En ausencia de ti (cap 1)

Me rodean tres amores pero yo vivo...

Bueno esta es la primera parte de esta historia, espero que les guste y que me hagan llegar sus recomendaciones para enriquecer mi redacción.

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En ausencia de ti, capítulo I: de la tranquilidad a la confusión.

Ufff parece mentira que estemos ya a Noviembre, saliendo del Colegio y preparándome para ingresar a la Universidad, en definitiva creo que descansé demasiado este año. Oigo hablar a la profesora pero no, prefiero mirar mi móvil mientras contemplo la fotografía de mi amado Álvaro, creo que estoy mal, estar enamorado de mi asesor espiritual no es lo correcto... pero ¿Qué puede pasar? si en esta vida nada de lo que se hace es correcto... sigo mirando su foto hasta que oigo un.

- ¡Ignacio!

- Yo: ¿Qué?

¡Ah, claro! era Gustavo quien me miraba como con cara de enojo, me sacó de mis pensamientos

- Gustavo: Eh pues amor, me parece que miras demasiado la foto del Álvaro ese.

- Yo: Ay no, por favor Gustavo no empieces que no tengo cabeza hoy.

- Gustavo: No pues si nunca tienes cabeza cuando piensas en ese idiota.

Creo que tenía razón, el año completo me la llevé pensando en él, en su cuerpo, en sus labios y en su voz con ese acento español que me derretía. Gustavo es mi novio, y no sé por qué sigo con él si de plano pues no siento nada, antes lo quería pero cuando llevas 2 años con tu novio, a escondidas, lo normal es que te aburras.

- Yo: Mira, Tavo, no pienso en él, sólo miraba las fotos y pues... se me quedó esa puesta, ya sabes, sólo a ti te quiero.

- Gustavo: ¿Me quieres?, ¿Me quieres?, llevamos 2 años y lo más que puedes decirme es que me quieres...

- Yo: sabes, no pienso tener esta conversación...

Así salí de la sala, con enfado, de veras que Gustavo ya me hartaba, seguí en mi mundo, cuando suena mi móvil ("Yo como un árbol desnudo estoy sin ti....")

- Yo: ¿Aló?

- Lara: Ignacio, ¿qué pasó, dónde estás?

- Yo: nada pues estaba demasiado aburrido dentro, y Gustavo me hartó.

- Lara: Déjame adivinar, ¿otra vez pelearon por Álvaro?

- Yo: Sí, es que a veces se vuelve muy idiota.

- Lara: ¿Y tú?, vamos que hablar todo el día de alguien que no sea tu novio alegra a cualquiera

Desde luego Lara sólo me estaba fastidiando, así que le colgué...

Lara es mi amiga desde siempre, nos criamos juntos, somos casi como hermanos. Ella fue la primera en saber que yo era gay  y siempre me ha apoyado, ella fue el cupido entre yo y Gustavo, pues ambos eran muy amigos y según ella misma me ha contado  fue él quien me vio y se propuso conquistarme. Si tengo que decir qué es lo que más me enamoró del idiota que tengo por novio es su look metalero rudo, pero es muy romántico, tanto que me dedica canciones, me lleva serenata, peluches... etc. Gustavo sería el novio ideal para cualquier princesa pero, estar de novios a escondidas ha hecho que me desenamore, no puedo besarlo, no puedo abrazarlo ni tomar su mano en el colegio, debo conformarme con que sea mi compañero de pupitre y con los mensajes que, cada mañana, deja en mi mesa... mensajes en un idioma especial que ambos inventamos para que no nos descubran. Llevamos así 2 años, 2 años escondidos, 2 años perdidos en donde he tenido que aguantar que zorras se le ofrezcan y él respondiéndoles con su típica sonrisa "heterosexual" como dándole posibilidades, desde luego que muero de rabia cuando eso ocurre pero... creo que carezco de la autoridad moral para reprocharle nada.

Comienzo a caminar por los pasillos del colegio hasta que veo a Bernardo, el novio de Lara y también mi mejor amigo.

- Bernardo: ¿Qué tal, qué haces afuera?

- Yo: me aburría demasiado dentro, las clases sólo me estresan...

- Bernardo: Creo que estamos iguales, ¿vamos a tomarnos un café?

- Yo: Ok!

Caminamos hacia la cafetería, un lugar pequeño, pero muy acogedor, me siento sobre la mesa y Bernardo va por los cafés.

- Bernardo: Ignacio, ¿De qué quieres tu café?

- Ignacio: De vainilla.

Miro a mi alrededor, como contemplando el lugar... suena mi móvil, era un mensaje de... ¡Álvaro! mi corazón latía a 1000, el mensaje me recuerda que hoy teníamos una de nuestras tantas reuniones semanales, en donde hablábamos de nuestras cosas, de mis problemas etc. Mi sonrisa es gigante ahora, me ha alegrado la mañana

- Bernardo: Vaya sonrisa, me pareció haber encontrado a un Ignacio más melancólico antes.

- Yo: jajaja,  nada, bueno tú sabes... sabes que Álvaro siempre me alegra el día.

- Bernardo: Creo que todos sabemos eso menos Gustavo, o al menos se lo calla.

Recordé a Gustavo, creo que me pasé de estúpido con él, estaba en todo su derecho de celarme, creo que lo hago fatal como novio, saco mi móvil y le envío un mensaje por Whatsapp.

- Yo: "Cariño, discúlpame, se q me pongo algo tnto, te quiero"

- Gustavo: "Trnqlo, mi vida, es culpa mía, te amo"

Ese "te amo" me descolocó, me sentí demasiado mal, ilusionarme por reunirme con Álvaro mientras mi novio me regalaba un "te amo"...

- Bernardo: ¿pasa algo?

- Yo: Bernardo, tú qué crees, ¿hago mal por ilusionarme con Álvaro, estando con Gustavo?

- Bernardo: creo que no tengo que darte esa respuesta... ¿o sí?

Entendí todo, así que usé de nuevo mi móvil y marqué el número de Álvaro, mi corazoncito estaba a mil, pero también sentía culpa.

- Álvaro: Hola Ignacio ¿qué tal?

- Yo: bien, este... Álvaro creo que pues no podré reunirme contigo hoy.

- Álvaro: Por qué, ¿pasa algo?

- Yo: No, nada... sólo que hoy quiero salir con Gustavo, llevamos demasiado tiempo sin hacer nada juntos.

- Álvaro: Ah ok, pues bien, nos vemos la próxima semana, te me cuidas...

- Yo: tú también.

Me sentí estúpido, cancelar una reunión con mi ser amado, pero Gustavo está antes, él es mi novio, además entre Álvaro y yo no hay nada, así que no tengo por qué sentirme mal - pensaba yo.

- Bernardo: ¿no irás con Álvaro?

- Yo: no, creo que este día lo dedicaré a estar con Gustavo, con mi Gustavo.

- Bernardo: ¿Tu Gustavo?, no pues quién te entiende... yo creo que ni tú, estás confundido con dos hombres distintos, aclárate ya.

- Yo: no, para nada. Yo estoy enamorado de Álvaro, pero eso no quita que quiera a Gustavo, él es mi novio...

Algo de incongruencia hay en mis palabras, pero ni yo sé qué es lo que en verdad siento... suena el celular de Bernardo ("No me esperes, no me dejes, yo te encuentro en su momento")

- Bernardo: ¡Amor!

- Lara: osito, ¿dónde estás?

- Bernardo: estoy en la cafetería con Ignacio, ¿te vienes?

- Lara: Sí voy, ponme un café, ¿sí?

- Bernardo: Ok. Te amo

- Lara: y yo

A veces ver como se ponían Lara y Bernardo cuando se llamaban me producía envidia (de la buena) me gustaría volver a sentir eso con Gustavo, pero... el amor se ha enfriado, creo que tampoco pongo de mi parte para que eso ocurra.

Veo llegar a Lara, y me da un zape en la frente.

- Yo: ¡¡¡Lara!!!

- Lara: ¡Te quiero, pero te pones tonto!

- Bernardo: Auuch qué dolor, tome princesa su café (le da un beso en la boca)

- Yo: Que suerte tengo de que aún no le hubieras dado el café jajaja

- Lara: jajaja

- Bernardo: jajaja, ¿y Gustavo?

- Lara: Está en la sala, no quiso bajar

- Yo: ehmm,  bueno iré a buscarlo...

Caminé hacia la sala reflexionando lo ocurrido, a veces trato de tonto a Gustavo y no se lo merece, es el ser más lindo de la tierra, que bajo esa apariencia de rudo, siempre me da su amor. Creo que lo recompensaré

Entro a la sala y está de espaldas a mí, mirando por la ventana. Le abrazo por la cintura y le doy un beso.

- Yo: ¿por qué no saliste amor?

- Gustavo: creí que no querías verme.

- Yo: Tontito. (Dándole un beso)

Fue un beso tierno, de esos que se dan a las personas que se quieren, me mantuve así, abrazado a él, a esos brazos que tantas veces me han rodeado, por un momento sentí frío, pero... me oprimo más a él.

- Yo: Que suerte tengo de tener al novio que tengo

- Gustavo: Suerte la mía, eres lo más lindo que tengo en la vida... amarte me hace feliz, y que me dejes mimarte es la mejor forma que tengo de amarte.

No pude evitar sentirme mal, creo que a veces no merezco tanto amor de su parte.

- Yo: Sabes, te has ganado un premio...

- Gustavo: ¿Cuál?

- Yo: El que usted quiera, hoy soy todo suyo.

- Gustavo: El que yo quiera, está seguro ?... pero hoy no llevo condón

- Yo: Bueno, los compramos por ahí, quiero que hoy estemos juntos.

- Gustavo: Entonces, el plan esta tarde es…

- Yo: ¿Casa de Gustavo, dormitorio de Gustavo, cama de Gustavo,  Ignacio de Gustavo?

- Gustavo: ¡Eso me gusta!

Me dedicó una de esas sonrisas que me gustan, como con lujuria y amor. Bien, tiene que terminar rápido este día, mi Gustavo me necesita.

Salimos juntos de la sala, quería tomarlo de la mano, pero sé que no se puede, así caminamos hasta la cafetería para encontrarnos con Lara y Bernardo.

- Lara: se demoraron mucho no, ¿qué estaban haciendo?

- Bernardo: ¡Lara!

- Yo: Lara, ¡por Dios!  No lo digas tan alto.

- Lara: Yo no dije nada, que mal pensados son

- Gustavo: jajaja

Así transcurrió el día, yo todo el día pegado a Gustavo y Lara con Bernardo, hoy he sentido la necesidad de estar con mi Gustavo, de tenerlo cerca, de demostrarle cuánto lo quiero.

Estamos en el salón, en física, y Gustavo me resuelve mi guía de ejercicios, mientras yo le escribo mensajes por Whatsapp, el los lee y se ríe, y al instante borra el historial. De forma muy pero muy peligrosa toco su pierna y comienzo a hacerle cariño, Gustavo se altera, sus mejillas se tornan rojas, y su mirada se clava en mí, creo que se enfadó, son las formas que tengo de demostrarle mi cariño. Le envío un mensaje.

- Yo: ¿Que pasa amor?

- Gustavo: Mi vida no me hagas eso, al menos no aquí.

- Yo: ¿por qué, te molesta?

- Gustavo: No, pero me dan ganas de hacerte mío y aquí no puedo

Me tranquilicé, comencé a mirarlo, hacía tiempo no contemplaba a mi novio, cómo se dedica a hacer sus tareas, su pose ruda... hoy me volvía loco.

- Riiiiiiing -

Suena el timbre, e inmediatamente guardo todo. Veo que Gustavo hace lo mismo, pero muy a prisa, toma su mochila y sale, apenas si me da tiempo a despedirme de Lara y salgo corriendo tras de él.

Llegamos al estacionamiento de los alumnos, que mi novio tenga carné de conducir y coche, hacía todo más fácil aún, de forma muy romántica, abre la puerta del co-piloto para que yo suba, me acomodo y en seguida lo veo al lado mío, me pongo el cinturón y él hace lo mismo, me da un beso corto, tomando mi barbilla con su mano y arranca, le digo que busquemos una farmacia, y él me lleva a una.

- Gustavo: Disculpe señorita, necesito preservativos con anestesia,

- Farmacéutica: ok, alguna talla en especial

- Gustavo: Sí, claro XL!

Cada vez que Gustavo dice eso, su pecho se infla, como que se enorgullece cada vez que compra preservativos y a mí me excita mucho.

Nos subimos rápido al auto, y partimos hacia su casa, sus padres no estarían así que no tendríamos problemas.

Llegamos al estacionamiento de su casa e inmediatamente abre la puerta de calle, tomo su mano ahora que nadie nos ve, entramos... lo llevo hasta su cuarto, lo lanzo a la cama.

Me siento sobre él y comienzo a besarlo, botón por botón voy quitando su camisa, comienzo a acariciarlo, a mirar ese tatuaje de su espalda que me excita, beso su cuello, comienzo a bajar a sus pezones, su ombligo, por aquel camino de vellos que conducen al fruto más delicioso de mi Gustavo.

- Gustavo: ¡Te amo!

- Yo: ¡Yo también te amo, mi amor!

Comienza a quitar mi camisa, a besar mi cuello e imagino que es Álvaro quien me hace todo eso, y no puedo evitar sentirme a mil, imaginar que es Álvaro quien me besa completamente, quien me desnuda.

Gustavo se pone de pie mientras me carga y me besa, toco su cabello mientras él suavemente me introduce sus dedos en mi ano, que sólo ha sido suyo, comienzo a gemir suavemente, y esto lo vuelve loco.

Me da vuelta justo para dejarme de frente a su pene, mientras él me folla con su lengua, preparándome para la penetración que tanto deseo, yo saboreo el sexo de mi hombre, con dulzura comienzo a masturbarlo, a lamer sus testículos, Gustavo con su lengua me lleva a la luna.

Se sienta sobre  cama mientras yo le pongo el condón, comienzo a sentarme sobre él, para comenzar a cabalgar, con sus brazos sujeta mi pecho y yo con los míos tomo su cabeza, él se acuesta y así me hace el amor, con dulzura y fuerza a la vez.

Mientras me hace suyo, sus brazos recorren todo mi cuerpo, sus fuertes piernas hacen levantar mis caderas, que danzan al son del movimiento de las suyas, sus potentes brazos pellizcan mis pezones, y su boca besando mi cuello, haciéndome llegar a la luna.

- Gustavo: Mi amor, te amo, me encanta hacerte el amor, me encanta como te mueves para mí

- Yo: Te amo,

Me encantaba oír gemir a Gustavo, me encantaba todo su cuerpo, que sin estar trabajado mostraba cierta dedicación de su parte para mí. Comienza a levantarme más rápido y más fuerte con sus caderas, el choque de nuestras caderas me excita aún más, y comienzo a masturbarme hasta estallar en un orgasmo fuerte, casi al instante siento un gemido fuerte pero excitante de Gustavo, avisándome que acabará, así siento la contracción de mi ano, siento las clavadas de su verga, hasta quedar así ensartado sobre él, cansado.

- Gustavo: Hacía tiempo que no hacíamos el amor de esa manera.

- Yo: Oh sí amor, te amo un montón...

Volví a imaginar que era Álvaro quien me hacía el amor, Gustavo me abraza y me besa en el cuello, así nos quedamos dormidos en su cama...

Estando abrazados durmiendo, sueño con Álvaro... así estoy hasta que suena...

- ("Mi casa es casa de locos, y tú también otro poco, por seguir allí y no venirte aquí conmigo") -

- Yo: Mamá, ¿qué pasa?

- Victoria: Hijo, ¿dónde estás, por qué no me avisaste que llegarías tarde?

- Yo: Ah!, Mamá lo siento, es que tuve que venir a casa de Gustavo a terminar una tarea, pero voy enseguida.

- Victoria: Ok. ¿Quieres que vaya por ti?

- Yo: No, Gustavo me llevará

- Victoria: Ok. Adiós hijo.

- Yo: Adiós Mami.

Respiré, mi mamá siempre tan inoportuna, Gustavo se despierta... y me mira, contemplando mi cuerpo mientras me visto.

- Gustavo: Qué, ¿ya te vas?

- Yo: sí, mamá me llamó y será mejor que me vaya

- Gustavo: Ok. Te llevo

- Yo: ¡sí, por favor!

Gustavo comienza a vestirse y verlo así desnudo me excita de nuevo pero no hay tiempo, tengo que llegar a casa, salimos de la habitación de la mano. Es un poco tonto que dentro de casa estemos de la mano pero es la única vez que podemos, me abre la puerta del coche, me subo y la cierra. Se sube el y me besa.

- Gustavo: Me encanta dormir junto a ti, me gustaría que viviéramos juntos, que estemos siempre juntos.

- Yo: Creo que llegará ese momento, mi vida.

Recordé mi sueño con Álvaro y eso me angustió, creo que le estoy siendo infiel a mi Gustavo, imaginando que es Álvaro quien me hace el amor.

Camino a mi casa fuimos oyendo música, llegamos a mi casa y lo tomo de la barba y le beso, él se baja del coche para abrirme la puerta, me toma de la mano al bajar, me da un beso corto pero tierno, se vuelve a subir y se va, le envío un mensaje por Whatsapp.

- Yo: ¡Te amo!

- Gustavo: Y yo a ti, mi bebé, descanse que mañana lo quiero con fuerzas para continuar.

Era así, mi Gustavo siempre pensando en más, pero… ¿sería sexo con Gustavo, o imaginando a Álvaro?

Creo que aquí comenzaba lo más difícil,