Embarazo caliente

Conocí las delicias del sexo con embarazadas al someter a una muchachita que tenía a mi cargo.

Embarazo caliente

Esta historia se produjo hace algunos años cuando por motivos de trabajo tuve que trasladarme de la ciudad al campo. Mi ocupación es la de Gerente Comercial en el rubro insumos agrícolas en la cual me he desempeñado muchos años precisamente en la ciudad de Córdoba donde todo marchaba bien hasta que el dueño de la misma empezó a atravesar momentos económicos difíciles lo que provoco que cierre esa sucursal y como la relación era muy buena estando muy conforme con mis aptitudes para que no pierda el trabajo me traslado a otra sucursal de su propiedad que estaba situada en una ruta de la provincia de Entre Ríos.

La transición laboral fue muy buena apenas llegue entable una buena relación con la mayoría de los empleados pese a ser muy exigente en cuanto a lo que les demandaba por estar a mi cargo, no tuve mayores problemas, teniendo mas afinidad con el personal femenino que con el masculino ya que es algo que no puedo evitar.

La sucursal tenía terreno amplio en el cual estaba situado la sucursal y detrás de la la misma tenía dos casas, en una me instale yo y la otra que estaba mas alejada (a uno cincuenta metros) estaba destinada al patrón que venía una vez por semana.

Soy una persona delgada y alta de 30 años de edad bastante atractivo que nunca tuve problemas para relacionarme con el sexo opuesto por no decir que soy bastante calentón, y nunca estuve mucho tiempo sin acostarme con alguien por lo que a medida que pasaban las semanas mi calentura aumentaba sin poder hacer nada ya que estaba en el medio del campo y no se me permitía ausentarme por mucho tiempo ya que trabajaba full time siendo las empleadas del lugar la única distracción visual que tenía a mano.

Todas las empleadas del lugar vivían en quintas campo adentro o en los pueblos cercanos viniendo a trabajar en colectivo o caminando.

Enseguida tuve una relación mas estrecha con una muchachita de veinte años que trabajaba en el salón de ventas y limpiaba en sus ratos libres la casa del patrón, con la cual me pude insinuar varias veces a lo que ella me correspondía de buena manera. Ella era bastante delgada con el pelo negro azabache hasta los hombros tenía unas tetas paraditas que hacían juego con un culito redondito que provocaba mas de una mirada, no era algo fuera de lo normal pero tenía lo suyo. Al principio aprovechaba cada vez que venía a la oficina para ponerle las manos encima, primero eran roces casuales para después soltar rienda suelta a mis instintos y apretarla cada vez que tenía oportunidad y nadie nos veía, llegando desde meterle las manos por debajo del uniforme y apretarle el culo y la concha hasta chuparles las tetas todo rápido para evitar que nos vieran pero con una calentura espectacular.

Todo venía bien pero no había podido tener sexo con ella por lo que la idea me rondaba en la cabeza todo el día, siempre hablábamos de muchas cosas por lo que comencé a sacar el tema del sexo, le pregunte como se llevaba con su esposo y como hacían el amor por lo que a ella le daba mucha vergüenza pero la fui llevando a temas cada vez mas calientes y llegué a preguntarle si se la chupaba o si se dejaba que el le haga lo mismo a lo que respondía que no porque le daban asco esas cosas, que nunca lo había dejado y que sentía curiosidad por intentarlo pero las cosas con su esposo estaban mal ya que el era un enfermo de los celos.

Un día pidió licencia para ir al medico y grande fue mi sorpresa cuando me trajo el certificado de embarazo en el cual según detallaba estaba de tres meses, esta noticia provocó un corte en nuestra relación ya que ella empezó a trabajar menos horas y su esposo la venía a buscar todas las tardes sin falta siguiéndola a sol y sombra.

La sola idea de que esté embarazada me provocaba un cierto respeto por lo que deje de buscarla, pero por parte de ella todo cambió a medida que pasaban los meses y su panza crecía se volvía cada vez más sensual y provocativa, dejó las tareas de cajera y se dedico únicamente a las tareas de limpieza en la casa del patrón que estaba detrás de la empresa, viéndonos así menos horas , hasta que un día en el cual estaba en la oficina sonó el teléfono y era ella que me llamaba de la casa del fondo para que le ayude a mover unos muebles ya que en su estado (ya estaba de ocho meses) no podía hacer fuerza, así que acudí a su llamado con el presentimiento que algo sucedería.

Procure salir por detrás del salón de ventas para que los demás empleados no me vieran, era una siesta de verano por lo que no andaba nadie en la ruta y hacía un calor insoportable, toque la puerta y sentí su voz desde adentro que me invitaba a pasar, al entrar me sorprendió y turbo el efecto que me causo verla ya que estaba descalza con un pantaloncito corto que estaba ajustado a su máxima expresión, una remerita que solo le cubría la mitad de su vientre hinchado y el pelo atado con una colita por detrás, todo esto resaltando unos pechos que parecían a punto de reventar, no hay necesidad que les explique como me hizo hervir la sangre y la calentura se apoderó de mi pero estaba dispuesto a que ella tomara la iniciativa así que la esperé.

Me miró y sonriendo con cara de picara me pidió que la ayude a correr la mesa lo cual acate al instante ella se limitaba a observar, cuando finalice se aproximo a la mesa y apoyó la cola en la misma quedando frente a mí a lo que acoto que estaba muy cansada por la temperatura del día, a lo que le pregunté como andaba el embarazo a lo que me respondió que hasta el momento todo marchaba muy bien.

En su mirada se notaba que estaba caliente como solo las mujeres embarazadas podían estarlo, había escuchado que en ese periodo ellas atraviesan por una sensibilidad mayor por lo que el sexo es más placentero para ellas.

Aproveche que salió el tema para apoyar la mano y acariciar su panza que estaba dura y tirante a lo que respondió con un leve movimiento de cabeza hacia arriba, las cartas ya estaban tiradas era hora de jugar.

Le estampe un beso de lengua que casi la deje sin aliento en un solo movimiento le saque el pantalón, la remerita y el corpiño dejando al descubierto unas tetas como jamás había podido tocar y apretar estaban hinchadas y calientes listas para amamantar por lo que no pude resistir la tentación y se las empecé a chupar con frenesís parecía un poseído ella se retorcía de placer le chupe primero una y luego la otra durante por lo menos diez minutos cuando termine noté que tenía los pezones hinchados de los cuales se desprendía un liquido blancuzco derramándose hasta su ombligo, era la leche de sus tetas que parecía pedir que alguien la chupara por lo que no me hice rogar y comencé a pasarle la lengua por la panza hasta subir hasta sus tetas para nuevamente succionar la leche que salía cada vez con mas ganas estuve así un buen rato chupando con ganas hasta que empecé a bajar llegando a su conchita que estaba mojada y chorreada ya que mientras le chupaba las tetas ella se pajeaba con una mano la ayude a sentarse en la mesa y se dejo caer sobre su espalda apoyándose en sus codos para acomodarse, note que estaba un poco incomoda de que le pasará la lengua por ese lugar pero no le di tiempo a que diga nada y le pasé la lengua solo rozando primero para después seguir con fuerza embistiendo esa conchita que me estaba enloqueciendo, de vez en cuando observaba su cara y daba impresión ya que estaba mojada en sudor y sus mejillas estaban rojas suspirando de una manera que se asemejaba mas a un grito notándose que estaba gozando.

Cuando me canse de chuparle la conchita la hice parar y me saque la camisa y los zapatos ella parecía mareada, cuando me estaba sacando los pantalones y el slip ella solita empezó a acariciarme la pija con timidez pero yo le agarré las dos manos he hice que me pajeara con ganas le pregunte si le gustaba pero no me contesto tenía la mirada clavada en mi verga, le pregunté si le quería dar un besito y me dijo que nunca lo había hecho, la hice sentar en una silla para que este cómoda y sin avisarle le puse la verga a la altura de su boca y la agarré de la cabeza y la empuje diciéndole que sacara la lengua y la pasara por toda la pija a lo que me hizo caso y con la puntita de su lengua me rozaba tímidamente haciéndome delirar, le pedí que se la metiera en la boca pero dudo y otra vez la empuje y se la metí en la boca de golpe se quedo quieta con mi pija en su boca como sintiendo el gustito a lo que yo empecé a mover la verga en su boca cogiendole la boca lo que empezó a gustarle ya que sentí como su lengua cubría toda la cabeza de mi miembro pero tuve que sacarla ya que estaba por acabar y quería prolongar este placer.

La hice parar y la di vuelta, la figura de esa muchachita con su vientre prominente y esas tetas infladas me hacia excitar aun más, la guíe para que apoyara las palmas de las manos en la mesa y me coloque detrás apoyándole mi pija en sus glúteos lo que la enloqueció de calentura empujando su culo contra mi verga, puedo asegurar que ese día de haber querido le habría podido hacer lo que quisiera.

Apoye la punta de la pija en su concha y prácticamente no tuve que empujar ya que estaba tan mojada que se deslizó hasta los huevos a lo que empezó a gritar como una loca desaforada y a moverse como un animal en celo, la tenía agarrada de la cintura y bombeaba con fuerza notando que tenía hasta los huevos mojados con sus jugos que salían en una forma increíble traté de cojerla un rato pero la calentura me traiciono y sentí que acabaría enseguida por lo que tomé sus tetas redondas desde atrás y se las apreté con fuerza a lo que grito de placer acabándole dentro de su conchita con una potencia que me sorprendió, no quedamos unidos un rato y luego la ayude a pararse y a cambiarse ya que tenía miedo que entraran a la casa y nos vea lo que sería una catástrofe, tenía una carita de complacida que nunca se la había notado, yo también me cambié y salí por detrás rumbo a la oficina al llegar observe que al parecer nadie había notado mi ausencia, me senté para reponerme y casi me muero al mirar por la ventana que daba hacía el costado del terreno que en el tapial de la casa de mi patrón estaba sentado el esposo de ella, que la había llegado a buscar como todos los días lo que me hizo dar cuenta que estaba haciéndole de todo a su esposa embarazada a solo cinco metros de donde el estaba sentado placidamente y ni se enteró.

A los pocos minutos salió ella por el frente lo saludo con un beso en la boca y se subió al auto donde partieron rumbo a su casa.

En otra ocasión les cuento como le hice el culito estando de nueve meses el mismo día que tubo familia.

LOBO.