Empezar... solo empezar
Alguien supo aprovechar mi soledad y mi desorientación.
Esto me ocurrió cuando tenia 27 años, con dos hijos pequeños, casada con un hombre diez años mayor que yo vivíamos en el noreste de la Argentina el Gerente de una importante empresa, a pesar de los cuidados de los niños no había mucho que hacer en la casa, lo que me dejaba mucho tiempo para aburrirme, como el siempre tenia reuniones de negocios me propuso instalarme una rosticería en el pueblo donde vivíamos, me gusto la idea y de la noche a la mañana el negocio comenzó a marchar.
También llegaron a mis oídos rumores de pueblo donde me decían que mi marido con su posición económica no dejaba "pendeja" en el pueblo sin coger y de hacer buenos regalos a sus amantes, jamás di crédito a estos rumores, pero de una cosa estaba segura, no estaba atendida como corresponde en la cama, Con la rosticería, aparecieron los proveedores y entre ellos el panadero, mi personal venia recién a las 10 AM pero yo ya estaba en el local a las 08.00 AM para recibir el pan, siempre vestida normal para una señora, las polleras un poco cortas, pero nada del otro mundo.
Le daremos un nombre de fantasía "José" comenzó a intimar en cada entrega y comenzó con todo tipo de halagos a mi cuerpo a mis piernas, siempre rechace de plano todas estas situaciones pero el jamás se dio por vencido, una mañana llego y para poner el pan detrás del mostrador me toco mi culo como quien no quiere la cosa, no dije nada , no quería perder el único proveedor del pueblo y afectar mi negocio, la mañana siguiente mientras yo hacia las cuentas de la mañana sobre el mostrador, dejo el pan y me tomo por atrás, me sujeto ambas manos con las suyas, las cuales sentí fuertes y seguras, y me afirmo un pedazo de pija dura entre los pliegues de mi falda, me beso el cuello y me mordió la nuca, a pesar de mi resistencia, le pedí que parara y me susurro en el oído que mientras yo trabajaba mi marido se estaría tirando a su secretaria en algún hotel de Encarnación (Paraguay), le pedí que se fuera y se marcho, esa noche en mi lecho de casada no podía dormir, mientras mi marido lo hacia placidamente, cuando me desperté en la mañana, me duche, el ya no estaba en la casa, no se porque me elegí una micro-tanga, que cubría apenas mi concha depilada y en mi culo se perdía entre mis cachetes, dándole esa sensación de desnudez, elegí una mini muy suave muy volátil a cualquier brisa y una camisa de seda con mis pechos sin sostén, así abrí mi negocio a las 08.00 AM como todos los días diez minutos mas tarde, llego el dejo el pan en el lugar acostumbrado, yo siempre haciendo mis cuentas en el mostrador, y me dijo lo hermosa que estaba vestida, no conteste nada y se dirigió como para salir, se demoro solo unos segundos a mis espaldas, no voltee, ahora sus manos estaban en mis caderas, fuertes firmes, ansiosas, levanto la falda y su miembro en persona, se alojo en mi culo junto a la tira de la micro-tanga, me mordí, pero su boca exploraba mi cuello, una de sus manos ya jugaba en mis tetas y la otra me sacudía en espasmos mi clítoris, creo que el sintió mis contracciones de mi primer orgasmo, estaba súper lubricada, me dio vuelta y su lengua se introdujo en mi boca son una maestría total, me bajo la mano para agarrar su verga y fue con todo gusto, me desnudo en un abrir y cerrar de ojos, se desnudo, su boca me recorrió cada cm de piel, llego a mi sagrada cueva y ya mis líquidos de no se cuantos orgasmos fueron néctar a su paladar, se incorporo y con una presión suave me indico el camino a su verga, caliente y dura , los líquidos seminales corrían por su paredes, devore, me ahogue, me sacie, me refregué por mi cara hasta que el mar blanco de su esperma inundo mi boca, lo vi contraerse y pensé esta vez solo fue solo sexo oral, habrá nuevos días seguramente, me levanto y me introdujo su lengua donde juntamos mis líquidos y los suyos, siguió con su boca en mis pezones y en mi culo, me incorpore y me sentó en una mesa, me abrió de piernas y la descomunal bestia estaba ahí, chorreante , furiosa, dispuesta a arremeter con mis encantos, no aguante mas, la guié a mi cueva, aunque no hacia falta, comenzó despacio, hasta que sentí prácticamente sus bolas a mas puertas de mi culo, ya no podía respirar, los orgasmos no tenían principio ni fin, empezó el mete y saca y clave mis uñas en sus espaldas, ya no podía mas, cerré mis piernas a través de su cintura cuando se descargo, jamás me habían cogido de esa manera, ............ vinieron muchas mas, comencé mi carrera en el club de las infieles, ....pero eso será motivo de un nuevo relato.
Un Beso a todos...enigma