Emma 2
Con sabor a Caramelo....
―Necesito un refrigerio—dije, mientras me encaminaba hacia el tercer piso del hospital. No malinterpreten, solo iba al banco de sangre. Lo bueno de trabajar en un hospital son los refrigerios gratis, claro sería mucho mejor si bebiera la sangre de una persona viva, pero ya ven, prefiero la refrigerada por lo menos con esta no daño a nadie. Mientras bebía mi O- lo único q podía pensar era en Emma. – tengo que sacarme a esta niña de la cabeza—pensé.
El resto del día paso, como siempre, demasiado lento. Pensarían lo mismo si fueran médicos y trabajaran en emergencia todo el día. Después de unos 100 años pasa la emoción. Llego lo de siempre, poli traumatizados, gente herida, sangrando, con severos casos de alergias nada que no pudiera manejar. Finalmente mi turno había terminado. Me despedí de María la cual vería al día siguiente y me dispuse a ir a mi casa.
Caminando hacia la entrada de mi edificio, salude con un buenas noches a luis como siempre y me dispuse a esperar la llegada del ascensor, mientras lo hago reviso mi celular y siento un aroma a lavanda flotando en el aire, levanto mi mirada y a mi lado encuentro a la chica del ascensor de la mañana.
―Hola—me dice sonriente mientras guarda su celular en su pantalón. Llevaba puesto un atuendo muy juvenil, unos jeans rotos en las rodillas, converse blancos y una camisa de tiritas que no dejaba nada a la imaginación. – eres nueva en el edificio?—me pregunta.—primera vez que te veo, y créeme que te recordaría si te hubiera visto antes, alguien como tú no se olvida —me dijo mirándome con lujuria.
Alguien como yo? A que se referirá con “alguien como yo”?. Tal vez se refería a un vampiro de 450 años.. si puede q se refiera a eso.. pienso en mi cabeza y rio.
―Eres muy hermosa, en que piso vives? --- me pregunto mientras subíamos al ascensor. Esperaba que estuviera repleto de gente, así ella me dejaría de hablar, pero NO, estaba completamente vacio. --- me encantan tus ojos verdes—me dijo acercándose mucho a mi cara.
―Eres muy directa, sabias eso?—le pregunte con ironía sonriendo y apretando el numero 9 dentro del ascensor, me quede mirándola apoyada de una de las paredes del lado opuesto del ascensor.
―Lo sé. Suelo serlo cuando veo algo que quiero – me dijo con una media sonrisa
―Y que es lo que quieres? --- le pregunte
―A ti preciosa– me dijo mientras empezaba a caminar en mi direccion. Yo solo la observe moverse muy decidida hacia mí. La tenia tan cerca, cerre mis ojos, su olor entraba por mi nariz y me estaba empezando a descontrolar. Tenía sed. Siempre tengo sed, la sed no se va, solo la controlo para q ella no me controle a mi. Sentí su respiración cerca de mi boca y sus dedos acariciando mi mejilla y bajando por mi cuello. Tome su mano deteniendo su caricia y abrí mis ojos encontrándome con su mirada cargada de deseo. Cambie de posición y la puse a ella contra la pared tomando sus manos y sosteniéndolas encima de su cabeza, ella solo me miraba atenta.
Mucho gusto Sarah—le dije mientras la soltaba y me alejaba de ella. El ascensor se detuvo en mi piso y se abrieron las puertas yo avance hasta salir de el. Mientras caminaba por el pasillo pensaba en lo que estuvo a punto de pasar en el ascensor, ― tengo que tener más control― me dije, llegue a mi puerta, busque las llaves en mi bolsillo y abrí la puerta. Entre y la cerré. Deje mi bolso en el sillón, y las llaves en el bold q tenia a lado de la puerta, camine hacia la cocina y luego hacia el balcón, se podía observar parte de la ciudad desde mi balcón, era bastante hermoso en realidad, por eso adquirí este apartamento, la localización.. Sentir el viento que traía cientos de olores diferentes, de personas diferentes. Se podía ver a las personas abajo caminado en la calle, en su mundo solo paseando con alguien, agarrados de las manos o besándose, riendo, felices. Dicen q cuando tu te sientes sola y miserable solo veras parejas felices y enamoradas. Lo he comprobado.
Entre del balcón, cerré la puerta corrediza me cambie de ropa y salí del apartamento no sin antes agarrar las llaves. Tenía hambre! Cuando alcanzas mi edad saciar la sed es lo más importante, y la sed nunca se iba rayos!. Espere el ascensor rogando de que “Sarah” no venga en él. Las puertas abrieron y estaba vacío, entre en el y baje a la planta baja. Salí del edificio y empecé a caminar por las calles sin rumbo fijo y la imagen de Emma sonriéndome vino a mi cabeza, sonreí por su recuerdo. ―Espero este bien ―pensé. Llegue a un pequeño parque y me senté en un banco, ya estaba obscureciendo pero se podía oir la risa de los niños que aun jugaban en el parque y la gente yendo y viniendo, cerre los ojos e inhale el aroma a mi alrededor el olor a pino y roble entro por mi nariz nada fuera de lo común en un parque rodeado de arboles. De repente un aroma que hizo agua mi boca, un aroma a caramelo despertó mis sentidos y en ese preciso instante abrí los ojos para encontrarme con la silueta de una morena hermosa que paso frente a mi. Enseguida me levante de mi asiento y camine detrás de ella.. es algo de lo q no estoy orgullosa pero tengo que alimentarme o será peor, la seguí por la calle a una considerable distancia pero aun podía inhalar el aroma que dejaba y que el viento muy plácidamente traía directamente a mi.
Seguí a la morena a un night-club al que no había entrado nunca y me senté en la barra mientras la veía a ella caminar hacia una mesa y sentarse con un grupo de 3 chicas y sonreírse, le pedi al barman un Martini con 2 aceitunas, pague y le coloco frente a mi guiñándome un ojo y con una sonrisa. Como quisiera poder embriagarme y olvidarme de todo lo q me rodea, pero no puedo, el alcohol no me afecta como a las personas normales, la comida no me llena, en realidad hace siglos que no se lo que es el sabor de la comida, ni un café, ni un te, chocolate o soda de cualquier tipo. Solo lo hago para sentirme viva y normal como los demás. Me volteo a ver a la chica y la veo hablando alegremente con sus amigas. Ella se levanta y se acerca a la barra, le pide al barman una copa de vino blanco, al darse la vuelta para regresar a la mesa, yo hago que choque conmigo y derrame su copa en mi blusa, de verdad que esto funciona siempre.
―OMG!! lo siento ― me dice la morena muy apenada.
―Tranquila , fue mi culpa no te vi – le digo yo limpiándome la blusa.
―No, fue mi culpa, diculpame – dice ella levantando la vista hacia mi.
―Podríamos estar aquí toda la noche pidiendo disculpas y decidiendo de quien es la culpa. En lugar de eso porque no me dejas reponerte la copa, por favor, insisto.. ― le digo con una de mis mejores sonrisas a lo que ella me mira encantada, sonríe y asiente― vino blanco no? ― llamo al barman y le pido dos copas de vino blanco.
―Gracias― me dice la hermosa morena q tengo al frente al entregarle su copa --- y a quien le debo tan amable gesto? ― dice ella con una sonrisa coqueta.
―Katherine, a tus servicios ― le digo respondiendo su sonrisa.
―Gabrielle.. un placer. ― me dice ella tomando de su copa y mientras me miraba.
―Gabrielle, hermoso nombre. Tan hermoso como quien lo porta.. ―le dije acercándome a su oido, y pude oir como sus latidos aumentaban su ritmo. Y su respiración también. Olia tan bien. Ya me estaba volviendo loca.
Ella solo me sonrió y me miro con deseo. Bebió de su copa y miro hacia la mesa donde estaban sus amigas.
―Deben estar preguntándose donde estas.. ― le dije a Gabrielle la cual se quedó pensando. ―oye hermosa no hay problema si quieres volver a la mesa—le dije.
―Tal vez luego ― me dijo tomando mi mano. Por lo general no dejo q me toquen pero a estas alturas ya no me importaba mucho.
― que edad tienes? – me pregunto
―24, y tu? ― le digo.
― 21, de hecho hoy es mi cumpleaños, estamos celebrando. Tal vez mas tarde pueda desenvolver algunos regalos de cumpleaños― me dijo con deseo en su voz y en su mirada y tomándome de las caderas y acercándome mucho a ella, podía sentir su aroma entrando por mi nariz.
―Pues feliz cumpleaños belleza, tus deseos son ordenes ―le dije sonriéndole – aunque no tengo un regalo para ti, lo siento –
Se acercó a mí y tomando mi cara me beso en los labios, beso que yo correspondí, sus labios eran muy suaves y el contacto con su lengua era exquisito ― tal vez pueda desenvolverte a ti como regalo ― me dijo al separarse de mí, yo solo sonreí ―salgamos de aquí cariño, si? Vamos a mi apartamento.
―Me gusta la idea― le dije asintiendo.
―No te muevas, le dire a las chicas que me voy, si? ― me dijo, yo solo la mire y luego me beso de nuevo.
Entramos a mi departamento mientras la besaba y trataba de abir mi puerta a la vez, ― estúpida llave― dije mientras ella me besaba el cuello y yo la aprisionaba entre la puerta y mi cuerpo. ya adentro del depa se separo de mi y miro alrededor, cerré la puerta con el pie mientras ella caminaba por la sala y se acercaba a la gran puerta de vidrio que separaba el balcón del resto del departamento. Pude ver como miraba la genial vista de la ciudad iluminada bajo una luna llena, que esta noche en especial se veía hermosa.
―Que vista tan hermosa ― me dijo.
― Muy hermosa, la verdad ― le dije acercándome. Ella se sonrojo al entender que me referia a ella y no a la ciudad iluminada desde mi balcón.
Corte toda distancia entre las dos, me acerque a su cuerpo y acaricie su mejilla con mi mano, cerró sus ojos al sentir mi tacto. Mi mano en su cuello ayudo a acercar nuestros labios con fuerza. Bese su boca y jugué con su lengua, el sabor de su boca era exquisito. La apoye contra la puerta de vidrio y baje a su cuello besándolo, lamiéndolo. Mis manos en su cadera empezaron un recorrido hacia arriba hasta sus senos, pude escuchar un pequeño gemido salir de sus labios al sentir mis manos en sus pechos, me encendí inmediatamente.
La levante del piso colocando sus piernas alrededor de mi cuerpo llevándola hasta mi habitación, dejandola al filo de mi cama, solté las tiras de su vestido cayendo este al piso, deslizándose por su cuerpo, abrió mi blusa de un tiron rompiendo todos los botones mientras yo besaba sus hombros. Sentí sus manos en los botones de mi pantalón soltándolos de uno en uno. La alce tirándola a mi cama, baje mi pantalón con desesperación sacándolo por completo, subi por sus piernas dejando un camino de besos y saliva hasta llegar a su boca.
Sentí como deslizaba mi ropa interior hacia abajo y soltaba mi bra teniéndome completamente desnuda sobre ella. Baje mis manos hasta su pantie tomándolo de los lados halándolo hasta romperlo ― te comprare los que quieras― le dije al ver su expresión. Abri sus piernas y me acomode entre ellas comenzando un vaivén de caderas que se volvieron cada mas intensas. Sentí sus manos recorrer mi espalda clavando sus uñas con cada embestida. Podía oir como su respiración se aceleraba y podía sentir como su orgasmo se acercaba. Tome sus manos sujetándolas por encina de su cabeza, dejándolas ahí mientras me movia mas rápido, aprisionando su sexo con el mio sus gemidos eran música para mis oídos, bese su boca absorbiendo cada sonido que hacía, baje a su cuello en el preciso momento cuando nuestros orgasmo se hicieron presentes, sus gemidos se convirtieron en gritos de dolor cuando mordí su cuello. Tape su boca con mi mano mientras disfrutaba del sabor de su sangre caliente pasando por mi garganta, era deliciosa. Toda ella resulto ser muy deliciosa. Pasaron unos minutos hasta que dejo de moverse. Me separe un poco de ella y pude ver que se había desmayado. me siento a horcajadas encima de ella y la miro mientras limpio mi boca de su sangre. Pasado un rato siento como va despertando y veo el terror en sus ojos.
―No por favor, no me mates― me dijo
―No te voy a matar, solo vamos a jugar un poco― le dije sonriéndole con deseo. ― tranquila que mañana no vas a recordar nada de esto―
―Déjame ir, no le dire a nadie. Lo prometo. ― me dijo
―Irte? Por que? Si esto apenas empieza belleza― le dije mientras besaba su cuerpo.
Thestoryteller