En busca de sexo con un desconocido
Después de un sueño eròtico, decidí ir a buscar a un desconocido para follar con él.
Antes de todo, voy a describirme para que podáis haceros una imagen de mí. Mido metro sesenta, soy morena con el pelo a media melena, delgada, con un culo respingón y uno pechos bien puestos y redonditos.
Esta mañana me he levantado después de un sueño erótico que me ha dejado muy mojada. En el sueño, un desconocido me llevaba a su casa y allí iniciábamos todo tipo de juegos eróticos hasta acabar follando en cualquier rincón de la casa. Era excitante no saber el nombre de ese desconocido y dejarte llevar por cada sensación de tu cuerpo, sin importar en ningún caso lo que pudiera pensar la otra persona.
Jugaba con él para ponerlo muy cachondo y luego le obligaba a que él me lamiera todo el cuerpo sin dejar ningún rinconcito para explorar.
Ha sito tal la sensación, que hoy me he propuesto salir en busca de algún desconocido para follar con él y apagar ese fuego que me está recorriendo.
Es viernes, y como cada viernes, trabajo hasta las 8 de la noche en una oficina. Tengo un despacho para mí sola así que dispongo de la suficiente intimidad como para mirar en Internet páginas porno que me han ido poniendo a tono durante toda la tarde. Me he estado rozando con los muslos durante un buen rato y siento como mis braguitas están bien mojadas. Me encanta esa sensación húmeda y caliente que recorre mi entrepierna. Si ahora tuviera la oportunidad de tener una polla entre mis muslos, no haría falta ningún preámbulo, entraría en mi coño sin ninguna dificultad.
Después del trabajo, he ido a casa a comer algo y a arreglarme para esta noche. He quedado con una amiga, pero ella, al igual que yo, siempre desaparece al entrar en la discoteca.
Me he puesto un tanga y un sujetador negro semitransparente que deja entrever los pezones y los pocos pelos que dejo en mi coño. Un top que deja al descubierto mis hombros y una falda tejana negra. Me pinto los ojos resaltotes para potenciar mi mirada.
Esta noche promete, necesito a un desconocido entre mis piernas para hacerme gozar.
Claudia y yo vamos hacia la discoteca y nos perdemos. Yo me siento en un taburete en la barra y empiezo a observar a cada hombre que se me cruza.
Al fin encuentro al que quiero, me dedico a mirarlo intensamente hasta que él se da cuenta de que estoy mirándolo fijamente. No le dijo nada, solo le miro y espero a que él se acerque a mí.
Cuando se acerca, no dejo que hable. Le pongo un dedo en los labios para evitarlo y le dedico una sonrisa de lo más pícara. Él me dedica una sonrisa de medio lado. Me acerco a él para poder hablarle al oído.
Shhhhhh. No digas nada. Quiero proponerte algo. Estoy muy caliente y necesito que me follen esta noche. Mi casa está cerca Dime que sí .
El chico al principio se queda parado, sin creerse demasiado mi proposición. Pero entonces le cojo de la mano y me dirijo hacia la salida del local. Él me sigue sin rechistar y cuando salimos fuera me dirige hacia su coche.
Entramos en el coche y mientras le indico hacia donde debe ir le pongo la mano en su polla, que cada vez está más empalmada y dura. Tiene un buen tamaño.
Cuando llegamos a mi casa no le dejo ni quitarse el abrigo. Yo misma se lo quito mientras le beso en los labios. Empieza a sobarme el culo por debajo de la falda y dirige un dedo a mi agujero trasero. Lo va sobando pero sin meterlo del todo. Yo estoy muy excitada, lo he estado durante todo el día. Pero no quiero desaprovechar este polvo haciéndolo acelerado. Le bajo los pantalones y los calzoncillos y me arrodillo para tener su polla a la altura de mi cara. Él coge su polla con la mano y la dirige hacia mi boca para metérmela. Con la otra mano me agarra de la cabeza para dirigir el movimiento de mete saca de su polla. Es deliciosa, suave, dura y muy caliente. Siento sus gemidos como se van acelerando, al igual que su movimiento de cadera hacia mi boca.
Yo no quiero que se corra todavía. Quiero jugar más
Saco de mi boca esa deliciosa polla y me levanto para que él mismo me vaya desnudando. Me quita el top y el sujetador y me acerca hasta la pared más cercana donde me coge de las manos para pegarlas en ella. Empieza mordiendo mi cuello, mis labios, metiéndome la lengua para jugar con la mía hasta que va bajando hacia mis pechos que los saborea primero con grandes besos y luego jugueteando con mis pezones. Me encanta que juegue con mis pezones. Los va lamiendo, los muerde y yo jadeo cada vez más.
Me suelta las manos y aprovecho para desabrocharle la camisa mientras me soba los pechos y juega con mis pezones. Le quito la camisa y veo la perfección de su pecho. Es grande, con algo de pelo en el centro y un poco musculado. Tal y como a mi me gustan. Lo empiezo a besar por el pecho mientras él sigue sobándome a ratos las tetas y también el culo.
Me desabrocha la falta que cae al suelo por inercia y aprovecho para quitarme también los tacones.
Nos separamos un momento para respirar y él empieza a explorar con la mirada hasta encontrar lo que busca. Me coge del brazo sin preguntarme y me dirige hasta la mesa del comedor donde me inclina para dejar mi culo bien a la vista.
Él acaricia mi culo y baja mi tanga. Me pasa la mano por mi rajita, está muy mojada. Mete un dedo dentro de mi coño y yo gimo de placer. Luego lo saca y se va hacia mi culo. Quiere meter el dedo en mi culo y lentamente lo va metiendo. Yo grito de placer. Nunca me habían metido nada por el culo y es una sensación muy placentera. Con la otra mano sigue explorando todo mi coño, hasta encontrar mi clítoris que está muy hinchado. Lo acaricia haciendo círculos, suave pero enérgicamente. Su dedo se va moviendo dentro de mi culo y su otra mano sigue jugando con mi clítoris. No pensé que pudiera darme tanto placer. Estoy chorreando de la excitación y cada vez gimo con más fuerza.
Estoy deseando que me meta su polla, no quiero ni imaginar el placer que sentiré.
Como si escuchada mis pensamientos, el tipo saca el dedo de mi culo y dirige su polla hacia la entrada de mi coño. Primero la deja en la entrada saboreando el momento, la mueve haciendo círculos estimulando toda la zona.
Quieres que te la meta?
Me dice en un susurro acercándose a mi oído.
Si, métemela ya!
Quiero que lo repitas, pero con un por favor.
Métemela ya por favor!
El tío, empieza a meter su polla en mi coño con lentitud, notando cada centímetro de su polla como se va metiendo en mí. Cuando ya la tiene dentro de mí, vuelve a dirigir su mano hacia mi culo y mientras me lo coge, va metiendo el dedo gordo en mi culo.
Con una mano jugando con mi clítoris, su polla dentro de mí y un dedo metido en mi culo va moviendose cada vez más aceleradamente dentro de mí. Dentro, fuera, dentro, fuera cada vez más enérgicamente, con más fuerza y más velocidad. Voy escuchando los gemidos de él que se juntan con los míos.
Un desconocido me está follando en la mesa de mi comedor, me embiste con fuerza mientras me acaricia el clítoris y me penetra también por el culo. Cada embestida de su polla recorre todo mi cuerpo para prepararme un enorme orgasmo. Estoy rozando el cielo, noto como mi cuerpo se va tensando hasta que, finalmente, me corro con grandes espasmos en todo el cuerpo.
Grito de placer, y él, al notar mis contracciones en mi coño empieza a moverme frenéticamente hasta que noto como mi coño se llena de su leche.
Él también grita al acabar.
Cuando por fin nos tranquilizamos los dos, saca su polla dejando caer toda la leche en el suelo del comedor. Le digo que si quiere puede ducharse antes de irse. Y así lo hace.
De mientras, yo vuelvo a imaginarme toda la escena desde que hemos entrado por la puerta. He estado genial, y todavía no se su nombre
Cuando el tipo sale del lavabo, nos presentamos debidamente.
Él se llama Pablo, y acordamos vernos otro día en el local para poder charlar más tranquilamente.