En el autobús
Lo primero que veo es el cinturón apretado en un pantalón ajustado que hace notorio un bulto que sobresale...
En el autobús
Mi verga sigue dura, desde hace rato no baja, la siento un poco pegajosa y no he podido hacer nada, mi abuela tiene ocupado el baño, mientras concentro mis esfuerzos para ocultar las ganas tengo de hacerme una paja. Hablo distraídamente con mi má para no estar pensando en lo mismo, por suerte ella me esta calentando la cena y no se da cuenta de mi nerviosidad. Ya deberían acostarse todos porque necesito estar solo, mi cabeza no se puede concentrar en otra cosa que no sea..., bueno, solo piensa en, en lo que me pasó hace rato que venía en el camión para mi casa....
Como siempre, el camión en que me regresé empezó a llenarse de gente, gran parte de estudiantes que como yo que salen de clases a las nueve de la noche, el interior estaba un poco oscuro y yo me senté en la antepenúltima fila, casi al frente de la puerta trasera. Poco a poco el camión se fue llenando y la gente amontonándose, lo que no es raro, sobretodo en esas horas. Normalmente me regreso con algún compañero aunque esta vez iba solo, iba aburrido y con sueño así que poco a poco me iba adormeciendo el movimiento ruidoso del camión. Así empezó todo, normal, hasta que siento en mi brazo izquierdo algo suave, un roce de algo, tal vez una chamarra, sin prisa abro los ojos y lo primero que veo es el cinturón apretado en un pantalón ajustado que hace notorio un bulto que sobresale del pantalón, reconozco el uniforme de inmediato, es un policía, me inquieto y veo mas arriba, la barriga un poquito pronunciada, la camisola medio abierta donde asoman los pelos de su pecho y lleva colgada una cadena con una gran cruz de oro que se mueve al ritmo del camión. Su rostro es masculino, muy de macho, labios apretados y gran bigote. La piel muy blanca, los ojos claros y la barba llena de sombra verde o casi negra, de esa que cubre a las personas que son muy velludas. Es un policía muy imponente y está parado muy cerca a mi costado, de reojo veo sus gruesas piernas separadas.
Lleva puesta una chamarra larga con la que supongo me ha rozado debido a su proximidad y los movimientos del camión. Solo lo veo unos instantes pero el se da cuenta, no se que ve en mi pero me parece que esboza una leve sonrisa, yo sorprendido de llamar su atención, creo que solo atino a abrir mas los ojos y me pongo un poco nervioso porque ese tipo esta muy cerca de mi, casi puedo oler los restos de colonia y un poco de sudor de su piel, me recuerda a alguien, tal vez a mi padre o tal vez solo sea que mi imaginación que va viajando mas aprisa que yo. Apenas vuelvo a agachar la cara, siento como en un movimiento se acerca a mi brazo y me pega su entrepierna, es un instante nada mas pero alcanzo a sentir en mi brazo descubierto, la tela del pantalón, mas precisamente la bragueta y luego la blandura del sexo que detenidamente se posa en mi brazo. Al sentirlo, abro los ojos y veo disimuladamente su entrepierna, me parece que esta un poco mas abultado. Mi nerviosismo es evidente, además me estoy excitando gradualmente. Me parece que lo hizo a propósito, la situación me pone nervioso pero me va calentado, aunque no hay mucha luz veo como su cuerpo se balancea al ritmo del camión, siento su mirada sobre mí, vuelvo a verlo, me ve, se moja los labios y desvía la mirada, simula estar en sus propios pensamientos y no me presta atención, no le doy mayor importancia y vuelvo a cerrar los ojos.
El camión sigue su rumbo, ya esta totalmente lleno de gente, no queda un hueco en el pasillo apretujado. El policía aprovecha la oportunidad y vuelve a la carga, yo no puedo moverme o retirarme de su contacto y el camuflado en el continuo movimiento del camión no deja de rozarme el brazo cada que puede. Las primeras veces lo hace con mucha cautela y disimulo pero cada vez es mas directo y atrevido, se queda un poco mas de tiempo pegado a mí. Estoy ya totalmente excitado y no me atrevo a mirarlo ya, solo finjo que dormito. En un frenón siento de nuevo el contacto disimulado de su verga solo que ahora ya no la siento blanda y suave, está totalmente dura, se restrega con cuidado y suavidad prolongada, siento como se mueve su miembro, me parece que esta húmedo, mi mente empieza a imaginar que tal vez le está goteando como a mí. Esta tan cerca que siento como transmite calor a la parte de mi brazo donde se frota, afortunadamente la chamarra abierta le oculta a cualquier mirada indiscreta. De nuevo se pega a mi costado y yo me siento como en las nubes, mi cuerpo es presa de una intensa emoción y mi propio miembro que está durísimo me lastima, quisiera liberarlo, acomodarlo pero estoy impedido a ello. Dejo de pensar y me abandono a las sensaciones, tengo miedo de que mi calentura sea notoria, trato de tranquilizarme pensando que la poca luz quizá me ayuda a disimularlo. Por momentos me avergüenzo porque pienso que alguien puede darse cuenta, disimuladamente me retiro un poco, mi mano alcanza el tubo del asiento de enfrente y aunque me libro un poco de su contacto resulta peor pues el tipo se empuja y empieza a restregarse a lo largo de mi brazo. A estas alturas yo estoy en el delirio, siento que me estan viendo, que se nota en la cara, no sé que hacer. Fijo mi atención en otras personas, veo a una señora embarazada, y no lo pienso, necesito quitarme de ahí, le ofrezco mi asiento y ella lo ocupa. Como puedo me aproximo a la puerta de salida, quedo en el estribo, me alejo tan solo un poco del policía, pero de reojo lo sigo viendo, el busca mi mirada y se aproxima a mi, como no hay espacio queda junto a mí pero de espaldas, ambos estamos de espaldas, sus nalgas duras las siento pegadas a las mías, sus piernas rozan las mías, ubica su cuerpo exactamente de tal modo que me roza con las piernas, con las nalgas, con la espalda. Se pega a mí cada que puede. Tengo el tronco tan duro y húmedo que siento que me voy a venir en cualquier momento.
Que delicia es sentir todo eso, pienso que su cuerpo acaricia el mío, me transmite su calor. No falta mucho para llegar al lugar donde tengo que bajar y aunque voy atrapado en el mar de gente me siento aislado en un mundo de sensaciones, ni siquiera puedo pensar ya. Se escucha el timbre que indica la bajada, de algún modo los cuerpos hacen hueco para que pase alguien que seguramente va a apearse, dejo de sentir al cuerpo que me calentaba, quiero voltear a buscarlo pero me gana, su cuerpo ha dado vuelta y se acomoda justo atrás mío, no lo veo, pero se que es él, ahora tiene de frente la parte trasera de mi cuerpo, tiemblo un poco al tenerlo pegado a mi, siento su respiración, veo sus brazos arriba como queriendo impedir que me escape. Sobre todo siento el contacto total y generoso de su sexo en mis nalgas, se frota disimuladamente en mí y me da pequeños empujones, con claridad siento su verga que busca acomodo en mi trasero. Suspiro de placer, jamás había sentido algo así, inexplicablemente muevo un poco mis nalgas para sentirlo mas pegado a mí, quisiera acariciarle los huevos, apretar su falo pero mis manos no podrían hacerlo, lo sé. ...
Me da vergüenza sentir lo que estoy sintiendo, me siento el maricón mas grande, no tengo voluntad, casi no puedo disimular y no tengo fuerzas para quitarme. Siento unos empujones continuos, creo que se esta corriendo y eso acelera mi excitación y mi tronco también empieza a expulsar chorros que se detienen en mi calzón mientras ahogo un pequeño gemido. Mis piernas tiemblan, recobro la conciencia justo a una calle antes de bajar, no se me baja aun el ardor de la calentura pero me despego y alcanzo a tocar el timbre del camión, quisiera voltear pero estoy lleno de vergüenza.
Bajo de inmediato y me voy corriendo aunque nadie viene tras de mí, solo me persigue mi propia excitación. Agitado llegó a casa, quiero entrar al baño pero esta ocupado, mi ma me besa, me hace sentar para darme la cena, ahora que está en la cocina yo respiro hondo y trato de pensar en mis tareas escolares pero la pija me distrae, esta muy dura, la aprieto y acomodo por encima del pantalón pero no se me baja. Me urge entrar al baño para descargarme, pero sigue ocupado mientras yo necesito urgentemente hacerme una paja. Le digo a mi má que voy a cambiarme y me dice que no tarde.
Entro a mi cuarto, cierro la puerta y apresurado bajo mi pantalón, el calzón esta mojado, tiene aun fresco el semen que expulsé, mi polla esta dura y tiene restos de liquido, esta pegajosa y caliente, su olor se eleva hasta mi nariz, cierro los ojos, me gusta el olor rico que desprende mi verga. Mi mano descontrolada empieza su tarea, tengo que apresurarme me digo mientras la mano sube, baja y aprieta hasta enrojecerla mas, roza su cabeza muchas veces con suavidad y otras con fuerza, una y otra vez hasta que temblorosa saca toda la leche acumulada....
Caigo de rodillas porque no soporto el temblor de las piernas y los chorros van chocando contra la pared para lentamente escurrir hacia el piso. Respiro profundo, suelto un gemido, me acaricio el torso, la imagen del policía no me abandona.
Voy al baño que ya se desocupó, me limpio y me lavo las manos, luego la cara que a pesar del agua sigue enrojecida. Vuelvo al comedor a cenar pensativo, termino y le digo a ma que voy a estudiar un poco, se va al cuarto de la tele y yo me voy al mío, al fin quedo solo. Pienso en la razón para ponerme tan nervioso con el policía, no sé como sucedió todo aquello, nunca me había pasado algo así, pero me gustó. Aunque no es muy tarde aun, no puedo concentrarme y mando al diablo la tarea, me desnudo, hoy no quiero pijama, quedo en calzón, la polla está morcillona no ha bajado del todo, cierro los ojos y antes de quedar dormido ya estoy deseando que llegue el siguiente día, sobretodo quiero que llegue pronto la noche para volver a tomar el autobús e interiormente deseo tener la suerte para volver a ver al policía de los bigotes negros.
H. Rojo