En ausencia de ti (cap 14)
"Por otro lado estaba Fernando, de quien no sabía nada y que probablemente deba estar pensando lo peor de mí, todo es tan confuso y también es culpa mía por mi falta de valentía para afrontar las cosas, si tan solo hubiese sido más maduro, tal vez ni Fernando me odiaría ni Álvaro estaría muerto aunq
En ausencia de ti – Entenderás
(https://www.youtube.com/watch?v=oHICC8nLXag)
Ignacio seguía abrazado a mí, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, tomé su barbilla y lo besé, Ignacio correspondía a mi beso, de a poco comenzaba a ganármelo…
Acariciaba su cuerpo, llevaba tanto tiempo deseando tenerlo así entre mis brazos, recordaba cuántas veces toqué ese cuerpo, cuando le quité la virginidad y fue mío por primera vez, estaba como un loco lo amaba entonces y hoy lo sigo amando y sé que su amor por mí nunca cambió.
Deslizaba su camisa con suavidad, mientras él con sus manos acariciaba su pecho, notaba cómo se quedaba pegado mirando la inicial de su nombre, veía esos ojos deseosos de mí, me desea tanto como yo, suavemente lo coloco de espaldas a mí y aprovecho de devorar su cuello, mientras con mis dedos juego con sus pezones, Dios está tan vulnerable.
- Gustavo: mi amor… ¿quieres?
- Ignacio: Es necesario que responda
Se lanzaba a besarme como si nunca antes lo hubiésemos hecho, no había tiempo de desvestirme, alguien podría vernos.
- Gustavo: Amor, no sé si sea prudente desvestirme, tendremos que hacerlo con ropa.
- Ignacio: Como sea (empujándolo a la cama)
Caí y se abalanzó sobre mi bragueta, acariciándola, deslizando sus dedos por todo mi pene, estaba poseído por ese Ignacio que era mi novio, como si nunca antes le hubiesen hecho el amor como yo se lo hacía. Suavemente me masturbaba mientras yo jugaba con su ano, con mis deditos intentaba prepararlo para mi “armamento” suavemente acercaba su boca a mi pene, necesitaba sentir esos labios de nuevo, primero lo hacía con una lentitud que me volvía loco, qué tortura, deseaba follarme esa boca, poco a poco iba acelerando su ritmo y llevándome al más placentero de los viajes, poco a poco lo siento sobre mí con mi pene apuntando a su ano, para hacerlo mío, luego de tanto tiempo deseándolo y masturbándome imaginando que lo tenía para mí.
- Ignacio: Aaaaaaah (gemido)
- Gustavo: ¿quieres que pare?
- Ignacio: No, continúa
Comencé un mete y saca suave, hasta que se acostumbrara a mi pene, poco a poco su ano fue cediendo y dejándome entrar más y más, deseaba quitarme la ropa y hacerle el amor de mil formas, pero no era el lugar, debía conformarme con esto. Giraba su cabeza para besarlo y rezaba porque este momento no acabara nunca, me sentía como drogado, extasiado, eran tantos los efectos de Ignacio sobre mí que no podía aguantar, movía mis caderas a la vez que sonreía por tenerlo como tanto tiempo llevaba soñando, hasta que Ignacio aceleró su ritmo.
- Gustavo: (entre gemidos) amor… más… lento… me… vas… a… aaah… aaah
- Ignacio: Aaah, más… más…
- Gustavo: Estoy… acabando… amor…
- Ignacio: Uffff te luciste
- Gustavo: Para ti siempre.
Comenzó a vestirse y vi cómo ese semblante que antes lucía ahora desaparecía, ni siquiera aún después de haber hecho el amor había logrado quitar a Álvaro de su cabeza.
- Gustavo: Cariño, calma, todo va a salir bien
- Ignacio: ¿Y si no? ¿y si nada se aclara? Me quedaré aquí para siempre
- Gustavo: Jamás amor, soy capaz de sobornar a media Colombia con tal de sacarte de aquí, tú no permanecerás aquí por mucho tiempo, eso te lo aseguro.
- Ignacio: Gus, por favor no le digas a nadie esto, no quiero que nadie lo sepa.
- Gustavo: Tranquilo mi vida, trataré de ponerme en contacto con Bernardo para ver qué podemos hacer para sacarte.
- Ignacio: Quiero salir rápido de aquí.
- Gustavo: Tranquilo (abrazándolo) después de lo que pasó ahora, yo quiero saber… si todavía tengo una oportunidad contigo, si todavía puedo cortejarte
- Ignacio: Gustavo, estoy muy confundido, muero de ganas de estar contigo pero antes tengo que arreglar mi situación con Fernando, hasta que eso no ocurra no puedo prometerte nada… espero que puedas entender.
- Gustavo: Tranquilo, yo te voy a esperar el tiempo que haga falta.
Al menos las esperanzas las tenía y no estaban del todo perdidas, era lógico pensar que primero querría explicarle a Fernando antes de decirme sí o no, aunque sabiendo cómo es Ignacio, intento no preocuparme, espero que esta vez sí se aclare y podamos ser felices, ambos lo merecemos.
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- Bernardo: Lara, mi amor, Gustavo se comunicó conmigo, no sabes…
- Lara: Tranquilo, ya Ignacio me lo contó todo, voy saliendo para allá
- Bernardo: Ok Gustavo fue al departamento de Ignacio a buscar algunas de sus cosas personales, e iremos directo para allá
- Lara: Amor, recuerda no decirle esto a nadie, por favor, Ignacio se muere
- Bernardo: No te preocupes, te amo, nos vemos.
No entendía nada, era todo extraño, todo había pasado tan rápido pero si de algo podía estar segura es que Ignacio no es el asesino, necesitaba tanto verlo, lo conozco tan bien que sé que esto debe ser insoportable para él, sólo espero que toda esta pesadilla acabe rápido.
- Policía: Señorita, ¿puedo ayudarla en algo?
- Lara: Sí, por favor, quisiera ver a Ignacio Santisteban, él está aquí
- Policía: Un momento… sí, acompáñeme por favor.
- Policía: Aquí está
- Lara: Ignacio, mi vida, ¿cómo estás?
- Ignacio: Mal, Larita esto es terrible.
- Lara: Me imagino, pero tranquilo que todo esto se va a arreglar y vas a salir libre, Bernardo y Gustavo están en eso.
- Ignacio: Y no sólo esto es terrible.
- Lara: Lo sé, te conozco tan bien que sé que es Gustavo el causante de tu confusión.
- Ignacio: No me siento merecedor de su amor, lo he tratado tan mal que me desconcierta el que esté aquí apoyándome.
- Lara: Eso es amor, Ignacio, ¿lo entiendes? Eso es el amor, todos somos capaces de olvidar los malos ratos cuando está en peligro la persona que amamos, y a ti Gustavo eso te lo ha demostrado de sobra, la pregunta es ¿lo amas tú también?
- Ignacio: Eso es lo que no sé, durante años pensé en él, primero por su traición, luego por culpa pero siempre ha estado en mi cabeza y mi corazón, y hoy que hicimos… bueno, tú me entiendes, me he dado cuenta que sigue aquí.
- Lara: Ignacio, actúa como un adulto por una vez en tu vida, Gustavo está demostrándote su amor, se está muriendo por ti, asegúrate de que lo que sientes por él sea verdad, Gustavo no merece que otra vez juegues con él.
- Ignacio: Creo que tienes razón...
- Verónica: Eres un infeliz asesino (cachetada)
- Ignacio: Estúpida (cachetada) no me vuelvas a poner una mano encima nunca más.
- Lara: Ignacio, no caigas en los juegos de esta desgraciada, no empeores las cosas (tironeando a Verónica del brazo) lárgate de aquí desgraciada porque como te atrevas a molestarlo otra vez te dejo calva.
- Verónica: Esta desgraciada tiene su nombre, estúpida.
- Lara: Por mí como si no lo tuvieras, ninguna estúpida que se atreva a agredir a mi amigo es digna de respeto, o sea mírate, una mujercita como tú no merece respeto.
- Verónica: Tú no sabes quién…
- Lara: No me vengas con eso, sé perfectamente quién eres tú maldita ardida.
- Verónica: Pues sí lo sabes no debieras meterte en mi camino, o podrías pasarla muy mal.
- Lara: Guárdate tus amenazas, desteñida, que yo por defender a la gente que quiero soy capaz de todo.
- Verónica: Tú todavía no te has dado cuenta de quién soy, ¿tú crees que Natalia apareció en la vida de Gustavo por casualidad? Siempre he querido lo peor para tu amiguito porque él me robó el amor de Álvaro.
- Lara: ¿Te estás oyendo maldita ridícula? ¿Estás escuchando las estupideces que estás diciendo?, Álvaro jamás se hubiese fijado en una mujer como tú, Ignacio no tiene la culpa de eso.
- Verónica: Él le quitó la vida, me lo arrebató, él lo mató para que ya nunca más estuviera conmigo, tu amigo me envidia.
- Lara: Deja de hablar estupideces, qué podría envidiarte mi amigo, él lo tiene todo para ser feliz, en cambio tú eres una puta loca, obsesionada hasta la locura por tener tan solo un poco del amor que a Ignacio le sobra. Tú bien sabes que Ignacio es incapaz de hacerle mal a nadie, ahora no dudo que tú seas la asesina de Álvaro.
- Verónica: Tal vez, yo soy capaz de eso y de muchas cosas más ¿por qué no? Para todos los efectos legales, Ignacio fue sorprendido en el lugar del crimen y con la ropa llena de sangre, por tanto él es el culpable.
- Lara: (intentando cachetearla) ¡zorra!
- Gustavo: ¿Qué pasa acá Lara, quién es esta mujer?
- Lara: Esta estúpida se atrevió a cachetear a Ignacio
- Gustavo: Te atreviste a tocarlo, infeliz (intentando darle una cachetada)
- Bernardo: (sujetándole el brazo a Gustavo) No empeores las cosas, por favor, piensa en Ignacio.
- Verónica: Grr no cabe duda que ese desgraciado los vuelve locos a todos, qué tiene ese miserable que todos se preocupan por él.
- Bernardo: Mira, mejor lárgate de aquí porque ninguno de nosotros se va a controlar y vas a salir muy mal de aquí.
- Verónica: Sí, me voy pero hagan lo que hagan Ignacio va a ser juzgado por un crimen que no cometió y gracias a que yo lo hundí, y después de Ignacio seguirán ustedes.
- Lara:(cachetada) con Ignacio no te metas, porque te juro que si te atreves a tocarlo seré yo la que se convierta en una asesina.
- Verónica: Ésta me la pagan, se los juro.
Me sentía confundido y dolido, por una parte estaba Gustavo a mi lado lo que me hacía estar más tranquilo pero por otro lado me dolía demasiado la muerte de Álvaro y el pensar que es por mi culpa más me duele, tal vez yo no lo haya matado pero sí le causé un gran dolor y eso me hacía responsable también.
Por otro lado estaba Fernando, de quien no sabía nada y que probablemente deba estar pensando lo peor de mí, todo es tan confuso y también es culpa mía por mi falta de valentía para afrontar las cosas, si tan solo hubiese sido más maduro, tal vez ni Fernando me odiaría ni Álvaro estaría muerto aunque tampoco Gustavo estaría a mi lado.
- Gustavo: Mi vida, te traje tus cosas
- Ignacio: Tavo (abrazándolo)
- Gustavo: Te traje tus cosas
- Ignacio: No quiero pasar la noche aquí
- Gustavo: Tranquilo, yo me quedaré aquí contigo
- Ignacio: Sabes bien que no se puede
- Gustavo: Si se puede, eso ya está arreglado. Ayy mi Nachito, juntos vamos a salir de ésta para estar juntitos.
- Ignacio: Sí, juntitos saldremos de ésta
Parte de cambiar está en tener la voluntad de hacerlo, no sé qué nos espera más adelante, pero estoy seguro que siempre que sea contigo, será más fácil
* Avance ***
En el próximo capítulo de “En ausencia de ti”:
- Gustavo: Yo por ti daría hasta la vida.
- Fernando: (Entrando a la celda) Pues si los dos damos hasta la vida por él lo dejaremos solo, uno de los dos tendrá que hacerlo…