En busca de esa experiencia morbosa
Este anuncio me animo Busco mamador que disfrute comiendo polla, voy al Charco de la Pava, algún tío qué quiera comérmela lentamente hasta dejarme seco, estando la experiencia servida.
En busca de esa experiencia morbosa
Hoy lunes me he levantado como es normal en mí… buscando guerra, pero la monotonía de cada lunes esa persona que duerme al lado, no desea la guerra que tanto anhelo, pues los lunes por las mañanas para ella, está más afincada a la paz. Pensar que no hay noche que la ayude, ya sea para quemar calorías como para quedarse dormida, bueno en verdad es a ambas. Pero siendo tan egoísta, no me queda más remedio que buscarme las ‘habichuelas’.
Siendo esos buenos días de algunos amigos por el WhatsApp los que me alegran la mañana, bueno eso y sus conversaciones, conversación que comienzan a animarme y calentarme, tanto que acaban en kedada. Pero la cuestión era es que yo deseaba guerra ya, ¡no sé si me comprendéis… uuummm!!, por lo que me dio por bichear algunos portales de sexo, acabando por encontrar un par de ellos. Portales que di con algunas propuestas, respondiendo a dos de ellos, donde pude leer…
- “Busco mamador que disfrute comiendo polla, voy al charco de la Pava en el coche, algún tío de buen ver qué quiera comer lentamente hasta dejarme seco. Solo gente morbosa que le gusté mamar, yo tío de 54 años”.
Mientras el segundo anuncio, muy parecido, donde pude leer…
- “Aquí uno, busca un buen mamador con experiencia comiendo polla y que de paso algo de magreo, busco mamador que me saque la leche muy despacio, para quedar en la explanada de Blas infante o Charco de la Pava. Edad 50 años”.
Dos que, tras entablar conversación mediante WhatsApp, acabe por quedar con el segundo de ellos, quedando en no más de media hora en el Charco de la Pava. Pidiéndome este a ser posible que fuera en ropa deportiva, ropa que si era posible fuera chándal, cosa extraña para lo que iba, pero acepte. También me dijo dónde estaría su coche detenido exactamente, esperándome en el interior de este.
Tras prepararme, duchita y limpieza bien a fondo, me puse un suspensorio que deseaba estrenar, pues no soy de los que suelen tenerlo. Pero la semana anterior, cuando estuve en el Sex Shop del Pasaje de Sierpes, mientras curioseaba por el local, viendo los objetos, ropas y demás productos. Me detuve precisamente donde estaban estas prendas, prendas que me llamo la atención precisamente por lo que son, encontrándome un par de ellas a muy buen precio. Escogiendo una de ella, mire la talla y una voz procedente de detrás, soltó…
- “Ese te vendría genial, cómpratelo y te lo llevas ya puesto”.
Sonreí con complicidad, sonreí mientras rehusaba, justificándolo por el precio. Volviendo este a decir…
- “Llévatelo, no te preocupes por eso, yo te lo compro, considéralo un regalo de amistad”.
Aunque rehusé el amable gesto, no por otra cosa que ese desearía otra cosa, nadie da nada por nada. Pero este no dejaba de insistir, no quedándome otra que aceptar, dejando este finalmente la coletilla como pensaba. Soltando…
- “Bueno pues ya está comprado, ahora solo queda ver cómo te queda puesto”.
Ante mi cara de asombro, claro está fingí, este volvió a decirme…
- “No me mires así, tú sabias perfectamente lo que conllevaba esto. Te lo dije claramente, mi única condición era que te lo lleves puesto, no es mucho a cambio… verdad”.
Aún recuerdo fingiendo ingenuidad y como con cara de gilipollas, pregunte donde. Donde este nuevamente, me ofreció un lugar donde podría cambiarme, lugar que claro esta pagaría el, cuyo ofrecimiento tendría un nuevo coste. Soltándome…
- “Mira pasamos a una de estas cabinas que tienen este Sex shop en la parte trasera, cabinas que claro está no son gratis, pero tú por esto no debes de tener problema, pues mientras te cambias… yo voy pagando”.
Nuevamente respondí con ingenuidad…
- “Pero usted se va a meter conmigo en la cabina, me va a ver desnudo como me cambio”.
Acabando este nuestra conversación con…
- “Claro, no me seas tonto, como crees que se debe de pagar la cabina. Además, debo de cerciorarme que te lo llevas puesto, además de ver si te sienta bien… o no”.
Y claro está, acepte, más por no alargar mucho más ese momento. Recuerdo que nos dirigimos hacia el fondo, donde se encuentran las cabinas, no dejando este de mirar hacia atrás. Nos metimos en una de las cabinas, este nada más cerrar yo la puerta y echar el pestillo, acabo por sentarse y comencé yo a desvestirme de cintura hacia abajo. Cuando me descalzo, me quito el pantalón, veo como este se saca su miembro del interior de su pantalón. Continuo por quitarme los calzoncillos y cuando voy a coger el suspensorio, este que se estaba masturbando, me soltó…
- “Bueno y ya que estamos, porque no continúas desvistiéndote, debo de asegurarme que te queda bien, y de la mejor manera es verte desnudo. Me gustaría ver el resto de tú cuerpo, no te sorprendas pues tú ya sabias de sobra como acabaría esto”.
Bueno mejor dejarlo aquí, quizás sea una putada para algunos de vosotros que os gustaría saber el final, pero mi historia era otra la verdad. Mejor dejarlo aquí y contarla en otra ocasión, continuando con mi confesión, bueno continuo. Llegue al acceso al Charco de la Pava, llegue a la rotonda que separa este, tomando el acceso de la derecha, dejando mi coche aparcado tras unos que estaban en hilera. Coche que deje pues primero que aquello que esta tan mal que no tenía en mente dejarme allí la suspensión, y segundo porque mi cita era en el interior de su coche. Camine viéndolo a lo lejos, este me hizo una señal con las luces, como si no supiera que fuera él. Llegué y tras un saludo frio, abrí la puerta del pasajero, viendo que este había comenzado sin mí, pues se estaba masturbando… uuummm!!. Pudiendo ver su miembro bien preparado para mí, miembro de no más de diecinueve centímetros, polla que debía de satisfacer. Este rápidamente fue a lo que fue, soltándome…
- “Bueno prepárate, te sugiero que te tumbes a lo largo, así estarás mas cómodo para comértela, ya sabes no hay prisa, quiero disfrutar”.
Haciéndole caso, me tumbe sobre el asiento del copiloto, colocándome de manera que mi cabeza estuviera sobre su entrepierna, cuyo capullo bese al momento. Tome su tronco con la izquierda mientras con la derecha sujete sus genitales, comenzando por lamer su glande… uuummm!!. Lamiendo desde la cabeza y con lentitud, ¡fui descendiendo hasta los huevos… uuuffff!!, mientras este suspiraba y jadeaba, acariciándome con una de sus manos mi cabeza, mientras con la otra comenzó a acariciarme desde la espalda hasta mis nalgas. Me hacía detener y tras sacarme su polla de la boca, me soltaba…
- “Toma huele esto”.
Viendo que se trataba de un bote de Popper, bote que olí un par de veces y tras apartármelo, me hizo volver al tajo, obligándome a tragármela en su totalidad… aaahhh!!. Sintiendo arcadas cuando sus diecinueve centímetros entro en su totalidad dentro de mi boca, arcadas por sentir como su glande dejaba atrás mis amígdalas… aaahhh!!. Volviendo este a mis caricias, caricias que comenzó por tirar de mis prendas superiores hacia él, prendas que tanto la chaqueta como la camiseta me la dejo en un principio en mi cuello. Chaqueta que finalmente tiro de está hasta lograr quitármela, dejándola caer al suelo, siguiendo por acariciar mi espalda… uuummm!!, mano que descendió hasta mis nalgas, continuando por frotar entre mis glúteos una vez tras otra… ooohhh!!.
Viendo seguramente que me estorbaba algo, cogió y comenzó a tirar de la cinturilla de mi pantalón deportivo hacia abajo, bajándomelo hasta donde él podía, siendo yo quien finalmente le ayudo a dejármelo a medio muslo. Descubriendo este mi prenda, prenda que no era otra que el suspensorio, prenda que le gusto, eso o el ver mis nalgas desnudas… uuummm!!. Yo claro está, estaba comiéndome ese nabo, no dejando de mover mi cabeza de arriba hacia abajo al tiempo que me entraba y salía… uuummm!!, no dejando de embadurnarla en saliva para una buena atragantada… aaahhh!!. Donde mi nuca seguramente llegaba a sobresalir de la ventanilla, nuca que a los curiosos llamaría la atención… uuummm!!. Este suspiraba, jadeaba y me decía obscenidades, ¡mientras no dejaba de magrear mis nalgas… ooohhh!!, pellizcándolas a conciencia… aaahhh!!.
Llegando incluso a darme dos fuertes palmadas en mis nalgas, palmadas que no solo me dolió, sino que seguro y cuya consecuencia habría dejado enrojecida estas… aaahhh!!. Palmadas que por el mismo sonido es un reclamó, no por ser un sonido estridente, pero ese mismo sonido haría llamar la atención a los más cercanos. Siendo precisamente la tercera palmada, palmada que en escasos minutos note como una mano se posaba en mis doloridos glúteos, mano que siento suave y cálida. Mano que por cierto percibo que es grande, tanto como sus dedos, dedo que note como se deslizaba por entre mis glúteos… ooohhh!!. Dedos de un desconocido, pues este fue en esos precisos momentos, cuando poso su mano izquierda en mi nuca al tiempo que la derecha, acabo por dejarla en mi espalda. Soltándome…
“Uuuffff!!... como se nota que te gusta comerte mi polla… eeehhh!!”.
“Pues sigue así… sigue… aaahhh!!”.
“Uuuffff!!... como tragas cabrona, ooohhh!!... sí… sí… uuummm!!, ahora no te muevas… eeehhh!!”.
Aunque no le echaba cuenta, no comprendía ese último comentario, no comprendía hasta que ese desconocido, me introdujo su dedo corazón en mi interior hasta el nudillo… uuummm!!. Dedo que más hubiera sido la polla de cualquier otro… ooohhh!!. Pensando para mis adentros…
- “!Joder¡… menudo dedo… ooohhh!!”.
Mi placer era doble, ¡no por la polla que devoraba sino por el dedazo que este me daba… aaahhh!!, este que tuvo que decir algo que no llegue a escuchar o su cara expresar, pues este le otro le respondió…
- “No te preocupes, no está aún preñado, simplemente viene preparado para ello, puedes seguir con total tranquilidad”.
Sintiendo el vacío al sacarme ese dedo de mis entrañas y sobresaltándome, pues sentí con gran placer como sustituto ese primer dedo por dos… ooohhh!!. Notando como tira de mi pantalón deportivo hacia abajo, sintiéndome un poco mal por no poderlo ayudar. Pero cuando noto como me descalza de un pie y acto seguido, como acaba por sacar el pernil por este, adivinas con lógica… uuummm!!. Al que se la chupaba, tira de mi cabeza hacia arriba, colocándome nuevamente el bote en la nariz, soltándome…
- “Esnifa bien fuerte, huele que te va venir bien, no sabes lo que te espera”.
Tras darle hasta tres aspiraciones, aspiraciones que llego a sentirme mareado, vuelvo a tragarme su pollón, devorándolo con gran placer. Mientras vuelvo a escuchar a este soltarle a ese desconocido…
- “Tío vienes, entras sin avisar y encima vienes sin nada. Vale, toma uno y rómpele el culo a esta maricona”.
Sabes ya lo que me espero, pero cuando pone su glande por mis nalgas, moviéndola de un lado a otro, restregando y deslizándola por mis glúteos, voy adivinando su grosor y claro está la dureza de esta… uuummm!!. Siendo más claro cuando la coloca entre mis glúteos, moviéndola de arriba hacia abajo hasta que su glande choca contra mi orificio… ooohhh!!. Sintiéndolo como sus manos se apoderan de mis caderas, manos que presionan y sus dedos aprietan punzante mi piel… uuummm!!. Notando como su cuerpo presiona, llegando a notar como me abren mis nalgas, ayudando a este a insertarme… ooohhh!!. Sintiendo con dolor, dolor de como su glande me entra poco a poco… aaahhh!!, deteniéndose unos minutos o al menos eso me pareció, comenzando por moverse… uuuffff!!. Penetrándome despacio… uuummm!!, embistiéndome con gran satisfacción para ambos… ooohhh!!. Mientras ese otro, me fue a visando de su pronta corrida, corrida que no me va a quedar otra que tragármela… aaahhh!!. Me sentía empalado, ¡disfrutando y al mismo tiempo maltratado… aaahhh!!. Soltándome este desconocido, inesperado comentario como su acento…
- “No te escucho gemir ni gritar, ¡supongo que eso significa que siga... eeehhh!!”.
Aumentando sus embestidas, ¡doloridas por la fuerza de estas… aaahhh!!, doloridas por el grosor de su polla… uuuffff!!, aunque también por el tamaño, pues no dejo de sentir como golpea una vez tras otra mi próstata… aaahhh!!. Quizás fuera el espectáculo o mi labor, pues comenzó este a correrse, comenzó a descargar gran cantidad de leche, llenando mi boca e incluso saliendo parte por las comisuras… uuuffff!!. Intente tragar… bien sabe que lo intente, pero la falta de aire en momentos, me hizo no poder… aaahhh!!. Cuando a los pocos minutos… ooohhh!!, entre gritos comienza este a descargar, no dejando de embestirme… ooohhh!!, no dejando de penetrarme… uuuffff!!. Dándome a entender al sentir su cuerpo temblar que ha debido de ser memorable, eso o llevaba mucho tiempo sin follar.
Tras estar en esa postura un tiempo que no pude precisar, tiempo que con el que quedé, no dejaba de decirnos que debía de irse, como si yo le estuviera reteniendo. Pues la verdad, aunque en parte era cierta, también es verdad que era por ese otro desconocido, pues su polla aún seguía dentro de mí. Mas se parecía a cuando los perros cogen, cuando después de correrse se le hace una bola y que no pueden sacarla, pues algo parecido debía de pasarle, pues tras coger aire unos minutos, acabo sacándola de mi dolorido orificio. Poniéndome derecho y descubriendo con asombro a ese desconocido, desconocido no era otro que un hombre de color, hombre que serio me miraba como si yo hubiera hecho algo malo, y simplemente era un objeto de placer en esos momentos.
Cuando ese primero se marchó, dejándome allí tirado, pues pensé que me llevaría hasta mi coche, no me quedo otra que irme solo… bueno solo no!. Pues me acompaño ese hombre de color, hombre que podría tener unos treinta y picos al menos, nombre que mientras caminábamos, no dejaba de preguntarme…
- “Tú te dedicas a esto, o es simplemente una vía de escape a tu matrimonio, o lo haces por puro placer”.
Teniéndole que contestar más por educación, contestándole para dejarle claro que no me dedico a esto, dejándole claro que lo hago por placer y no como vía de escape a mi matrimonio, pues mi disfrute por este placer comenzó mucho antes de estar con una mujer. Bueno, pues fue llegar a mi coche y este pedirme…
- “Me podrías acercar a…”.
Lugar que no viene al dato, pues es irrelevante, pero si lo que me ocurrió mientras lo acercaba, pues no habíamos salido precisamente de la zona de los aparcamientos del Charco de la Pava. Cuando este poso su mano sobre mi pierna, mano que sientes nuevamente cálida y que desliza a todo lo largo, mano que deja caer por la parte interior de mi muslo, ascendiendo hasta mi miembro. Cuya mano aprisiona a pesar de la tela del pantalón, pantalón que tira hacia abajo, mientras cómo puedo doy un ‘volantazo’ hacia el interior de los aparcamientos frente a la Torre de Triana. Deteniendo mi coche mientras este, ¡acaba por inclinarse e introducirse mi polla en su boca… aaahhh!!, comenzando a darme una mamada… uuuffff!!, ayudándose con su otra mano. Mano que magrea mis genitales primero… uuummm!!, mano pasa a dedear mi perineo… ooohhh!!, deslizándose hacia el interior, llegando a mi orificio y comenzar nuevamente a perforármelo… uuuffff!!.
Teniendo que avisarle de mi pronta corrida, pues me tiene muy fácil y aún más después de lo ocurrido, este no se aparta, sino que continua chupando y penetrándome con sus dedos… ooohhh!!. Continua hasta venirme, sintiendo mis primeros chorros y apartándose, descargando yo y manchando el asiento, el volante e incluso mis propias prendas. Desconocido aun para mi pues no nos hemos intercambiado nombre, hombre que saca del interior de su pantalón su miembro, miembro de esos que te asombras, comprendiendo perfectamente porque el otro me daba tanto de oler Popper, bueno eso y del dolor de cuando me penetró. Este mirándome, simplemente me soltó…
- “No me puedo bajar, así como estoy, deberías de hacer algo para remediarlo, no crees…”.
Claro está la indirecta era más que directa, no me quedo otra que inclinarme y comenzara comérmela, mientras este no dejaba de jugar con mis nalgas, no dejando de deslizar sus dedos entre mis glúteos, dedos que introdujo para mi placer… aaahhh!!. Bueno, no me enrollo más, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Mi email es… jhosua1974@gmail.com