Emily, mi hija de intercambio
Nunca pensé que cuando mi mujer me ofreció la posibilidad de acoger un chico o una chica americana unas vacaciones en casa iban a dar para tanto...
Cuando llegué a casa encontré a Mónica, mi mujer, hablando en el sofá con Marta y Jose.
-Cariño, que bien que hayas llegado, me están comentando Marta y Jose sobre el programa “adopta un american@”
No pude hacer otra cosa que sonreír pensando que era una broma, pensando que se trataba de noche de bromas, aflojé mi corbata y desabroche el primer botón de mi camisa.
-Bueno, tendría que pensarlo, pero puedo elegir americano? Jajaja
Pensaba que íbamos a hablar de políticos, actores… pero todos estaban más serios que yo.
-Es en serio?
-Vamos a ver-dijo Marta- te explico, resulta que es un programa para perfeccionar nuestro idioma, saben hablar español, pero quieren aprender nuestras expresiones con más fluidez. Son chicos y chicas de entre 14 y 22 años que sus padres los mandan a nuestro país. Lo normal en estos casos es que los metan en un albergue y estén todos juntos, pero entonces no practican español, solo hablarían entre ellos.
-Cariño, tenemos la habitación del ático vacía, podemos prepararla para que venga uno- dijo Mónica.- Nos pagarán mil doscientos euros por dos semanas, serán nuestras vacaciones.
-Pero no habéis dicho un mes?-pregunté
-Si – continuó Marta-una primera semana los llevan a varias ciudades, para que las conozcan, y luego los reparten por toda España dos semanas, para Juntarlos de nuevo en Madrid la última semana, donde estamos invitados a una gran cena de despedida con todos ellos.
-Bueno, eso tenemos que pensarlo Mónica y yo. Cuando tenemos que confirmarlo?
-Tranquilo, hoy es lunes, habladlo tranquilamente y el viernes me decís algo.
Marta y Jose se fueron de casa y nosotros nos quedamos hablando.
-Mónica, es mucha responsabilidad, yo no quiero un menor en casa, sería peligroso, nosotros trabajamos fuera, así que estaría mucho tiempo solo.
-Roberto, no pasa nada, yo puedo pedirme esas dos semanas hacer el turno de noche en el hospital para poder estar todo el día en casa y por las noches estas tu.
-Por lo que veo lo tienes todo muy pensado, déjame pensarlo bien y te digo mañana algo.
-Como quieras, cariño, pues yo me voy a la cama, por cierto… no llevo bragas…
Desde hacía mucho tiempo eso usábamos tanto uno como otro para pedir guerra en la cama. Mónica tenía 33 años, era enfermera y tenía un cuerpo de locura. Yo, tenía 35 años y era comercial para una empresa de informática, no os voy a aburrir con datos de nuestro trabajo. Vivíamos en una casita con jardines y piscina en las afueras de la ciudad.
A la mañana siguiente, en el desayuno le dije lo que había pensado:
-Acepto pero con condiciones, son dos, primera que sea mayor de edad para no tener problemas nunca y lo segundo que sea una chica en vez de un chico.
-Lo de mayor de edad también lo había pensado yo, pero, una chica?
-Si, con quien más horas va a estar es contigo, de modo que prefiero que esté una chica y no un adolescente… jajaja
-Tienes miedo de que te cambie?... por un adolescente lleno de granitos?... jajaja
-Por si acaso… jajaja… con esos granos … tan sexy…
Llamé a Jose y le conté nuestra decisión. Se alegró mucho, sobre todo decía por la fiesta que nos pegaríamos en Madrid el día de la cena. Transcurrieron los días con total normalidad, hasta que nos enviaron una postal, desde EEUU.
“Queridos padres adoptivos, estoy contando las horas que quedan para que nos conozcamos, mi nombre es Emily, ahora tengo 17 años, pero cuando nos conozcamos ya tendré los 18, los cumplo la semana próxima. Espero que pasemos unos días geniales. Un beso muy fuerte. Emily”
Las semanas fueron pasando con total normalidad, los días en el trabajo hacían que la vida pasara más rápido ante nuestros ojos. El día había llegado, Emily llegaba hoy.
-Estas nervioso cariño?-dijo Mónica mientras me sonreía
-Bueno, no sabemos como será y si es problemática?-dije mirando al suelo- y también me siento un poco ridículo con este letrerito- donde ponía “Emily”
Justo al decir eso empezaron a salir los chicos de la zona de maletas del aeropuerto, cada uno con un letrerito con su nombre y el de sus “padres temporales”. De repente entre la multitud, salió Emily, era muy delgadita, iba con una faldita escocesa y una camisa blanca, incluso se había puesto un par de coletas, su pelo era pelirrojo, su piel muy clara, con pequitas en su cara, llevaba unas gafas de pasta negra, era muy menudita, yo no hubiera dicho que tenia mas de 14 o 15 años, pero tenía 18 años. En cuanto nos vio, se tiró hacia nosotros y nos abrazo muy fuerte a los dos a la vez.
-Hola Papa, Hola mama, me siento muy contenta de estar con vosotros… gracias
-Hola Emily, yo soy Mónica y el es Miguel
-Me alegra tener unos padres tan jóvenes, hablo mucho español, espero perfeccionarlo bien
-Nosotros intentaremos enseñarte todo lo que quieras-le dije sonriendo a lo que ella me contesto con una mirada un tanto pícara y sonriendo.
Nos fuimos a casa y le enseñamos su habitación.
-O my good… perdón… o que bonito…
Como había llegado el domingo pudimos disfrutar de la tarde paseando por la ciudad y enseñándole todo un poco, preparamos la cena y cenamos plácidamente, era un encanto de niña, tan dulce, tan frágil, era muy delicada y al verla tan pequeñita, solo querías protegerla. Mónica empezó a prepararse para irse al trabajo mientras nosotros preparábamos una película para ver, Emily me pidió conectarse un momento a internet para decir a sus padres que estaba en casa a lo que yo le di permiso para que usara mi ordenador. Acompañe a mi mujer a la calle y me preguntó:
-Que te parece? Es muy buena, creo que hemos tenido suerte-dijo mi mujer
-Parece que es muy niña, creo que no tendremos problemas, es dócil
-Bueno, seguro que querrá acostarse pronto, estará cansada de tantas emociones, si necesitas algo, llámame
Y nos despedimos con un beso. Cuando vi como desaparecía el coche, entre dentro de casa, fui al cuarto de baño y fui al salón y estaba Emily utilizando mi portátil yo no veía lo que estaba escribiendo, no quería que pensara que era un cotilla, así que me senté en el sofá que había frente a ella.
-Me gusta tu portátil…
-Bueno, no es muy nuevo – le dije- pero me va bien
-Mama se ha ido ya?
-Si, hasta mañana no volverá, además se le ha hecho tarde, debe de ir corriendo – tenia la costumbre de ir con la hora muy justa
-Mama usa tu portátil?
-No, normalmente no, ella tiene uno de esos pequeñitos, porque lo dices?
-Por saber si a ella también le gusta el porno que tienes guardado en él
Mis ojos se abrieron muchísimo, había localizado mi porno, lo estaba viendo, no sabía como reaccionar, le quité el portátil y vi lo que estaba viendo, unas fotos que tenía de una sesión de sexo anal muy duro.
-Tu no debes ver esas cosas, son para mayores
-Pero, yo soy mayor, puedo verlo- dijo mientras volvía a coger el ordenador de mis manos y lo dejaba en la mesa, para acercarse a mi y me susurro al oído- y también puedo hacer lo que yo quiera – empezó a acomodarse en el sofá y se puso de rodillas en él- te gusta lo que ves?
-Pero… que dices… no sabes lo que haces… eres una niña…-pero yo empezaba a estar empalmado, es más, era una fantasía que no esperaba satisfacer nunca… pelirroja, con uniforme de colegiala… tan menudita… no me estaba empezando a empalmar… estaba empalmadísimo… y ella lo vio
-Vamos a hacer lo que yo quiera… y lo que yo quiero es ver esa polla que va a romper el pantalón…- dijo mientras desabrochaba mi pantalón a la vez que no dejaba de mirarme a los ojos…
-Emily, esto no está bien… eres una niña…
-De eso nada papi… no soy una niña… -ya había liberado mi polla, al verla abrió mucho los ojos, puso cara de sorpresa, se mordió el labio inferior, me volvió a mirar a los ojos- y te lo voy a demostrar… glup…
Y en ese momento vi desaparecer mi polla dentro de su boca, quiero que os quedéis con este momento, estaba recostado en mi sofá, con una preciosa chica pelirroja, con coletitas, vestida de colegiala, de rodillas en el suelo comiéndome la polla, que ansias le ponía, no era capaz de metérsela toda, pero ella lo seguía intentando, yo notaba como se atragantaba en alguna ocasión, pero la verdad es que yo a esa altura del calentón ya pensaba poco.
-Emily… para… vas a llegar a un punto sin retorno, aun no es tarde… si quieres podemos hacer como que no ha pasado nada…
Paró en seco, miro al suelo, me miro sonriendo pícaramente y empezó a reptar por mi cuerpo de manera que mi polla iba rozando con todo su cuerpo hasta que dejo su boca a la altura de mi oído y me susurro:
-Papito… hoy voy a ser una niña muy mala… he visto lo que te gusta… y te lo digo de verdad… hoy puedes hacer conmigo… lo… que… quie… ras…
Mi polla tenía un tamaño descomunal, parecía que las venas me iban a reventar, en el momento que escuche sus palabras mi cerebro solo pensaba en el porno que estaba viendo en mi ordenador… estaba dispuesta a follar duro? Lo veríamos… me puse de pié y la cogí en brazos, mientras la besaba íbamos subiendo las escaleras, entramos a mi dormitorio y la deje sentada en la cama, empecé a desabrocharle la camisa poco a poco y descubrí que no llevaba sujetador, apareciendo dos preciosas tetas, duras, muy duras, con las que me puse a juguetear un poquito, besándolas, acariciándolas, lamiendo muy lentamente sus pezones, rosaditos, pequeñitos y muy pronunciados gracias a lo excitada que estaba. Mientras jugaba con sus tetas fui bajando poco a poco mis manos por su cintura, pasando por sus caderas, por la parte exterior de sus muslos hasta llegar a sus rodillas y como si de una carretera de montaña se tratara tome el camino de sus muslos interiores, muy despacito, notando como se estremecía hasta que llegué a su entrepierna, agarre sus bragas y a la vez que empezaba a bajárselas mi boca abandonaba sus tetas besando todo su cuerpo, pasando por su ombligo, todo esto sin dejar de mirarla a los ojos, hasta que llegue a su precioso coñito, paré para verlo bien, tan jovencito, tan solo tenía una rayita de pelo en la parte de arriba… y continué esta vez zigzagueando con mi lengua de un labio a otro, muy despacio, subí de nuevo mis manos por sus piernas hasta que llegué a apoyarlas en su pelvis, dejando mis pulgares cada uno a un lado de aquel coñito, separé mucho los labios y volví a subir mi lengua desde su culito, muy despacio, introduciéndola todo lo que podía dentro de su coñito, mientras con mi nariz rozaba su clítoris, como se estremecía la muy puta… y lo que le esperaba… proseguí subiendo hasta que mi lengua encontró su clítoris, no aguantó más, empezó a tener espasmos y se corrió cerrando fuerte las piernas sobre mi y cogiéndome la cabeza…
-Parece que el primer asalto ha sido bueno…-dije saliendo de debajo de ella mientras ahora era yo el que reptaba por su cuerpo hasta llegar a su oreja y le susurre- esta ha sido la parte dulce, me has dicho que vas a ser mi puta y lo vas a ser…
Al decir esto, me puse de pie y me quite toda la ropa, le señale mi polla y ella se acerco, como si fuera una gatita, a cuatro patas hasta llegar a mi y ponerse de rodillas hasta que hizo desaparecer de nuevo mi polla en su boca, pero esta vez mandaba yo, la cogí por las trenzas y empecé a follarle la boca, al más puro estilo de Nacho Vidal, que puta era… que bien se portaba… no protestaba nada… saque mi polla de su boca y le tenía totalmente empapada, así que la puse a cuatro patas y cuando iba a metérsela en aquel coñito tan caliente, no pude evitar ver aquel agujerito tan pequeñito… aquel por el que mi mujer no me dejaba nunca entrar, pero Emily era mi puta, podía hacer lo que quisiera con ella, así que metí mi boca en aquel culo para lubricarlo un poquito y le metí un dedo para dilatarlo un poquito, Emily se estremecía con mi dedo en su culo.
-Que apretadito tienes el culo…
-Ten cuidado… nunca he conseguido que entre una polla… siempre hemos tenido que parar porque me dolía…
-Ya… pero yo no voy a parar… porque para eso eres mi puta… y mi intención es destrozarte…
Estaba cachondísima, mis palabras, más que asustarla, la excitaban aun más, así que me dejé de preámbulos y apunté mi polla en la entrada de su culito y empecé a meter poco a poco la punta, una vez que entró, continué empujando muy despacito, abriéndome camino por aquel túnel tan apretado, escupía en mi polla para lubricar más, porque era increíble pensar que mi polla estaba entrando en aquel agujerito tan pequeño, ella no paraba de gemir, y poco a poco vi como mi polla desaparecía del todo dentro de su culo, paré unos segundos dentro, y empecé a salir de ella despacito, notaba como soltaba aire, como aliviada, cuando estaba casi fuera, volví a hacer la misma operación, otra vez para dentro despacito, y repetí varias veces la misma operación, para que se adaptara bien, hasta que me dijo:
-buf… has venido de paseo o me vas a enseñar de lo que eres capaz?
Al decirme esto tenía la polla casi fuera, así que empecé a embestirla muy fuerte, empecé como si de una metralleta se tratara, un movimiento enérgico y fuerte, a cada embestida era un grito, acompañado de “no pares”, “soy tu puta” y “rómpemelo”. La cosa estaba subiendo más de la cuenta de tono, así que no quería correrme aun. Se la saqué y me tumbe yo en el suelo:
-Súbete mirando hacia mi- le dije – y métetela tu por el culo.
Me miro como si el grado de dificultad fuera complicado, pero enseguida se sentó sobre mi polla mientras yo con mis manos la cogía por el culo separándolo bien, empezó a meterla hasta que se sentó del todo, apoyo sus manos en mis rodillas y comenzó a mandar ella, que espectáculo, ver como su coñito estaba chorreando jugos mientras mi polla se perdía en su culo. Cada vez iba más rápido, y ya no era yo el que mandaba, y ya estaba a punto de correrme.
-No vayas tan rápido que me voy a correr- pero en vez de frenar, empezó a subir el ritmo como si se hubiera estado reservando para ese momento sin dejar de gritar, en cada embestida se estremecía entera- me corro!!!
Justo en el momento que me iba a correr se desmontó y comenzó a pajearme muy duro mientras acercaba su boca a mi polla, no aguante ni 10 segundos, empezó a brotar leche de mi polla con una gran presión, contra su cara, ella intentaba que todos entraran en su boca, pero le era imposible hasta que consiguió meter mi polla dentro de su boca y empezó a chupármela como si quisiera que no quedara ni una gota de leche dentro de mis huevos. Verla tan sumisa, limpiándome la polla, volvió a excitarme de nuevo así que le quité la ropa, la tumbé en la cama, puse mi polla en la entrada de su coño y le dije:
-No te voy a follar mas como a una puta… a partir de ahora te voy a follar como a una amante- justo al decirle esto hundí mi polla dentro de su coño, que por supuesto entro sola
-oh!... te quiero papito… te amo… mmmm…
Esta postura la tenía tan controlada que conseguí que se corriera con mucha facilidad. En cuanto se corrió le di la vuelta y la puse boca abajo y empecé a follarme su coñito en esa postura, en cuanto se corrió de nuevo, me di por satisfecho, iba a sacarla de dentro de ella para correrme fuera cuando me dijo:
-No papito, no te corras fuera, déjame tu leche dentro, no te preocupes por nada, tomo anticonceptivos… lléname con tu leche.
Así que la obedecí, empecé a bombear mas fuerte hasta que note que me iba a correr, aguanté fuerte para aumentar la presión, la clavé hasta el fondo como si quisiera hacer puntería y me descargue en fuertes chorros de leche que ella notaba, a cada chorro ella daba un pequeño gemido.
Nos quedamos un rato con mi polla dentro de ella, mirándonos, besándonos, yo la acariciaba.
-Papito, no sigas así o me enamorare de ti…
La besé en los labios, la cogí en brazos y la llevé al baño, nos duchamos y nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente, cuando llegó Mónica, nos traía el desayuno, bajamos a desayunar y no sabía como actuar, pensaba que nos pillaría.
-Que tal la noche chicos?
-Me acosté enseguida, estaba muy cansada del viaje, espero que esta noche pueda aguantar a ver por lo menos una película…-lo dijo sin mirarme siquiera, como si no hubiera pasado nada, lo que me dio mas seguridad.
-Yo también me dormí enseguida cariño, mucho trabajo?
-Lo de siempre, ya sabes…
-Mama, si dejan sus padres venir a Lily esta noche y le apetece, se puede quedar a dormir? Es mi mejor amiga…
-Claro, si la dejan sus padres…
-Buenos- dije mientras pensaba que por la noche, con la amiga de Emily se acabo lo de la amante- yo me voy a trabajar – me acerque a mi mujer le di un beso y me acerque a la puerta
-Emily, dale un beso a tu papa, que se va a trabajar
-Claro que si – se acerco corriendo a mí y me dio un beso en la cara y me susurro al oído – tranquilo, Lily es de las mías, veras que bien nos lo pasamos los tres esta noche, pero ella no se ha acostado nunca con un hombre, solo conmigo…