En el ascensor

Nunca creí que los relatos de situaciones con morbo fueran del todo ciertos hasta que me pasó a mi...

Voy a escribir mi primer relato, no se si real o imaginario porque cuando lo pienso me parece increíble.

Siempre me han gustado los relatos de situaciones con morbo, quiza por eso me aficioné a entrar en estas paginas. También he de decir que hasta ahora pensaba que había mucha imaginación.

Empezaré diciendo que tengo 24 años , soy morena, llevo media melena, ojos verdes, unos pechos pequeños con pezones sonrosados y puntiagudos y un culito algo respingon para mi gusto.

Trabajo en una empresa multinacional extranjera en barcelona como secretaria de dirección, vivo sola.

El día en cuestión me sentía particularmente excitada, había tenido un sueño bastante agradable que el despertador cortó en el mejor momento. Una ducha rápida, procuré no tocarme por que se me hacía tarde. Me vestí con un mini tanga de hilo dental , sin sujetador y un vestido algo vaporoso de escote moderado, insinuante pero sin descaro.

Al llegar a mi empresa y ya en el ascensor encontré a cuatro compañeros de otras secciones, los salude y sin más entramos en el ascensor.

De repente a la altura del piso 12, el ascensor se para, yo hice un pequeño respingo chocando contra la espalda de uno de ellos, me disculpé. Acto seguido se apagó la luz. Casi en ése instante noté una mano rozando mi cadera derecha, yo me puse tensa pero no dije nada. Quería saber que más pasaría.

Al ver que no decía nada la mano fue moviéndose hacia mi glúteo que empezó a masajear suavemente; al momento, note otra mano en el otro lado que iniciaba el mismo camino hacia el glúteo.

Me sentía a punto de estallar, rodeada por cuatro hombres, los dos que tenía detrás me estaban masajeando el culito mientras hablaban del trabajo, y los de delante hablaban entre si ajenos a lo que pasaba detrás.

El de la derecha quiza más atrevido estaba a la puerta del mi ano intentando meter un dedo, el otro con la otra mano me pellizcaba un pezón suavemente.

Al conseguir meter un dedo, empezó a moverlo y a intentar meter otro, de golpe ser me escapo un gemido, los de delante dándose cuenta, se dieron la vuelta y mientras uno me sujetaba para que no me cayera, el otro me bajó el vestido empezando a chupar con desespero el otro pezón..

Todo a oscuras, todo en silencio, sólo roto por mis ahogados gemidos.

Así uno me estaba enculando con 2 dedos, uno me chupaba un pezón, el de delante el otro, y el que me sujetaba al soltarme me cogío de la nuca metiéndome su polla que estaba dura como una piedra en la boca corriéndose en mi boca en pocos intantes y obligándome a tragarme todo lo que salía.

El de detrás aprovechando la postura, me la metió de un golpe por el coño con lo que yo tuve un orgasmo feroz y el se corrió también en seguida.

De repente se empezarón a oir ruidos fuera como si quisiera ponerse en marcha, ante eso en un instante me encontré con el vestido recompuesto, ellos supongo que también porque cuando se encendió la luz todos estabamos presentables.

La puerta se abrió ellos bajaron con un simple hata luego y un gracias.

Apoyándome contra la pared del ascensor m e miré en el espejo del ascensor, me vi un poco despeinada, un poco colorada pero vaya nada más. Eso si alguno de ellos se había llevado mis bragas.