En el auto

Camino a tu casa, me pongo traviesa... hacerlo, te podría costar puntos de tu licencia.

EN EL AUTO

Vamos en el auto. Tú tratas de mirar el camino, de mantenerte concentradito, al menos lo intentas. Yo siento tus miradas, de tanto en tanto. Subo los pies al tablero, sé que me miras y justo vas a decirme que las baje, cuando ves que me estoy sacando las bragas. ¡Boing! Un bulto se forma en tu entrepierna. Me sonrío y giro hacia ti, pongo mi pie derecho sobre tu bulto y te acaricio por encima del pantalón. Con dificultad mantienes la dirección del auto, me sonrió y me miras con cara de "esta me la pagas". Con una mano sostienes el volante y la otra va a parar al medio de mis piernas, la introduces en mí y la retiras, llevas el dedo a tu nariz y te lo metes a la boca. En el semáforo voy hacia ti y te beso en la boca, mientras tú alcanzas, no sé cómo a tocar de nuevo mi almendra. Cambia el semáforo y seguimos camino, entramos al estacionamiento. Aparcas el auto, apagas el motor y vienes por mí, me besas con rabia en medio de mis risas, me atraes hacia ti, me siento en caballito sobre ti, te abrazo y te beso.

Sentada sobre ti, en el auto, mientras nos besamos, tus manos van a mis nalgas, levantas mi falda, me metes mano desaforadamente. Sientes mi calor en tu bulto, llevo mis manos hacia tu bragueta, desato el pantalón y  no sin dificultad, dejo salir a la bestia. La entierras en mi humedad, mientras con movimientos acompasados logramos que entre y salga a un ritmo conveniente. Tus manos en mis nalgas, uno de tus dedos se introduce en mi agujero. Nuestros gemidos se escuchan por todo el garaje, repetitivamente hasta que nos venimos, cada uno a su turno. En un estallido que me llena de risas, tú me reclamas mi imprudencia y me dices de las consecuencias y yo te reparto mis besos por toda la cara. Consciente de que la tapicería quedó hecha un desastre  y que cuando lo notes, vas a querer vengarte.

Me miras aun cabreado, pero satisfecho, acomodo mi braga y vamos a tu casa.