Empezar el año mamando
De casualidad, tengo la oportunidad de hacerle una gran mamada a un chico en los baños de la estación de tren...
EMPEZAR EL AÑO MAMANDO EN LA ESTACIÓN DE TREN
Todo ha ocurrido en Año Nuevo, iba con el coche hacia la estación de tren a recoger a mi tía que venía de celebrar la nochevieja en otra ciudad, y pensando en el morbo de los baños de RENFE, nunca había buscado ni encontrado rollo así pero tenía curiosidad por entrar a ver si veía algo. Llegué 20 minutos antes a la estación, justo para ver como en la pantalla anunciadora cambiaba los letreros retrasando la llegada a las 18:00, con lo que me quedaba hora y 20 minutos hasta que llegase el tren. Me salí a fumarme un pitillo, y en eso estaba cuándo vi un tío impresionante que no dejaba de mirarme, soy un chico muy normal, incluso con barriguita, es decir, que paso completamente desapercibido para los tíos cañón. Enseguida se me bajó la sangre de la cabeza al paquete, y empecé a mirarle también descaradamente, el tipo entró en la estación y yo lancé el cigarro para seguirle, en ese momento yo estaba convencido que iría al baño, era muy descarado como me miraba, estaba pendiente de si yo le seguía o no.
Le seguí hasta el bar, dónde se saludó con una hombre mayor, que parecía familiar y se fueron por otra puerta de la estación, entre avergonzado y decepcionado me puse a pasear por la estación, hasta que sin darme cuenta pasé por delante de la puerta del baño del sótano que está en los andenes, sin querer ni buscarlo estaba allí, y muerto de curiosidad y de morbo entré, por dentro me reía mucho, ya que yo me estaba casi imaginando en una película porno, por la situación que me había montado en la cabeza, pero realmente lo único que hacía era entrar en un baño por el que a lo largo del día pasan cientos de personas.
Vi un chico en los orinales de pared, quise ponerme en el de al lado suyo pero estaba estropeado, así que me quedé a una plaza suya, el chico estaba muy bueno, delgado, pelo corto, vestía muy bien, muy del rollo chico guapo, y era guapísimo, la verdad es que era una pieza, una muy buena pieza, debía tener mi edad, alrededor de 23 años. Me encantó, no dejaba de mirarlo, me encantaba, no dejaba de pensar que tendría marcada la cadera de esa manera tan excitante, de repente me di cuenta que me estaba mirando de reojo varias veces, enrojecí, pensaba que el pobre chaval estaría cansándose de mi por mirarle así, o que estaría molestándose. Entre la vergüenza, pensaba que no oía ruido de cómo orinaba, oía mi sonido pero cuándo paraba no oía ninguno más, estaban siendo segundos muy intensos. El chico se puso a lavarse las manos, y cuando acabé me puse con lo mismo, vi como el chico buscaba papel higiénico para secarse en los retretes y luego se secaba en el secador automático, deduje que no había papel y esperé apoyado en las picas a que terminara de secarse para secarme yo. Cuándo acabó me dirigí a la máquina y vi como el se giraba y situándose de nuevo en los orinales de pared se volvía a desabrochar el vaquero, yo a estas alturas ya tenía la imaginación volando a toda pastilla, y estaba muy caliente, se dispuso a orinar de nuevo mientras yo me secaba las manos, y la máquina estaba al lado de donde el se había colocado, de tal manera, que yo sentado en la pica secándome y el orinando podía ver en 2 metros de distancia sus manos manejando su paquete. Cuándo vi como se sacudía el rabo, sentí energía estallando entro de mi, si, se estaba machando la polla, estaba claro que el tío quería tema, me lo iba a poder cepillar.
Tenía un tío a escasa distancia delante de mí meneándose el rabo y mirando de reojo hacia atrás. Acabé de secarme, me acerqué y sin pensar en nada le solté "te apetece que te haga una mamada", el tío puso cara de sorpresa, no creo que fuera por la proposición, sino por la directa que acababa de lanzarle, cualquiera que estuviera por allí o entrará habría flipado, eran horas de mucho tráfico de viajeros.
Le dije de ir al baño de minusválidos y nos metimos, cerramos la puerta, me acerqué a besarlo pero me rechazó la cara, aunque pensé que el tío solo querría que le mamara y que no iba a conseguir nada más me dio igual, me encanta mamar, y el tío estaba muy bueno, quería hacerlo lo mejor posible, para conseguir volver a quedar con el, era tan guapo, estaba tan bueno, y tenía tanto aspecto interesante, el tío lo tenía todo, iba a disfrutar mucho de esa mamada.
Sin pensarlo más me agaché, al tiempo que el se desabrochaba la bragueta y se bajaba un poco los pantalones, entonces, yo le bajé de tirón el vaquero y salió un bueno rabo de golpe, debía medir, sus 18 o 19cm, de grosor era normal, pero era muy largo. Cada segundo estaba más excitado, tenía el vientre plano, los surcos de la cadera, estaba rasurado y depilado en las pelotas. Subí la mirada, le miré a los ojos y me tragué el rabo de golpe, chupando el capullo con ansia, arriba abajo, una y otra vez, como si fuera la última vez que podría hacerlo, sin parar, absorbiendo fuerte la polla, tragando todo lo que pudiese, el me cogía la cabeza y me follaba la boca, meneaba su culo para hacérmela tragar toda, de lo que yo estaba disfrutando salivaba todo lo que podía y notaba como se mezclaba mi saliva con su presumen y me caía por las comisuras de la boca. Cuándo no chupaba tan fuerte ni con tantas ansias el tío con la zapatilla me abría las piernas arrodilladas y apoyando el pie en mi paquete me empujaba a que subiera a chupar fuerte, para que no me quedase tanto rato en los huevos, y en las ingles. Cuándo me empujaba con el pie me ponía más cachondo, y me restregaba la zapatilla por el paquete de tal manera que hacía que yo apretara las piernas follándome su pie.
A todo esto la puerta no tenía cerrojo y el estaba de pie en la cabina sujetando la puerta con un par de dedos, con la otra mano sujetando mi cabeza y agarrándome el pelo, con los pantalones por los tobillos y conmigo amorrado a su polla como si fuera a morir. Disfruto mucho mamando, me encanta, y la suya estaba tremenda, le lamía el glande, repasaba sus bordes, le lamía la polla de costado, me la tragaba entera, le comía los huevos rasurados, le chupaba las ingles, y el me volvía a subir con su pie a que le chupara la polla entera, para así embestirme con sus movimientos de culo para que me la tragara entera, dejándome sin respiración, atragantado con esa polla.
De vez en cuándo subía la mirada con la boca llena de su tranca de carne y veía como me miraba, como disfrutaba y gemía, mientras cerraba los ojos e inclinaba la cabeza hacia atrás de lo que estaba disfrutando.
De repente empezó a mover la cadera a toda velocidad, mientras me cogía la cabeza hacia su paquete, follándome a toda prisa la boca y empujando con su pie para que me tragara entera la polla, y así, en medio de la locura, de estar chupando y lamiendo, mientras me follaba la boca, y me caía la saliva por las comisuras, empezó a pegar sacudidas más largas con el rabo en mi boca, hasta que se corrió de una manera impresionante, llenándome la boca, a la tercera salida de leche de su rabo ya me caía por la comisura, y me atragantaba, no podía respirar pero quería disfrutar del momento. Cuándo paró tenía la cara llena de leche, la boca repleta, escupí en el baño, y oímos un ruido que alguien entraba en los servicios.
Nos quedamos en silencio, mirando por el agujero de la puerta, era un tío lavándose, el estaba sujetando la puerta e intentando subirse los calzoncillos y como le faltaron manos, me lancé a ayudarle, subiéndole los calzoncillos y los pantalones, incluso estaba disfrutando con eso, noté sus piernas duras, su vello, su culo tierno. Sujeté yo la puerta y el se abrochó, no pudimos hablar.
Cuándo no hubo nadie salimos nos lavamos la cara y yo me marché, habiendo disfrutado de esa mamada como jamás lo había hecho, solo espero que le haya disfrutado tanto como yo, y creo que por su cara en el resultado así fue... la lástima fue despedirse con un hasta la próxima... aunque ahora se que voy a volver a buscarle...