después les contare esa historia). Yo acomodaba mis piernas de tal manera que él pudiera meter más su mano dentro de mi falda que era de por si algo corta, él se dio cuenta y se acerco a besarme y yo aproveche para empezar a rosar su bulto con mi mano.

-¿Y si te subes la falda Amely y me dejas cogerte aquí? Me dijo Santiago al oído.

-Me agrada la idea, le conteste al tiempo que desabrochaba su pantalón para poder mamarsela. Le baje un poco el pantalón y el boxer y comencé a lamer su pene, le pasaba mi lengua y lo metía en mi boca, lo mordía un poco mientras sentía como Santiago me empujaba mas con sus manos para que siguiera comiéndole la verga.

-Sigue Ame, me encanta como me la chupas y me prende que traigas los labios pintados de rojo perrita, me decía Santiago suavemente para que nadie se diera cuenta.

Me saque su verga de la boca, me puse de lado hacia la ventana, me subí un poco la falda y me baje la tanga roja que llevaba puesta dejándola colgando en mis tobillos. Santiago se acomodo de lado y se acerco a mi para meterme la verga en mi coñito depiladito. Poco a poco me fue metiendo su pene y yo no podía evitar dejar salir pequeños gemidos de placer.

-Callate puta o nos van a escuchar, dijo Santiago y me quito la tanga que estaba colgando de mis piernas y me la metió en la boca.

Empezó a meter y sacar lento, yo estaba demasiado caliente y deseaba que me diera más fuerte. Abrí un poco mas mis piernas y me recargue más en la ventana, él entendió y empezó a meterlo más rápido y más fuerte.

-Sería una pena no ver como botan tus tetas mientras te hago mía Amely, desabrochate la blusa y dejame ver esas tetotas tuyas.

Lo obedecí, desabroche mi blusa y saque mis bubis de mi bra. Él comenzó a masajearlas y apretar mis pezones, yo estaba muy excitada y siempre lo e dicho, me encanta como se mueven mis tetas mientras me están penetrando así de rico.

Santi me acomodo un poco más y mis tetas estaban contra la ventana, no se si alguna persona me vio con las tetas pegadas a la ventana y mi cara de placer pero me estaba viniendo super rico como para tomar atención, yo solo le pedía a mi amigo que no sacara su verga de mi.

-Me quiero correr en tus tetas Amely, me dijo Santi.

Me baje del asiento lo más que pude, y empecé a masturbar a mi amigo con mis tetas, sus gemidos y muecas me decían que estaba por terminar, así que lo hice mas rápido... Me lleno las bubis de leche calientita y yo le limpie la verga con mi lengua hasta que no le quedo ninguna gota de semen.

Me senté, me puse mi tanga y acomode mi falda, metí mis tetas sin limpiar en mi bra y me cerré la blusa. Olíamos un poco a sexo, pero no me importaba, fue la primera vez que cogía en un camión y termine delicioso, en el piso estaban mis jugos de prueba.

Cuando terminamos de acomodarnos, seguimos platicando y besándonos de ves en cuando ya que aun faltaban unos 30 minutos de viaje.

-La próxima semana hay que vernos otra vez, te tengo una sorpresa para ese día, dijo Santiago.

-Claro, esperó una linda sorpresa por mi cumpleaños 26, le dije.

Llegue a mi destino y me despedí de él.

Espero les haya gustado mi anécdota, fue muy rico hacerlo en público... Espero hacerlo de nuevo. Pronto les contaré que me dieron de regalo de cumpleaños!

Besos!