Empezando a conocer a una mujer

La Historia que narra mi vida, con una mujer, con una familia, que duro 25 años, que fue increible, que crei humillante y material y por eso lo deje, pero ahora no estoy seguro si valió la pena.

Empezando a conocer a una mujer

(PRESENTACION)

Estuve 25 años con Beatriz y me doy cuenta que apenas la conocía, a pesar de que con ella conocí el cielo y el infierno del sexo; y no he vuelto a gozar jamás igual con otra mujer.

No se por que pero continuamente me siento como, debió de haberse sentido, el Topo, después de haber cambiado los ojos por el rabo. Es un cuento, es un refrán, es un dicho que cada vez tengo mas presente; aunque mis preguntas continuas son: ¿Fue feliz el Topo después del cambio? ¿Fue feliz la Rana después del cambio? ¿Quién fue más feliz de los dos después del cambio? ¿Se arrepintió mas tarde el Topo por el cambio efectuado? ¿Se arrepintió la Rana del cambio realizado? ¿Si pudiese desharía el cambio el Topo? ¿La Rana si tuviera la oportunidad desharía el cambio?

Mi historia es la siguiente:

Con 22 años, me conoció Beatriz, ella tenía 16, y era la hermana de la novia de un amigo, más que amigo, compañero de pensión.

Me había visto con el novio de su hermana y quería conocerme, así que le había pedido al novio de su hermana, Jose, que nos presentara.

Jose me dijo en la pensión, en un aparte, que la hermana de su novia quería conocerme y que le haría un gran favor si accedía a la presentación. Yo que llevaba poco tiempo allí, y no había conseguido ninguna relación femenina todavía accedí. Quedamos para el sábado.

El sábado fui con Jose a la cita, el llego acompañado de su novia Esther, yo no la conocía, era un bomboncito, pequeña, 155 cm. de estatura, pero una autentica barbi, pantalón baquero levis, no entraba nada entre su piel y el pantalón, yo la imagine sin bragas; una camisa de tergal blanca, abierta, dejando ver el canalillo, y un sujetador de copa entera y encaje color carne, que sujetaba unos fuertes y redondos pechos, que a pesar de tal sujetador querían mostrarse y a penas ocultaban el orgullo y la altivez de sus pezones; esa chica iba montada en unos zapatos con un tacón de al menos 15 cm. de alto. Mientras me la presentaba, apenas le mire a la cara y pensaba ¿Cómo será la hermanita? Esther tenia una melena negra a media espalda, cara almendrada, morena, ojos marrón oscuros, grandes, lo mismo que su boca, con sus labios, gordos y sensuales; en una palabra una monada.

Me llevaron a encontrarnos con Beatriz, la hermanita, que estaba acompañada de tres amigas, Begoña, Conchi y Pili, todas de entre 16 y 18 años. El panorama era alentador, estaban bien, como vulgarmente se dice para hacerles un favor a cualquiera de las cuatro, pero ni punto de comparación con Esther. No pude reconocer a Beatriz, ninguna se parecía a Esther, esa fue mi primera desilusión; eran mas infantiles, menos sexys, y sin dejar de estar bien, mucho peor dotadas.

Esther me las fue presentando, aunque omitió decirme cual era su hermana.

Beatriz, morena, de pelo corto y castaño claro, era gordita, diremos maciza, de grandes pechos, y 160 de estatura, un buen culo y una ligera tripita, y una cara de niña traviesa; la peor físicamente de las cuatro.

Begoña, parecía la mayor, era en principio la mejor, rubia de pelo largo, buen cuerpo y buen pecho, moderna y provocativa.

Conchi, la mas joven de las cuatro, infantil con una ropa que no le iba, parecía mas inocente y niña de lo que era, morena, melena, buen cuerpo, fría, aunque se dejaba ver.

Pili, la mas sexy, media melena, rubia, calentona y calentorra, buen cuerpo y bien marcado, provocadora y provocativa.

Me llevaron, o mejor dicho las lleve a un baile de la zona, y estuve bailando con las cuatro. Yo solo bailo el agarrado y muy lento, ya que soy muy torpe, y carente de dotes para el baile y la música; aunque aprovechó mucho y muy bien esta carencia para tocar a mi pareja, sintiéndola y conociéndola bien, y dando me a conocer.

Con Begoña, 18 años y la mas buena de las 4. Rubia, delgada, figura vistosa y sexy, pero muy fría, aunque simpática y con ella no había nada que hacer, ella no quería nada y lo dejo claro desde el principio, además estaba estudiando en una universidad de la otra punta de la península.

Con Conchi, la mas joven de las cuatro, muy infantil en apariencia y vistiendo; morena y a pesar de la mascara de su ropa con un buen cuerpo y con ganas de marcha, caliente; pero con el problema de su padre que la vigilaba continuamente y le ponía unos horarios muy estrictos y una ropa de niña, se podían hacer muchas cosas, era cuestión de tiempo y sobre todo lugar; con el pequeño problema de estar súper protegida por su papa y las posibilidades mínimas, ya que con ella a solas, mas allá de la pista de baile, en la que podría hacer cualquier cosa, completa y realmente imposible.

Con Pili, rubia sexy, buena figura, 17 años, la mas asequible tal vez. Habría que intentar algo con ella, en la pista se podía cualquier cosa, y fuera de la pista era cuestión de oportunidades y coincidencias, era una posibilidad real, aunque incierta y de mucho trabajo.

Con Beatriz, era gordita, de 164 cm. de estatura, con pechos grandes, buen culo, nada sexy y con algo de tripa; rubia oscura y con ojos claros y cara de niña y 16 años; estaba recién salida de la escuela y no me llamaba mucho, era incierta, de respuesta rápida pero corta; tan pronto parecía que era fácil, como la mas difícil. Suave y cariñosa; alegre y fácil, de contacto mantenido y sino a empezar del principio. No entraba en mis opciones.

Las lleve a casa, como el autobús de línea, no quede con ninguna.

Me encontré el martes con Esther, me saludo y me pregunto que tal con su hermana el fin de semana, si nos habíamos entendido bien; yo le conteste que bien en general con las cuatro; que me tenia que perdonar, pero no sabia cual de ellas era su hermana, ya que en la presentación no lo habían dicho y ninguna de ellas se parecía a ella, ya que ella era el cisne y las otras los patitos feos. Me dijo que su hermana era Beatriz; y me dijo que por que no nos reuníamos el próximo jueves, que a Beatriz le gustaría y a ella también. Le dije que no sabía si podría ir. Ella insistió en que contaban conmigo.

Mi sorpresa fue, Beatriz era su hermana, un desengaño y una frustración.

Jose me pidió por favor que invitase a Beatriz a salir el fin de semana. Me dijo que era muy caliente y que el domingo me la podía tirar, si me la trabajaba bien hoy y el sábado; que no fuera tímido y que atacara desde el principio, que ella no se resistiría; y además le haría un gran favor a el y a Esther y me quedarían agradecidos.

Yo accedí y quede en hacerle el favor a el, a Esther y a Beatriz, y que ya me lo pagaría en algún momento, pensando en que igual conseguía que Esther pagase el favor. Y dándole rienda a la imaginación que podía bailar con ella y darle un buen magreo, y por que no ya metidos en gastos de soñar, echarle un par de polvos.

El jueves salimos como dos parejas, filtrée con ellas y quedamos para el sábado que iríamos al baile, y bese a Beatriz.

El sábado, volví a salir con las amiguitas, Begoña me paro los pies varias veces, Pili me dio el esquinazo y me puse las botas con Conchi y Beatriz. Las acompañe a casa y a Beatriz la última, y en la puerta de su casa, la bese y toque, hasta el punto que me pareció que había tenido un orgasmo.

El domingo, Beatriz llego sola, es decir sin sus amigas, con Esther y Jose. Fuimos a tomar algo y Esther estaba rara, con una conversación muy erótica y excitante, y tocando de forma descarada a Beatriz, que estaba muy excitada también. Nos dejaron en la puerta de la disco. Beatriz era mantequilla que pedía guerra.

Al poco la invite a salir a tomar algo, después de bailar con ella, tocar todo su cuerpo y llevarla al orgasmo al menos una vez y saborear sus labios.

Fuimos en el coche a un lugar apartado, y toque y bese todo su cuerpo, la masturbe con mis dedos en su vagina, hasta el tercer orgasmo; me hice una paja con su mano, pero no me atreví a penetrarla.

La lleve a casa, nos despedimos con un beso en la boca, y yo loco de mi, diciéndole, la próxima vez te penetro, ella contesto mansamente, lo que quieras.

No quedamos, tan apurado, acelerado y desconcertado estaba yo.

El Jueves siguiente Jose, me dijo que si podía ir con ellos, yo le dije que lo sentía pero tenia que trabajar; me dijo, pero el sábado si saldremos los cuatro, le dije que si, me respondió, que contaba conmigo.

El sábado, se repitió la situación del sábado anterior, aparecieron las amiguitas, que por un lado lo jodieron todo y por otro tuve la oportunidad de gozar de todas ellas, ya que esta vez Pili no se escaqueo, y disfrute tocándolas a todas, aunque Conchi, con su inocencia infantil, y Beatriz con su ofrecimiento me volvieran loco.

De nuevo las fui repartiendo a todas por sus casas, y al final Beatriz. Con el coche parado en un lugar sin viviendas, la bese y toque, comprendí que estaba en oferta, le pedí que se quitara las bragas, como medida de conformidad, la desnude con excepción de su falda y camisa, me solté el pantalón y la penetre, de nuevo tuvo varios orgasmos.

Estaba pretendiendo que Beatriz me la mamase, cuando ví a Esther que mirando sonriente me hacia señas para que saliera su hermana, que por cierto me desconcertaba con una negativa profunda y rotunda a mamarmela.

Me despedí de las dos, de Esther, mientras Beatriz se arreglaba.

El domingo volvimos a salir, y la salida fue sexo y mas sexo, de camino a la discoteca y sin preparación, me pare y la bese, al rato estaba penetrándola, me corrí en su tripa, y la lleve a la discoteca masajeándose con la leche el vientre y los pechos.

Bailamos y volvimos a salir a tomar algo, un nuevo polvo que le hecho, pensando que es una maravilla; intento de nuevo que me la chupe y se vuelve a negar categóricamente. Volvemos a la discoteca.

La llevo a casa y en el descampado antes de llegar, repetimos la faena del día anterior, y con la llegada de Esther, que vuelvo a penetrar a su hermana, que se deja coger dócilmente, y llena de placer tiene un orgasmo. Sale y se va con Esther que se ríe.

Así sigue con normalidad todo durante un par de meses, en los que la variación consiste en que sus amigas dejan de acompañarnos.

Beatriz sigue dócil y caliente, se deja hacer todo, bueno penetrar una y otra vez, volviéndose loca de placer, pero por más que intento que me la mame o penetrar su culo no lo consigo. Se echa a llorar y me rechaza, la cojo y se deja siempre que desista de penetrar su boca o culo, se entrega y vuelve a gozar.

Esther continua empeñada en controlar nuestro ultimo polvo.

Al cabo de tres meses con esta relación, he hecho el amor con Beatriz mas veces que en el resto de mis largos 24 años con otras.

Jose me invita a ir con el y con Esther, y como no, por supuesto con Beatriz a Francia a ver una película "Historia de Ô", acepto. Todo vuelve a cambiar de aquí en adelante. Compruebo que Esther es muy parecida a Beatriz en comportamiento sexual.

En el cine y durante la película, contemplo con sorpresa, no exenta de un cierto horror como se masturba Esther y como la toca, eso si de la forma mas discreta Jose, pero tiene varios orgasmos.

Al salir del cine y volver, Jose me pide que conduzca, y el se sienta en el asiento trasero con Esther, la toca, la besa, la desnuda, la lleva al orgasmo varias veces y hace que se la mame. Al llegar nos deja a mi y a Beatriz cerca de mi coche y se van. Llegamos a casa de Beatriz y veo mientras yo hago el amor con Beatriz, como Jose, un poco mas allá, esta follando a Esther, salen del coche y veo a la perfección como el la penetra por el culo, se viene en su boca, le vuelve a penetrar el culo; Esther me mira y es consciente de que yo lo veo todo: Jose la vuelve a penetrar analmente y goza de su boca, para finalmente sentarla sobre su pene, que es donde ella se vuelve loca.

Yo con ese magnifico espectáculo me despisto y me vengo en el coño de Beatriz, ella, después de un fenomenal orgasmo se hecha a llorar, se viste de mala manera y hecha a correr a su casa, sin despedirse. Me quedo sin saber que hacer y después de un rato, pasa Esther sonriente que me saluda y me dice que no me preocupe que Beatriz es una chiquilla y tiene que crecer, y eso se hace aprendiendo.

Al día siguiente Jose me dice que no me encariñe con Beatriz, que aunque parece una niña, es una putita calentorra, que lo que le encanta es follar. Que poco me queda con ella. Yo le digo que estoy muy bien con ella y que tal vez me case con ella.

Jose se ríe, y me dice que me debe un favor, y que me lo va a hacer, informándome de quien es Beatriz.

Me pregunta si se por que me ha pedido que saliera con ella, y me dijo que me la podía tirar y lo que tenia que hacer para tirarla. Le respondo que no. Y el me dice por que necesitaba un respiro, ya que con las dos hermanas no podía. Que Beatriz había follado con un amigo suya antes, pero que lo habían dejado, por que el quería mas pero ella solo folla por el coño, y además andaba con otro chico de su edad y de al lado de su casa, también follando y para rematarla, se entiende con dos de sus amigas, una de ellas Begoña. Y además también con un primo. Es decir que no tengo nada que hacer y además mejor por que sino voy a tener la cama llena cada vez que se descuide. Me dice que me aleje de ella. Y me recuerda la película que habíamos visto hacia un tiempo en Francia "Historia de Ô".