En el Aeropuerto
Y pensar que comenzó como un viaje de trabajo...
Todo comenzó como un viaje de trabajo, de esos a los que me empezaba a acostumbrar... madrugar, correr al aeropuerto, llegar a mi destino, hacer lo que tuviera que hacer y regrresar a mi ciudad totalmente agotada. Ese viernes aterricé en mi destino muy temprano, una ciudad no muy grande y en la que hay bastante actividad industrial, tenía una audiencia muy temprano y la persona que debía llevarme no aparecía, por suerte tenía algo de tiempo.
Decidí tomar un café, veía a la gente entrar y salir, aunque por ser un aeropuerto pequeño no había mucho movimiento pero hubo algo que me llamó la atención, era él... estaba a unos metros mirandome de esa forma disimulada en la que sólo los hombres saben hacer. Debo admitir que al princpio me causó nerviosisimo, aunque luego me sentí bien de ser observada de esa forma, sobretodo cuando se trata se un hombre atractivo, y cuando mi imaginación ya iba a empezar a volar sonó mi teléfono, era para avisarme que ya estaban esperandome. Tomé mi bolso y cuando estaba casi por salir sentí una mano en el hombro, casi grito del susto.
Se presentó, me dijo que se llamaba Gonzalo y que de haber sabido que mi espera iba a ser tan corta me hablaba antes, yo sólo atine a reirme y sonrojarme un poco. Por lo que aparentaba pude suponer que tenía aproximadamente 35 años, cálculo que después confirme, y que trabajaba en algo relacionado con alguna ingeniería. intercambiamos un par de palabras y me preguntó si regresaría por la noche a mi ciudad, le dije que sí y como tenía prisa iba avanzando mientras hablábamos entonces fue cuando me dijo ven antes, mucho antes de la hora en la que debas presentantarte, aquí estaré esperandote.
Esas palabras dieron vueltas y vueltas en mi cabeza, así transurrió mi día, luego de una audiencia aburrídisima di un par de vueltas por la ciudad y como nunca el día se me hizo eterno, revisé mi ticket y debía estar en el aeropuerto a las 8... ¡era demasiado tiempo! Después de darle vueltas decidí ir al aeropuerto a las 5, total ahí podría leer algo o ver alguna película en mi portátil, así mataría el tiempo, al menos ese era mi plan. Una vez en el aeropuerto me senté en la misma cafetería y a la mitad de lectura sentíuna voz medio ronca que me decía al oido sabría que aquí te encontraría. Gonzalo se sentó conmigo, charlamos de tonterías y entre risas me dijo que no pensaba que fuese a encontrarme, entonces lo miré y le dije ¿ y ahora que estoy aquí qué piensas hacer? El pobre casi se atora y aproveché para atacar nuevamete podría estar haciendo algo más entretenido allá afuera... Ni bien terminé de decir eso sentí una mano rodeandome y esa misma voz ronca diciendome entonces haré lo que quiero hacer desde la mañana y fue ahí don me besó el cuello, este hombre va a lo seguro pensé y es que ninguna mujer se resiste a un beso en el cuello. A ese beso le siguió una sonrisa mía en señal de aprobación y una caricia suya en mi pierna en señal que eso no quedaría ahí. Ese café lo terminamos contándonos más de nuestras vidas y sobretodo compartiendo roces disimulados, jugueteos de mi pierna en la suya, miradas retadoras y con un beso de aquellos luego del cual me dijo vámonos de aquí, no aguanto más.
Salimos de la cafetería tan rápido como pudimos, el rumbo era desconocido para mí, en el camino nos besábamos y Gonzalo aprovechó para meter mano bajo mi escote... en menos de diez minutos llegamos a un hotel de paso y cuando estábamos a putno de llegar a la habitación sentí sus maos en mis caderas y mi cuerpo siendo apretado al suyo, esto promete pensé. Ya en la habitación Gonzalo aprovechó para meterme mano por donde pudo, debo decir que no soy una mujer delgada, término medio pero eso sí, hay de donde agarrar, otra de sus ventajas fueron sus 1.79 mt contra mis 1.5mt, fue así que me hizo sentarme sobre él, mientras se entretenía con mis pechos yo me dedicaba a su cuello e iba abriendo su camisa. Para ese momento mis caderas ya simulaban un vaivén, cosa que el aprovechaba para moverme a su ritmo y fue ahíen donde me dijo chúpamela.
De forma obediente me bajé, lo puse de pie, comencé a desvestirlo y cuando le bajé elboxer confirmé kque su pija era de buen tamaño y ya estaba lista para la acción, así que me acerqué despacito, empecé a lamerla muy suave, primero sólo el tronco, miré a Gonzalo y parecía gustarle, suspraba despacito... estaba como ido, entonces decidí mojar mis labios, dejar ese ritmo suave y metermela entera, quería sentir hasta sus bolas y así lo hice, en cuanto sintió que me la estaba comiendo entera lanzó un gemido que hizo que mi esfuerzo valiera la pena, empece entonces a comérmela rápidamente y Gonzalo se movía comopara cojerme la boca, empezó a agarrarme el cabello mientras yo seguía lamiendo, presionando con los labios, succionando y sobretodo jugando con mi lengua y él, él seguía gimiendo y a s pocos minutos aca en mi cara mientras me decía que ese era mi premio por haber sido un nena buena.
Me limpié un poco y nuevamente Gonzalo se lanzó sobre mí, esta vez para desvestirme, lo hacía sin prisa y viendo cada parte que iba descubriendo, no paró hasta dejarme sólo con el coulotte color vino que escogí ese día, me tocó la conchita y pudo sentir lo mojada que me tenía, fue entonces que me dijo bebota relajate, ahora te voy a dar placer, lo dijo abriendome las piernas y rozando su lengua por la tela de mi coulotte, de más está decir que me hizo lanzar un gemido y deseperarme por tenerlo dentro, pero él seguía siendo cruel y sólo juagaba hasta que le dije hazlo y eso bastó para que me metiera un dedo, lo movía despacio, haciendome disfrutar el momento u de pronto sentir su lengua recorriendo mi conchita hizo que gima nuevamente, empezando el movimiento de mis caderas buscándolo, continuó mientras me decía t an seria que se veía la nena ... eso me calentaba a mil y terminé en un orgasmo riquísimo, toda sudada y con ganas de más.
Bebe cogéme le dije y luego de ponerse un preservativo me levantó y casi poniendome sobre él me dijo ahora me vas a montar y me sentó sobre él metiéndomela de golpe mientas mis tetas se pegaban a su cuerpo y mis uñas recorrían su espalda... ya con toda la pija adentro me empecé a mover literalmente cabalgándolo mientras Gonzalo me agarraba las caderas y besaba mis tetas, mis gemidos eran crecientes y e intentaba ahogarlos mordiéndole el hombro, creo que por eso decidió tirarme a la cama y cogerme con mis piernas en sus hombros, me estaba controlando completamente y me gustaba, sentir su cuerpo sobre el mío, su pija dentro mío, como entraba y salía y aumentaba la velocidad, el hombre era una máquina y con tal de recibir placer yo sólo me dejaba hacer...me puso en cuatro y al agarrarme las tetas me levantó y me tuvo así, recibiendo pija pegada a su cuerpo mientras mis caderas pedían más, nuestros movimientos más rápidos hicieron notar que el orgasmo se acercaba, quizá fue la situación, quizá fue él pero la corrida que tuve fue una de las más intensas, luego de eso Gonzalo me volvió a tirar a la cama, se sacó el preservativo y luego de un par de movimientos me llenó las tetas de leche.
Cuando pude reaccionar vi mi reloj y ya era hora de ir al aeropuerto, salimos corriendo y grandísima fue mi sorpresa al saber que Gonzalo también iba en mi vuelo, es más, el también regresaba luego de trabajar un par de semanas por ahí, así que sola no estaría en el avión y pensandolo bien, no sería mala idea repetir,o si?