Empresa Internacional (2)

Las hermanas logran ingresar en la Empresa.

Empresa Internacional II.

Las tres hermanas comenzaron a trabajar, pero nunca coincidían en horarios, Los tenían asignados de tal manera que no pudieran competir entre ellas. Noemí fue la primera en ser llamada para acompañar al Gerente General luego de un desayuno de trabajo.

El Gerente General, Don Tomás Rivera de los Llanos era un hombre sencillo. Para satisfacerlo solamente debían hacerle una buena mamada para luego ser penetradas por su miembro, que si bien era de generosas dimensiones, penetraría con facilidad.

Generalmente lo hacía por la vagina y muy de vez en cuando por el culo. En esta oportunidad quedó especialmente impresionado por el cuerpo de Noemí cuando se desnudó completamente y comenzó a sentir la erección casi de inmediato. Invitó a la joven que se la introdujera en la boca.

Noemí, a pesar de su corta experiencia sexual comenzó a mamarla como una verdadera experta, logrando la erección completa luego de algunas chupadas. Casi de inmediato don Tomás buscó el coñito para clavarla. La vagina estaba muy húmeda por lo cual la penetración fue casi de inmediato.

La polla estaba en un conducto estrecho, bien lubricado y que la joven hacía vibrar con vehemencia. No demoró mucho Tomás en correrse dentro de la joven.

-Lo haces muy bien. Ya me habían advertido que serías una muy buena acompañante, pero nunca imaginé que estabas tan buena y lo hacías tan bien. Te quedarás un rato porque quiero gozarte más.-

-Muchas gracias por sus elogios. Contará con mi cuerpo todas las veces que lo requiera. Es para mí un honor ser mi primer tarea la de acompañar al Gerente General.-

Tomás estaba satisfecho y comenzó a acariciar los senos de Noemí, cuyos pezones muy pronto respondieron poniéndose duros y erectos. Tomás continuó con las caricias y poco después comenzó a parase su mano por la raja y el culo.

Ese culito firme y de piel tan suave lo entusiasmó. Hacía mucho que no se cogía a una de las habituales acompañantes por el culo y pensó que sería bueno probar éste.

-¿Cómo está tu culito? ¿Podré metértela por allí?-

-Por supuesto señor. Ya he sido instruida que mi culo debe estar limpio, listo y dispuesto para ser penetrada por allí. Seguramente hará falta un poco de lubricante ya que ese agujero ha sido usado muy poco y no está dilatado.-

Tomás fue en busca de "Vaginol", lubricante de uso sexual que la compañía repartía periódicamente entre su personal para uso con las acompañantes. Tomás lubricó la entrada. Por su parte Noemí se colocó en posición para ser penetrada por el culo mientras sus manos separaban los glúteos para facilitar la tarea.

-¿Te la han clavado muchas veces por el culo?-

-Solamente tres y han sido las personas que me entrevistaron. Ellos quisieron estar seguros de mi comportamiento cuando era sodomizada.-

-¿Te gusta ser sodomizada?-

-Es una sensación distinta. Nunca hubiera imaginado que podía ser tan doloroso y placentero a la vez. Su polla es bastante gruesa. Veremos qué pasa. Empuje que tengo el esfínter relajado para que entre.-

Tomás comenzó a empujar. Tanto la lubricación como la elasticidad de los tejidos jóvenes facilitaros que lentamente la polla se introdujera en el ano hasta el fondo. Noemí sentía algo de dolor por la dilatación, pero evitó quejarse. Era el Gerente General y lo mejor era dejarlo satisfecho.

Tomás comenzó con los movimientos. Su polla cada vez adquiría dimensiones mayores y poco después se corría en el recto de la muchacha. Noemí sintió el líquido caliente que se deslizara por su interior. Casi sin darse cuenta ella se corrió poco después que Tomás.

-Eres muy buena cogiendo. Pensaba tener un desayuno contigo, pero pienso que podemos prolongar la tarea. Me gusta tenerte aquí y apreciar tu precioso cuerpo. Mientras arreglo algunos papeles me gustaría que me chuparas. Ahora está flácida luego de las dos corridas, pero estoy seguro que tu boca hará maravillas y podré penetrarte nuevamente.

Mientras Tomás revisaba algunos papeles Noemí arrodillada lamía, chupaba y acariciaba con su lengua el miembro de Tomás que poco a apoco iba retornando a su estado de excitación.

Una vez finalizada algunas de las tareas que quería realizar Tomás, su polla ya estaba en condiciones nuevamente gracias a la activa intervención de Noemí.. Comenzó acariciándole las tetas para luego pasar al coño. Poco después tenía nuevamente su polla profundamente hundida en la vagina de la joven. Quedó largo rato gozando del contacto con su cuerpo. Por su parte Noemí hacía ciertos movimientos con su vagina que mantenían excitado al Gerente.

Tomás estaba a gusto y no pensaba privarse se semejante placer. Estuvo largo rato así hasta que comenzó a moverse lentamente para luego de algunos minitos descargar por tercera vez su semen en el interior de Noemí. Es vez la cantidad de líquido era muy reducida.

-Pues lávate y luego vienes y te quedas así desnuda frente a mí. Me gusta observarte. Así como estás.-

Noemí se quitó los restos de semen que escapaban de su vagina y de su culo se ubicó frente a Tomás, sentada pero con las piernas ligeramente separadas para que pudiera observarse su clítoris entre los labios mayores de su concha. Por su lado Tomás continuó con su trabajo y con frecuencia debió entrar su secretaria que echaba una mirada de reojo a Noemí que permanecía en esa posición sin inmutarse.

Así pasó toda la tarde en la oficina del Gerente General. Después de todo había acompañado solamente a una persona en toda la jornada de trabajo y no había cogido mucho. Todo parecía muy fácil.

Por el contrario, su hermana Mariana, en su primer día de trabajo, había acompañado a cinco ejecutivos, habían hecho siete mamadas, cinco entradas por la vagina y tres por el culo. En cuanto a Sofía debió satisfacer a la Gerente de Administración, chupándole el chocho y sobándole las tetas y siete ejecutivos, que la penetraron y dejaron sus cargas de semen, seis en su vagina y uno en su boca.

Así continuaron los días. La más requerida era Noemí y hubo días que apenas dispuso de tiempo para higienizarse y recibir el siguiente requerimiento.

La paga era buena y generalmente lograban propinas extras si quedaban satisfechos con el servicio. De las diez jóvenes ingresadas junto con las hermanas Martínez Madero hacía ya seis meses, habían sido echadas dos por negarse a alguno de los requerimientos de los ejecutivos y tres se habían retirado por su propia voluntad ya que no podían soportar el ritmo de polvos que les eran requeridos. Las tres hermanas continuaban y con muy buenas calificaciones en su trabajo.

Se avecinaba un cambio. Fue así que un día apareció en cartelera el siguiente anuncio

Aviso Importante. La Empresa ha decidido iniciar un cambio en la vestimenta del personal femenino. Todas las mujeres podrán optar por alguna de ellas y se indica el incremento de sueldo que tendrán por vestirse como se indica.

Permanecer con el actual uniforme. Mantendrán el sueldo

Estar en horas de trabajo solamente con sostén y pollera, 20% de incremento sobre el sueldo actual

Estar en horas de trabajo solamente con sostén y bragas, 50% de incremento sobre el sueldo actual

Estar en horas de trabajo solamente con bragas y los pechos descubiertos, 80% de incremento sobre el sueldo actual

Estar en horas de trabajo totalmente desnudas, 150% de incremento sobre el sueldo actual

NOTA. Ninguna de las empleadas, excepto las acompañantes, tendrán obligación de ceder a los requerimientos de cualquier tipo por parte del resto del personal.

Todas quedaron sorprendidas por el aviso. Algunas querían el aumento del 150% y estaban dispuestas a trabajar desnudas. Otra, por su parte, estaban dispuestas a renunciar si no podían usar el uniforme completo.

De las 123 mujeres que trabajaban en la Empresa, la distribución quedó así:

10 usarían el uniforme completo

23 estarían mostrando su sostén

47 vestirían sostén y bragas

17 solamente usaría las bragas y

26 estarían completamente desnudas.

Sin duda fue una revolución, en especial para los visitantes que se encontraban con mujeres medio desnudas y otras totalmente desnudas, sentadas detrás de un ordenador haciendo su tarea.

Las acompañantes, que difícilmente se paseaban por los pasillos, ahora lo hacían más frecuentemente ya que no eran destino especial de las miradas.

La satisfacción del personal masculino aumentó tanto que la productividad se incrementó de tal manera que el gasto extra en sueldos se vio altamente compensado.

Pasaron dos meses más hasta que la secretaria del Gerente General, que había optado por usar el uniforme completo renunció. Fue entonces cuando Noemí fue promovida de acompañante a secretaria y permanecería todo el tiempo al servicio de Tomás.

Si bien Noemí conocía muy poco de su tarea de secretaria, pronto lo aprendió. Ella asistía permanentemente al Gerente, recibía a las visitas y las conducía al despacho de su superior. Es fácil imaginar la cara de algunas personas que visitaban al Gerente y eran primeramente atendidos por una mujer de las características y belleza de Noemí, ¡totalmente desnuda!

Tenía orden de Tomás que si era magreada por alguna visita dejara hacer sin molestarse. Así algunos le acariciaban sus tetas o le tocaban el culo. Noemí, siempre fiel a la Empresa y a su jefe, no objetaba estas prácticas.

Todos los días era penetrada por Tomás en la mañana, antes de iniciar las tareas. La gran mayoría de las veces lo hacía por la vagina y solamente cuando Noemí tenía el período lo hacía por el culo. Las mamadas también eran frecuentes pero generalmente antes de retirarse cada uno a su casa. Eyaculaba en su boca pero no tenía necesidad de tragarse el semen, aunque algunas veces lo hacía por gusto personal.

Noemí estaba muy contenta con su trabajo. Se sentía apoyada (en el más amplio sentido de la palabra) por su jefe y era respetada por su cargo. Sus hermanas no podían quejarse porque si bien continuaban como acompañantes, eran muy requeridas y las elegidas para atender ejecutivos internacionales que visitaban la Empresa.

Tiempo después Tomás debió hace un viaje visitando las distintas filiales de la Empresa y decidió que lo acompañara Noemí, que no solamente lo ayudaría en su tarea específica sino también en calmar sus necesidades. Así Noemí partió en un viaje que le demandaría unas cuatro semanas.

Dado que la tarea de Tomás no tomaba tiempo completo, regresaba prontamente al hotel donde Noemí ya lo esperaba desnuda como acostumbraba y gozaban del sexo hasta la cena. En varias oportunidades pedían la comida en la habitación y cuál no sería la sorpresa del camarero o camarera que los recibiera una hermosa joven, totalmente desnuda. La presencia de Tomás evitaba que le hicieran cualquier propuesta o intentaran abusar de ella.

En algunos países visitaron lugares que generalmente no se encontraban en su país de origen. Esto entusiasmaba tanto a Tomás como a Noemí, que siempre buscaba perfeccionar su tarea. Finalmente regresaron a la casa central.

La productividad de la Empresa creció. Aunque se usaba algún tiempo en admirar los cuerpos desnudos de las jóvenes, generalmente el personal masculino (y algún femenino) no tenía apuro en irse o llegar muy temprano y frecuentemente almorzaban algo rápido para volver a sus puestos de trabajo. Todos estaban cómodos con la nueva situación.

A partir de las nuevas reglas, todo el personal femenino que ingresaba tenía como condición permanecer sin ropas durante el tiempo de trabajo, aunque no necesariamente debían ceder sus cuerpos a otros empleados o empleadas. Debían cumplir las funciones asignada para la realización de la tarea como cualquier otro empleado con la diferencia de que debían permanecer desnudas.

Si bien esta práctica limitaba el número de postulantes para los nuevos puestos de trabajo, también era cierto que los cuerpos de las mujeres que finalmente ingresaban eran de una perfección extrema.

Dado el incremento de actividad, los directivos de la casa central quisieron conocer los motivos del mismo, por lo cual se trasladaron a la sucursal.. Si bien en un comienzo quedaron sorprendidos de la poca ropa que usaban las mujeres de la empresa, finalmente entendieron y aceptaron que se generalizara la práctica a otras sucursales. Para ello contribuyeron las asistentas de ejecutivos, incluyendo a Noemí que se prestó reiteradamente a complacer a los visitantes de todas las formas posibles.

Después de esa visita, el Gerente General fue ascendido a Director General Regional y el Gerente de de Recursos Humanos ascendido a Gerente General, el Gerente de Asistencia al Personal a Gerente General de una de las sucursales de la región y el Gerente de Seguridad y Medicina a Director Regional de Medicina y Salud Mental del personal.

Las tres hermanas también habían modificado su perfil laboral. Noemí se había convertido en la asistente del Director Regional, pero solamente se ocupaba de los aspectos sexuales de su jefe. Ya no movía más papeles ni preparaba la agenda. Cuando debía viajar, lo acompañaba y compartía la habitación y otra secretaria hacía la tarea específica.

Sofía en las horas libres y algunos fines de semana trabajaba en un importante hotel, haciendo más llevadera la soledad de los ejecutivos que allí se alojaban. Así sus ingresos se incrementaban notablemente, especialmente cuando su vagina era ocupada por el viril miembro de algún muy alto ejecutivo de alguna de las empresas más prestigiosas del mundo.

Mariana, que se había retirado de la empresa internacional, ahora trabajaba solamente a tiempo a parcial ya que había logrado ocupar el puesto de Jefa del Servicio de Atención al cliente de un importante prostíbulo de la ciudad.

Fin