Emputecí a mi esposa (7)
Mi esposa me hace feliz con su conversión en una putita redomada.
Emputecí a mi Esposa VII
Gracias por escribir. Esta aventura de mi putita esposa va a petición de un lector interesado en saber de las orgías que tuvo con su amante en la Universidad. Para ello debí pedirle a mi caliente esposa que me la relatara de nuevo, lo que me trajo un gran placer.
Bueno, todo ocurrió porque María José y Gastón (su amante) tenían mi permiso para buscar aventuras por su propia iniciativa y durante el recibimiento de los alumnos nuevos de la carrera de Ingeniería, alguien propuso que estos debían iniciarse con una puta delante del "comité de bienvenida", para considerarlos colegas.
Después de mucho devanarse el seso para conseguir a la puta que debía iniciar a los nuevos alumnos, lo que se les hizo muy difícil por la falta de dinero, mal endémico de los estudiantes, Gastón le propuso a mi esposa que se hiciera pasar por una meretriz, así tenía una experiencia con jóvenes como a ella le gustan y aprovechaban ambos de obtener dinero para salir de juerga.
Mi esposa me lo contó con una calentura increible, logrando que yo explotara casi al instanste cuando me pidió mi consentimiento y decirme que estaba deseosa de hacerlo. Me tranquilizó diciéndome que no debía preocuparme ya que Gastón la cuidaría. Mi putita me hizo el amor de maravilla esa noche, así que no dudé en estar de acuerdo, con la promesa de su parte de contarme con lujo de detalles todo lo que viviera y que se portaría como una putita muy caliente, pero sin soportar humillaciones ni violencia.
Mi putita y Gastón, su joven amante se pusieron de acuerdo en que cantidad cobrar, sólo algo simbólico, ya que "por ser amiga de él les haría un precio especial", con la garantía de que ella diría cuando terminar y que cosas no haría.
Acordado el trato, mi putita se vistió lo más sexi posible, con una minifalda negra muy corta y amplia, de una tela muy delgadita que la hacía apegarse al cuerpo, con una tanga pequeñisima, sin sostén y zapatos de tacón. Una antifaz de plumas, muy colorido, completaba su atuendo para hacer de meretriz de los nuevos estudiantes de ingeniería.
Yo me preocupé de proveerla de mucho lubricante por si le pedían el culito y le chupé su conchita para llegara bien mojadita a la Universidad. Gastón por su parte, le pidió que se lo mamara ya que durante la noche no tendría oportunidad de culiársela. Yo también me puse a la fila, así que nos pajió y nos chupó a ambos hasta hacernos acabar y salió radiante del brazo de Gastón, rumbo a la mayor aventura que había tenido hasta el momento.
Según me relatara María José y me confirmara después Gastón, en un trio que hicimos para celebrar el emputecimiento de mi querida esposa, entraron sigilosamente a un galpón de la facultad de ingeniería, el que los alumnos habían acondicionado con una especie de ring, con el piso muy mullido, pero sin cuerdas por supesto, y ambientado con distintos juegos de luces y música electrónica muy suaves. Este ambiente calentó a mi putita, al pensar que era todo para ella y que sería la estrella de la noche, aparte de que Gastón la estuvo manoseando todo el camino.
Le hicieron esperar en una especie de camerino de estrella, con champagne, agua mineral, frutas, baño y un sofá muy cómodo para descansar.
Primero hicieron entrar a los primerizos al "ring" y luego hizo su ingreso mi esposa, quien salió con su máscara y vestida totalmente aún. Eran diez los alumnos que debían cumplir el rito de iniciación e ingreso a la facultad.
Mi putita titubeó un poco, pero luego paró el culito, levantó las tetas y entro desafiante al ring. Se sacó los zapatos y avanzó al centro, los alumnos estaban desnudos, en fila mirando hacia el comité de recibimiento, algunos tapándose púdicamente sus penes y otros despreocupadamente luciendo sus atributos, al parecer los más dotados.
El maestro de ceremonias fue Gastón, quien le pidió a mi putita esposa que se desnudara, lo que hizo con mucha calma y meciéndoe al ritmo de la música, quedando finalmente sólo en tanga, la que se hundía provocativamente en su culo y su conchita.
La "comisión" aplaudió al ver el culito apretadito de mi esposa y sus ricas tetas paradas y tersas debido a la cirugía. La desnudez y el antifaz le daban un aspecto espectacular, de verdadera puta. Gastón les reclacó que la condición para ser aceptados, era hacer felices a la putita que habían contratado para ello. Ella escogería el turno de cada uno de ellos.
Tendrían 15 minutos cada uno para tratar de hacer acabar a mi esposa, el que no lo lograba tendría una oportunidad al final y el que acababa antes, sería rechazado, cargando con ese estigma durante toda la carrera. Ante esto último mi esposa se compadeció de los diez jóvenes, algunos casi imberbres, así que se propuso acabar la mayor cantidad de veces y empezó a estimularse su cuquita y a acarciarse las tetas a la vista de todos. Cató con la mano cada uno de los penes, poniendo la mejor cara de puta, se los sobó a todos y le pasó el culo por las pijas a cada uno, haciendo que a la vez le acaraciaran las tetas. Acto seguido escogió al que la tenía más pequeña, lo acarició suavemente y lo besó desde el cuello hasta la ingle, sin chupar su pene.
Le dieron la orden de empezar y este inició un manoseo increible de las tetas y al culo de mi esposa, la besó de arriba abajo y comenzó un chupeteo a su vagina que ya dejó lista a mi mujercita para acabar.
María José se acostó de espaldas en el mullido suelo y abrió sus piernas invitándolo a penetrarla, sacándose la tanga ella sola. El iniciado se la clavó de un golpe y mi esposa gimió profundamente, empezando a menearse y a gritar de placer. Acabó en sólo cinco minutos (Esa es mi putita). Luego, se paró y se la mamó hasta hacerlo acabar y tragar toda su esperma, dando por terminada la iniciación. Sacaron aplausos ambos y aprobaron el ingreso del "alumno 1".
Mi putita tomó un sorbo de champagne y se acercó a su segunda víctima, el "alumno 2". Este era mejor dotado, lo que la hizo pensar que la haría orgasmar rápidamente, por lo que decidió disfrutarlo un poco más. Lo acostó en el suelo y lo recorrió con su lengua desde el cuello hasta su pene que acarició con deleite y adoración, se lo tragó entero un par de veces y luego paró para no poner en peligro la "aceptación" del alumno 2".
Se tendió a su lado y le indicó que se subiera arriba de ella para que la penetrara, éste se apresuró a colocarse entre las piernas de mi putita y se la dejó ir de una vez. Mi esposa emitió un quejido ronco y empezó a gozar la cogida que le daba el "alumno dos". Este demostró mayor maestría que el anterior, haciéndola acabar rápidamente sin que mi putita tuviera la necesidad de usar sus artes. Al igual que con el anterior, se lo sacó de encima e inició una mamada espectacular, haciéndolo acabar copiosamente en su boca. Nuevos aplausos y aprobaciones. Sólo le quedaban ocho.
A esta altura del relato de mi putita, yo ya había acabado tres veces en su conchita, así que debimos parar para bañarnos.
El tercer alumno y hasta el quinto, fueron lo mismo que lo anterior: Debido a su nerviosismo, acababan rapidamente pero mi putita esposa los salvaba con su facilidad para orgasmar, de la que sólo Gastón estaba enterado.
Después del quinto, María José pidió un descanso para bañarse y beber agua mineral. Le quedaban sólo cinco. Gastón aprovechó de acompañarla, para agradecerle y felicitarla porque lo estaba haciendo muy bien. Junto con ello le pidió una mamada porque ya no resistía más de caliente. También le preguntó si sería tan amable de atender al comité de selección cuando termine. María José se calentó aún más y le dijo que terminaría rápidamente con la iniciación.
En la reanudación, los atendió rapidamente a los cinco restantes, acabando cinco veces más en menos de quince minutos y tragando gran cantidad de leche, para no peder tiempo en lavarse nuevamente. Al último lo disfrutó suave y lentamente con lengua primero, ya que era el que más le gustaba y le permitió acabarle en la conchita, terminando ella con gran escándalo. Lo besó en la boca y lo felicitó por hacerla orgasmar tan rico.
Felicitaron a los iniciados y los declararon aceptados, despidiéndolos rápidamente. A mi putita le pagaron, estando aún en desnuda y su coño chorriando, diciéndole que la felicitaban y que se bañaran para compartir con ellos.
Continuará.