En casa
Alina atiende con el cornudo de su novio a un amigo
Estaban en casa los dos relajados con la pequeña durmiendo ya. Recogieron la mesa y esperaron al timbre.
Luís, un amigo de ambos, venía a tomar unas copas. Los tres se conocían desde hace mucho, él era algunos años mayor que ellos y un soltero a la antigua usanza, no quería compromisos, lo más algún rollo. El último, una amiga de Alina; por ello tuvieron tema del que charlar
- ¿No se habrá enfadado Vane? Ya quedamos que solo era....como decirlo...una aventura
- No, no está enfadada- Respondió Alina vaciando su copa de licor café.
Su amiga le había contado que habían salido un par de veces y follado en su casa por desahogo. Cuchicheos de mujeres, le contó que tenía una polla muy grande y que follaba muy bien; Alina les imaginaba jodiendo en la cama como quinceañeros y se ponía a tono.
Manuel recibió una llamada al móvil de empresa, una urgencia, y tuvo que irse a la habitación del ordenador a cubrirla. Alina recogió los vasos y se fue a la cocina seguida por Luís que intentaba sonsacarle cosas.
- ¿Te ha preguntado por mí?
- Pues no la verdad, sólo me comentó que...salisteis...un par de noches, sin compromiso, y que se lo pasó muy bien.- Le dijo guiñándole el ojo cuando dejaba vasos en la fregadera
- Bueno, ya me conoces. Soy un caballero y me gusta quedar en buen lugar, jeje.
Alina estaba con una camiseta marrón y un pantaloncito corto de tela fina para estar cómoda, y una bata ligera rosa anudada por la cintura. Luís venía con tejanos y camiseta heavy metal. “Alina, saca un poco de licor de hiervas que le gustará” Se oyó desde la habitación junto al ruido del teclado.
Ella sacó un taburete del armario y se enfiló más alta para coger una botella translúcida de licor de hierbas que guardaban para ocasiones especiales. Luís la agarró de las caderas para que no se cayese y al contacto ella se estremeció. Al echar la vista atrás se percató que Luís no le quitaba ojo a su culo.
Desde hacía días que solo follaba con su novio y echaba de menos calentar a otros hombres, aunque fuera sólo por tonteo. Entre ellos siempre había química y feeling, una tensión sexual no resuelta que no ocultaban porque el decir las cosas en tono de broma hace que no se les de importancia.
- ¡Bicho, deja de mirar que te quedarás ciego!- Le dijo Alina bajándose del taburete- Te veo tontorrón, ¿por qué no le pegas una llamada a la Vane a ver si se anima?
- Quita quita, no me gusta repetir. Busco cosas nuevas y atrevidas- Le arrebató la botella de las manos, sirvió dos copitas y se bebió la suya de un lingotazo. Alina cogió la otra y sin apartar la mirada de sus ojos se lo bebió también en nada.
- Uff... ¡Qué fuerte está esto!- Luís rellenó las copas de nuevo.- Deja, que me voy a emborrachar.
- Anda, diviértete un poco.- Brindaron
- ¡Coño, es alcohol puro!
- Así te limpia por dentro.- Dijo él con sorna riéndose.
- Ui, no sé- Volvió a llenar las copas y a brindar de nuevo- Me gusta tener cosas sucias dentro
Ambos se descojonaron de la risa casi escupiendo el licor. Ya andaban bastante tocados y Alina en especial también bastante caliente. No dejaba de pensar en esa pareja follando.
- Pero anda, cuenta.- Se le acercó mucho.- ¿Qué más te dijo? Detalles anda, detalles.
- ¿De veras quieres saberlo?-Preguntó con ironía Alina.- Me dijo que pasó unas buenas noches contigo. Que...te portaste...muy bien con ella...y mejor dejemos el tema que me pongo tonta, asco de bebida. Entre el alcohol y estas cosas se me pone todo a mil
- Oye, que si quieres me voy y os dejo solitos
- Manuel está liado y a este paso estará media noche tecleando.- Se apoyó en la encimera.- Una pena porque la niña está bien dormida y mamá tiene ganas de polla
Beber la habían desinhibido y como decía, estaba muy cachonda. Luís se le acercó y le tocó la pierna entendiendo bien sus insinuaciones, medio en broma por la confianza pero ella no le quitó la mano y reaccionó a sus caricias. Alina le sobó el paquete y ambos cruzaron miradas. Luís hizo un gesto con la cabeza hacia el lado como diciendo “¿Y éste?” y ella negó dándole a entender que no se iba a enterar. Le sacó la polla del tejano y levantó la camiseta que de tan holgada se la tapaba; era grande y gorda, lisa, bien depilada. Vane no mentía con lo de que tenía buena polla, y la meneó con suavidad arriba y abajo.
- Cariño, ¿Le has puesto el licor?- Se oyó en la habitación
- Sí, y ahora voy a tomarme yo un trago.- Se agachó y le empezó a dar lametones.
Chupó aquella polla con delirio, le estaba encantando tener un aparato tan grande en las manos y boca. Cuando notó que ya la tenía bien dura y que él ya estaba suelto porque le acariciaba la cabeza más rápidamente dejó de comérsela, echó la vista arriba y le sonrió lamiéndose los labios. Hizo una seña de silencio irguiéndose y quitándose el pantalón para dejar al aire su coño sin depilar pero bien recortadito. En pie siguió acariciándole la polla cerca de sus pelos, se recostó en la encimera y tirando de la camiseta de Luís lo acercó a ella. Él intentó besarla pero apartó la cara, no quería besos.
Le empezó a meter la polla agarrado a la encimera de mármol oscuro que hacía contraste con la piel blanca del culo desnudo y Alina se mordía el labio para no gemir. Se la clavó hasta que los huevos golpearon el culo. Se la sacó lentamente y la camiseta se quedó tapando sus sexos unidos, para volver a meterla hasta el fondo. Alina le acarició el pecho levantando la camiseta porque quería ver como aquella polla la penetraba.
Oyeron pasos por el pasillo y se separaron. A Alina le bastó con ponerse en pie y anudarse más la bata pero Luís tuvo que hacer peripecias para meterse la polla dura dentro del pantalón. Justo empezaba a abrirse la puerta él se subía la cremallera con la mala pata de arañarse los huevos, poniendo una cara de dolor que Alina no pudo evitar partirse de risa.
- ¿Qué paso?- Preguntó Manuel intrigado por las risas y la cara de angustia de Luís.
- JAJAJJAJAJJA- Se moría de risa Alina.- Que el muy imbécil ha ido a mear y al subirse la cremallera se ha pillado los huevos- Sorteó con destreza Alina.
- Hostia puta, eso duele un cojón y parte del otro- Dijo, acompañándoles en las risas.- Si es que no se puede beber y manejar maquinaria pesada ¿eh compañero?
- Si tú supieras....- Se acarició el paquete tapado por la camiseta.- ¿Unas copitas?
- Venga, una rápida que los subnormales de la empresa no saben hacer nada sin mí.
Manuel sirvió tres copas que cogieron, alzaron y brindaron como buenos amigos. Besó a su novia con pasión y al volver a la puerta comentó.
- Cariño, atiende tú al invitado, yo tengo un poco de lío y me marcho. Tío, lo siento, quédate el rato que quieras mientras no despertéis a la pequeña
- Tú no te preocupes ya lo cuido yo.- Guiñó un ojo y lanzó un beso a su novio.
Se cerró la puerta de la cocina, oyeron los pasos hacia el recibidor, cómo cogía sus aparejos y se marchaba
- ¿De qué estábamos hablando?- Preguntó Alina burlona echándose a un lado la bata, levantando la pierna para descubrir sus muslos y rellenando los vasos de chupito
- Algo de que te gusta tener cosas sucias dentro....- Luís volvió a sacarse la polla del pantalón esta vez con delicadeza por el roce que se había hecho y a colocarse entre las piernas de Alina. Cogió la polla, la puso en la entrada y la fue ensartando lentamente. Cuando la tuvo metida cogió su vasito y se lo bebió de un sorbo, lo soltó y metió la mano por debajo de la blusa para agarrarle una teta y comenzó un suave vaivén muy placentero para ambos
- ¿Así te follabas a la Vane?- Le preguntó entre suspiros
- Ella sólo quería en la cama, de misionero y siempre con condón, es una sosa, ya podrías haberle dado algún consejo
De verdad que sabía follar, alternaba entradas y salidas profundas y lentas con embistes rápidos y no tan profundos. Alina pudo dedicarse sólo a sentir placer puesto que él conocía bien la fisionomía de las mujeres y le regaló un buen masaje en el clítoris. Así aguantó poco rato y se rindió a un buen orgasmo, sin embargo él siguió follándola haciendo que su nivel de placer no decayese demasiado tras el clímax. Alina tenía dolorido el trasero de la superficie dura y le apartó con un suave empujón, creyendo él que habían terminado. Sin embargo le cogió de la mano y lo llevó hacia el sofá, se puso de rodillas en el asiento y apoyó los antebrazos en la cabecera curvando la espalda y poniendo el culo respingón. Luís se puso detrás, le subió la bata hasta descubrir el trasero y se encontró con su delicioso coño bien abierto y lubricado. No dudó en darle lengua, la pasaba del clítoris a los labios, y de ahí al ano. Se le daba tan bien comer coño que Alina echó la mano atrás para acariciarle el pelo. Estaba a punto de volver a tener un orgasmo, él lo notó y sacó la lengua de su interior. Seguía rozándole el clítoris pero lentamente para que no se corriera y con la otra mano agarró su larga polla, frotó el capullo entre los labios para empaparlo en flujo y se la volvió a meter. Alina arqueó la espalda del calambrazo de placer.
- Mmm qué polla más rica tienes.- Él la ensartaba lentamente para que disfrutara de cada centímetro
Estaba siendo un buen amante; con delicadeza le descordó la bata y se la quitó, después pasó a la blusa atrayéndola hacia él y besándole el cuello. La volvió a empujar para tener a mano la espalda y desabrocharle el sujetador, todo esto sin sacar la polla de su coño. Cuando la tuvo desnuda él se quitó la camiseta y la bombeó a cuatro patas duramente.
- Así, qué bien follas- Susurraba para no despertar a la niña, aunque deseaba gritar y gritar.- Me vas a correr de nuevo
En silencio él siguió dándole polla, acelerando el ritmo a medida que notaba que ella se aproximaba al orgasmo. Le hacía suaves friegas en el clítoris cuando empezó a derramar jugos por las piernas y a estremecerse. Cuando se hubo relajado Luís continuó dándole, pero mucho más lento.
- ¿Piensas estar jodiendo toda la noche o qué? ¿no te has corrido aún? –Él negó.- Ufff, pues si quieres seguir tendrá que ser en la cama porque me duele todo
- La cama es aburrida.
- Depende de lo que te apetezca hacer.- Dijo con picaresca.
- Pues...ahora mismo, follarte a mi ritmo. Si pudiera te ataba y te follaba a mi gusto...
Alina se levantó sacándose la polla y mostrando sus grandes tetas, le volvió a coger de la mano y le llevó con una sonrisa a la cama. De un cajón extrajo unos arneses, se los colocó en muñecas y tobillos. Se sentó en la cama ante la atenta mirada de Luís, ató los arneses de las piernas a los bordes de la cama y le dijo que le ayudase con las manos. Él se desvistió y la ató las manos a la cabecera, tensando las cuerdas de pies y manos para que quedase en cruz sin poder moverse.
- ¿Así bien?-Preguntó Alina.
- Faltan algunas cosas- Rebuscó en el cajón y sacó dos pañuelos, con uno le vendó los ojos y el otro le tapó la boca
Primero notó las manos en sus tetas, luego besos y succión en los pezones. Una mano jugueteaba con sus pelillos, acariciaba el clítoris y metía la punta de un dedo alocado en su interior, todo con una dulzura increíble; si perdió algo de fuego en el intervalo del sofá a la cama ya lo había recuperado. Notó el calor de la lengua en su coño, la humedad repartiéndose por toda la zona. La lengua subiendo por el estómago, pechos y cuello, el peso del hombre encima y su caliente polla frotando su vello. Le mordió con suavidad la oreja y le acarició el pecho.
- ¿Ya estás caliente?- Ella asintió.- Pues ahora sí que te voy a follar
Agarró la teta con fuerza, se puso centrado encima de ella y la metió de una estocada. De repente empezó a follarla con furia y rapidez, notaba esa polla entrando y saliendo tan rápido que de no ser por su flujo habría echado a arder. No podía hablar para decirle que la estaba matando, que aflojase, ni tocarse el clítoris que lo tenía hinchado de sangre. Mezclado con el ardor notaba una cantidad inmensa de placer en su interior; la estaba jodiendo como si no hubiera un mañana y la sensación se aproximaba mucho a un orgasmo pero continuo. Paró ni un segundo y con movimientos felinos colocó una almohada debajo de su trasero, se puso de rodillas entre sus piernas y la volvió a follar a ese ritmo erguido, sobándole las tetas y tirándole de los pezones con fuerza. La veía revolverse de placer, sonrió y le dio lo que quería; unas friegas en el clítoris y un nuevo orgasmo.
Aún no había acabado con ella, se lo dio a entender con pollazos lentos y suaves. Se limitó a liberar las ataduras de manos y pies, y cuando ella iba a quitarse las vendas Luís se lo impidió, girándola para que se pusiera boca abajo; agarró de nuevo los arneses y la volvió a atar. “¿Aún quiere más? Yo ya llevo no sé cuántas corridas y éste aún nada”. De nuevo de rodillas entre sus piernas la bombeó.
Alina estaba en la gloria, el placer no decaía y el morbo de la situación en la que era un mero objeto la mantenía cachonda, aunque tanta fricción con una polla tan enorme le estaba causando dolor. Movió un poco el culo a ver si lo entendía. Luís la sacó y rebuscó en el cajón de donde había sacado arneses y vendas y encontró un bote de lubricante que usó para embadurnarle el culo y su propia polla. Al meterla entró con suavidad para alivio de Alina.
Primero el meñique, luego el índice, bien lubricados, anduvieron jugueteando en su ano. La recolocó para poder darle una penetración más profunda y aprovechó el culo respingón para meterle dos dedos en el culo. “¡Para!” Quería decir ella, pero no podía. Lubricó más y metió un tercer dedo, girándolos dentro de su culo. A todo esto él seguía jodiéndola más rápido de lo que nunca la habían follado, o al menos mantenido en el tiempo.
Un cuarto dedo se le introdujo y ya empezó a sospechar. “¿No querrá joderme el culo?” Se asustó, puesto que las pocas veces que había tenido sexo anal era con su novio y ya le hacía daño, o con cosas más pequeñas. La tenía bien ensartada, con cuatro dedos en el culo y llevó de nuevo la otra mano al clítoris, metiéndola bien hondo y acariciándolo para darle un nuevo orgasmo. “¡Dios no puedo más! ¿Cuántos llevo ya?” Luís continuaba a lo suyo, sacó los dedos y soltó un buen chorro de lubricante en su culo abierto y en la polla, que restregó por la entrada, aprovechando que ella se estaba relajando tras la corrida. Sólo el capullo ya le causó un ardor y presión tremendo, pero se lo había dilatado a conciencia y estaba extremadamente lubricado por lo que siguió metiéndosela poco a poco y con movimientos muy suaves. Cuando tuvo la mitad metida echó un nuevo chorro de lubricante y empezó un vaivén cada vez más rápido. Alina no podía soportar tanta presión y sentirse tan llena por ahí, no le desagradaba pero le recordaba a cuando tenía que ir al baño.
Él apoyó las manos en la cama cerca de sus pechos, inclinándose y en esa postura aceleró cada vez más. Gemía y resoplaba, en todo el rato que habían estado follando se le notaba disfrutar pero dándole por el culo era cuando de verdad lo veía en su salsa. Se estaba descontrolando, cada vez más rápido y más profundo y parecía que ya no podía entrarle más pero él insistía. Alina chillaba por dentro de dolor
- Uff....uff....mmm...ammmm...- Gemía él sin importarle los ojos como platos de Alina- ¡Aghhhh!- Chilló tumbándose en su espalda, metiéndola hasta que los huevos tocaron carne. “¡La puta que dolor!” Pensaba Alina cerrando con fuerza los ojos. No se detuvo, como estaba acostumbrada con los orgasmos de los chicos con los que follaba, seguía metiéndola y sacándola a ritmo desacompasado y con temblores. Alina sólo pensaba en que acabase de una vez que le dolía el culo cosa mala. “¡Para ya por Dios!” Rezaba y por fin se quedó inmóvil y relajado
Se quedó unos segundos tumbado a su lado con el capullo haciendo de tapón, y cuando se recuperó de la sensación la sacó. Desató a Alina que rápidamente se quitó las vendas y mordaza.
- Ha estado bien ¿Eh? – Le preguntó Luís
- ¡Mierda! ¡Me has roto el culo!- Dijo enfadada estirando el brazo para coger un pañuelo y taparse la dilatada entrada que no podía cerrar y de la cual salía una buena cantidad de esperma mezclado con lubricante.- ¡Joder tío, haberte cortado un poco que está casi sin usar!
- Bueno, tú has tenido los que has querido, déjame a mi acabar a mi gusto ¿no?- Luís se descojonaba y pasados los primeros segundos en los que Alina pudo volver a controlar su ano, ella también empezó a reírse
- Serás cabrón...
Cogió el móvil de la cabecera, primero miró la hora y luego marcó. Luís se encendió un pitillo y se fue a la ventana a fumar.
- ¡Hola cariño! ¿Qué tal vas?- Se oía el discurso de Manuel muy débil- Bien, bien, yo aquí en la cama, Luís fumando, ahora lo largo que no se va ni con agua fría...Sí....- Luís al fondo oía la conversación sonriendo- La peque dormida sí..... ¿Que si lo he atendido bien?- Miró a Luís secándose el culo y el coño con el pañuelo.- Sí, muy bien. Hemos estado follando como conejos y me ha dejado el culo hecho polvo...
Luís primero se sorprendió y asustó, pero pensó que le estaba gastando una broma y que ya había colgado. Alina le miraba y entendió lo que pensaba. Separó el móvil de la oreja, pulsó en medio de la pantalla y se activó el altavoz
- Si ya oía yo ruidos raros en la cocina y me pareció oler a coño.- Se oyó a través del aparato.- Hasta que le has visto la polla que te dijo Vane no has parado guarra....Ya me lo podías haber dicho y que le dieran al trabajo....
- Quería dedicarme sólo a él, no te enfades...te lo compensaré.- Dijo Alina
- No tardaré en volver, a ver si te pillo con ganas.
- Quita quita, estoy molida, en cuanto se vaya plancho la oreja
- ¿Está por ahí? Pásamelo.- “Estás en altavoz le dijo su novia”- Tú, cabrón ¿Te ha gustado follarte a mi novia eh?- Luís intentó articular palabra pero no sabía qué decir.- No te ralles, ya conoces a Alina, y a mí me gusta darle todo lo que quiere. Anda, lárgate ya que me vas a despertar a la pequeña. Cielo, te dejo que sino no acabo el curro. Luís, mañana hablamos, cuídate.- Y colgó
Luís estaba desconcertado. Alina le lanzó la ropa que había por la cama.
- Venga, largo. Yo estoy que no puedo más y es tardísimo. Coge una llave y dale una vuelta a la cerradura cuando salgas
Se vistió con la cabeza pensando en mil cosas sin hacer ruido, cogió la llave del recibidor y al salir cerró como le había dicho.
- ¿Pero qué coño ha pasado aquí?- Se dijo en voz alta bajando las escaleras
FIN