Emputecimiento (2)
La primera parte del relato es totalmente verídica, esta segunda, combina parte de la realidad con el adorno de la fantasía, lo que la hace un tanto más morbosa.
EL EMPUTECIMIENTO
SEGUNDA ENTREGA
Hemos seguido el paulatino emputecimiento de nuestra protagonista, ahora se ha convertido en una puta, pero la pido un poco más para recorrer y conocer nuevos caminos.
Recuerdas aquel cliente que me comentaste, te mordía con fuerza los pezones y estrujaba las tetas y te hacia daño, pero te pagaba muy bien, por un ratito de dolor y sacabas mucho dinero?. Llámale.
Lo pasaba muy mal No me gustaba ese señor. Hasta me daba miedo.
Pero luego estabas contenta?
Si, pero. . .
Piensa en lo que ganabas. Pues era más pensarlo que hacerlo.
Así es.
Venga llama.
Si, siempre te sales con la tuya.
Vale siempre tienes razón.
«... Hola soy Lubna, la masajista de Jesús. Puedes hablar?
«... Si, si que alegría, precisamente estuve en el consultorio en Joaquín Bravo a buscarte, y me dijo el Jefe que no estabas, y que no sabía donde parabas ahora, así que estoy feliz de que me hayas llamado.
«...Qué alegría.
«...Yo también me alegro de hablar contigo, encontré en el bolso tu número de teléfono. Ahora trabajo en mi casa.
«...Fenomenal. Te buscaba para proponerte un negocio.
«...Dime...
«...Quería hacer una sesión en casa de una amiga mía, que tiene una cueva preciosa, para eso que sabes me gusta a mí, una noche y 600 para ti.
«...Qué quieres hacer?.
«...Jugar a que chilles un poco.
«... Ya.
«... Humm no sé.
Yo que estaba escuchando la conversación le indiqué:
Acepta amor, dile que irás pero acompañada de una amiga.
«...Bueno, conforme si me acompaña una amiga.
«... Tú amiga va a participar?
«...No sé, creo que sólo me acompaña.
«...Bueno, ya hablamos, pero me parece fenomenal que lleves amiguitas, pues yo a lo mejor. . . déjalo, lo importante es que vengas sola o acompañada.
Al día siguiente, Lubna no citó a ningún cliente, por indicación mía, con el fin de prepararse para la noche del sado y aprovechó para que yo la afeitara axilas, piernas y entrepierna. Un buen lavado vaginal, peluquería y preparada para el debut.
Estábamos en plena faena cuando al mediodía volvió a llamar el cliente, para preguntar si podía intervenir también otro amigo y en lugar de 600 le darían 1.000 .
Lubna me consultó
De acuerdo, pero pregunta si no te dejarán marcas.
Qué significa?, me preguntó, inocentemente.
Yo no quería decir la verdad para no asustarla, pero deseaba conocer algo que no se me había ocurrido hasta ese momento.
«...No me dejaras marcas?
«...Me conoces bien que soy serio.
Un momento Lubna, deja el teléfono que quiero hacerte una pregunta importante y que luego resultaría trascendental. Lubna, tu gozas cuando algún cliente te hace sufrir?
Después de unos segundos de reflexión, contestó.
Cuando estoy calentita sí, me gusta y me excita.
La contestación me dejó boquiabierta, esta mujer era una caja de sorpresas, nunca me hubiera imaginado encontrar un ejemplar como ella, ni en mis más profundos y eróticos sueños podía soñar con tanta felicidad. Casi me desmayo de nervios y placer.
Dile que de acuerdo querida, 1.000 y a las 10 de la noche en
la dirección acordada.
El cliente le exigió fuera totalmente desnuda con un abrigo por encima. Lo cual extrañó a la chica, pero ya me encargué de quitar importancia.
Invité a Lubna a comer a un lujoso restaurante, con el fin primero de animarla a la nueva aventura tan apasionante para mí y a la vez de preparar tan maravillosa función, como ambientación la indiqué fuera a la comida, sin ropa interior.
A que tienes una sensación de libertad?
Pues así es.
Hablemos un poco de algo que no conoces. Mira amor, el masoquismo es la culminación del erotismo, tu sufrimiento es el placer del sádico. El sado es refinamiento el AMO es un ser que no goza como los machos que sólo desean copular, es algo más sublime y bello. Un mundo maravilloso que te apasionará. Si tú aprendes a gozar con el dolor acabarás entrando en el Paraíso. Tienes que intentarlo tu amiga sabes jamás te engaña y sólo quiere lo mejor para ti, yo estaré a tu lado siempre aunque no me veas.
»Dos últimas palabras para esta noche: obediencia y sumisión.
Ahora ábrete de piernas para que pongas a explotar al calvo
de la mesa de enfrente, que no te quitado ojo desde que
hemos entrado y encima está con su mujer. Así me gusta que
los salidos sufran. Vámonos que tenemos que prepararnos bien
para esta noche.
Llegó el momento soñado, un momento increíble, como mi sueño inalcanzable ahora hecho realidad.
Nos dirigimos a la cita, a la hora acordada, Lubna con su abrigo como toda vestimenta.
Una casa antigua parecía deshabitada, situada en la zona vieja de la ciudad, un segundo piso, una puerta en malas condiciones, llamamos al timbre, y presta apareció una señora de unos 40-50 años, alta, delgada, con ojos inquisidores y cara de pocos amigos. Vestía un corsé negro de piel y una falda corta de cuero, igual que sus botas altas.
Me llamo Martha y espero que seamos amigas por mucho tiempo. Esta es la esclava? Abre el abrigo quiero ver su cuerpo... Gírate... Buen cuerpo. Abre los muslos, una vulva bonita, tetas preciosas, saca los pezones cielo... Así me gusta... Una maravilla, me pareces preciosa y te acepto, pues es precisamente lo que buscábamos.
Se volvió hacia mí y en voz baja me susurró:
Pobre chica con esas tetas en este trabajo. Ven un momento conmigo.
Me llevó a una habitación contigua
Tú sólo la acompañas o quieres participar?
No, sólo acompañarla.
No te gustaría recibir un poco tan bien? Creo que es la primera vez que pregunto a una sumisa. Me encantaría marcar ese culo tan generoso que se adivina, a ella me han dicho que no hay que marcarla, pero a ti te iba a dejar en condiciones.
No. No quiero. No sé. . . Bueno, la verdad estoy muy excitada.
Ya hemos hablado bastante, no te muevas de aquí. Vais a trabajar las dos.
No me daba opción y era algo que muchas veces ya había soñado.
Perfecto, no hay problema, vamos a jugar todos, tenemos una noche por delante y debe de ser la más feliz de nuestra vida. Dentro de media hora estarán ya aquí los dos AMOS. Quédate aquí que yo voy preparando a la nena.
Martha dijo vamos a jugar todos, aquello me llamó la atención. Estaba dando vueltas a la situación, cuando Martha me agarró con fuerza de un brazo y me llevó a una auténtica celda de castigo, absolutamente llena de aparatos de lo más diverso, donde había atado a Lubna, colgada de las muñecas a una viga del techo con las piernas abiertas con un separador ajustado a los tobillos.
Estaba de espaldas a mí y nunca había visto su cuerpo tan perfecto, su sola visión me turbaba, si tenía los pechos preciosos, su culo era perfecto también, redondo, alto, duro con unos muslos redondos como columnas y una cinturita de avispa.
Cuando me quise dar cuenta, Martha me había levantado la falda y metido su mano en mis bragas, palpando la raja.
Estás excitada.?
Afirmé con la cabeza.
Perfecto, contestó mientras me sacaba de la cueva, lo esperaba. Un momento, que ahora vengo.
Al cabo de un minuto apareció, con una jeringa y una aguja en la mano.
Súbete la falda y baja las bragas, un pinchacito, el más suave que vas a tener en la noche. No mires con esa cara, a tu amiga ya se la he puesto, es algo que traen los AMOS para sus esclavitas, unos polvitos blancos, ya verás que bien os pone, como vendréis más veces, ya verás como sois vosotras los que lo pedís. Os hará falta pues ellos vienen con muchas ganas, hace tiempo que buscan algo como vosotras, y vais a caer y gozar en manos de unos de los más afamados y crueles AMOS, unos expertos en la materia. Para ser vuestra iniciación conoceréis lo que es el sado auténtico y mañana y pasado supongo que no estaréis en condiciones de salir de aquí. Ya os cuidaré.
Todo aquello me estaba mareando, una sensación de angustia, terror, indecisión y por qué no de placer infinito.
Vamos rápido que van a venir y tenéis que estar preparadas, ya saben que sois dos.
Una especie de corriente cruzó mi cuerpo de arriba abajo, después de escuchar aquello.
Mejor inclínate sobre la mesa, ya te bajaré yo las bragas. Abre los muslos, delante de un AMO siempre hay que estar con las tetas erguidas y las piernas abiertas, dejando el sexo bien expuesto por si quiere usarlo. Si se te olvida pueden recordártelo con 20 varazos en el interior de los muslos, que seguro hacen que no se te vuelva a olvidar... Inclínate más.
Sentí el pinchazo de la aguja en el culo y un ligero dolor al entrar el líquido.
Qué culazo más maravilloso tienes y qué blanco, me excita tanto pensar que dentro de un poco estará más rojo que un tomate. Te lo marcarán milímetro a milímetro, no quedará ni el más mínimo sitio sin haber recibido la vara. Ya verás, la inyección pronto te hará efecto, para cuando lleguen ellos, estarás eufórica y muy calentita. Quiero que sepas que uno es el dueño de esta casa, el otro un amigo, si os portáis bien y les gustáis, os llamaran todas las semanas, bien para ellos o bien para clientes de ellos. Os pueden dar mucho dinero, en una noche se puede ganar lo que en un mes, follando con montones de hombres. Es atractivo, sexual y fácil. Hay que procurar cambiar el dolor por el placer. Cuando te castiguen no pienses en el dolor sino en tu sexo mojado. Es maravilloso observar como el AMO goza con tu dolor. Ellos no os penetrarán sólo buscan vuestro dolor.
Cuanto más me hablaba Martha más me excitaba.
Lubna ya está preparada, como ellos han ordenado, desnuda totalmente, colgada del techo y con las piernas abiertas por el separador.
Y tú?
Como no estabas prevista.. .
Cuando lleguen estarás como ahora, de culo, recostada de espaldas sobre la mesa y vestida, para que sean ellos los que te ordenen desnudar o bien lo hagan ellos. Espero me dejes en buen lugar, seguro que vas a recibir un buen fustazo en el culo como bienvenida, si te mueves, te apartas o te cubres con las manos, te juro que si ellos no te despellejan tu cuerpo a latigazos lo hago yo... Entendido?. Puedes gritar, aquí nadie os escucha, llorar o gemir pero nunca desobedecer o poner malas posturas. Cuanto más grites y llores más les vas a excitar. Tu amiga ya lo sabe, sólo faltabas tú.
Empiezo a encontrarme bien como flotando.
Es normal, la dosis de la inyección empieza a hacer efecto, a media noche necesitarás otra... Te empieza a picar el chocho?.
Si, si.
Ya verás cuando le cosan con agujas.
Qué?
Verás como gozas zorra.
Van a coser tus labios vaginales y si no te portas bien no te dejarán mear en un día entero. . . verás lo que es eso. Lo malo o lo bueno es que ya te he dicho que vienen con muchas ganas los dos, mañana y pasado a descansar y a recuperarse, pues os van a dar bien. Lo que aún dudo quien va a ser la favorita, pues la nena es muy apetecible pero tú eres más sensual y me he dado cuenta nada más entrar, pues de lo contrario te hubiera largado, nada de acompañamientos. La chica tiene unas tetas divinas pero tu culo no es menos y son los dos puntos elegidos de un buen sádico. Lo que es seguro que a tu amiga la van a torturar a fondo esas ubres impresionantes que tiene con unas buenas bofetadas y puñetazos, estirarle y retorcerle los pezones hasta hacerla gritar de dolor, después colgarla de las ubres, clavarle agujas en ellas y dos atravesándole los pezones, derramarle cera ardiente de una vela y por último azotarle esas tetazas con una rama de un centímetro de espesor y un metro de largo, hasta casi despellejárselas.
Entre la inyección y esos relatos me estaba excitando dejándome a punto de orgasmar, pero no quise decir nada, aunque Martha me dijo que no podía castigarnos hasta que los Amos llegaran.
Vamos a ver a Lubna pues quiero que esté calentita para cuando lleguen los AMOS. Mira, mira esta bien mojadita... Estás bien Lubna?
Si
Estas excitada?
Si muchísimo como pocas veces.
Pues no sé si inyectarte otra dosis. Creo que te va a hacer falta, me da un poco de miedo la sesión de hoy.
Salió Martha y vino con la inyección en la mano, como estaba colgada, lo tenía fácil, así que la clavó la aguja e introdujo el líquido, a lo mejor mañana ni se acuerda de lo que pasó.
Tú quieres otra?
No sé.
Tú ya tienes bastante, quiero que estés despejada y que goces a tope, ella es una nena de veintitantos años y tu eres una mujer hecha y derecha. Echa un ojo a Lubna si le hace efecto la segunda dosis. Es pronto, pero está rebosando jugos por los muslos y los pezones la van a estallar... Déjamela que la voy a acariciar esos turgentes pezones.
Martha con una habilidad que sólo da su experiencia, agarró los pezones de Lubna uno con cada mano, y de un movimiento rápido, les retorció, lo que provocó el primer alarido de la neófita.
Te recuerdo que cuanto más chilles más excitas a los sádicos.
Soltó los dedos y la chica se la cayeron las primeras lágrimas.
Te ha gustado verdad? Pues sólo es el principio.
Reconozco que estaba al borde del infarto de tanta tensión, por un lado deseaba llegaran los AMOS pero por otro sentía temor, estaba ansiosa de comprobar el castigo que infringían a Lubna, pero a la vez deseaba y temía, todo junto, el mío.
Vamos me dijo Martha, te voy a atar a la mesa, pues pienso que les gustará más, verte allí inmovilizada e indefensa.
Me colocó vuelta de culo, inclinada sobre la mesa, y con las manos sujetas con una cuerda a las patas.
Igual que tu amiga probó un buen tirón de pezones, tú vas a probar mi vara de bambú, pero con las bragas puestas, para que no se note marca, ya que ellos serán los encargados de dejártelas.
Levantó la falda, escuche un profundo silbido y la vara se estrelló en mis glúteos, sentí un dolor intenso, quemazón y un escozor muy pronunciado. Me dolió y tal como me dijo ella tengo que decir que me agradó, una experiencia muy extraña y apasionante, acababa de entrar en el mundo del sado, y era algo tan refinado como especial.
Te ha calmado, me dijo Martha.
Era cierto, sentía una sensación de tranquilidad, satisfacción sexual y de contento. Era la inyección? No lo sé pero estaba muy feliz y dispuesta a todo.
Sonó el timbre, la hora esperada y temida, mis piernas temblaron y comencé a sudar.
Hola Martha... Buenas noches, ya tienes preparaditas a las dos?.
Desde luego.
Qué eficiente eres mujer.
Creo que esta vez hemos hecho buena caza. Ambas son
vírgenes en el sado, y al menos una vive sola, la jovencita.
Cómo me gustaría llevar a cabo mi proyecto de tener fijas e internas a dos esclavitas, para llamarte y decir: Martha prepárame a las chicas que ahora voy, aunque sean las cuatro de la mañana, o bien ahora voy con unos amigos. El dia que lo encuentre te juro que pagaré lo que me pidan, ya sabes que el dinero no es problema.
Pues yo creo que con estas lo podemos tratar, si os gustan que estoy segura que así será, mañana como tendrán que pasar todo el día aquí de recuperación, o al menos eso espero de vosotros, lo hablaré con ellas.
Seguro pues venimos con ganas.
Además ya os he dicho que os van a gustar, la jovencita tiene unas tetas de escándalo, ya está colgada y dispuesta, la otra tendrá unos 30 años, tiene un culo impresionante, buen cuerpo y es una viciosa cien por cien.
Yo escuchaba, atada a la mesa sin moverme, toda la conversación, pues quizá no sabían que yo no estaba en la cueva.
Vuestra ropa de trabajo y los utensilios están en la habitación de siempre.
Por donde queréis empezar, por las tetas de la jovencita?.
Conforme.
No tardaron mucho en vestirse, pues pronto escuché, los primeros bofetones a Lubna y las primeras palabras de elogio a su cuerpo. El que parecía llevaba la voz cantante, dijo:
Vamos a iniciar la doma lógicamente por las tetas, coge la cuerda Martha y átaselas fuerte como tu sabes.
En ese momento ya pude escuchar los primeros sollozos de Lubna, que excitaron tanto a ellos, por sus comentarios, como a mi.
Un poco más fuerte ya sabes que me gustan moraditas. Esta cria parece que ha nacido para ser atada de las tetas, que maravilla de melones. Mientras se coagulan las tetas, vamos a por la otra.
Pensé que había llegado mi turno y no había salida, aunque la increíble sensación había logrado que no sintiera nada más que sensaciones positivas: morbo, deseo, placer hasta alegría, y por otro lado, se me había borrado: el terror y la incertidumbre. Hasta se me pasó por la cabeza, qué morbo estar aquí encerrada todo el día esperando que venga el AMO a usarme.
Estaba ensimismada con estos pensamientos cuando ellos llegaron.
Martha levanta la falda despacio.
Precioso culo y excelentes caderas, tenías razón. Buenos muslos. Toma una tijera, y rompe las bragas. Cómo me gustan estos culos grandes y generosos, tan blancos, con lo rojos que se tornan tan pronto. Espero que goce pues no la voy a dejar un solo milímetro sin marcar, tres dias sin sentarse para empezar.
Yo es que no puedo esperar más.
Espera, dijo Martha, las tengo a las dos, bien mojaditas, mete la mano.
Noté que mi vulva era aprisionada y estrujada como si de un limón se tratara, por una mano muy grande, mientras que dos dedos entraban en mi vagina profundamente.
Perfecto Martha, buen ganado y una buena inyección, éxito seguro.
Pues esta quería una segunda.
Eso es bueno que la pidan, que la necesiten, pronto le ha cogido gusto, eso es lo mejor que puede ocurrir. Prepara una vara para cada uno.
Al escuchar aquello si que sentí algo más que miedo.
Un primer golpe de vara de bambú borró todos mis pensamientos. Era como si te hubieran pasado un hierro candente. Un segundo golpe mordió mis caderas.
Ya tiene dos marcas.
Dale más fuerte, parece que no goces, le dijo al compañero, quien soltó un tremendo latigazo, que me hizo lanzar un alarido de dolor.
Cada vez los fustazos eran más fuertes. Escuchaba los jadeos de los AMOS. Empezaban a estar felices, mis gritos, les daban energía y les excitaban hasta el punto que de reojo comprobé como se les salían las pollas de sus ajustados pantalones negros de piel.
Yo notaba que mi trasero se iba como adormeciendo con los latigazos, e incluso llegué a saber de quien procedía cada uno, incluso cuando le dejaban a Martha la vara. Me dolía muchísimo, pero con la excitación, sin duda la inyección, y el morbo, lo aguantaba relativamente bien para ser la primera vez.
Ya tenemos la mitad de ese culazo marcado, suéltala Martha, que ni hemos visto su cara y sus tetas.
En ese momento pude ver a mis verdugos, aunque uno con una capucha negra y el otro con antifaz, con trajes ajustados de cuero negro y las varas aún en la mano.
Si el culo es bueno la cara y el cuerpo no es peor.
Yo pensaba que la estaba buena sólo era la chica pero esta no se queda atrás. Vaya pareja.
El del antifaz, que sin duda era el Jefe, le dijo a su compañero.
Ponle en esos pezones excitados que tiene un par de buenas pinzas metálicas.
Creo que estás me dolieron más que la vara.
Túmbala en la camilla, que la voy a coser el coño.
Cómo tiene el coño, empapado la muy cerda, tocad los dos. A ti que te gusta, Martha límpiala con la lengua.
Lo hizo y sentí un placer infinito, como nunca lo había sentido en una mamada, debió de ser por mi grado de excitación.
Martha me colocó mientras el Jefe estiraba con enorme fuerza mis labios vaginales para cruzarles con unas largas agujas, cosa que no me dolió demasiado, me parecía imposible lo que estaba resistiendo, pero como digo la inyección yo creo era parte importante.
Átala que no se mueva y vamos a ver como tiene las tetas su amiguita.
Respiré hondo, mientras Martha después de bien sujetarme, me despedía con un buen azote en plenas tetas, que me dolió bastante al rozar con las pinzas de los pezones.
Te duele el culo?
No, pero me escuece mucho.
No pasa nada.
Vamos a domar a Lubna.
No se si lo sabían o no, pero yo desde mi sitio podía ver todo lo que ocurría en la cueva, pues la puerta estaba abierta. En consecuencia, pude contemplar como miraban las tetas tumefactas de Lubna, a las que clavaron agujas en todas las direcciones, incluidos los pezones, una vez terminado la pusieron una argolla en las cuerdas que rodeaban las tetas, la colocaron en una polea, y la levantaron hacia arriba, colgada de los pechos, mientras ella gritaba y se volvían locos de placer. La descendieron e introdujeron un pequeño objeto en el coño unido a un cable, una vez bien metido, noté como mi amiga se retorcía de dolor, sin duda la estaban dando una sesión de aparatos eléctricos, pues más tarde colocaron en los sin duda bien doloridos pezones y los gritos y convulsiones aumentaron, para placer de los tres sádicos.
Yo les notaba locos con ella, estaban segura que habían tenido, sin tocarse, varias eyaculaciones y ella más de un orgasmo, era el auténtico placer del sádico y por qué no decirlo, el nuestro como masoquistas también.
Volvieron hacia mi, me desataron quitaron las agujas y colocaron otra vez de culo atada, para continuar la labor de marcarle.
Centímetro a centímetro la vara caía haciendo una nueva raya, ahora lógicamente mi excitación también iba en aumento, hasta el punto que me daban de gritar: otra, otra.
Cuando consideraron que mi culo estaba absolutamente marcado raya a raya, sangrante y rojo, el Jefe comentó:
Esta por detrás ya está lista. Para finalizar me gustaría hacerle un fisting vaginal, pues la otra es muy jóven para ello. Lleva a la nena a descansar y me traes los aparatos para hacer el fisting a esta zorra. Como es ya casi de madrugada os podeís marchar a descansar ambos, y me dejáis a solas con esta morbosa.
Mi intuición femenina me avisó que el Jefe se había encoñado conmigo, no se si para bien o para mal, lo noté desde el principio, que el trato era diferente que con Lubna, quizá encontraba en mí el morbo que no producía mi amiga.
Primero te voy a quitar las pinzas de los pezones, ahora te dolerá un poco cuando circule de nuevo la sangre.
No importa.
Te gusta el dolor amor.
Cuando estoy calentita como esta noche, si.
Ya lo sabía, por ello quería hablarte, antes comentaba con Martha que hace mucho que buscaba una hembra sumisa para mi uso y el de las personas que yo decida, me gustaría que esa hembra fueras tú, pues reúnes todas las cualidades que yo busco: edad, cuerpo, morbo y predisposición a la sumisión. ¿ Te gustaría ser mi prisionera las 24 horas durante meses o años a cambio de la cifra económica que me solicites?.
Si lo estoy, dije sin titubear.
Cerramos el acuerdo con un intenso beso, estaba loco de contento, casi tartamudeaba de felicidad.
Llamó a Martha que ya estaba descansando para darle la noticia y que nos trajera una botella del mejor champagne para celebrarlo.
Yo pensaba que le estabas haciendo un fisting a estas horas, dijo Martha.
Eso es cosa tuya
Estábamos ultimando el acuerdo más importante de mi vida. Y Lubna entra en el acuerdo.
Yo creo que sí comenté yo pues ya me encargaré yo de que así sea.
Yo estaré a vuestra disposición y ayudaré todo cuanto haga falta comentó Martha a propósito te has visto el culo Su? Mírate en el espejo.
Me miré y me quede impresionada, marcado raya a raya de arriba abajo, rojo como un tomate, aún sangrante, pero precioso y excitante tanto para un sádico como para una sumisa como yo.
En un apartado le dije a Martha
Ayúdame
Qué te pasa?.
Necesito correrme, voy a estallar de tanta excitación.
Esas cosas hay que hablarlas con tu nuevo AMO, el comprende todo lo relacionado con la mujer.
Sabes lo que me dice Su?. Que necesita un orgasmo.
Hay cariño, dime siempre tus necesidades.
Le hacemos un fisting y seguro les tiene y varios.
Vale.
Entre los dos me tumbaron en una camilla, abrieron las piernas, untaron labios, vagina y casi la entrada del útero todo con una especie de vaselina especial para el fisting, mientras Martha metía en mi coño, tres dedos, luego en forma de pico de pato, cuatro con el dedo pulgar recogido, entraba bien pero los nudillos eran la frontera.
El Jefe estaba muy excitado gritando.
Aprieta, aprieta.
Martha hacía esfuerzos para cruzar la barrera de los nudillos.
Un poco más, más.
Me dolía pero aguantaba, pues en el fondo me agradaba
Ahora, un esfuerzo más.
De repente mi anillo se abrió y noté que la mano entraba en mi propio útero, ella esperó, al cabo de un rato, abrió la mano, y acarició las paredes de mi útero, lo que me produjo un placer indescriptible, mientras se iniciaban uno a uno, orgasmo tras orgasmo Yo chillaba, pataleaba, gritaba de placer. . creo que nunca había sentido tanto placer, creo que me corrí más de diez veces, mientras mi AMO gozaba besándome y magreandome.
Fueron momentos felices y únicos, para los tres, un día que comenzaba una nueva vida junto a mi amiga Lubna.
El descubrimiento del fisting resultó fundamental, pues más tarde se convirtió en una practica habitual, cada vez que tenía necesidades sexuales, pues durante el mismo, llegas a tener un mínimo de seis orgasmos.
(He escuchado, por parte de doctores del tema, que se trata de un placer similar al masaje prostático del hombre, aunque este es aún más intenso, y que consigue hacer orgasmar a la hembra más frígida, pues es un placer más que mental totalmente físico, con lo que esta no tiene que estar necesariamente predispuesta)
Volviendo a nuestro relato, el Jefe resultó impotente, aunque tenía muy desarrollado el deseo, él pasaba por la casa como mínimo una vez a la semana, unas veces sólo y las más acompañado, con algún aparato de tortura de los múltiples que nos compraba o bien simplemente para observar como nos castigaba Martha, nunca sabíamos ni la hora ni el día, sólo respetaba cuando sufríamos muchos castigo, un tiempo para la recuperación, como no hace mucho que vino acompañado de un amigo, y quiso nos colgaran a las dos, con separadores en las piernas, boca abajo, y bien abiertas castigar nuestras vulvas con una fusta especial, lo que supuso que estuvimos casi una semana sin poder movernos con fuertes dolores de ovarios. Otras veces eran las agujas, otras la electricidad, otras las varas o las fustas. . . Como obsequio siempre nos traía inyecciones.
En cuanto al desahogo diario, a Lubna, que estaba acostumbrada por los clientes del masaje, a cuatro corridas diarias, la llevaban a un Burdel propiedad también del Jefe, donde por su fogosidad era codiciada por todos los clientes.
Yo en el aspecto sexual tuve peor suerte, pues por un lado era la favorita del Jefe y le gustaba jugar conmigo, unas veces con caricias y otras con dolor.
Por otro lado, mi «hombre» era Martha, con lo cual se terminaron las vergas para mi, aunque no el placer, pues por algo era una experta, unas veces con el látigo y el bendito dolor y otras con un sexo increíble, fundiendo nuestras lenguas y restregando durante horas y horas nuestro clítoris con interminables orgasmos.
Fueron años tan eróticos como felices.