Empezó como un juego

Hasta donde pueden llegar simplemente unos roces, un joven lo descubrirá una noche por parte de su tía.

Todo empezó un día de principios del verano, mis padres estaban en el salón viendo la tv, encerrado en mi cuarto jugando con una consola con un amigo me encontraba felizmente ganándole. Mi hermana por el contrario era la que más estaba disfrutando, pues una amiga de la infancia de mi madre se la llevó a una conocida playa de la costa mediterránea.

A las pocas horas de vicio con la consola, mi padre entró con el telefono pegado a la oreja y hablando con mi tío se despidío de él, y pasándomelo a mi....

-Dime tío - Expresé mientrás me lo ponía en la oreja.

-¿Qué pasa capullin? - Preguntó con un tono gracisoso a la vez que cariñoso, pues fui su primer sobrino.

-Aquí estoy jugando al fifa con mi amigo, ¿y tu que dices? - Le contesté dejando el mando sobre el escritorio

-Pues nada, que acabo de salir de la ducha y me preguntaba si te gustaría venirte a casa - Me contestó mientrás se encendia un cigarro.

-Vale, hablaré con mamá y que te diga algo - Le dije un poco ilusionado

-Llamare luego entonces - Me contestó y colgando el telefono me despedí de él.

Pasó una hora como mucho cuando mi madre entró a mi cuarto y me dijo que cogiera algo de ropa del armario que en un par de días me dejarían en casa de los tíos. Saqué un pequeña maleta y me pusé a meter ropa para pasar unos días fuera de casa. Pasaron menos de 48h cuando ya estaba en el coche de mi padre camino a su casa.

Al llegar a su casa, en la entrada estaba mi tío esperando, mi tía; una mujer de 1´67 cm de estatura y 37 años, con un cuerpo ejercitado pues tenía una linda cintura del que salian unas caderas nada desperdiciables para agarrar cuando estuviera a cuatro patas, una larga melena rubia y cuidada llegaba hasta sus hombros, con unas tetas que mujeres de su edad y jovenes incluso desearían. Su cuerpo expetacular descansaba en la luminosa sala de estar con un programa de cotilleo de fondo, no tardó en levantarse al verme entrar para darme dos besos...

-Hola cielo! - Me exclamó ilusionada hacercándose a mi.

-Hola tía - Contesté abriendo mis brazos.

-¿Como te va todo? - Preguntó con su cabeza sobre mi hombro y nuestros pechos pegados ante el fuerte abrazo.

-Muy bien tía - Contesté añadiendo alguna anedocta que tuvimos por el camino mientrás nos separabamos, para acabar preguntándole...

-¿Y tu tía? Estas guapísima - Terminé contestando observando el cuerpazo de mi tía

-Ahora que estás aquí mucho mejor - Contestó dandose la vuelta para volver a sentarse, esta vez acompañada por su sobrino.

Estuvimos un rato contándonos cosas que nos sucedieron, casi todas graciosas, para ponernos al día hasta que un fuerte grito de mi tío, procedente de la cocina, nos aviso de que la cena estaba preparada. No tardemos en tomar asiento alrrededor de una mesa redonda y empezar a cenar, conversando con mis tíos. Durante la cena, no pasó nada más que una simples miradas con disimulo a las tetas de mi tía y unos chistes por parte del marido de mi tía. Al terminar de cenar sobre las 22:30h de la noche, mi tío no tardó en despedirse para irse a dormir. Mi tía se quedó arreglando la cocina, mientrás acompañé a mi tío por el pasillo para llegar al cuarto donde pasaría mi estancia allí.

Dejé mis trastos tirados en el suelo, mi tío marchaba ya a su cuarto así que no tardé en ir al salón para estar con mi bella tía a solas. Al llegar donde estaba ella, en un comodo sofá medio tumbada, me dijo al verme....

-Hey! pensaba que te fuíste a dormir ya - Un poco sorprendida no esperaba verme allí

-Ya..solo vine para ver si podía hacerte compañia - Le propusé con mis ojos, intentando disimular, analizando la anatonomía de su hermoso cuerpo cuidado.

-Si claro, ven acomodate por aquí - Contestó a la vez que se incorporaba un poco y con un gesto con su brazo señalaba el lado izquierdo de aquel sofá.

Nos pusimos a hablar y a hablar sin parar, llegando a pasar por mi mente que podía llegar a tener algo con mi tía pues pareciamos dos adolescentes, sentados en un sofá y haciéndonos gracietas, carantoñas y algún que otro roze dejando que la noche de ese caluroso día fuera testigo de lo que tendría que pasar. Pasaron unos minutos, hasta que por las constantes gracietas y golpecitos la temperatura fue en aumento.

Cuando me quisé dar cuenta, en un descuido, mí tía deslizó su pierna por encima de las mias y con un pequeño impulso posó su marcado culo sobre mi pene. Sus manos se dirigieron a mis costados y con dos dedos provocaba en mi unos sobresaltos para intentar evitar que me hiciera cosquillas, haciendo que su hermosa vagina se restregara con mi pene.

Con la excusa de zafarme de los ataques de mi tía, mis manos intentaban tocar partes de su cuerpo...

-No sigas - Me advirtió inclinándose desde la parte de mis rodillas hasta llegar practicamente rozando su precioso rostro con mi cara.

-No estoy haciendo nada malo - Contesté pensando que ella no estuviera al tanto de mis intenciones.

-Puede que tu no, pero estoy casada y yo no quiero cometer nada malo - Replicó con una voz juguetona que dentro de mi sonó a que podía suceder algo.

-Si te apetece hacer algo hazlo, aquí estamos tu y yo a solas - Le dije pasando mis manos por sus caderas para intentar llegar a coger su culo.

-No me provoques... - Me volvió a advertir bajando sus manos por mi pecho y terminar reposando en mis costados, mientrás mis manos agarraron fuerte su espectacular culo.

Con mis manos en su trasero y cogiéndolo bien fuerte, empezé a mover lentamente a mi tía encima mia decomponiendo su rostro cada vez que la acercaba a mi, acompañado de una respiración, que entrecortada, se iba agitando.

Cuando ya llevabamos un rato restregando su vagina con mi pene, se levantó de encima mia y se arrodilló delante de mi. Deslizó sus brazos hasta mis pantalones, los agarró y con cierta difícultad consiguió bajarmelos, dejó mi pene casi duro al aire y a la vez que acercaba su hermoso rostro, una mano me la agarraba empezando a menearmela de arriba a bajo lentamente...

-Ahhhhh.... - Suspiré al techo del salón cuando rodeo con su lengua y posteriormente meterse en su boca toda la puntita de mi pene.

Poco a poco, con sus ojos brillantes mirándome fijamente, empezó a introducirse mi rabo casi al completo, tuvo que subir otra vez a la puntita de mi pene y volvió a descender, está vez sus carnosos labios no dejaban ver mi pene, aguantando unos segundos con mi rabo hasta su garganta empezó a subir y bajar con más ritmo, incluso a veces se la tragaba toda de golpe lo que le provocaba unas arcadas.

-Tía me corro...me corro - Le dije elevando los brazos hasta su cabeza, deslizando las manos le cogí su melena y con fuerza le introduje todo mi rabo.

-Ahhggg....ahhggg... - Buscando un aliento de aire, alejó su cabeza de mi miembro lubricado y arrodillada delante de mi le chorreaba mi corrida por la boca y barbilla se limpio con su pulgar, deteniendo la cascada de leche que le hizo su sobrino.

-¿Te gustó tía? - Pregunté inseguro acomodandome los pantalones

-No ha estado mal - Contestó levantándose para ir a por un paño para limpiarnos.

-No la verdad, podríamos repetir alguna que otra vez - Le dije como si de mi novia o mujer se tratase.

-Ya lo iremos viendo - Comentó a la vez que venia hacia mi y dandome un beso en la mejilla me terminó de decir -Buenas noches amor.. - Perdiéndose su cuerpo escultural por la oscuridad del pasillo.

-Buenas noches tía - Contesté con mi mirada perdiendo de vista su hermoso culo en la oscuridad.

Me quedé estirado en el sofá intentado creer lo que había sucedido con mi tía, tras un rato mirando las musarañas, espabilé y me fui al baño a ducharme, y por suspuesto a volver a masturbarme reconstruyendo los mejores momentos de aquella noche de verano.

PepeVLC