Embarazada descubre a su Madre y a su Hermano
Mujer descubre la relación de incesto de su madre y su hermano y ella termina cayendo por las hormonas del embarazo.
“No habría querido terminar mi tesis, sin tener que confesar, un amor prohibido”. Esa era la frase que adornaba la página previa a los agradecimientos de una tesis en psicología, y hacía referencia un libro del siglo pasado sobre el incesto.
Hola, mi nombre es María Sofía, tengo 35 años, soy psicóloga; madre (ahora de tres); y esposa; y desde casi un año, revisora de tesis en la universidad. Fue así como llegó a mis manos una tesis muy peculiar, que de inmediato provocó la aprobación y una conexión especial con la autora, y más aún cuando descubrimos que teníamos experiencias similares. Debo aceptar que cuando me relató la historia que inspiró su tesis, mi cuerpo no resistió el deseo, y masturbarme frente a ella en la sala de consejo, solo provocó la desinhibición de nuestros sentidos. Y hoy ha querido compartir la historia que le abrió muchas puertas, en especial, la de su familia.
Mi nombre es Susana del Cid, y no tengo ningún problema con exponer mi apellido porque estoy orgullosa de mi experiencia. Tengo 27 años; soy bajita como mi madre, con ojos y cabello castaño, mi cabello también es rizado; de tez Blanca, poco trasero, pero muchas tetas, las cuáles aumentaron aún más en el embarazo, tanto que me dolía la espalda en ocasiones. Y mi coño siempre estuvo muy depilado, al menos hasta la semana 33 de mi embarazo. Mi madre se llama Carolina, tiene 48 años, y enviudó hace 25 años, por lo que me quedan pocos recuerdos de mi padre. Con gran seguridad puedo decir que yo soy una réplica de mi madre, a excepción de su cabello liso. Mi hermano por el contrario es alto, cuerpo fornido, y siempre viste muy elegante; su nombre es Javier, tiene 26 años, y siempre pensé que su mejor atributo era su abdomen y pectorales, hasta que conocí su miembro viril por accidente.
Todo comenzó muy cerca del verano, cuando me encontraba en mi segundo trimestre de embarazo, cuando mi preñez ya era muy evidente. Estoy segura que mis hormonas acababan de cambiar, porque mi libido se había incrementado a diferencia de los meses anteriores. Recuerdo que era el cumpleaños de mi madre, y antes de que mi marido se fuera al trabajo le pedí que me dejara en casa de mi mamá, situación que le molestó al crearle un contratiempo. Yo me sentía muy caliente, y en mi cabeza todo era morbo, así que se me ocurrió masturbar a mi marido mientras conducía, pero estaba tan molesto que solo terminamos peleando; al llegar a casa de mi madre, no dudé en rematar la puerta del auto de mi esposo y sin despedirme bajé, busqué mis antiguas llaves en mi bolso y sin voltear, entré molesta a casa mientras mi marido arrancaba el automóvil.
Con cuidado cerré la puerta de la casa, todo estaba en silencio, caminé hacia la cocina y me serví un vaso de jugo, y mientras lo bebía comencé a subir a la habitación de Carolina con cuidado para sorprender a mi madre. No tardo mucho tiempo en escuchar resoplos y la respiración agitada de mi madre proveniente de su habitación, así que con un poco de inseguridad me asomó a su puerta que se mantiene abierta, y veo a mi madre tapada hasta la altura de sus senos con un edredón y frunciendo su cara. No entendía lo que pasaba y Carolina al verme parada bajo la puerta me invita a tomar asiento, sin decir una sola palabra y con señas me dice que haga silencio, por un momento pienso que se masturbaba y rápidamente me siento en un viejo sillón, pero grande es mi sorpresa cuando veo una cabeza que se mueve debajo de las sábanas, y mi madre entré gemidos lanza su sabana al suelo y veo a mi hermano Javier con los ojos vendados propinarle un oral a mamá recorriendo con su lengua toda la vulva de mi madre, por un momento dudé en salir corriendo, pero la verdad me pareció muy excitante y es la escena que rompe el umbral, incluso el olor a sexo me cautivó, así que me levanté, le arranqué la pijama con todo y el calzón a mi madre de sus tobillos, para llevarlos a mi nariz, y es el detonante de mi libido.
Rápidamente vuelvo a mi asiento ya con mis pezones destacando sobre mi blusa, y saboreando las bragas de mi madre, y comienzo a desabrochar mi pantalón, para introducir mi mano y acariciar mi sexo que esta mojado por la escena qué protagoniza mi madre y mi hermano, y no tarda mucho cuando escucho a mi madre soltar un fuerte gemido mientras aprieta la cabeza de Javier contra su vagina hasta que su cuerpo se apacigua. Inmediatamente libero mis tetas, quitándome la blusa, bajo mi pantalón y mis bragas hasta los tobillos mientras llevo mi tetas a mi boca para chupar mis pezones; mi madre acuesta a mi hermano Javier en la cama y entonces comienza a lamer su falo de arriba abajo, yo introduzco mis dedos en mi vagina mientras observo a mi madre devorase la verga de su propio hijo, toco las paredes húmedas de mi vagina, lo que provoca el movimiento de mi bebé en el vientre; Carolina por fin extiende su mano y me llama para que me una a su festín, yo si dudarlo me paro y me arranco el pantalón quedando completamente desnuda rápidamente. Veo la verga de mi hermano y sin pensarlo mucho tiempo comienzo a chupar y a lamer su verga mientras mi madre me acaricia las tetas y el vientre.
Como acto seguido nos vemos a los ojos con mi madre y no tardamos en darnos un beso madre e hija, al mismo tiempo que mamá acaricia mi barriga y soba mi vulva lo que provoca que mi hermano se destape los ojos y aun incrédulo se quita el pantalón por completo y besa mi cuello, lo que hace que me separe de mamá para besar a Javier con lengua incluida, por primera vez en la vida mientras lo masturbo unos cuantos segundos, hasta que mi madre se pone en cuatro patas, y distrae a Javier, el mismo que le da una fuerte nalgada a mamá, antes de devorase el ano de Carolina, algo que me sorprende pero me excita mucho, así que me pongo en cuatro patas también pero entonces es mi madre la que se come mi culo sensación qué me excita mucho, y sin esperar más abro mi coño para que mi hermano me penetré sin piedad mientras me hala el cabello. Yo sentía que la verga de mi hermano me iba a partir pero estaba tan deliciosa que no tardé en comenzar respira, mis gemidos fueron en aumentó, tenía a mi hermano dentro de mi en pleno embarazo y me embestía como nunca nadie lo había hecho.
Mi respiración era cada vez más profunda y agitada mi cuerpo reaccionaba al estímulo mientras que mi madre se colocaba delante de mí, para que yo comiera su vulva, algo que no me podía negar, pues quería comer por donde había salido, mientras mis gemidos fueron aumentando mi cuerpo se desconecto y en la siguiente embestida de mi hermano dentro de mi deje que mi cuerpo liberara toda la tension con un fuerte gemido que inundo toda la habitación en un delicioso orgasmo incestuoso, y al mismo tiempo sentí las paredes de mi vagina ser golpeadas por el esperma cálido de mi hermano dejando toda su leche muy dentro de mi, eso en definitiva prolongó mi orgasmo y debilitó mi cuerpo a tal grado que me dejó temblorosa, entonces mi madre se acercó a mí y comenzó la lamer mi vulva, tragando el esperma que se rebalsaba de mi vagina hasta provocarme una nueva sensación de electricidad en mi cuerpo a lo que solo me reservaba a disfrutar mientras gemía. Cuando mi madre se levantó tenía todo el rededor de su boca llena de semen y qué mi hermano había puesto dentro de mi y que ella extrajo asi que no tardé en darle un fuerte beso para limpiar la boca de mi madre y a la vez probar la esencia de mi hermano.
A todo esto parecía que la que mayor energía sexual tenia era Carolina, quien aun no satisfecha se subió encima de Javier y comenzó a botar al mismo tiempo que sus tetas rebotaban en mi rostro hasta que su cuerpo se desconecto en un delicioso orgasmo lleno de incesto.
Mi madre, reconoció lo afortunada que era y nos dio una teta a cada uno y como si nos estuviera amamantando los tres dormimos desnudos, hasta que mi bebé comenzó a moverse inquieto en mi vientre y vimos que era muy tardé. Después de esto mi relación con mi madre y mi hermano ha sido muy directa; y ahora mismo estoy buscando un hijo de mi hermano.
Con Mucho Amor
Licda. Susana del Cid