En ausencia de ti (cap 6)

En ausencia de ti – Nueva vida.

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Salí del colegio junto a Lara y a Bernardo, me sentía extraño, me sentía mal por ser traicionado pero también me sentía mal porque de cierta forma también traicioné a Gustavo, después de todo había dejado de amarlo y si estaba dolido era porque Álvaro se había marchado. Debo reconocer que la traición de Gustavo había herido mi orgullo.

De repente, aparecía Fernando y me besaba fuertemente… un beso estremecedor, que me hizo… ¡despertar!

Desperté, hoy es un gran día porque comenzaré a trabajar en la casa de modas de mi mamá, han pasado 5 años y soy ingeniero comercial, al final no estudié la carrera que quería, pero de igual manera me sentía feliz.

Actualmente tengo 23 años, no tengo novio, sigo siendo amigo de Lara y Bernardo, de Gustavo no sé nada, salí del colegio y no lo volví a ver, de Álvaro… Álvaro (suspiro) creo que todo lo que alguna vez me dijo fue mentira, y con Fernando había crecido una preciosa amistad pero de la noche a la mañana dejó de hablarme y despareció, había perdido a 3 hombres que movieron mi vida casi como tormenta.

Me levanté sobando mis ojos producto de la fuerte luz que ingresaba por el balcón de mi departamento, departamento que compartía con mi amiga Laura. Entré a mi baño y comencé a desnudarme para tomar una ducha, Ufff sentía el agua fría recorrer por mi cuerpo, me sentía relajado pero intranquilo por haber soñado con aquel día pero más intranquilo me tenía ese beso que nunca ocurrió en la realidad pero que en mis sueños había aparecido de parte de Fernando, creo que no tengo que darle mucha importancia. Salgo de la ducha y saco uno de mis mejores trajes para verme muy elegante, mi perfume y… a desayunar.

Laura: Qué guapo te has puesto para ir a la casa de modas.

Ignacio: Tengo que causar buena impresión, Laura querida.

Laura: Son tus papás, el trabajo lo tienes asegurado.

Ignacio: Tienes razón (le picaba un ojo)

Bah, qué tonto soy, no les presenté a mi amiga Laura, Laura fue mi compañera y mejor amiga de la universidad, también ingeniera comercial, es tan tierna y adorable, cuando nos graduamos decidimos vivir juntos ya que ambos deseábamos independizarnos de nuestros padres con lo que ahora nuestra vida era de constante salir y conocer nuevas personas, y en mi caso, nuevos enemigos.

Ignacio: Bien Laura, me tengo que ir.

Laura: Ok. Espérame y bajamos, ¿almorzamos juntos?

Ignacio: Sí, nos vemos en “Casa Victoria” a las 1pm

Laura: Ok.

Bajo y me dirijo al estacionamiento donde me espera mi Hyundai Tucson blanca 2012, mi gran sueño hecho realidad, me subo y me quedo un rato pensando, ¿por qué soñé con Fernando?, no puedo pensar así en él,  no lo volví a ver… bueno, será mejor que me marche.

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Ufff hasta que encuentro algo, un trabajo como asistente personal de un ingeniero comercial en “Casa Victoria” una de las casas de modas más prestigiosas.

No sé si me recuerdan, soy Fernando Santacruz, tengo 26 años, estoy soltero y estaba estudiando Contabilidad pero tuve que dejarla, la vida se me hizo muy difícil, con deudas y una necesidad de trabajar para poder vivir.

Siempre he trabajado, desde muy pequeño, mi mamá quedó viuda muy joven y trabajaba mucho, crecí viendo y valorando el esfuerzo de  mi mamá y decidí apoyarla, me he dado mis buenos gustos con esfuerzo y dedicación, quería estudiar pero mi mamá está muy enferma y no me quedó otra opción.

Se preguntarán qué pasó entre Ignacio y yo, bueno nos llevábamos muy bien, durante el tiempo que estuvo mal por la partida de Álvaro siento que fui un gran apoyo para él, me enamoré como un niño, ese ser angelical que por primera vez se mostraba tal y cual es, sólo yo lo conocía, me había ganado el derecho de amarlo como nadie, de cuidarlo, de intentar ser ese príncipe azul ideal que él tanto buscaba pero que no encontraba y si me alejé de él fue por… soy demasiado poca cosa para él, él es un niño bien, tiene dinero y una vida perfecta, vive en un lujoso departamento y tiene un lujoso carro, y una preciosa ¿Novia? No sé, pero siempre estaban juntos y él con ella era de verdad un caballero que podría enamorar a cualquiera. Me di cuenta que estaba peleando en un terreno que no me correspondía y por eso me alejé, aunque todavía lo extraño, y todavía me siento, quizás no enamorado, pero si queriéndolo mucho.

Emprendo camino hacia “Casa Victoria” con esperanzas que ese trabajo sea mío, algo me decía que era mi día de suerte.

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Victoria: Ignacio, que bueno que llegaste hijo.

Ignacio: Hola mamá (beso) ¿por qué hay tanta gente esperando ahí fuera?

Victoria: Justo de eso quería hablarte, estamos consiguiéndote un asistente personal, tendrás mucho trabajo y necesitarás un brazo derecho.

Ignacio: Ok, mamá pero creo que soy yo quien tiene que elegirlo, después de todo yo trabajaré con él.

Victoria: Tienes razón, mi vida, mandaré que envíen a algunos a tu oficina, Consuelo está entrevistándolos.

Ignacio: Ok. Mamá, ¿cuál es mi despacho?

Victoria: Arriba, en contabilidad, proyección y administración, tu oficina es la de Proyección y administración.

Ignacio: Ok. Subiré, le avisas a mi secretaría que haga pasar  a los aspirantes, porque supongo que tengo secretaria.

Victoria: Sí, mi vida, es Helena tu secretaria.

Ignacio: Ok.

Me sentía contento de comenzar a trabajar en la empresa familiar, era el comienzo de una nueva vida.

Moría de ganas de conocer a mi asistente personal, esperaba que fuese alguien con quien pueda tener una buena relación, de amistad y confianza. No quería algo tan estricto como “jefe-empleado”.

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Demasiada gente, así nunca lograré entrar, estoy esperando cuando veo a

Sandra: Fernando, ¿qué tal, qué estás haciendo aquí?

Fernando: Vine por el puesto de “Asistente personal” de Proyección.

Sandra: Entonces ven conmigo, yo hablo con mi jefa para que te incluya antes.

Fernando: ¿En serio puedes hacer eso?

Sandra: Sí, vamos

Vaya qué grande era esta empresa, sin duda el sueño de cualquiera es trabajar aquí, me imaginaba quién sería mi jefe y tenía mucho miedo.

Sandra: Permiso, Consuelo, ¿estás ocupada?

Consuelo: Ahora no, pero estoy a cargo de los aspirantes al cargo de asistente personal de mi hermano, estoy traspasando algunos nombres.

Sandra: Justo de eso quería hablarte, mi amigo Fernando está muy interesado. Él estudió contabilidad, aunque no terminó, y creo que es muy beneficioso que alguien instruido aspire al cargo.

Consuelo: Bueno, pero llamaré a Ignacio para que él mismo sea quien lo entreviste.

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Ignacio: Bueno, Consuelo hermanita dime, ¿qué necesitas?

Consuelo: Primero, estoy feliz que te hayas integrado a la empresa, y bueno, tengo un aspirante al cargo de asistente personal que viene muy recomendado, estudiaba contabilidad pero desertó y bueno, creo que es mejor que este lo entrevistes tú, después de todo, tú sabes mejor lo que tiene que hacer.

Ignacio: Ok. Envíamelo, yo lo entrevistaré.

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Consuelo: Listo Sandra, vayan a proyección y esperen allá, Ignacio los atenderá.

Sandra: Fernando, ¿qué crees?

Fernando: ¿Qué pasó?

Sandra: Te van a entrevistar ahora mismo, en proyección, así que vamos.

Fernando: Gracias Sandra, este puesto es trabajo es muy importante para mí, en serio, te debo una.

Sandra: Bueno, me la pagas dando una buena impresión y consiguiendo el trabajo.

Fernando: (chasquido de dedos) ¡Dalo por hecho!

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Ignacio: Helena, voy por un café, vendrá un aspirante al cargo de asistente así que lo haces pasar y le dices que me espere, que vuelvo enseguida.

Voy a la oficina de mi papá para pedirle café, porque en la mía aún no tenía nada.

Osvaldo: Hijo, pero que feliz estoy de verte aquí

Ignacio: Gracias papi, yo también estoy muy feliz, este, me convidas un poco de café, es que aún no he preparado nada en mi oficina.

Osvaldo: Por supuesto hijo, ah y hoy cenamos juntos, vamos a celebrar que trabajas aquí.

Ignacio: Ok. Papi, me voy a mi oficina porque me esperan para una entrevista

Me dirigía hacía mi oficina, abrí la puerta y vi de espaldas a quien quizás sea mi futuro empleado, esa figura me parecía familiar

( https://www.youtube.com/watch?v=lp42JaKu1M4 )

Ignacio: Buenas tardes, soy Ignacio…

No puede ser, era Fernando quien estaba ahí, mi corazón latía muy fuerte, me sentía totalmente embobado en su cara, como había cambiado, que guapo se veía de traje, sin duda no podía reponerme de verlo.

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Ahí estaba ese ladronzuelo que me robó el corazón, se veía mucho más maduro, pero su carita para nada había cambiado, esos labios, se me antojaba besarlos, comerlos, devorármelos hasta saciarme.

Fernando: Vaya, no imaginaba encontrarte aquí…

Ignacio: No, ni yo… te ves… bueno, tiempo sin saber de ti Fernando. Como has cambiado.

Fernando: Y tú… tú estás muy pero muy lindo, y esa sonrisa que veo en tu carita te hace ver muy tierno.

Ignacio: Bueno, y ¿por qué aspiras a este trabajo? Si tú estudiaste contabilidad

Fernando: Es que, no terminé, tuve que dejar la universidad, necesito trabajar, mi mamá está muy enferma y tengo que mantenerla.

Ignacio: Lo siento mucho Fer, no te imaginas cuánto te he extrañado.

Me abrazó, me sentí en las nubes, mi Ignacio me abrazaba, quién iba a pensar que terminaría trabajando para él.

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Me sentía protegido mientras lo abrazaba, su aroma me drogaba, sus brazos fuertes que acariciaban mi espalda, era otro Fernando, había logrado dejarme loco, histérico de tanta belleza. Sin duda, es obvio que cambiamos mucho en 5 años.

Fernando: Gracias, y tú ¿trabajas aquí, desde cuándo?

Ignacio: Desde hoy, verás es que “Casa Victoria” es propiedad de mi familia, la presidenta la tiene mi madre, Victoria Rodríguez.

Fernando: No imaginaba que tu apellido era “Santisteban”, quizás por eso no reconocí tu nombre cuando lo vi ahí en tu escritorio.

Ignacio: De todo lo que alguna vez hablamos, nunca te mencioné mi apellido.

Fernando: Bueno, este… ¿qué es lo que tengo que hacer?

Ignacio: Bueno, me ayudarás en mis tareas diarias, administrarás mi agenda, mis correos, gestión de personas, proyectos, informes y en mis viajes de negocios.

Fernando: Suena bien, y ¿el sueldo?

Ignacio: Bueno, no tengo claro eso, eso tienes que hablarlo con mi hermana Consuelo, ella es la encargada de recursos humanos.

No podía dejar de mirarlo, me tenía hechizado, quería hablar con él todo el día si pudiese, y ahora que trabajaría conmigo estaba muy feliz.

Fernando: ¿Bueno… y?

Ignacio: Eres mío jajaja, perdón estás contratado.

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Ufff,  qué más quisiera yo que ser tuyo, que tenerte entre mis brazos. Si fueras mío aquí mismo te amaría, hasta llevarte a la locura.

Fernando: Que bueno que ahora seré tuyo. (Con picardía)

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Ignacio: Puedes empezar mañana si quieres, aprovecha el día de hoy para tramitar contratos y eso, y si quieres puedes venir aquí y podemos conversar, hace mucho que no te veo, te extrañaba, me tienes que explicar por qué desapareciste así.

Fernando: Yo también te extrañé, ¿Qué te parece si te invito a comer y hablamos?

Ignacio: Déjame llamar a Laura para avisarle que no podré comer con ella.

Fernando: Entonces déjalo, si tienes que comer con ella ve, yo aprovecharé para hablar en recursos humanos

Ignacio: Pero Fer…

Fernando: Permiso, adiós.

No entendía la reacción de Fernando, como de molestia, pero me gustó, me encantaría verlo celoso. Ignacio, deja de pensar tonterías, no estás para pensar en el amor, no es tu momento.

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( https://www.youtube.com/watch?v=dwqb3LEgIbY )

Tenía rabia, me la había nombrado, se veía tan especial, moría de ganas de comenzar a trabajar con él, tal vez era el destino y podría amarlo como yo quiero, quizás este era mi momento e Ignacio por fin sería mío, aunque no dejo de pensar lo poco que valgo para él, yo no vivo en una mansión como él, mis papás no son dueños de una casa de modas, sólo soy un tipo humilde que poco le puede ofrecer. No debo mirar tan alto, son solo sueños.

Sandra: ¿Cómo te fue?

Fernando: Muy bien, me concedió el trabajo, ahora debo ir a recursos humanos para el contrato y el sueldo.

Sandra: Ay, ¡qué felicidad! Qué bueno, sabía que te darían el trabajo.

Fernando: Bien, si me permites, iré a ver eso.

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Tenía el tiempo que necesitaba para preparar mi oficina, para decorarla pues por hoy no tenía mucho trabajo, pero pensaba en tantas cosas, Fernando era una de ellas, estaba confundido porque volverlo a ver no me alegró como se suponía, al menos no como quien vuelve a ver a un mejor amigo…

No quiero enamorarme, mientras no quite a …… Álvaro de corazón, porque aunque ya no lo ame, existe en mí el rencor y eso algo que aún me une a él.

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Como ven pasó el tiempo, 5 años para ser exactos, en cada capítulo, a partir del 7, Ignacio irá rememorando lo que ocurrió en esos 5 años, a partir de este capítulo aparecerán los personajes de Laura, Sandra y Verónica, Gustavo y Álvaro reaparecerán muy pronto. Aprovecho de agradecer sus valoraciones y comentarios, les dejo mi correo (rocker.boy@live.cl), les agradeceré si me pueden enviar sus apreciaciones y propuestas para enriquecer mi redacción. Espero que este capítulo sea de su agrado­.