Empleado fiel (I)

Un hombre busca trabajo y encuentra algo más

Hacía algo más de dos meses que buscaba trabajo sin exito, solía pasar de la primera entrevista pero siempre me descartaban en la última fase.

Dos días antes me citaron en una oficina del centro, una consultora de recursos humanos hacía la selección de personal para un puesto de secretario de dirección. Fui sin muchas esperanzas, respondiendo a todas las preguntas de forma mecánica. La chica que seleccionaba esbozaba una ligera sonrisa con cada una de mis respuestas. Tenía el pelo corto rizado y unos grandes ojos verdes. "al menos no me ha tocado el típico capullo con corbata", pensé.

-  Tu currilum nos cuadra para el puesto, ahora tendríamos que hablar de si la act... - se le escapó el bolígrafo de las manos. Rápidamente me levante para recogerlo y al dárselo sonrió de nuevo.

  • Gracias. Como te decía, para este puesto se necesita un caracter espe... - otra vez el bolígrafo en el suelo. "debe estar nerviosa", pensé. Volví a recogerlo y al dárselo asintió con la cabeza.

  • Bien. Te ves capaz entonces? - esta vez cogió el bolígrafo con la otra mano, la levantó y lo dejó caer mirándome a los ojos. - Capaz de qué, de recoger bolígrafos? la verdad es que la actitud de la chica me puso bastante tonto... Me levanté de la silla y me arrodille para coger el bolígrafo. Ella se levantó y se puedo delante de mi antes de que pudiera ponerme en pie. Llevaba unas botas altas de cuero.

  • Puedes dármelo desde ahí - dijo acercandome la mano.

  • Claro - no sabía que estaba pasando, pero la situación me estaba empezando a poner muy a tono.

  • Veo que te gustan mis botas - dijo antes de alejarse.

  • Son muy bonitas - acerté a decir aun arrodillado.

  • Bien, creo que esto es todo. Te llamaremos - dijo acompañándome a la puerta. - Si Emna te contrata iré a hacerte una visita - soltó cuando me daba la mano al despedirse.

De camino a casa iba dándole vueltas a la entrevista más rara que he tenido nunca, hasta pensé que había sido algún tipo de broma. Decidí olvidarme hasta que al día siguiente recibí una llamada a las 6:30 de la mañana. Contesté como pude.

  • Hola?

  • Le llamo por la entrevista que tuvimos ayer, soy Eliza.

  • Hola, no esperaba una llamada tan pronto...

  • La directora quiere entrevistarle en una hora, está disponible?

  • ummm, sí sí, claro.

  • Perfecto. Le envío la dirección por whatsapp. Sea puntual.

Me dio tiempo a poco, porque el sitio según google estaba a 40 minutos. Ducha rápida, selección de ropa adecuada y en camino. Llegué dos minutos antes, el portero estaba en la puerta esperándome.

  • Señor Franz?

  • Sí.

  • Planta 6, segunda puerta a la derecha.

  • Gracias.

Salí del ascensor y la puerta estaba entreabierta. Al parecer toda la planta era de la compañía, todo tenía un diseño moderno y elegante. Llamé y esperé.

  • Adelante. Soy Enma, la directora general - una pelirroja de unos treinta y poco me dió la mano firmemente. Ojos verde claro, gafas de marca, pechos grandes apretados en una camisa negra, chaqueta negra, pantalón de traje oscuro. Era la mujer más impresionante que había visto nunca.

  • Sientate - dijo, con tono autoritario. - He visto tu curriculum y no está mal.

  • Gracias?

Estuvimos algo menos de media hora hablando de mi vida laboral, todo correcto aunque de vez en cuanto me cortaba. Se notaba que ella era quien manda.

  • Bien, Eliza me ha pasado un buen informe de actitud, pero tengo que comprobarlo yo misma. Ni tengo que mencionarte que puedes irte cuando quieras.

  • Vale - dije asintiendo, un poco confundido.

  • Empecemos la prueba entonces. De rodillas.

  • Cómo?

  • Eres sordo? He dicho de rodillas - Me levanté del asiento de cuero y me arrodillé delante de ella.

  • Cabeza pegada al suelo.

  • Pero...

  • Ya! - bajé la cabeza, rápido. Pegó su bota a mi nariz.

  • Saca la lengua y lame.

  • Qué clase de...

  • He dicho que saques la lengua. No voy a tolerar una palabra más. Una más y te tiro fuera de aquí. - Saqué la lengua y empecé a lamer su bota izquierda.

  • Bien. Me voy a sentar, ven como el perrito que eres y sigue. - fue a cerrar la puerta con llave, se sentó en un sillón grande de cuero que había a un lado del despacho y señaló la bota. - Ven perrito.

La situación era tan excitante que no podía dismular mi erección. Ella pareció no darle importancia.

  • voy a quitarme el pantalón, esta botas llegan hasta la rodilla y debes dejarlas bien limpias.

----Continuará-----

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