Empezando a deshinibirnos

Nueva serie de relatos. Su vida sexual no iba bien, asi que despues de consultar a un especialista prueban cosas nuevas.

EMPEZANDO A DESHINIBIRNOS

Desde hacia unos meses mi novio y yo ibamos a la consulta de un sexologo muy prestigioso de Barcelona. Habiamos empezado a notar que nuestra vida sexual se empobrecia, estabamos cayendo en la monotonia y teniamos miedo de que pudieramos caer en la tentacion de buscar en otras personas el aliciente que ya no encontrabamos en nuestra pareja. Asi fue como empezamos nuestras aventuras sexuales, algunas ya las contare y otras ya os las comente (mirar Secretos y Secretos II).

En la consulta:

Sexologo: Bueno y cuentame tu primero, Mireia, ¿que es lo que piensas que ocurre en vuestra relacion sexual y cual piensas que podria ser la solucion?

Mireia: Creo que tenemos demasiado tabues, que no queremos probar otras cosas salvo las que consideramos normales, quizas por miedo al que pensaran o porque pensamos que no es normal las practicas que nos gustaria hacer.

Soxologo: Y tu, Jorge, ¿qué crees que es lo que ha sucedido?

Jorge: Pues creo que coincido con ella. Quizas la misma sociedad o la educacion que nos han proporcionado nos ha metido ciertas cosas en la cabeza y muchas practicas las relacionamos con las parejas homosexuales, o con las prostitutas,... y como no queremos parecer eso no hacemos nada.

Sexologo: Muy bien. Creo que deberemos ir poco a poco. Tendreis que ir probando las cosas despacito. Si quereis podeis ir empezando a contaros vuestras fantasias, o las cosas que os gustaria practicar, sexualmente hablando. Cuando ya hayais ido cogiendo confianza en este terreno, podeis pasar a la accion. Os dare visita para dentro de dos meses, espero que sea tiempo suficiente para que ya hayais probado algunas cositas.

Practicamente fue asi la consulta, aunque fue corta, fue elemental para nuestra relacion. A partir de ese dia, hace ahora algo mas de un año y medio, nuestra forma de ver el sexo pego un giro de 360º.

Cuando salimos de aquella consulta en Gran Via, nos dirigimos hacia nuestra casa, situada en la Barceloneta. Muy nerviosos, como si fuera nuestro primer dia de colegio, intentamos sacar el tema de conversacion. Empece yo:

Y bien cielo, ¿qué opinas de la decision del sexologo? Yo creo que esta bien, asi podremos ir conociendonos poco a poco en ese aspecto, y asi poder darnos mas placer e ir madurando juntos. ¿Qué te gustaria que probaramos? ¿Cuáles son tus fantasias, tus morbos mas ocultos?

Estoy contigo. Creo que ha sido acertada su decision. Podriamos ir empezando poco a poco, digo yo. Por ejemplo, esta tarde, intentare salir un poco antes del trabajo para venirte a recoger e irnos juntos al sex-shop que hay enfrente de la Plaza España y mirar alguna cosilla, ¿te parece?

Si, esta bien. Pero no me has contestado a la ultima pregunta que te dije, ¿qué te gustaria que probaramos para ir empezando? ¿cuáles son tus fantasias y tus morbos mas secretos?

Mmmm... dejame pensar... pues probar toda clase de juguetes contigo, ver peliculas porno juntos y si acaso poner en practica lo que hemos visto. Tambien podrias vestirte de colegiala, de enfermera, atarte con cuerdas, darte palmadas suaves en ese culito. No lo se, según como salga ya iremos viendo que vamos haciendo. ¿Te parece?

Le conteste con un beso largo, de pelicula. Y tal y como habiamos quedado salio una hora y media antes del trabajo que de costumbre y me paso a buscar por casa. Me fui informal, tal y como habia ido esa mañana a la consulta, con unos vaqueros ajustados a mi piel y una camiseta blanca de tirantes. En todo el trayecto, que apenas duro unos diez minutos, casi no hablamos. Yo por lo menos era por el nerviosismo, el supongo que tambien. Nos detuvimos en la puerta unos segundos, mirandonos a los ojos y luego al frente, hasta que el dio unos pasos y yo le segui. Entramos y unas luces rosadas iluminaban, en toda una primera sala, unas vitrinas con los juguetes que supongo se podian comprar. Solo reconoci unas pollas de plastico, unas vaginas de igual material y poco mas. Minutos mas tarde el dependiente nos explicaria que era cada cosa y como se utilizaba.

Enseguida salio de una habitacion, a traves de una cortina, un chico mas mayor que yo, pero aun era joven; tendria unos 25 o quizas 27 años, yo tenia 23. Era muy atractivo, eso si. Tenia el pelo de un color castaño claro con unos preciosos ojos verdes, vestia una camiseta de rejilla negra que dejar entrever su musculado cuerpo y unos vaqueros que marcaban a la perfeccion un culo redondo y una gran polla.

Nos acercamos al mostrador, enfrente de donde estaba el situado, y nos pregunto que andabamos buscando. Le comentemos nuestro problemilla, que queriamos probar algo nuevo que diera vida a nuestra vida amorosa. Nos enseño todo tipo de juguetes: pollas y coños de plastico, consoladores, bolas, ropa de cuero y latex, lenceria (de hombre y de mujer), vibradores, muñecas/os hinchables, masturbadores, revistas y videos, preservativos, afrodisiacos,... Me quede de piedra al ver tantas cosas, creo que incluso me sonroje. No supe elegir que queria, asi que le dije a Jorge que me ayudara. El tampoco supo que decir, por lo cual no tuvimos mas remedio que preguntarle al dependiente. Dani (ese era su nombre) nos dijo que como era para ir empezando, podiamos coger algunas cintas porno y algun consolador o alguna polla de plastico. Dijo que si queriamos algo mas no tuvieramos vergüenza de pedirlo, que estaba acostumbrado. Note que me miraba mucho las tetas, ya que la camiseta blanca que llevaba transparentaba un poco mis pezones y dejaban adivinar mis pechos, porque no llevaba sujetador. Antes de poder decirle que con eso bastanba por hoy y que seguramente nos veriamos otra vez, me pregunto con voz melosa si sabia utilizar todos aquellos objetos. Me guiño un ojo y cojiendo todo lo que estaba encima del mostrador, aparto la cortina y nos fuimos a la trastienda.

Alli habia una mesa enorme de madera con unos papeles y una lamparita encima, una silla y un sofa con una television enfrente. El suelo estaba todo enmoquetado, por lo que nos pidio que nos descalzaramos. Dani dejo todo lo que llevaba en el sofa, nos pidio que le esperasemos ahí y fue a cerrar la tienda, para que nadie puediera molestarnos. Cuando volvio hizo que Jorge se sentara en el sofa y el se sento en la silla, y me dijo que me bajara los pantalones. Con gesto me dijo que ahora me sentara en la mesa. Solamente llevaba la camiseta y las bragas. Apoyando su mano en mi, me tumbo. Mi nerviosismo crecia cada vez mas. Antes de que Dani hiciera cualquier cosa, le pregunto a Jorge si deseaba que le mostrase como utilizar aquellos juguetes con ella y le enseñara a darle placer. Este accedio y yo, mas roja que nunca, me quede paralizada. Iba a tocarme otro hombre, y encima lo consentia Jorge. Con delicadeza levanto mis piernas y me quito las bragas, dejando al descubierta mi coño.

No lo tenia rasurado, estaba al natural, y note la cara de asombro que puso Dani. Se fue al baño, cojio un cuenco lleno de agua y lo trajo junto a una cuchilla, espuma de afeitar y unas tijeras pequeñas. Cuando Jorge miro a Dani, aprobo lo que iba a hacer. Dani volvio a donde estaba sentado, abrio mis piernas, las apoyo en sus fuertes hombros y recorto el vello pubico hasta dejarlo casi a ras de piel. Luego puso una capa de espuma sobre mi monte de venus y con la cuchilla fue desapareciendo el vello que aun quedaba. Yo al notar el frio de la espuma y el de la hoja de la cuchilla, y mas por esa zona, me fui calentando poco a poco, ya sin importarme que no fuera mi novio el que me estaba haciendo eso. Me limpio los restos de espuma con una toalla pequeña y paso su lengua por mis labios mayores e inferiores, mi clitoris y el resto de mi coño para comprobar que habia quedado suave y no habia quedado ningun pelo. Me estrmeci de placer y la humedad de mi vagina se fue deslizando hacia mi culito.

Dani, observando que ya estaba excitada, pidio a Jorge que le acercara una de las pollas de latex que habia alli y le dijo que se pusiera una cinta, para que el tambien fuese calentandose y disfrutando. Le paso una polla negra, gorda y larga. Me la acaricio la entrada de mi coño y fue subiendo y bajando, haciendo que cada vez deseara que me la metiera dentro. Ademas, como Jorge se puso a ver la cinta porno, estaba oyendo a la chica de la pelicula gemir y eso aun hacia que estubiera mas cachonda. Sin esperarlo y de un empujon metio esa polla en mi vagina, sacandola y metiendola de nuevo con rapidez. La polla tenia algo parecido a una uña que iba acariciando mi clitoris a cada empujon. Eso hizo que en escasos minutos yo notara que me iba a correr. Grite a Dani que fuera mas rapido, que iba a correrme y no queria esperar mas, sin embargo el paro y acerco aquella polla a mi boca, acaricio mis labios y me la metio en la boca. Me dijo que la limpiara, imaginando que era la de mi novio. Levante la cabeza y Jorge se estaba masturbando mirando la pelicula. Dani cojio la toalla con la que me habia limpiado cuando me depilo, que habia dejado en el otro extremo de la mesa y seco mis jugos. Dijo que le gustaba mas ver como iban entrando las cosas con dificultad en los coños de las mujeres, que sino la cosa era muy facil. Bajo mis piernas y me volteo, dejandome esta vez boca abajo sobre la mesa, y me quito la camiseta.

Dio la vuelta a la mesa para ver mis pechos sobre la madera, levanto un poco mi cuerpo para observarlos mejor y acercando su cara a mis pezones los mordisqueo, haciendo que se endurecieran. Volvio a su posicion inicial, cojio un consolador anal y lo lubrico con vaselina; tambien lubrico mi culo. Puso la cabeza del consolador en la entrada del ano y empujo. Mi instinto fue cerrar el orificio y me dio un azote en el culo, dejandome los cinco dedos marcados. Tratandome de puta, me dijo que me relajara y que asi no le doleria tanto, o me haria sentir verdadero dolor. Intente pensar en otra cosa mientras el empujaba, sin ninguna clase de delicadeza, aquel consolador de plastico hacia mi interior. La vaselina hacia que resbalara sobre la piel, aunque finalmente entro la punta muy a mi pesar. Hundio el consolador en toda su totalidad en mi culo, haciendo que gritara de dolor y empezase a llorar.

Dani, excitado por la situacion y por mi dolor, me dio repetidos azotes, notando como mis nalgas ardian. Estiro de mis cabellos hacia atrás y me dijo al oido que me callara, que me comportara como una autentica zorra que era lo que le gusta a los hombres. Me solto y siguio follandome el culo con aquello. Me escupio en el culo dos o tres veces para que entrara mejor. Le suplique que parara, que me hacia mucho daño, pero el solo se limito a seguir metiendo y sacando el consolador y a bajarse los pantalones, clavandome su polla ahora por el coño de nuevo. Al no estar nada excitada, mi vagina no estaba mojada y le costo algo meterme la polla, aunque no le importo porque lo hizo con la misma fuerza con la que antes habia metido el consolador en mi trasero.

Al cabo de un rato, estando follada pos mis dos agujeros, mis gritos de dolor fueron transformandose en gemidos de placer. Cada vez Dani movia su polla y el consolador con mas agilidad, hasta que estuvo a punto de correrse, saco su polla y estallo en mi espalda. Saco el consolador de mi culo y de nuevo, me dejo con las ganas de correrme y disfrutar yo tambien de la tarde. Empezaba ya a oscurecer, asi que aquello no duraria mucho mas, aunque no se si queria que aquella tarde terminase. Jorge... casi me habia olvidado de el. Esta vez estaba leyendo una revista. Pobre... no creo que hubiera disfrutado mucho con aquel espectaculo. Por lo menos no tenia cara de enfadado. Dani saco de sus pensamientos a Jorge, le dijo que cojiera un consolador doble y me masturbara con el. Se acerco mi novio a mi culo y introdujo cada parte del consolador por donde correspondia: uno por el coño y otro por el culo, y empezo a moverlo ritmicamente. Dani se puso enfrente mio, sin los pantalones todavia, y cojiendome de la cabeza hizo que le hiciera una mamada. Esta vez si que, por fin, pudimos corrernos Dani y yo, el en mi boca. Cuando acabamos, Jorge agradecio a Dani aquella clase practica, me sonrio, me vesti y nos fuimos casi mas enamorados de lo que entramos.

En el camino a casa comentamos la tarde y lo mas singular fue que, aunque el me dijo que sintio algo de celos cuando estaba en manos de aquel dependiente, le excito mucho verm asi. Nos besamos y aquello sirvio para que empezaramos a deshinibirnos.

Espero vuestros comentarios. Un beso.