Emborraché a Magnolia y me la follé
Nuestro protagonista anda encandilado detrás de una compañera de trabajo. En una fiesta se propone acostarse con ella, la emborracha y al llevarla a casa para el auto en un parque solitario...
Tenía 2 meses en mi nuevo empleo cuando ella entró a trabajar a la empresa, era la mujer más hermosa que jamás había visto, desde la primera vez que la vi me calentó, supe que se llama Magnolia, es edecán promotora y la verdad es que esta muy buena, no como las anteriores que habían trabajado ahí, debido a su empleo siempre viste de manera muy atractiva, me encantan sus cortas y ajustadas minifaldas que dejan ver sus largas y torneadas piernas, le gusta usar vestidos cortos de tipo primaveral, sin medias y con zapatos tipo sandalia de tacón alto, pero cuando hace frío usa mini faldas con pantimedias negras y zapatos de tacón alto. Siempre usa escotes que dejan ver sus jugosos senos, algunas veces usa jeans que cuando le ves el culo te para la polla en un instante.
Nunca había hablado con ella pero la veía siempre en la puerta dando información y propaganda a los clientes que iban a comprar algo, yo miraba las lujuriosas miradas de los hombres que la recorrían de arriba abajo y de regreso. Cuando yo pasaba por ahí ella me miraba con una sonrisa en el rostro, yo supuse que era debido a su trabajo en el que todo el día debe estar sonriendo.
Siempre me han excitado mucho las promotoras, yo creo que es debido a que yo veo a una edecán como una especie de prostituta, básicamente son los mismos principios, una mujer recibe dinero y a cambio enseña las piernas, el culo y los senos.
El jefe organizo una fiesta ese fin de semana para conmemorar un aniversario de la empresa e invitó a todos los empleados. Yo llegué muy bien vestido y perfumado, saludé a mis compañeros y busqué a Magnolia pero como no la encontré, supuse que no había asistido a la fiesta, cuando de pronto la vi entrar, llevaba puesto un corto vestido negro, muy ajustado, sin medias y con unos zapatos que hacía que su culo se viera muy paradito. Entró y saludó a algunas personas, cuando la vi me calenté tanto que tuve que ir al baño para disimular la erección que tenía, comencé a chaquetearme la verga cuando me miré en el espejo y pensé que yo no soy tan feo, soy joven, tengo trabajo y un buen carro, entonces merezco algo más que una pinche paja, una mujer buena es lo que merezco, así que me decidí a conseguirme a una chica atractiva y salí del baño dispuesto a conseguir algo con Magnolia.
Le estuve observando y esperando el momento para atacar, ella terminó su bebida y fue al bar por otro drink, yo aproveché y también fui al bar por una bebida, cuando estuve junto a ella la saludé y me presenté como todo un galán, hice todas las payasadas que hacen los actores de Hollywood en sus películas y asombrosamente ella se interesó en mi y comenzamos a platicar, no nos separamos en toda la noche y estuvimos riendo y bebiendo, sobre todo bebiendo pues yo me aseguraba de que su copa estuviera siempre llena. Ocasionalmente mis manos rozaban "por accidente" su culo o sus senos, al principio noté que se incomodaba un poquito pero conforme el nivel de alcohol en su sangre iba subiendo, ella parecía no darle importancia a mis contactos físicos. Ya avanzada la noche y ella avanzada en tragos, no pude resistir y le puse la mano en su bello culo, ella ni cuenta se dio debido a todo lo que había tomado, brandy, whiskey, coñac, tequila y todo lo que yo le había ofrecido.
Magnolia estaba muy ebria y como ya era tarde me ofrecí a llevarla a su casa y ella aceptó, nos despedimos de los demás invitados y subimos a mi coche, le pregunte donde vivía y nos dirigimos ahí.
Era una noche obscura y la lluvia comenzó a caer, Magnolia estaba casi dormida y yo miraba como su vestido estaba tan arriba que yo podía mirar en sus totalidad sus hermosos muslos bronceados, y por su escote, sus senos que parecían iban a explotar, tomé un camino que pasaba por un parque totalmente desierto a esas horas de la madrugada, paré el automóvil y me lancé sobre ella, besé sus carnosos labios mientras mis impacientes manos recorrían sus piernas de arriba abajo, la apreté contra mí y le lamí el rostro con mi lengua como si fuera yo un perro, ella se sobresaltó y trató de alejarme pero estaba tan ebria que no tenía fuerzas, mis manos y mi boca recorrieron todo su cuerpo y yo estaba calentísimo de tener a la mujer de mis sueños indefensa ante mí, levanté su pequeño vestido y mis manos le quitaron su pequeña braga negra, mi mano acarició su coñito y mis dedos empezaron a jugar con su clítoris, ella aflojó el cuerpo y comenzó a gemir, su respiración iba en aumento y ella murmuraba algunas palabras que yo no podía entender, su volumen aumentó y yo escuché lo que decía "sí, sí, así" yo no podía creerlo, ella se estaba excitando y nos besamos, después de acariciar todo su cuerpo ella me pidió que se la metiera, yo le dije "te la voy a meter porque eres una puta" me bajé el pantalón y mi dura verga salió a relucir, bajé el respaldo de su asiento y me acosté sobre ella, "ahora te voy a coger pinche zorra" dije y le introduje mi duro fierro de un solo golpe hasta el fondo, ella soltó un alarido que me puso más cachondo, seguí follándola mientras la insultaba diciéndole lo puta que era y cómo disfrutaba cogérmela, mis manos recorrían su cuerpo y mi boca mamaba sus pechos y ocasionalmente la daba mordidas que ella parecía no notar. Seguí dándole chorizo a mi borracha amante hasta que sentí que iba a venirme y como dentro de un carro es difícil cambiar de posición decidí explotar adentro de ella y así lo hice, un potente chorro de tibio semen salió de mi polla e inundó su cavidad vaginal, salió tanta leche que escurrió por todos lados, saqué mi lechoso miembro e hice que ella me lo limpiara con la boca, ella lo hizo no sin mucho esfuerzo, ambos estábamos exhaustos, así que nos vestimos correctamente y la llevé a su casa donde ella se bajó después de darnos un prolongado beso y quedando de vernos en el trabajo el lunes siguiente.
Neo