Empalada por mi tio Ernesto.
Lo único que necesitaba mi tío para regalarle su pollon a su sobrina pequeña es que cumpliese los 18 años, pero follar con mi tío preferido solo fue la punta del iceberg.
Os aseguro que desde que eligen las historias mi prima y mi madre, nos estamos volviendo más activos sexualmente.
Sobre todo mi prima.
Y esta historia la ha puesto como una moto.
Gracias
alfaretrusinx199
por enviarnos tu historia para revisar y publicar.
Si pudiese pedir cualquier cosa para mi 18 cumpleaños, os juro que me pediría una noche con el hermano de mi padre.
Y digo “Hermano de mi padre” porque me niego a llamar “Tío” a un hombre tan atractivo y genial.
Ernesto es como se llama el hombre del que estoy enamorada en “coño y alma” como dice mi amiga Silvia.
Es policía anti-disturbios, por eso tiene ese cuerpazo, aparte que es Bombero voluntario.
Lo malo es que mi tía Esperanza, me cae muy bien y desear Ernesto me hace sentir un poco mal.
Ernesto y Esperanza son tal para cual, ella es preciosa, de esas mujeres que no necesitan maquillaje para ser más atractivas, es más cuando se pinta de rojo los labios he pensado más de una vez en convertirme en Bollera (lesbiana), es muy blanca, rubia natural y con los ojos verdes, siempre tiene moscones alrededor, pero solo tiene ojos para Ernesto.
Mi tía Esperanza es Psiquiatra forense, la primera vez que escuche este “palabro” pensé que era la que les revisaba el cerebro a los muertos, pero no, su trabajo es decirle al juez si una persona está lo bastante loca para cometer los delitos o si está haciendo cuento.
Y llego el dia de mi cumple, y tuve muy buenos regalos, pero no el que realmente quería.
Serían las 23:45 horas, poco antes de irse de la fiesta de mi cumpleaños cuando mi tía Esperanza se acercó a mí y dijo:
- Ven a casa este sabado por la mañana y trae un Euro, sobre todo es muy importante que traigas el Euro.
Antes de que preguntara, me dijo que simplemente hiciese lo que me pedía.
Estuve los dos días que quedaban muy impaciente y preguntándome en qué consistiría mi visita a casa de mi Tía Esperanza.
Con un Euro en el bolsillo de los vaqueros, me fui andando a casa de mis tíos, ya que no esta a mas de 50 metros.
Posiblemente no vería a Ernesto, porque estaría en el Voluntariado de los Bomberos, por eso no me arregle demasiado.
Abrio la puerta mi tia y me llevo a su despacho, nos sentamos en dos sillones la una frente a la otra, me entregó un papel era una factura por valor de un euro.
Por cierto, todavía no os he dicho que me llamo Samantha, aunque todo el mundo me llama Sam.
- Sam, dame por favor el Euro.
Una vez se lo entregué, me dijo que era su paciente y me dijo que estaba protegida por la confidencialidad médico-paciente.
Me explico que me haría unas cuantas preguntas y que no temiese
“para nada”
las repercusiones que pudieran acarrear mis respuestas, y me repitio
“para nada”
varias veces más, pero que sobre todo contestase con mi más absoluta sinceridad.
- Sam, estás preparada.
- Pues claro, Tía.
- Sam,¿A qué edad tuviste tu primera regla?.
- 13 años.
- Sam, ¿A que edad tuviste tus primeras relaciones sexuales?.
Me quede pensando, tenía un poco de miedo de que mis padres se enterasen, mi tía se dio cuenta y me dijo que cualquier cosa que yo le dijese
nunca
saldría de su boca, repitió
nunca.
- A los 16 años.
- Sam, ¿fueron satisfactorias para ti esas relaciones?.
- Casi todas, menos la primera, que fue un verdadero fiasco.
- Sam, no eres la única mujer que tuvo un comienzo desastroso.
- Sam, ¿Has tenido alguna enfermedad de transmisión sexual o infecciones vaginales?.
- No, ninguna.
- Sam,¿te gustaría follar con tu tío Ernesto?.
Estaba segura de que no lo había escuchado bien, era imposible que mi tía me hiciese ese tipo de pregunta.
- Por favor,Tía, me puedes repetir la pregunta creo que no la he entendido bien.
- Sam, la reformulare a ver si la entiendes ahora.
- Sam, ¿sientes deseos de follar con tu tío Ernesto?.
Me quede callada como una eternidad, y mi tía Esperanza me dijo con voz tranquila que dijese lo que dijese, mi respuesta no tendria ningun efecto negativo, ni habria ningun enfado por ello, así que tome la resolucion de ser brutalmente sincera.
- No solo lo deseo, creo que estoy perdidamente enamorada de él.
Mi tía Esperanza se quedó pensando en mi respuesta, un buen rato.
Se levantó del sillón y me dijo que la siguiese, subimos al piso de arriba que es donde están las habitaciones.
Yo sabía a ciencia cierta que Ernesto no estaba por lo del voluntariado, por ello no tenía ni idea que me iba a enseñar.
Cuando abrió la puerta de la habitación de matrimonio me quedé petrificada, allí estaba esa escultura humana llamada Ernesto, dormido del todo y a medio tapar.
Vi medio destapado su perfecto culo y se me encharco el coño, era imposible que ninguna mujer en este mundo estuviese más cachonda que yo en ese instante.
Creo que me temblaban hasta la piernas.
- Sam, tu tío pidió que le liberaran este dia hace un mes, está durmiendo porque ayer estaba muy nervioso por estar contigo, y cuando se pone nervioso solo piensa en follar, y yo le dije que no, que el dia de hoy tenía que estar al 100%, que tu te lo mereces.
- Tía,perooooooooooooo………………
Me contestó con un pequeño empujón para que entrase en la habitación y me dijo al oído para que Ernesto no se despertara, que ella se iba a cambiar, que se iba de la casa para dejarnos total libertad y después cerró la puerta.
Mire para todos lados por si habia una camara o algo raro, me dio por pensar que era una broma pesada y que si me desnudaba todo el mundo entraría en la habitación y de reirían de mí.
Pero cuando volví a mirar el más que apetecible culo de Ernesto, se acabaron mis dudas, tenía la sensación de que si no me hubiese puesto Salva-Slip, tendría mojadas las bragas y el pantalón de lo intensamente cachonda y mojada que estaba.
Me desnude en pocos segundos, pero, ¿Ahora que hacía?.
Tanto tiempo pensando en esto y ahora no sabia que hacer.
Opté por acostarme a su lado y abrazarlo, yo mido 1,65 cm. y el alrededor de 1,85 cm, me veía pequeña al lado de él, y eso me excitaba mucho más, joder se me estaban humedeciendo hasta los pelitos del coño.
Al abrazarme a él noté su calor y sobre todo su olor a hombre mezclado con lo que me parecía Calvin One.
La sensación de tener ese cuerpo pegado al mío y desnudo era indescriptible.
Por un momento, pensé que no estaría mal descubrir a qué me enfrentaba, saber el tamaño de lo que tenía entre las piernas.
Así que me metí debajo de la sábana blanca, me excitaba muchísimo esta situación, me moví por encima de su cadera izquierda y me encontré con la polla mas grande que había visto hasta el momento, las dos pollas anteriores parecían las de un niño en comparación con esta.
Lo más impresionante por eso era su grosor, estaba tan asustada como excitada ante la posibilidad de meterme semejante polla dentro de mi coñito.
Estaba flácido, no me hacía una idea de como estaria totalmente erecto.
Por curiosidad, lo toque y acaricie alguna de sus venas.
- Sam, qué maravilloso despertar.
Ernesto, se puso boca arriba y de pronto me vi con el aparato delante de mi cara, y estaba empezando a crecer.
Cuando retiró la sábana, me vio desnuda y sonrió y dijo:
- Esta chica cumpleañera todavía no ha recibido el regalo especial de su tío Ernesto, aunque con unos días de retraso se lo entregare, pero como dice el refrán, “Mas vale tarde que nunca”.
- Sam, cómo es tu regalo, estas en tu derecho de elegir posición.
La polla de el padre de mi hermano, estaba en su apogeo, aunque seguramente debido a su peso estaba algo torcida hacia la izquierda.
Pensé que siendo tan grande lo ideal es que yo me pusiese encima y así podría controlar la penetración.
- Ven aqui,Sam, dimelo al oido, quiero oírte susurrar.
Me acerque a el y le dije que quería ponerme encima de él, mientras yo se lo decía el me metio un dedo en el coñito, lo que me sobresalto de placer, me cogió del pelo y me acerco a su boca y me dio un intenso, húmedo y muy sexual beso con lengua.
- Sam, tienes todas las piernas mojadas, ¿Tanto lo deseas?.
Ni me molesté en contestarle me puse de pie encima de él, flexione las rodillas hasta que su pene toco mis muslos, con mis mano izquierda cogí su polla y la dirigí a la entrada de mi vagina.
Con cuidado, empecé a bajar, cuando entro la punta senti un escalofrio en mi columna vertebral muy placentero, meterse una polla tan grande en tu coño es una sensación muy difícil de explicar.
Me extrañaba que no me doliese mientras iba entrando, eso si notaba como iba abriendose camino dentro de mi, y me sentía repleta de hombre, colmada.
Cuando la tuve toda dentro de mi, y contacto mi labios del coño con sus testiculos, estuve a punto de llorar de felicidad, solté un gemido de satisfacción, era un sueño hecho realidad.
Ernesto me agarro de las caderas y empezó a ayudarme a moverme, a partir de la tercera bombeada, mi coño empezó a tirarse pedos, no es broma.
Me avergoncé un poco y Ernesto se rió, y me dijo que era normal, que le había pasado hace años con su tía, se llamaba Flatulus Vaginalis, se ve que la vagina coge aire y lo expulsa de forma ruidosa, aunque nada olorosa.
Lo que me comentó me tranquilizo y me pude concentrar en el mete y saca que teníamos.
Tenía un dilema de adolescente, quería cerrar los ojos para sentir la polla de Ernesto y también quería seguir mirando sus ojos y su cara mientras follábamos, pero no podia hacer las dos cosas a la vez.
Cerré los ojos unos segundos y me centre en sentir el mástil de carne que tenía dentro de mi pequeño coño, y sin casi advertirlo chille el nombre de mi tio.
- No me llames Ernesto, soy tu tito, el que cuida de ti.-
me dijo, mirándome con deseo.
Volví a cerrar los ojos, y esta vez dije “Tito” y eso evoco mi infancia, cuando me sentaba en su regazo para que me leyese cuentos y se disparó mi excitación aún más.
Lo más extraño es que el pensar en estar sentada encima de mi tío cuando era una niña pudiese alterarme tanto como para provocarme el orgasmo más salvaje de mi vida, fue tan fuerte que mientras chillaba “Tito” arañe a mi tío en el pecho, lejos de quejarse o enfadarse me cogió más fuerte del culo y se preparó para descargarse en mi.
Os mentiría si os dijese que hay una placer parecido a ese, es como un subidón en todo tu cuerpo y cuando crees que ya ha acabado, te viene uno más fuerte.
Cuando terminó la ola de placer de esparcirse por todo mi cuerpo, mi tio me apretó el culo con tanta fuerza que pensé que me aplastaria las caderas, y levantó su cuerpo de la cama y a mi con el, como si quisiera meterla más adentro de mi coñito.
El levantamiento duró uno o dos segundos y luego se dejó caer agotado, no note su semen saliendo de él, pero si note que se había corrido porque su polla empezaba a menguar.
Me baje de encima de mi tío que respiraba con fuerza y me acosté al lado de él besándole el hombro.
Nos quedamos así unos minutos, por mi podría haber estado acostada al lado de mi “tito” durante el resto de mi vida.
- Sam, ahora te vas a duchar y vamos a estar desnudos hasta mañana.
- Tito, yo tengo que volver a casa.
- Sam, de eso ya se ha encargado tu tía, no te preocupes.
Pensaba que mi tío me iba a acompañar en la ducha, pero él se ducho en el otro lavabo, cuando termine me puse la toalla para taparme y me fui a buscar a mi tio.
Lo vi en la cocina, me acerque a el y le di un beso en la boca con toda la lengua.
Estaba desnudo y su herramienta pese a estar flácida era imponente.
- Pequeña Sam, cómo te encuentras después del primer regalo de cumpleaños.
- Tito, todavía no me lo puedo creer, es lo mejor que me ha pasado en la vida.
- Sabes, Tito, creo que todavía siento la vagina dilatada por lo que hemos estado haciendo.
- Pequeña Sam, ¿Te molesta?.
- No, Tito, pero no dejo de sentirme extraña, casi como si esto fuese un sueño.
- Por cierto, pequeña Sam, te he dicho que estaríamos desnudos.-
y dicho esto me quito la toalla y me miró de arriba a abajo con tanto desparpajo como deseo. * Sam, son casi las dos de la tarde, deberíamos comer algo, tenemos mucha faena por delante.
20 minutos más tarde teníamos dos hamburguesas de ternera con su pan de hamburguesa, como si las hubiésemos comprado en el Burguer King, tenían cebolla, tomate, queso, Etc….
Puso los dos platos uno al lado del otro y se sentó en la silla de la cocina preparándose para comer.
Fui a sentarme a su lado y para mi sorpresa dijo:
- Querida sobrinita, ¿acaso te he dicho que te sentaras?.
No supe qué responder y con una sonrisa me cogió de la mano y me la acerco a su pene, que ya estaba muy crecidito, se la cogi, y cuando la tuve en la mano y la compare con el tamaño de esta, me di cuenta de lo descomunal que era.
- Sobrinita, siéntate que vamos a comer.
Y dicho esto se echó hacia delante en la silla y me hizo señales para que me sentara por segunda vez encima de su polla, que ya estaba en su mejor momento.
Y eso hice, encima de él mirándole a la cara.
Mi tío cuando estuvo dentro de mí en vez de pedirme que me moviese cogio una hamburguesa y me la entrego.
La otra se la empezó a comer el.
Al estar encima de mi tío, iba con cuidado de no ensuciarlo con el ketchup y la mayonesa que podía caer, sin embargo él no tenía ningún miramiento, y caían en nuestros unidos sexos, empecé a imitar su comportamiento.
De alguna manera, me estaba excitando comer de esta manera penetrada por mi tío y sucia de restos de comida, os parece una cerda pero uno no sabe lo caliente que se puede poner hasta que lo hace por primera vez.
Cuando terminamos abrio el cajon de la mesa de la cocina y saco un frasco de nata en Spray, estaba todavía fresca del frigorífico, lo se porque me rocío
los pezones y los pechos con ella.
Con salvaje glotonería se comio y lamio hasta el último rastro de nata en mi cuerpo, lo cual me dejo los pezones tan duros y erectos que casi me dolían.
Pensaba que me diría que me empezase a mover, cuando me sorprendió levantándome a peso y dejándome en la mesa con todo su pollon dentro de mi.
Hizo que me tumbase en la mesa, estaba un poco fria, empezó un mete y saca mientras me ponía los pies encima de sus hombros.
Yo observaba sus marcados músculos, mientras él se movía hacia delante y hacia detrás, notaba los restos de lechuga, mayonesa y Ketchup en mi vello púbico.
Estaba super excitada.
- ¿Le está gustando el segundo regalo a mi querida sobrinita?.
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, TITO.
No hacia ni 15 segundos que se había empezado a mover y estaba tan caliente que me iba a correr inmediatamente, me iba a convertir en una orgasmadora precoz.
Dicho y hecho, mientras mi tio me acariciaba los pechos, empezó un con un temblor en las piernas y una placentera a la vez que muy intensa sensación de tener ganas de orinar, creo que es la mejor forma de describir ese tipo de orgasmo.
Es extraño que de dos polvos que tengo con mi tío el orgasmo fuese diferente, yo se lo achaque a las posiciones al follar.
Me preguntaba que tipo de orgasmo tendría si me follase a lo “perrito”.
Mi tío seguía bombeando en eso que baja mis piernas de sus hombros y me coge las manos y me hace cogerlo del cuello.
De pronto, me levanta y me veo follando de pie, agarrada del cuello de mi tío y el sosteniéndome a peso con sus manos en mi culo.
Me siento tan pequeña, tan poca cosa, cuando veo todos esos músculos de mi tío funcionando para darme placer que me siento la chica más afortunada del mundo.
Mi tío se acerca a la pared de la cocina y me apoya en ella, noto la frialdad de sus superficie en mi espalda, pero no me importa ya que estoy más concentrada en ese hombre perfecto que me tiene a su merced.
Nunca habia tenido mas de un orgasmo en una misma follada, pero con el morbazo que me daba el ser empalada de pie por mi “Tito” Ernesto mi cuerpo estaba preparándose para otro clímax.
-Samanthita, si quieres puedes chillar, es muy liberador.
Me resultó como mínimo raro que me dijera eso, mientras el movía sus caderas penetrandome profundamente, pero decidí hacerle caso.
Empecé con un grito ahogado, casi como un gemido y aunque parezca sorprendente el hecho de gemir fuerte me hizo sentir más sensual, más voluptuosa, y empecé a subir el volumen de mi voz, cada vez que me penetraba mi tío, soltaba un fuerte chillido.
Era verdad, si cuando estas follando gritas parece que todo lo que sientes en tu cuerpo es más intenso, es como dice mi tío “liberador”.
Una gotita de sudor le caía a mi tío de la frente por el esfuerzo, la bese y note el sabor salado de su sudor, eso me puso aun mas cachonda y aun subi mas el volumen de mi voz.
A mi tío le afectaban mucho los chillidos, ya que desde que empecé a gritar parecía estar conteniendose para no correrse.
- Tito, correte dentro de tu sobrinita, sueltame todo tu zumo de hombre-
le dije en voz alta y con una voz que me sorprendió hasta a mi misma por su profundidad, a mis palabras le siguió un orgasmo tan intenso que casi me suelto de su cuello y dejo caer mis piernas.
Solté un último y largo alarido cuando llegue al clímax, dos segundos más tarde mi tío se corrió dentro de mi ese dia por segunda vez.
Me saco su polla que comenzaba a empequeñecerse y me dejo en el suelo muy suavemente, mire al suelo, había unas gotas de semen y del flácido pene de mi tío colgaba un hilillo, por un momento pensé en comerle la polla para limpiarla.
Pero pensé que no me gustaría conocer el sabor de mis propios fluidos.
Mi tio cogio unas toallitas humedas y me las paso para que me limpiara la barriguita y el vello púbico de los restos de la comida.
Me limpie y él hizo lo propio, me comentó que quería descansar y se fue a la habitación.
Opte por irme con él y me acosté a su lado mirando su espalda y pensando en que daba igual que no me amase, lo único que deseaba era hacerlo más veces con el.
Antes de dormirse dijo unas palabras que bien parecían una sentencia.
- Queda el tercer y último regalo,Sam.
Pensé que seguramente me desvirgara el culo, y aunque tenía cierto desasosiego ante la expectativa de que tal pollón se introdujera en mi culito, sabía que estaba en buenas manos y en mejor polla.
Los polvos con mi tio me habían dejado tan relajada, que no tarde mas de 5 minutos en dormirme.
Cuando me desperté, mi tío se acababa de duchar y se iba hacia el comedor, me fui yo también a la ducha, no me sentía del todo limpia.
Cuando termine me fui al comedor y por primera vez quise tomar yo la iniciativa.
- Querido Tío, soy virgen del culito, te lo digo para que tengas cuidado con el tercer regalo.
Me contestó con una gran y encantadora sonrisa con una broma o eso creia yo.
- Tu madre me mataría si llegara a saber que te sodomizado.
Me puse a reír a carcajada limpia, pensando en que si mi madre supiera de la sesion de folleteo que había tenido con mi tío, primero nos torturaria
y después nos mataría lentamente.
- Bueno, Sam, ¿Estas preparada para el regalo?.
Le contesté afirmativamente con un jovial y alegre “SÍ”, aunque viéndolo a posteriori, os aseguro que no estaba para nada preparada para el tercer regalo,dudo mucho que haya alguien que si lo este.
Mi tio cogio el mando de la television y la encendió, se fue a un menú, inmediatamente apareció su habitación de matrimonio.
Lo primero que pensé es que había grabado nuestro encuentro sexual y me lo iba a regalar en video, las imágenes estaban en alta definición.
La sorpresa fue cuando a la izquierda de la pantalla apareció mi hermano Jorge totalmente desnudo y con una polla que tenía muy poco que envidiar a la de mi tío, el que grababa hizo un zoom a la polla de mi hermano, en la pantalla solo se veía su polla, cuando de sopetón unas manos la cogen con mucha dulzura.
El corazón me dio un vuelco cuando se alejo el zoom y vi quien era la mujer que agarraba desde atrás la polla de mi hermano.
Era mi madre, no me lo podía creer, mi madre estaba desnuda detrás de mi hermano con una actitud nada materna y con una cara de vicio impresionante.
Mi madre le dio la vuelta a mi hermano y lo tiró en la cama, de encima de la mesita de noche cogió un tarro de algún potingue y llenó la polla de mi hermano, dándole besitos en el pene, luego se tumbó en la cama de perfil a la cámara y se abrió de piernas, mi hermano se metió entre ellas y empezó a comerle el coño, mi madre lo cogió de la cabeza apretando contra su coño.
Mi hermano chupo a mi madre el coño durante dos minutos y luego se levantó, cogió u poco de potingue y se lo puso a mi madre en el coño, sin ninguna dilación se monto encima de ella y la penetró salvajemente.
Mi madre chillaba como una loca y mi hermano le decía cosas guarras, que parecían ponerla aún más cachonda.
El zoom se acercó a la cara de mi madre y sus pechos, era muy fuerte, era como una película porno de verdad.
Y yo me estaba poniendo muy cachonda viendo eso, el zoom se alejó lo suficiente para que se viera el mete y saca entre mi madre y mi hermano.
Entre los sonidos húmedos del folleteo y los chillidos de mi madre, escuche la voz de mi tío, dando órdenes, empecé a sospechar que era él el que grababa con la cámara:
- Venga, entrad ahora, antes de que terminen estos dos, están muy calientes, salid ahora mismo.
Joder, me resultaba imposible dejar de mirar la televisión, le dije a mi tío que hiciese una pausa, lo hizo de forma inmediata.
Fui al baño y cogí una toalla grande, la puse en el sofá, y es que estaba tan mojada que estaba empezando a soltar fluidos, como no llevaba braguitas pondría perdido el sofá.
Le dije que volviese a reproducir el video, y por la parte izquierda apareció mi tía Esperanza, hay mujeres que desnudas ganan mucho, mi tía estaba espectacular en todo los aspectos.
La cámara se movió hacia la izquierda de la habitación de modo que ahora tenía una visión transversal de la cama.
Entonces vi una polla igual que la de mi tío, mi tía Esperanza se subió en la cama al lado de su cuñada y su sobrino y se puso a cuatro patas.
El poseedor de tan magnífico pollon no era otro que mi padre, sin ningún miramiento se acercó al trasero de mi tia, le abrió el coño con las manos y se la metió hasta el fondo.
Mi tia no gritaba pero si respiraba muy fuerte, mi padre le acariciaba las tetas, la espalda y después le daba pequeñas cachetadas en el culo.
Absorta viendo y escuchando los sonidos del folleteo, no me di cuenta de que mi propia mano se iba hacia mi coño, había empezado a hacerme un dedito.
Mi tío me estaba mirando, mi coño estaba tan mojado que sonaba un Xup-Xup cuando introducía mis deditos, se levantó del sofá y vino hacia mí, apagó la televisión y me puso a cuatro patas en el sillon.
La metió dentro de mi sin mas, y empezó a bombear pero esta vez con mucha rabia, cada vez que el iba a hacia delante, yo iba hacia atrás para que el impacto fuese más fuerte.
Los dos estabamos tan calientes que nos corrimos a menos de 30 segundos de haber empezado.
Cuando terminamos de follar, mi tío me dijo que el regalo no era el polvo, si no el bocadito de realidad que para mi había resultado ver ese video.
Esa noche dormimos juntos aunque no follamos mas, termine de ver el video por la mañana antes de volver a casa.
Mi tio me dijo que no salio en él porque ese dia tenía diarreas, y no deseaba ningún tipo de accidente.
El video finalizaba con mi madre chupándosela a mi padre y mi hermano follandose a mi tia haciendole la tijera.
Ahora ya estoy en casa, es de noche y mi padre llama a mi puerta, me preguntó si vendra a follarme………………………...
Pero eso como siempre es otra historia.