En el amor todo se vale (10)

Final

El amor es todo lo que cualquier persona puede pedir, como es cierto, que a su vez… es todo lo que alguien no quisiera tener

¿Por qué?

Por el simple hecho de que la frase que tanto retumba en mis oídos una y otra vez es cierta "amar duele"

En mi caso, particularmente quisiera dejar de amar, pero no quiero olvidar… por lo tanto… puedo olvidar lo que pasó, pero no a la persona.

El amor en puntos explícitos es cruel, por que hace daño… cuando me levanto y en mi mente la primera palabra que se reproduce es la de su nombre, soy dependiente a ella. Cuando duermo y sueño con ella, soy dependiente de su amor… cuando salgo por ahí pero no logro dejar de pensarla, soy dependiente a su compañía, cuando intento estar con alguien mas y la veo… me doy cuenta de que no sirve huir, no sirve estar atada a una ilusa ilusión de que este amor ya se pasará, cuando en realidad… cada día crece mas.

Nota:

Ofrezco disculpas para las personas que pensaran después de leerlo que, se esperaban algo mejor

En El Amor Todo Se Vale 10 Final

Daniela

Es una opinión estúpida pensar que todo tarde o temprano pasa, por que tiene que pasar… eso pensé cuando Salí de Colombia… cuando quise recurrir a otra vida lejos de lo que me hacia daño, cuando intenté borrar de manera obligada a dejar todo atrás.

Pero puedo engañar a los demás, a las personas que piensan que quizás… ya superé todo lo que pasó, incluso ella… incluso ellas… las dos… puedo engañar… pero no a mí… y sé que… debo volver

Melisa para mi es importante, es… alguien realmente especial, alguien que maneja una tenue forma de ser… me encanta la sensibilidad al expresarse en todo… pero esa reacción que tuvo con Tatiana… lo que hizo, no… me gustó. Yo no quiero volver para continuar igual, total… ya pasaron varios meses… 5 quizás? La verdad ya no llevo la cuenta

Regresar – Regresar

Tatiana

-¿está semana?

-si doctora

-Sara, ¿me hablas de verdad?

-no le estaría mintiendo con algo tan serio doctora

-¿Cuándo hablaste con ella?

-antes de ayer

-¿preguntó por mi?

Bajó su rostro

-Ya… --tomé eso como un no, no era necesario que me dijera que "No" – está bien, muchas gracias

Me levanté con una serie de sentimientos encontrados, por un lado sentía una infinita felicidad de saber que regresaría, me estaba volviendo loca sin saber nada de ella, sin verla, sin escucharla… pero por otro lado sentía tristeza de saber tan crudamente cual era mi realidad, Daniela regresaría pero sabia bien, que no lo haría para estar conmigo, necesitaba volver a su empresa, a hacerse cargo de sus responsabilidades, y a comenzar lo que seria para ella, una nueva vida.

Además de que, en estos 8 meses que estuvo fuera de la ciudad ó del país, la verdad no tengo la menor idea de a donde pudo haberse ido, no preguntó jamás por mí. Por saber como estaba

-doctora -- Sara me tomó del brazo – no se rinda todavía

-vaya, vaya, vaya, que mundo tan pequeño – de la nada, apareció Melisa con una sonrisa triunfadora – que gusto verlas a las dos

Devolví mi mirada a Sara, me importunaba tan solo el hecho de escucharla… es que todavía me da rabia… si ella no hubiera llegado quizás Dani y yo estaríamos juntas.

-gracias – le dije a mi anterior acompañante – estamos hablando entonces

-Tatiana ¿puedo hablar contigo un momento?

-¿Qué quieres Melisa?

-eso, hablar, nada mas

-no tengo mucho tiempo – expresé con fastidio – así que no puedo, lo siento

-no puedes ó te da miedo?

Realmente me desesperaba esa niña – ok, habla rápido

-Sara que pena pero es en privado – despidió a la secretaria de Daniela

-si, yo ya me iba, hasta pronto – y salió del café

-ok al grano, lo que vine a decirte es que, por favor dejes de insistir con ella

-suspiré- - eso que me lo diga ella

-tu sabes que por así decirlo eres – el punto débil – de Daniela, ella no te va decir eso nunca

-estamos de acuerdo, y si no me lo dice es por que no lo quiere

-a ver… la culpa no fue tuya, no fue de ella, no fue de ninguna lo que pasó, pero es eso, ya pasó, ya supéralo

Me quedé en silencio mientras escuchaba quizás… a la mujer, que estuvo con Dani en tantas noches que yo no lo estuve – así es la cosa Tatiana, yo amo a Daniela ¿Si? La amo… y no quiero eso, no quiero verla sufrir, si estuviera segura de que tu antes de un mal, le harías un bien, pues bueno… la dejaría libre pero, lo único que has logrado desde un principio es hacerla sufrir, hacerle daño, hacerla llorar, por Dios, déjala en paz ya

-¿Quién eres tú para decirme eso?

-soy su novia – afirmó en tono fuerte – soy la mujer que fue su confidente todas las veces que se sentaba a llorar por ti.

No quise escuchar mas, ya era para mi suficiente lo que dijo "soy su novia" debí pensarlo alguna vez… su novia, su novia… Daniela no preguntaba por mi, preguntaba por ella, por la que ahora, compartía sus pensamientos.

Ya era justo y adecuado detenerme en la lucha por una persona que tan solo, se había rendido.

(***//**//****)

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Las cosas iban mejorando, claro… en el campo económico, laborar… en todos, menos en el afectivo. La idea que nos había sonado desde hace algún tiempo con mi mamá se pensaba hacerla un hecho. Montar una cadena de restaurantes en la ciudad… en la ciudad

Era sabido, que… nuevamente regresamos al país, volviendo a dejar Argentina, respecto a nuestra ciudad… no queríamos volver… todo nos recordaba a papá, y ese era un gran impedimento para no lograr salir del hueco en el que nos habíamos metido con su muerte.

La idea de no volver a tener a Daniela en mi vida, me había dado duro, bastante duro… pero… ¿Qué más podía hacer? Si ella ya había tomado su decisión, yo solo me limitaría a aceptarla. No podía mendigarle amor a una persona que quería dárselo a otra, tampoco podía caer tan bajo.

El plan era, que a finales de este mes le diéramos inauguración a l primer restaurante en la ciudad, ya todo estaba listo… habíamos comprado un local lo suficientemente grande y adecuado para comenzar por ahí, en un punto que – además – era bastante convencional. Ver a mi madre así de emocionada e interesada en este proyecto me hacia feliz, podía ver su rostro mas iluminado y con una sonrisa gigante al hablar

10 meses sin verla

Según mis cuentas, si Sara me había dado bien la información; Daniela había llegado a la ciudad hace un mes aproximadamente, un mes en el que ingenuamente estuve esperando tan solo una llamada

Pero no, nunca llegó, en las noches podía imaginarla cogida de la mano de Melisa, sin nada de obstáculos para las dos, sin nada de contratiempos, solo ellas dos.

Solo deseaba su felicidad, su bienestar; aunque esto fuera un gran sacrifico para mi.

-Hija ven acá

Me acerqué a mi madre curiosa de saber que me iba a decir – dime mamá

-vamos hablar tu y yo, no de madre a hija sino de amiga a amiga ¿si?

-jajá va!! – Asentí - ¿Qué pasa?

-eso te pregunto a ti ¿Qué pasa con tu amiga?

-¿amiga?

-aja

-no se de que me hablas mamá

-vamos Tatiana, como se llama? Sandra? Claudia?

-ahh, Karla – recordé el incidente de ayer – yo puedo explicarte lo que sucedió

-no quiero explicación, quiero que me respondas ¿Qué pasa?

Y ahora ¿Qué le decía? Ayer me besé con mi compañera de trabajo y ni siquiera entiendo en que momento pasó eso

-no lo se – fui sincera – no lo se

-¿te gusta?

-es linda

-¿te gusta Tatiana?

-mamá!! Pareces hablando con una niña de 15 años, yo sé que es lo que quiero y que no

-no te enojes, solo pregunto

-¿y por que me preguntas eso? Si tengo algo con ella ¿a ti te molestaría?

-Tati, escúchame – me habló pacientemente – no quiero que cometas un error y menos ahora

-¿Qué quieres decir?

-solo piensa las cosas antes de hacerlas, por que no intentas hablar con ella?

-me hablas de Daniela?

-si – asintió entusiasmada

-no entiendo cual es tu royo con ella mamá pero ya te dije que eso se acabó ¿ok?

Salí de la casa directo a la oficina, pues gracias al traslado que pedí dejaron que trabajar aquí en la ciudad. Mi mamá tenia razón por un lado… no podía evadir mi responsabilidad, Karla desde hace un tiempo viene detrás de mi… sé que quiere algo conmigo… y quizás, los tragos… el hecho de sentirme tan sola y la razón mas importante es que… hace muuuuchisimo tiempo que no tengo sexo!! Eso pudo contribuir a que le respondiera ese beso así de bien, y mi mamá llegara en el momento menos oportuno.

-hola Peter – saludé al portero de la empresa - ¿Qué tal amaneciste?

-buenos días doctora, muy bien y usted?

-excelente –

Después de llegar a mi oficina, choqué con la mirada furtiva de mi acompañante la noche anterior… su sonrisa transmitía una serie de expresiones seductoras y expectantes, recurrí hacer lo mas valiente que pude y la mandé llamar.

-hola Tati – apareció por la puerta realmente hermosa – buenos días

-buenos días Karla ¿Cómo estas?

-bastante bien y tu?

-igual – sonreí con ella, dejándome llevar por su bonita expresión – quiero hablar contigo de lo que pasó ayer

-si…ehh…este…quería ofrecerte disculpas, la verdad es que

-no me pidas disculpas, igual fuimos las dos ó no?

-si, pero tu mamá

-Naahh no te preocupes por eso – expliqué – yo solo quiero que las cosas queden claras

Sus ojos estaban envueltos en una mirada a la expectativa de lo que yo, podría decirle… esa niña contaba si mucho con unos 22 años… se me dificultaba hablarle por que ni siquiera pensé en que iba a decirle.

-Karla lo que pasa es que

-mira Tatiana, lo de ayer significó mucho para mi, sabes muy bien que me interesas y desde hace algún tiempo – asentí mientras ella seguía hablando – quizás la salida al bar ayudó a que el trago nos hiciera actuar de esa forma, pero tu no tienes que sentirte obligada a estar conmigo

  • pero no quiero que

-tranquila – su rostro se tornó serio – ya entendí lo que querías decirme y lo comprendo – me dio la espalda y salió del despacho tan rápido como pudo.

Dejándome sin poder hablar o tan siquiera para explicarle que no era mi intención…pero se fue y fue ahí cuando comprendí que estaba haciendo con ella, lo mismo que hice alguna vez con Daniela y no quería ser la mala nuevamente, ya era justo para mi, mirar a otro lugar

Daniela ya era pasado

-Karla ven a mi oficina ya, por favor – la llamé nuevamente

Unos pequeños rastros de alguna lagrimas rebeldes que escaparon de sus ojos sin ninguna autorización fueron la prueba de que mi actuación le estaba doliendo y no quería, no quería eso. Me levanté tratando de amenizar algo… pero ¿Qué? Ni siquiera sabía que estaba haciendo.

-lo siento – bajé mi rostro acariciando el suyo – no quiero causarte daño, solo quiero que me des tiempo para borrar lo que ha pasado

Sus manos se apoyaron en mi mentón y un suave beso nació entre ella y yo, lloré sin pensar que era lo que realmente estaba haciendo, solo necesitaba olvidar… solo necesitaba olvidarla

-¿me das una oportunidad? – le pedí con ternura

-intentémoslo – sonrió – veamos si funciona

-me parece

-a mi también

Y la besé de nuevo, posando mis manos sobre su cintura uniéndola rápidamente ante mi cuerpo, mis labios se adueñaban de los suyos con una seguridad que me desconcertaba a mi misma, ella palpaba con roses mis manos, mis brazos, mi cuello… me estaba dejando hacer todo eso de una persona que no era ella y se sentía extraño… se sentía extraño

Abrí mis ojos cuando por instinto sentí que nos veían, y en la ventana que quedaba al lado de mi asiento en donde se podía divisar toda la ciudad en un árbol; miré la figura de una mujer… que salió corriendo… - nos estaban viendo?

-parece que si – le sonreí – vamos a trabajar que después tendremos tiempo para esto

-claro que si

Salió nuevamente y me quedé observando el árbol, desde hace algunos días me sentía vigilada… ó seria simplemente ideas locas mías. Apreciaba dentro de mi, un silencio que me llamaba… quizás una palabra frustrada, una mirada que nunca me vio, sentía tantas cosas… lamentaba ese beso… lamentaba tantas cosas… no podía fingir

Simplemente la verdad es que

¡No soy feliz!

Daniela

Un abrazo conmovedor de parte de mi secretaria con un par de lágrimas que expresaban abiertamente un "te extrañé" fue la recibida al regresar a la ciudad. La abrasé, quería sentir eso… de nuevo… el amor de las personas que han estado conmigo durante tanto tiempo.

-doctora, la extrañé mucho

-baaahh no llores Sara, ahora estoy aquí – el abrazo continuaba – no llores que no me gusta eso

Recogí mis maletas, lista para subirme a su carro… --¿Qué tal el viaje?

-pesado – acepté – muy pesado, fueron muchas horas

-y todavía no me cuenta a donde fue?

-es un secreto – sonreí, y ella por su lado, encendía el automóvil, arrancó y la imagen de Melisa se lanzó sobre la ventanilla principal. Sara se detuvo inmediatamente, y nos bajamos encontrándonos con el cuerpo de Melisa caído sobre el suelo – Melisaaa!!! – grité asustada

La levantamos, pensaba que le había pasado algo malo, pero no… solo fue un simple empujón – Danii – tocó mi cara con temor– todavía no lo creo – sus gestos mas que cualquier cosa, asustaban

-¿Cómo estás? – Pregunté mientras nos hacíamos a un lado de la calle, examinando algún aporreón - ¿Cómo te sientes?

-estás aquí - tocaba cada parte de mi cuerpo con angustia – estas aquí – repitió – estas aquí – de nuevo – estas aquí

-Meli, meli, cal – ma – te – susurré tratando de tranquilizarla – estoy aquí, estoy aquí contigo, pero cálmate

-Dani te me habías desaparecido por mucho tiempo mi amor – obligó a que la besara – te extrañé mi vida, te amo, te amo, te amo, te amo

-Melisa ya basta – la alejé de mi – cálmate, además no hagas eso que mira donde estamos –

-a mi eso no me importa – volvía a besarme – no me importa, mira que tu eres mi novia y yo te beso, y yo hago lo que quiera donde sea por que eres mía Daniela, mía, mía – repetía consecutivamente, llegando a l punto de atemorizarme

-no, espera!! – Nuevamente enfrentaba una distancia asimilable entre las dos – mira los niños por Dios

A nuestro lado, había 2 pequeños mirándonos intrigantemente… ¿Cómo confundirlos tan prontamente?

-ellos no tienen por que ver esto – le dije seria

-a ti nunca te ha importado lo que digan los demás, por qué ahora si?

-por qué son niños, por qué eso lo respeto Melisa – le hablé fuertemente – te calmas ya!! – le exigí

-ya bebé, no te enojes – cogió mi mano con intensidad – vamos a casa amor

-ei… stop!! Yo no voy a ir a mi antigua casa por qué no quiero vivir ahí, mejor vete a tu casa, descansas que mas tarde nos vemos… ando muy cansada

-No!! – Afirmó con rudeza – No!! Y No!! Vamos a mi casa que mis padres te están esperando

Suspiré ya molesta – estoy cansada ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás asa? Ahora mas tarde voy a tu casa, solo quiero dormir

-por eso, duermes en mi casa – subió el tono de su voz retándome – vamos amor – pasó por el lado de Sara que estaba viéndonos empujándola

-Melisa te digo que no

-Daniela!!! –un espectáculo comenzado por ella, se armó en toda la salida del aeropuerto – te vas conmigo!! – su voz ya sonaba gritada – ok?

No entendía nada, no entendía su reacción, no entendía su actitud, no entendía por qué estaba así, ella no era así… - meli… deja de gritar mira que todo el mundo está hablando de nosotras – le hable discretamente al iodo

-Entonces vámonos

-ok – me rendí – vamos pero deja de gritar, y de armar esa pataleta, está bien?

-shii amor – sonrió satisfactoriamente – chau Sara

Me cogió de la mano subiéndome a su carro, arrancó y nos fuimos directo a su casa, el camino fue un verdadero martirio… preguntas constantes y repetitivas…la miraba y todavía no creía que había pasado con Melisa, la que dejé en el hotel con Tatiana

¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué eres así conmigo? ¿Sabes que te amo? ¿Eres mi novia, verdad? Mierdaaaaa!!! ¿En que me había metido?

Cuando llegamos a su casa, sucedió lo mismo con sus padres… o bueno, con su padre, por que su madre era totalmente callada, solo se limitaba a mirarme, cosa que aparentemente me ponía nerviosa. Aunque la conversación se hizo mas llevadera ahí que cuando estábamos ella y yo en el carro… la verdad estaba realmente cansada, solo quería dormir… dormir…dormir

(Ya en la habitación)

-Meli préstame una pijama tuya, ¿si?

-claro amor, coge la que quieras

Su ropa fue cayendo al suelo mientras me levantaba de la cama… su silueta cubierta por solo una prenda; un pequeño cachetero blanco… con sus manos se cubría sus pechos… y yo, yo solo me quedé estática viéndola.

-me hacías falta amor – musitó sonriente – ven aquí conmigo

No sabia como encontrar las palabras para decirle que no, está vez ni siquiera quería intentarlo… no podía ser así de cruel… Melisa… Melisa… no se, es solo que no sentía ya lo mismo por ella.

-estoy cansada meli – me excusé cogiendo la pijama – después, hoy no quiero

-Danielaaaaa!!, me tienes harta con tus pretextos – de nuevo volvía a gritar - ¿Qué es lo que quieres? ¿Irte para donde ella?

-¿de que hablas?

-de Tatiana, de la pe

-cállate Melisa, no voy a permitir que hables mal de ella

-tanto te duele?

-oye!! Pero a ti qué diablos te pasa? Por que estás así?

-por que me da rabia de que aun sigas pensando en ella

-yo no estoy pensando en ella – mentí – además, tu no eras así de posesiva

-anda!! Tú te vas con ella y yo me mato – amenazó

-pufff – me burlé – por favor, lo ultimo que faltaba – cogí mi mochila y las maletas que traía – sabes qué? Dejemos esto así

-ya me escuchaste Daniela, sales por esa puerta y te olvidas de mi existencia

Cerré la puerta cuando escuché sus gritos, la mamá de ella me retuvo y me dijo en llantos que todavía no me fuera

-¿por qué?

-solo espero que no sea tarde

Abrió la puerta de la habitación de su hija, y salió corriendo hacia dentro… mi pulso comenzó a aumentar y di tres pasos que me separaban del cuarto… cuando sin pensarlo; la vi con un poco de sangre que caía sobre su cuello

-¡¡Maldita sea Melisa!! ¿Por qué me haces esto? – ayudé a su madre a reponerla sobre la cama

-te lo dije – gritaba aun – quédate conmigo mi amor

Estaba como loca diciendo una serie de barbaridades que yo, no entendía aun.. solo vi que la señora le pegó fuertemente en el rostro obligándola a tomar una pastilla, que la dejó dormida

-siempre es lo mismo – explicó con tristeza – se enamora, se ilusiona, después se vuelve posesiva y controladora, y termina amenazando contra su vida

-¿pero…en que momento?

-es un problema que todavía trata con psicólogos, estaba traumatizada por l hecho de que tu no estabas

-¿Qué van hacer con ella?

-mandarla a un centro de reposo definitivamente hasta que supere todo

-¿estará bien?

-eso espero

-no quise causarle daño señora – expresé sinceramente – yo

-shhhh tranquila, yo te entiendo… sabia que esto iba a pasar

-¿Cuándo puedo irla a visitar?

-preferiría que no, deja que olvide tu nombre… Melisa no es autosuficiente para encontrarse con esta realidad

Bajé mi rostro todavía sin poder creer lo que escuchaba – solo dígale que la quiero

-así será

Saqué mis maletas y me despedí de la mujer, miré al frente y vi un carro blanco, con personas vestidas como de enfermeras entrando por la misma puerta por la que yo salía.

Y tristemente, hasta ahí supe de ella

Pasé unos días en reposo, pensando aun mas las cosas de lo que había pensado,,, necesitaba manejar todo con equilibrio, mi vida no podía estar rodeada de personas así… si seguía en ese mismo estilo de vida, prontamente resultaría loca yo también.

Después de unos 10 días mas ó menos, volví a la empresa, a retomar mi trabajo… a ponerme al día de las cuentas y de lo que pasaba… todo estaba bien, Sara mas que una secretaria se estaba convirtiendo en alguien indispensable para la agencia. Pero antes de volver definitivamente a mi vida laboral, solo me quedaba hacer una cosa

Hablar con Tatiana.

Como siempre, cuando ellas estuvieron en argentina, la mamá era la que estaba consiente de nuestra relación, la que muy amablemente me daba información de la vida de su hija. ¿Quién iba a pensarlo?... logré localizarla, y me comentó sobre sus planes de abrir restaurantes a nivel del país pero específicamente, comenzar aquí en la ciudad. Traté de ofrecerles mi ayuda con clientes que trabajan en ese mismo campo, pero se negó rotundamente argumentando que eso más que nada, seria una prueba que las haría a ellas dos; valerse como personas, como mujeres.

Ese día, que estábamos cerca de la casa en donde ellas estaban viviendo, vi a Tatiana… mas hermosa que siempre, y me pregunto ¿alguna vez llegué a describirla bien?

Su cabello estaba castaño claro, muy próximo hacer rubio… su cuerpo estaba firmemente marcado por las idas diariamente al gimnasio en donde se quedaba de 2 a 3 horas aproximadamente, era de estatura alta, era delgada… su rostro a mi, se me hacia perfecto… especialmente sus cejas, que me llamaban poderosamente la atención.

De ahí en adelante, la seguí ¿Cómo querer hablar con ella sin saber si ella quería lo mismo? Ó mejor dicho… siendo totalmente sincera ¿Cómo volver a conquistarla sin saber que clase de vida llevaba ahora?

Ahora, su vida… se resumía a estar con su madre y a trabajar… ahora contaba con dos trabajos, en donde el principal era gerente de recursos humanos de una empresa de ropa de moda, y el segundo era que próximamente seria administradora del primer restaurante que lanzarían.

Todos los días, por casi un mes la seguí… salía de su casa a las 6:00 de la mañana con ropa deportiva, se iba trotando hasta el gimnasio y a eso de las 8:30 8:40 salía de allí, para volver a su casa nuevamente… a las 9:30 salía directo para la oficina, se quedaba hasta el medio día en donde salía almorzar, últimamente con una muchacha mas joven que ella

Muchacha, que se veía a leguas que quería con Tatiana algo más que una relación laboral, sus miradas, sus continuos roses… sus risas coquetas… agh… era patético ver eso. Después, entraban juntas a la oficina y salían a las 6:00 de la tarde (18:00) todo… todo lo estaban haciendo juntas, detallé cada movimiento, cada gesto y cada expresión de Tatiana con ella, pero a pesar de que se veía que había algo entre las dos, sabia bien que Tatiana no estaba muy interesada.

Así pasó este tiempo sucesivamente, la mamá de Tatiana me insistía frecuentemente de que me presentara ya

Pero necesitaba encontrar el momento, el lugar… todo

El próximo viernes, sería entonces, el día en el que le darían la inauguración al nuevo restaurante. Pensándolo bien, seria el día perfecto para que Tatiana me viera… pero el miedo me podía… quizás… ya ni se acuerde de mi… han pasado 10 meses en los que ni siquiera he escuchado su voz

Cuanto te extraño mi amor

Se llegó el lunes. Común y corriente, el martes… que sucedió lo mismo… el miércoles… igual… pero el jueves, desde las 5:50 de la mañana que llegué al frente de su casa, sentía que ese día iba a pasar algo… algo… el problema era en que no sabía si sería algo bueno o malo.

El mismo transcurso, ir al Gym… ir a trabajar… ir almorzar… cuando pensé que mi sexto sentido me había fallado… miré que a la hora de salida, algo que no era normal. Tatiana se montó en el automóvil de la pendejita esa (me perdonan la expresión pero es que eso es… ¿para que tiene que estar buscando algo que no se le ha perdido? Ah y que conste… yo NO ESTOY CELOSA) las seguí en el mismo taxi que me acompañaba diariamente, el señor que lo conducía era ya mayor… unos 62 años, me observaba bien y todavía – estaba segura – no entendía por que mi interés por seguirla.

Después de unos 20 minutos en movimiento, llegaron a una discoteca… discoteca que a propósito era de ambiente

-señorita, sabe usted que este lugar es para gente así?

Miré al señor con un gran signo de interrogación en mi cara ¿?

-¿así como señor?

-así, diferente… gente homosexual

-ahhh. Fingí sorpresa - ¿de verdad?

-así es, yo si veía que esa señorita a la que usted persigue traía como que algo raro… el hecho de mantenerse tanto con la rubia y esas miradas decían mucho ¿no le parece?

-uhmm - la rabia aparecía sobre mi rostro – no lo había detallado

-claro, yo no se sus intenciones pero no pierda el tiempo con gente así, esa gente es dañada – explicó desde su punto de vista

-como es que es su nombre señor?

-Franco

-ah ok, señor Franco, déjeme decirle que usted me caía muy bien, que además se estaba haciendo el dinero conmigo… imagínese, todos los días le pagaba el triple de un día normal suyo – el iba a hablar pero no lo dejé – imagínese, que lo veía tan serio… tan… maduro ja – reí – que hasta iba darle una oportunidad para que ingresara a mi empresa

-pero

-espere por favor – lo retuve – pero al darme cuenta de que como la mayoría de gente es un homofóbico de mierda!! -- le hablé en tono fuerte – entonces hasta aquí, llegué con usted – saqué dinero de mi bolso y se lo tiré – ah y a propósito, no somos diferentes

Salí del taxi con mi temperatura a mil…pero bueno, es el precio que toca pagar por tener una sexualidad distinta a la que supuestamente es "normal" aunque en realidad… es mas que comprobado que todos tienen un lado bisexual… alguna vez pasamos por un momento en el que sin pensarlo nuestro mismo sexo nos atrae

Pero baaahh… ya no hace falta pensar en eso

Entré a la discoteca y gracias a la oscuridad no pude saber bien en donde se había ubicado Tatiana… después de buscarlas y ser ágil en el momento de no dejarme ver, las encontré… bebiendo whisky

-yujuuuu!!! Esta noche terminan en la cama Dani – pensé

Analicé la situación pausadamente… Tatiana estaba nerviosa, bebía… y eso ya era extraño en ella… la rubia que tenia por acompañante le hablaba al oído y acariciaba sus piernas… cosa que por una ilógica razón me sacó de quicio (y no son celos) salieron a bailar

-mierda!! Nunca lo hizo conmigo – pensé molesta

Una pieza trajo otra... Pasaron más de 30 minutos y ellas dos, continuaban en la pista de baile… ya se habían besado… ya sus cuerpos estaban lo suficientemente excitados, para tomarse otras dos copas más e irse a alguna parte a calmar su excitación. Y ahí… tuve que hacerme presente, no iba a permitir eso... No, no, no

Cuando vi, que la botella estaba próxima a llegar a su fin les mandé otra, como obsequio a Tatiana de una admiradora

Que lastima no tener poderes para escuchar lo que dicen los demás a la distancia, me hubiera gustado tenerlos para escuchar que decía esa tipa, por que por lo que se veía, estaba furiosa

Pero eso no sirvió por mucho tiempo, por que mientras Tatiana miraba a su alrededor para ver quien era su admiradora, la vieja esa, pagaba la cuenta… tomé impulso, mucho impulso y me acerqué violentamente en dirección a donde se encontraban ellas dos.

-hola bombón – se apareció por mi camino, una morena alta…. Sumamente atractiva, dejé mi vista sobre Tatiana, para posarla en el cuerpo de la recontramamacita que tenia a mi lado

Pero ¿bombón? Agh… por qué tiene que ser tan

-hola – sonreí

-te importaría tomar una copa conmigo?

-claro, lo que quieras – la besé impulsivamente –pero hazme un favor si?

-uff – reaccionó por fin – el que quieras

-hazte pasar por mi novia

Sin decirme que si, la cogí de la mano y me fui caminando a la mesa en donde estaba Tatiana, mi respiración aumentaba… mi corazón latía más, y más, y más

Ella se levantó dándome la espalda y simulé un desprevenido choque entre ella y yo - -perdón – todavía no era capaz de mirarla a la cara

-no, perdona...me… --sé que me miró –

Subí mi rostro y por fin la vi… era increíble tenerla así de cerca… cuantos días pensé en esto y ahora no tenia ni las mínima idea de que hacer

-¿Dani? – su voz… ya no la recordaba

-¡¡Tati!! – La miré a los ojos – que sorpresa

Sus ojos se inundaron en pausadas lagrimas que fueron imitadas por las mías, verla me hizo comprobar de que era imposible tratar de olvidar a la persona que amas

-pero ¿Cómo? ¿Tu…es…tu… que haces aquí?

-Tati vámonos – la mujer que la acompañaba, que ni siquiera me le sé el nombre la cogió del brazo

-suéltala – le dije inmediatamente

-¿y quien eres tu?

-mi novia – dijo la mujer que me acompañaba, la que hace menos de 2 minutos besé. La mujer que ni siquiera sabía como se llamaba

-¿tu novia? – preguntó Tatiana mirándola de arriba hacia abajo

-no – respondí sin saber que mas decir –ella es

-tu novia mi amor – me apretó la mano y repitió nuevamente

-ok, fue un gusto – dijo la "compañera" de Tatiana – vámonos

-espera – todavía veía en sus ojos una expresión de no creerlo – Dani

Solté la mano de la morena que me acompañaba y cogí a Tatiana, alejándola de la tipa esa que me cae mal (pero no es por que le tenga celos) – vente conmigo – le dije son darle tiempo a que respondiera

Salimos de ese lugar

Sin saber a donde ir

Sin saber que hacer

Solo sabia que la tenia ahí, conmigo

Caminamos, en silencio… cogidas de la mano… ella mirando el suelo, y yo observando el cielo

-quiero un helado – mencionó mirándome a los ojos

-yo también quiero

Buscamos hasta encontrar una heladería, seguimos caminando,… ahora con nuestras manos ocupadas en copas gigantes con fresas y helado

Era tan perfecto ese momento

Tan increíble

Que solo me dediqué a vivirlo

A sentirlo

-¿ella es tu novia?

-no

-¿entonces quien es?

-no lo se

-¿Por qué estaba contigo?

-por que se lo pedí

-¿Por qué se lo pediste?

-para no llegar donde ti sola

-¿sabias que estaba ahí?

-si

-¿y melisa?

-no quiero hablar de eso

-está bien

Nos sentamos en una banca, que estaba l rededor de un parque, iluminado por laguna lámparas de la calle… mirando el cielo… ella todavía comía su helado, yo solo la veía

-estas linda

-lo se – dijo sonriendo – tu también lo estas

-¿Por qué actúas como una niña? – pregunté viéndole los pucheros en su rostro

-será por la emoción de tenerte conmigo

-¿me dejas darte un beso?

-si

Me acerqué a ella emocionada de sentir todo lo que mi cuerpo me anunciaba… tenerla tan cerca después de tantos días, tantas semanas, tantos meses… después de… todo lo que había pasado… quizás, pensándolo bien, la única vez que estuvimos realmente en paz, disfrutando del momento fue el día en que nos conocimos… fue ese día, en el que yo todavía ignoraba que estaba comprometida con otra persona que además, resultó siendo mi progenitor.

Sus labios eran dóciles a mis caricias, eran sumisos… eran… tan perfectos… cuanto extrañaba eso, este momento

Sus manos tomaron mi cara con ternura, acariciándola apaciblemente… sus ojos se cerraban por instinto y yo, solo me dedicaba a consentir ese instante, a hacerlo único… a sentirlo como el primero y como el ultimo.

-Tengo miedo Dani – bajó su cabeza y su voz inició una perfecta muestra de debilidad – quisiera que todo lo malo por lo que hemos pasado se fuera y ya solo… viviéramos el momento

-¿y por qué no lo hacemos?

-por qué siempre existirá algo que nos detenga, algo que arruine todo

Me quedé callada y pensé un momento en todo lo que ella decía, era realidad…era verdad… tenia razón.

Miré la luna, miré el cielo, miré las estrellas y pedí que está vez esto fuera diferente

-vamos – se levantó y me tendió la mano

-¿A dónde? – pregunté ingenuamente

-ven

Su mano abrazaba la mía con fuerza, la apretaba con miedo a que se soltaran, su rostro miraba al frente… y sus ojos eran frágiles con las lagrimas que siempre demostraron todo tipo de sentimientos de su parte.

Sin llegar a pensarlo, llegamos a un pequeño motel… que desde afuera, se veía cálido y romántico.

No dije nada, ella tampoco lo hizo, solo entramos… pagamos… nos llevaron a la habitación y ahí estábamos

Nos sentamos sobre la cama, mirándonos mutuamente, su sonrisa abrigaba mi miedo, sentía quizás, más temor del que podía estar sintiendo ella, pero necesitaba demostrar seguridad... demostrar que ya todo saldría bien… por qué todo iba a salir bien.

Palpé sus manos, rosé su cabello, acaricié su rostro, toqué sus piernas… besé su labios y poco a poco, iba comenzando a sentir un breve cosquilleo en mi vientre

Los suspiros de ambas, se iban prologando mas fuertes, mas rápidos… mas continuos, todo iba saliendo de mejor a perfecto… me acostó sobre la cama, y acomodó su cuerpo sobre el mío, llegando con palabras que se volvían gemidos a mi oído – te he extrañado – susurró con voz sensual

Me besó de un modo poco inusual en ella, demasiado apasionado, demasiado erótico, demasiado sensual… pero sobre todo, hacia una mezcla que se me hacia simplemente perfecta entre deseo-amor

Su lengua se acomodaba tenuemente en mis labios, metiéndola tímidamente en mi boca, esperando una respuesta… en donde solo recibió que yo, por mi parte, abriera un poco mas mis labios para darle mas facilidad de besarme… sus manos tocaban mi abdomen, mis manos, tocaban su cabello… después, de un momento… continuando el beso, bajaron por su espalda, rosándola con las yemas de mis dedos, causando por su lado, un rápido estremecimiento, que mas que a ella, me estremeció a mi. Me volteé quedando de lado frente a su cuerpo, chocamos nuestras frentes, ella trataba de reprimir suspiros y gemidos que después ni siquiera podría intentar callar… quité cada una de sus prendas con delicadeza, ella hizo lo mismo conmigo, y en cuestión de 5 minutos ambas estábamos en igualdad de condiciones

El contacto de mis manos, bajando por su pecho la hizo erizar, excitarse mas, de lo que me imaginé estaba… fui bajando con mis labios también, siguiendo el camino que iniciaba anteriormente… sus manos se refugiaron en las sabanas de la cama, apretándola con fuerza, besé frágilmente sus senos, que para mi… era lo que – hablando sexualmente – mas me fascinaba de su cuerpo. Fui moviéndolos con la punta de mi lengua circularmente, haciendo que sus pezones se colmaran de excitación

con lentitud a una pronta velocidad

(

ß

nueva frase)

Mi saliva los iba humedeciendo, y yo, me iba adueñando se cuerpo como solía hacerlo antes, incluso cuando sabia que era dueña de otra persona

Después de quedarme un largo rato en ese lugar, decidí bajar… cuando presentí de que su cuerpo estaba mucho mas sensible… mucho mas… emocionado, quise profundizar mas los movimiento, pero me detuvo pausadamente – espera –

-¿hice algo malo?

Sonrió como una niña pequeña – eres la misma Dani

-¿ a que te refieres?

-a que siempre que te digo que pares, preguntas eso… con esa carita asustada de no saber que hacer ó que decir

-ash parece que sigo igual

-y eso me encanta – complementó – quiero que ambas sintamos al mismo tiempo

-ah quieres que… -- me iba a subir sobre su cuerpo pero volvió a detenerme

-no, quiero que me beses y quiero besarte – expresó con sus mejillas coloradas – aush me dio pena – sonrió con vergüenza

-shh – la callé con un beso pequeño y me subí pero en posición contraria… de tal modo de que su sexo quedó frente a mi rostro y el mío… quedó frente a ella… abrí sus labios y comencé a meter mi lengua y a besarla por encima de su intimidad… su clítoris iba pasando de estado normal a un grado de excitación y calentura demasiado fuerte… sentía su sexo demasiado húmedo, y eso; con exactitud iba ayudando ágilmente a que a mi me pasara lo mismo… y como no? Si ella hacia lo mismo que yo, tanto… que se me dificultaba seguir avanzando con ella… pero seguí, controlando unas infinitas ganas por no llegar todavía… sabia bien que ella estaba igual que yo… la sensación es simplemente indescriptible

-Hahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, Daniiiii – gimió fuertemente – aammhhh

Y yo… la seguí indiscutiblemente – ufff… --traté de contener mis ganas, mis impulsos… cuando estás en ese momento de la recta final, definitiva… en ese momento en que decides…si sigues así o sientes… sientes ya… de una vez… y las dos resolvimos hacer la segunda opción… su cuerpo sin previo aviso se vio atrapado en un montón de contracciones, y espasmos violentos, y yo… solo me limité a dejarme llevar por mi cuerpo… respirando fuerte y profundamente… hasta que después de unos segundos… ambas… quedamos sin palabras… sobre la cama

-Dani si supieras todo lo que te quiero – me tomó la mano y me llevó con ella a sus labios – todo lo que te extrañé – un beso tierno que sabia a las dos, apareció – todo lo que te amo

-hasta aquí llega nuestro pasado Tatiana – fue lo ultimo que dije esa noche

En la madrugada, después de verla dormida… y después de pensar muy bien las cosas, decidí que lo mejor seria irme… que se despertara y no me viera… no quería hacerle daño… el pasado era pasado… y lo que pasaba después de hoy, seria presente.

Tatiana

Me levanté desorientada, primero por que no sabia nada… no reconocí el lugar en donde estaba después de haber recordado que era la habitación de un motel.

Segundo, por que no vi a Daniela conmigo… fue tanta la desilusión que se me hizo posible pensar que los trago que tomé con Karla en la discoteca me habían hecho perder la razón e imaginar todo. Pero ¿Cómo iba ser posible entrar a un motel sola? Además… estaba totalmente desnuda… no podía ser imaginaciones

Busqué con ingenuidad una nota, alguna cosa que me dijera que después nos íbamos a ver, íbamos hablar… pero nada… como llegó se fue

Y

Suspiré por tonta, por estúpida…. De nuevo caía… de nuevo

El día se me fue relativamente rápido, las ocupaciones por la inauguración del restaurante, tener todo listo, recibir a los invitados, la comida, la música… una cosa, que la otra… al menos eso me sirvió para por lo menos no pensar el 100% sino el 90 en ella (vaya, tanta diferencia Tatiana…¬¬)

Llegó las 5:00 de la tarde (17:00) hora oficial de abrir el restaurante

Intenté sonreír a las grandes personalidades de la ciudad, políticos, algunos actores y gerentes de empresa, que fueron con ellos, que logré hacer amistad mientras trabajé con Alejandro.

Después de los convenientes agradecimientos, y del mismo protocolo de siempre… me metí a mi nueva oficina… descargándome un poco de todo el estrés de allá afuera… mi mamá estaba manejando a la perfección las cosas… los empleados se veían muy animados… todo estaba yendo bien… todo menos… mis pensamiento ¿por qué me dejó de nuevo? Ayer le dije que la amaba… y no le importó

Toc – toc –

-adelante – dije, devolviéndome a la realidad

-hija – apareció mi mama por la puerta – hay una cliente que quiere verte

-claro – asentí – dile que ya bajo

-no, es que solo viene agradecerte y se va

-ok entonces dile que pase

Sonrió pícaramente, me retoqué un poco mi cabello y me limpié algunas lágrimas que comenzaban a bajar

Tres suaves golpecitos

-adelante – repetí

Y la puerta se abrió

Y vi la silueta de una mujer medianamente alta, delgada… con cabello oscuro, piel clara… ojos… que no alcancé a ver su color pero me gustaron por profundos, una sonrisa sencillamente fascinante, hermosa, naturalmente hermosa.

-Buenas tardes – dijo entrando

Tartamudeé un poco al responder – Ho...La – respiré – pasa

-solo venia a decirte que está hermoso el restaurante, a ofrecerte mi apoyo y a decirte que me siento orgullosa de ti

Lloré mientras sus manos abrigaban las mías - ¿enserio?

-claro que se – afirmó – quiero presentarme

Reí al verla, sacudía mi cabeza por saber si en realidad era ella

-mucho gusto; Daniela - me tendió su mano

-el gusto es mío, mi nombre es Tatiana – le respondí siguiendo el juego

-¿me aceptarías una salida a tomar un café? –invitó coquetamente

-por supuesto –asentí

-¿sales con desconocidos tan rápido? – me preguntó mientras se acercaba a mi

-es que siento que te conociera de antes -- esperé a que llegara a mi lado – por eso acepto

-¿y aceptas si te digo que comencemos una nueva vida olvidando el pasado?

-si – respondí con ternura – si acepto comenzar a tu lado Danii, para siempre

-ajam – me besó tomándome de la cintura – para siempre por que no pienso separarme nuevamente de ti–