Empezando

La historia de como baje una app para conocer personas y poder coger.

Hace dos años me encontraba aburrida en mi casa, me baje una app para conocer personas.

Al principio pense que no encontraria a nadie, pero bueno, resulta que si. No soy muy agraciada y la verdad no tengo un buen cuerpo, o eso creo yo. 1.60, cabello negro no muy largo, un par de tetas bien formadas, unos labios que son excelentes para mamar y un trasero nada mal.

Conoci a varios chicos, pero uno de ellos me gustaba mucho, le pedi ayuda con una materia de la universidad que me causaba problemas, accedio a ayudar y nos vimos. Era una escuela, estudiamos, fuimos por un café y me invito a su casa.

Yo sabia a lo que iba, asi que bueno, empezamos a besarnos, besaba mi cuello, mi boca, me tocaba las tetas, yo estaba fascinada y sentia como poco a poco me iba mojando mas y mas. Lo besaba y tocaba su paquete por encima de la ropa, poco a poco fue creciendo. Nos empezamos a desnudar y yo me puse de rodillas, lista para mamar, es lo que mas me gusta hacer.

Le di tal mamada que acabo en mi boca, nunca me habia tragado la leche de un hombre, pero aquel semen estaba tibio y sabia rico, en un abrir y cerrar de ojos, ya me lo habia tragado, eso lo dejo encantado.

Me hizo un oral de lo mas delicioso, me metia la lengua, la sacaba, lamia mi clitoris, me metia uno, dos, tres dedos, yo estaba escurriendo. Se puso un condon y me empezo a coger.

Primero abrio mis piernas, lo metio lento, luego mas rapido y mas duro, yo gemia de placer, era un tipo guapisimo y yo me lo estaba comiendo. Luego me puso en 4, sentia como su pene chocaba contra mi utero, era tan delicioso, yo le pedia mas y mas, el me daba nalgadas, me jalaba el cabello, me sentia toda una puta.

Seguimos cogiendo, ahora yo arriba, el tocaba mis senos, los presionaba, se acercaba a mamarlos, yo cabalgaba en aquella verga tan rica, seguimos asi hasta que por fin acabo, fue tan rapido que ya no hubo tiempo de que se corriera en mi boca.

Al final me vestí, me llevo al metro y quedamos de vernos otro día, las siguientes veces fueron aún más deliciosas, pero luego les cuento otra historia.