En Bus Bogotá
Siempre me molesto subirme en un bus tan lleno, hasta que decidí hacer mi viaje más entretenido
Esta historia es real, ocurrió en un bus en Bogotá, Colombia. Me llamo Nicole, tengo 21 años. Siempre he detestado subir a un bus muy lleno o al trasmilenio, quienes han subido a este transporte en Bogotá pueden dar fe que es supremamente lleno.
He leído algunos relatos de sexo en el metro o en los microbuses de otros autores y siempre pensé que no podían ser ciertos, que alguien tendría que darse cuenta, que por muy estrecho no se podría hacer más que rozar a la otra persona. Cada vez que subía a un bus muy lleno recordaba aquellas historias y me lograba excitar un poco de pensar en hacerlo con un desconocido en un lugar público, hasta que hace unos días, regresaba de mi Universidad a las 6:00 pm en uno de estos buses repletos y al imaginar me empecé a poner a mil.
Yo iba de pie y comencé a frotar mis nalgas con todo el que pasaba, luego comencé a frotarme la vagina con el hombro de un señor que estaba sentado. Yo tenía puesto pantalón en licra, así que no fue difícil sentir el roce sobre mi piel, eso me puso a volar, sin embargo el tipo no se dio cuenta, o si lo hizo ni siquiera volteo a mirar. A los pocos minutos no quería quedarme con solo la sensación del hombro de aquel sujeto y mire al fondo del bus y busque aquel tipo con el que pudiera sentirme mejor.
Me ubique entre dos sujetos, quede a espaldas de uno, pero le ofrecí todo mi trasero al otro. Al comienzo trato de acomodarse para dejarme pasar, pero al rato ya sentía su bulto detrás mío. Comencé a apretarme cada vez más contra él y en cada salto del bus me movía hacia arriba y abajo. Trataba de ser muy discreta, pero estaba tan excitada y concentrada en sentirle el bulto del pantalón que el tipo se dio cuenta en muy poco tiempo, puso sus manos sobre mis caderas y me asuste, no sabía qué hacer, no sabía que decirle, solo se me ocurrió salir corriendo de allí, pero cuando lo intente el tipo me tomo con fuerza y me apretó contra él.
No pude hacer nada del susto que tenía, y creo que eso le dio a entender al tipo que yo me dejaría hacer lo que quisiera, así que metió su mano dentro me mi pantalón y comenzó a tocarme, allí fue cuando me di cuenta de lo mojada que estaba. Comenzó a masturbarme y yo solo podía mirar a mi alrededor que nadie se diera cuenta. Me sentía en el cielo, quería gritar pero trataba de no soltar ningún sonido que me delatara. Al rato, mi amante me dijo algo así como “no seas envidiosa, no disfrutes tu sola”, lo que me dio a entender que también quería que lo masturbara, y así lo hice, puse mi mano detrás, le baje la cremallera del pantalón, le corrí para un lado los bóxer y comencé a masturbarlo. “Si, deli” le escuchaba decir. “sigue, no pares”. En cuestión de segundos este hombre me hizo llegar al clímax, se me doblaban las piernas y tenía que hacer algún esfuerzo para no caerme. “Oye, agáchate otra vez” me dijo el tipo, refiriéndose a cuando bajaba un poco por mis rodillas dobladas. “Hazlo ya” me dijo y coloco su cabeza en mi hombro, mientras me masturbaba con una mano con la otra se cubrió el pene con mi blusa, aprovecho el momento que me agache y sentí todo su semen caliente caer en la mitad de mi espalda y poco a poco deslizarse hacia mi pantalón.
“Aunque quisiera seguir acá, tengo que bajarme” me dijo mientras se guardaba su miembro. Yo no sabía qué hacer, no quise ni siquiera voltear a mirarlo de la pena que tenía, intente limpiarme la mano que escurría su semen entre mis dedos. Mientras tanto el tipo me dio su tarjeta en mi otra mano y me dijo “eres hermosa, y la verdad quiero hablar contigo, no por lo que acaba de pasar sino porque lo pensé cuando te vi subir”, y sin decir más se fue hacia atrás para bajarse. Obviamente no pienso llamarlo, fue cosa de calentura y hasta ahi lo dejo.
Aunque no sucedió lo que otros autores dicen, que tuvieron penetración y todo, me siento muy satisfecha y a la vez sucia, es algo que pasó sin planear y la verdad que espero vuelva a pasar, y aunque aún pienso que no se puede hasta el caso de penetración me gustaría poder vivirlo.