Emancipación 8
Hola chicas y chicos, gracias a los que cometan y también a los que se toman su tiempo de leer. Espero sea de su agrado. Bye
Guardó ambos teléfonos, demasiadas cosas tenia que hacer antes de asistir a su reunión, dejo de lado sus emociones pasadas, seguro hoy les hablarían de la fiesta, sin embargo la ubicación no se la dirían hasta una hora antes, suponía que seria en tres días máximo el gran evento. Termino de enviar algunos planos, contrataciones y facturas, en los próximos días seria imposible para ella hacerlo. Lo único que faltaba era la junta de mañana.
Acomodo su escritorio, coloco cada cosa en su lugar, su principal manía, la perfección, cada paso que daba o acción debía ser planificada, limpio cuidadosamente sus lentes. Eran las tres, se alegraba de por fin tener que salir de ahí, tomo sus pertenencias y cerro la puerta.
-Nos vemos mañana Claire-se despido con la mano
-Espere arquitecta-se dio la vuelta y vio fijamente a su secretaría, que estaba bastante nerviosa, le indico con la mirada que continuara-llamo su hermana-puso sus ojos en blanco, de alguna manera ya imaginaba que tanta tranquilidad por parte de su familia se la cobrarían con creces- hace una hora y me pidió que le dijera que debía pasar por sus sobrinos a la escuela-los siguientes minutos permaneció en silencio. Odiaba de sobremanera que se entrometieran en su vida, amaba a sus sobrinos pero no quería que se vieran involucrados en sus planes, los quería fuera de toda esa porquería. Jamás se perdonaría si llegaran a saber lo que hacia en su tiempo libre.
-comunícate con ella y dile que no me es posible- ordeno
-no crea que sea posible-apretó su mandíbula
-no estoy jugando Claire, solo llámale y dile que tengo una junta y no puedo
-su hermana salió del país con su esposo-respondió bastante aterrada
-maldita sea-dijo entre dientes
-tranquila Blake- Steven dio unas palmadas en su espalda, acción que en vez de tranquilizarla la molesto más, alejándose de su amigo-solo vengo a despedirme, mi vuelo sale en cuatro horas
-suerte la tuya-si su memoria no fallaba sus sobrinos salían a las cuatro y media-ya que te vas préstame tu carro, necesito arreglar unos asuntos
-con una condición-lo miro de mala manera
-Eso es muy bajo hasta para ti
-puede que hasta te guste-sugirió risueño
-¿me dejaras pasar la noche con Jenny?-cuestiono sarcásticamente
-síguele y no te presto a mi bebe-contesto con una ceja fruncida
-no me repeles y ya dame las llaves-empezaba a dolerle la cabeza, los demás empleados fingían trabajar mientras escuchan su conversación
-bueno vámonos y te explico en camino-al cerrar la puerta del elevador, las habladurías empezaron
-no voy a aceptar salir con Elise, ni muerta, de una vez te aviso-sentencio mientras veía descender la numeración frente a ella
-¿y a hora que te hizo?
-la muy estúpida me abofeteo
-¿Cuándo?-pregunto intrigado su amigo
-hoy, estaba comiendo con Charlotte-al instante de decirlo se arrepintió de haberla mencionado-y la loca nos vio y comenzó a hacer una escena de celos-recordó que se paso un poco con las palabras que le dijo, todo con tal de librarse de ella.
-ahh, tu tienes la culpa-comento divertido y con una sonrisa picara-nada más cuida que no te vea el señor Marshall o Andrew, si no te van a degollar viva
-ya parece-susurro
-¿que paso aquí?-Steven observaba una de las paredes del elevador, una pequeña abolladura a lado del panel de control, inmediatamente Blake fijo su mirada en ese lugar recordando lo sucedido
-no lo se, ni me importa, ¿ahora ya me vas a decir con que me vas chantajear?-cuestiono de nuevo, mientras salían del elevador, entrando al estacionamiento subterráneo
-tomate las cosas con calma-saco la llave inteligente de su lamborghini murciélago-Blake-llamo su atención y le aventó la llave, la cual tomo con una sola mano
-¿acaso tengo cara de chofer el día de hoy?-el solo se encogió de hombros y se adentro en el carro
-¿apoco no es un encanto Char?-ahora su amigo la estaría picando con ella
-no tengo la menor idea-la avenida como siempre estaba atestada-¿Dónde te voy a dejar?-pregunto para alejar el tema
-¿no te parece hermosa?-detestaba la faceta de su amigo, cuando quería hacerse pasar por cúpido
-lo normal-contestó escuetamente, rebasó algunos carros, su habilidad al volante era extraordinaria
-¿te volviste heterosexual o que?—continuaba tonteando-si tiene un cuerpo de infarto, es agradable, linda…
-no me interesa, ¿vale?- espeto con un tono enfadado
-ok, ya entendí- decide cerrar su boca, no conseguiría nada con seguir molestando a su amiga
-¿tienes algún problema si te dejo con Jenny?-el negó con la cabeza
-necesito que me hagas un favor-observo a Blake, pero ella continuaba con la vista al frente- ayer le hablo una amiga del instituto y la invito a su fiesta de cumpleaños el próximo fin de semana en una hacienda que esta a unas dos horas según me dijo-hizo una pausa, tratando de ver algún gesto en el rostro de Blake-¿y quiero que la acompañes en representación mía?
-Steven, ya no es una niña, además yo no fui invitada, seguro que Jenny querrá pasar un rato a solas con sus amigas-respondió fríamente
-si vas te lo agradecería toda mi vida, si no tuviera que viajar yo iría-empezaba a usar su tono de niño bueno
-todavía te atreves a recordármelo, yo era la que iba a viajar, pero tu cambiaste la organización y ahora te atienes-seguía molesta por sus cambio de planes, aunque al final tendría que haberlos dejado por la nueva operación
-ya lo se pero tengo una razón muy importante-contesta animado, con una sonrisa en su rostro
-así, ¿Cuál?-pregunto sarcásticamente
-vale vas a ser la segunda en saberlo-cerro sus ojos y respiro tranquilamente- voy a proponerle matrimonio-su tono demostraba lo feliz y nervioso que estaba, Blake se quedo impresionada-¿Qué dices?-pregunto con una sonrisa
-no pienso sentarme junto Elise-la noticia la tomo por sorpresa pero estaba feliz por su casi hermano, se lo merecía, sonrió como hace muchos años no lo hacia
-lo tomaremos en cuenta- dijo, Blake freno el carro frente a un edificio de más de 20 pisos
-ni modo ahora si tendré que ir sola a beber, pero en verdad Felicidades-volteo a verlo, sus ojos se encontraban pacíficos incluso con un brillo especial.
-no te preocupes, ya encontrare la manera de acompañarte-se quito el cinturón de seguridad- lo de la fiesta de su amiga me vino como anillo al dedo, por eso quiero que vayas, le tengo una sorpresa cuando regresen
-ahhh-exhalo, en señal de aceptar-cuenta conmigo, no todos lo días se casa un hermano-Steven tomo su mano
-gracias Blake- se dieron un apretón y ambos chocaron su hombro en señal de hermandad-ya te mandare un correo con las indicaciones-abrió la puerta del auto-nos vemos, te portas bien
-ok, estamos en comunicación-al ver entrar a Steven al edificio, arranco el automóvil
Una lagrima rodo de su ojo izquierdo, tenia envidia de Steven, si nada hubiera ocurrido, hoy tendría tres años casada, podría compartir plenamente la felicidad que embargaba a su amigo, sin embargo el destino le jugo la peor de las pasadas, ahora la oscuridad era su única compañía y la seguiría siendo hasta el final de sus días. Tantas emociones encontradas dentro de ella. Pero él había no existe, solo el ahora y continuaría buscando esa venganza, la única manera de sentir la liberación de todo.
Llego a las 4:25 al instituto de sus sobrinos, la mayoría de padres voltearon a ver el lamborghini que se situó a doscientos metro de la entrada, era raro ver un automóvil con esas características estacionarse en una zona de clase media, bajo del auto y se apoyó en el, algunas madres solteras no dejaban de pasear sus ojos sobre ella, por su parte Blake continuo con su actitud de siempre, hecho que atraía más miradas. Cinco minutos más tarde, el timbre escolar se escucho, las puertas fueron abiertas dejando salir a una manada de niños de varias edades. Paso una mano por su cara quitando un par de cabellos que le bloqueaban la visibilidad, el primero en salir fue Thomas de 8 años que al verla se abalanzo sobre ella quien lo recibió en sus brazos con una sonrisa.
-¡Tia Blake!-gritaba el niño emocionado, mientras besaba sus mejillas
-¿Cómo estas peque?-cuestiono mientras ponía al niño en el piso
-bien, hoy en el recreo anote dos goles- relataba el niño emocionado
-excelente campeón-acarició la cabeza de Thomas, ya tendría tiempo de arreglar cuentas con su hermana, sabia de la debilidad de Blake por sus sobrinos la cual aprovechaba siempre que podía-¿y tú hermana?-pregunto mientras quitaba la mochila de los hombros y la metía en el asiento trasero
-con su novio, Brain- respondió el pequeñín bastante molesto
-¿tu mama sabe que tiene novio?-la ultima vez que estuvo con su sobrina no le comento nada
-no, ella me dijo que no le dijera a mamá ni a papá-contesto inocentemente el niño
-ok, entonces guardare tu secreto-tomo la mano del niño-¿Qué te parece si te invito un helado? Y después buscamos a tu hermana-se dirigieron al puesto de helados, donde su sobrino pidió un helado doble de chocolate. Caminaban a la entrada del instituto, cuando vio a una chica rubia besándose con un tipo de castaño, inmediatamente reconoció a su sobrina, observo al muchacho, el típico niño que se cree galán, que justamente se estaba pasando de vivo con sus manos en la cintura ella.
-Emily-la llamo, inmediatamente se soltó y volteo a ver a Blake
-Tía-dijo con un tono nervioso, ella camino lentamente hacia ella y puso su brazo en su hombro, girándola de nuevo
-¿no me vas a presentar a tu amigo?-pregunto, clavo su mirada en el tipo que la vio altaneramente
- Él es Brian, Brian te presento a mi tía Blake-contesto inquieta, el patán como lo clasifico levanto la mano restándole importancia al asunto
-Es hora de irnos princesa-le pidió su mochila-con permiso-antes de irse le dedico la mirada más gélida al chico que bajo la vista ante tal acción. Acomodo al niño en asiento trasero y abrió la puerta a su sobrina.
-¿Cómo estuvo tu día, Emily?-puso en marcha el carro
-por favor tía no le digas a mis padres-suplico con lagrimas en sus ojos
-princesa no llores-saco un pañuelo de la guantera y lo paso por su mejilla, sosteniendo fuertemente el volante con su mano izquierda, acaricio sus finos cabellos dorados, tratando de apaciguarla-no le diré a tus padres, vale- solo podía ser de esa manera con ellos, seres inocentes que llenaban de luz su espacio-solo prométeme una cosa-la joven asintió con un movimiento de cabeza, ya que su voz estaba cortada de tanto llorar- no importa que hora sea o que día, si tienes algún problema no dudes en acudir a mi y sobre todo no ciegues a tus ojos, las personas nunca son perfectas, el amor es un sentimiento demasiado confuso, no te puedes fiar de el totalmente, tal ves te cueste comprender lo que te digo, pero solo quiero una vida plena y feliz para ti-en sus años en la mafia, sabia como los recolectores engañaban a las chicas, que huían de su casa por sentirse incomprendidas, no dejaría que eso le pasara a su sobrina.
-gracias tía-dijo sonriendo, pero con su nariz roja por el esfuerzo.
-ahora quita esa cara, no quiero que crean que soy un ogro con mis sobrinos-apretó su hombro cariñosamente
-te quiero mucho
-te creeré- contesto con una sonrisa de medio lado, vio por el retrovisor y Thomas estaba profundamente dormido-ahora los llevare a su casa…
-pero mi mama dijo que nos quedaríamos hasta el domingo contigo-completo alegremente mientras encendía la radio
-¿A dónde fueron tus padres?-apretó más fuerte el volante, maldiciendo su suerte, un operativo en puerta, no podía cuidar de ellos.
-Fueron a Canadá con la abuela, esta en el hospital-respondió un poco afligida, comprendiendo la gravedad del asunto. Dio una vuelta en u, no tenia tiempo de llevarlos con su madre, su otro hermano estaba a miles de millas. No tuvo otra opción que llevarlos a su departamento. Necesitaba hablar con Nash, ella podría cuidarlos mientras iba a su reunión, también para la fiesta.
Estaciono el automóvil y bajo a Thomas en brazos, había pasado una semana con sobrinos antes pero siempre estaban sus padres o su madre quien realizaba todo el trabajo pesado.
-Emily, ¿puedes pedir una pizza en lo que acomodo a tu hermano en la habitación?-dejo a la joven en la sala, camino y abrió la segunda puerta del pasillo, dejo al niño arropado en la cama.
-Ya encargué la pizza-dijo la chica sentándose en el sillón frente al televisor del lujoso departamento
-Gracias, voy a trabajar un rato me hablas cuando llegue-se encerró en su cuarto, no quería que su sobrina viera los documentos que David le dio, los saco de su caja fuerte sin hacer demasiado ruido, se sentó en un escritorio colocado en la esquina derecha de su cuarto, encendió la pequeña lámpara y empezó a abrir el sobre, sacando tres carpetas, reviso la primera, donde venia algunas fotos, entre las cuales estaban las de Chester con un montón de mujeres afuera de un antro, las demás eran de casas vigiladas que estaban reguardas por varios tipos, algunos planos donde venían las ubicaciones, reconoció la mayoría, continuo con el siguiente sobre que contenía varias reportes sobre la vigilancia y la información recopilada sobre la nueva fiesta, anoto algunos nombres que no concordaron y tomo notas de algunas averiguaciones, el ultimo sobre contenía la organización de como se actuaria ese día, como no tenían confirmada bien la dirección se formaron tres equipos, de treinta hombres cada uno para los tres puntos que se mencionaban en los reportes anteriores, uno era un a bodega cerca de Hell Gate, otro en la 42 y por ultimo en la calle 136.
-Tía, ya llego la pizza-su sobrina dio un par de golpes en su puerta
-voy en un momento-guardó todo en el primer cajón, dio una revisada a su cuarto buscando que ningún papel se hubiera caído, dejo sus lentes sobre el escritorio y salió a pagar la comida.
Dejo sobre la barra la comida y fue a despertar a Thomas, lo zarandeo un rato hasta que le niño abrió sus ojos, le puso sus zapatos y lo llevo cargando. Vio el reloj en la pared, ya eran las siete de la noche. Comieron en silencio, el niño ingirió casi tres rebanadas, Emily llego a dos igual que ella. Los dejo haciendo sus deberes y regreso a su habitación. Saco su teléfono y marco un par de números.
-y ese milagro que te dignas a hablarme- la voz suave de Nash llego a sus oídos
-necesito un favor-dijo directamente
-me lo imaginaba-contesto resignada- tu moto sigue en mi casa, la he metido en la cochera
-gracias, ven a mi casa en dos horas-salió al balcón de su recamara
-deja checo mis horarios, la verdad hoy fue un día muy saturado, no tengo muchos ánimos -Blake capto el mensaje
-no es para eso-guardo silencio un par de segundos-tengo a mis sobrinos aquí, pero tengo un compromiso al que no puedo faltar-escucho una carcajada del otro lado
-no me digas que te engañaron-sabia que se refería a su hermana
-ni me la recuerdes-observaba caer el atardecer
-ok, hare lo posible, no perdería por nada el verte en acción-soltó otro par de risitas
-no le veo el chiste-dijo en tono cortante
-yo si-replico alegremente-te dejo porque todavía tengo algunos pacientes, bye-aun no podía recordar como pudo hacerse amiga de esa mujer, tan alocada.
Continúo revisando sus archivos, anotando fechas, nombres y algunas direcciones que le daría a Mark, mañana era viernes y se reuniría con él, otro inconveniente, tendría que hacerle una visita matutina. Reviso el plan que iban a implementar al entrar al lugar, observo cada foto de los lugares al igual que estudio los planos de las construcciones, viendo rutas de escape para cualquier contratiempo. Reviso su reloj faltaban diez minuto para las 9, agarro todo los papeles y los metió en su caja fuerte junto con todos sus demás archivos confidenciales, conocía la curiosidad que consumía a Nash sobre su vida. Tomo sus celulares y una gabardina donde guardo su katana. Cerró su puerta y vio a sus sobrinos jugando videojuegos, del algo había servido comprar su consola, que jugaba de vez en cuando para distraerse un rato.
-Emily, Thomas-llamo en un tono cálido, al igual que suavizo su mirada- voy a salir, pero no se preocupen mi amiga Natasha se quedara con ustedes en lo que regreso, quiero que se comporten y no le causen algún problema, si necesitan algo me envían un mensaje de texto
-no te preocupes ya no soy una niña, el si-dijo señalando a su hermano, el cual hizo un puchero por la discriminación a su edad
-pero ya tengo ocho años-empezaba a decir el niño. El timbre sonó sacándolos de su pequeña discusión, abrió la puerta encontrándose a su amiga con su cámara.
-ni se te ocurra fotografiarme-dijo en tono cortante
-tu eres fea-paso junto a ella, con una mochila en su espalda- voy a sacarme fotos con ellos-señalo a los niños que se acercaron a darle un abrazo
-Hola, Tia Nash-le saludaron cariñosamente los chicos
-Regreso después-tomo las escaleras de emergencia, al salir al callejón reviso que nadie estuviera husmeando, salto la barda trasera y camino tres cuadras, evitando lugares iluminados, hizo la parada a un taxi, siguiendo el procedimiento de siempre.
Llego a su otro departamento, todo parecía igual, las luces del piso superior estaban prendidas, los demás se mantenían apagadas, alguno que otro con estéreo a un volumen elevado, rodeo el edificio y solo tuvo que estirar su mano para alcanzar las escaleras, apenas habían pasado casi dos semanas desde su accidente, dolía bastante su hombro, se negaba a usar el cabestrillo por lo cual se inyectaba algunas dosis de morfina y posiblemente incrementaría sus momentos para darse un viaje.
Dentro de lugar, encendió su computador, tenía tiempo para buscar los nombres que llamaron su atención, algunos los reconoció por ser accionistas de la constructora o conocidos de alguna fiesta, desde datos familiares, financieros y de trabajo buscó. No se sorprendió de encontrar grandes sumas de dinero en sus cuentas, había un tipo que era muy amigo del señor Marshall, investigaría más afondo después, fue a su cuarto donde cambio su ropa, saco un par de pistolas de su closet y las acomodo en sus costados, termino poniéndose la mascara y abandono el lugar.
Tardo veinte minutos en llegar a la bodega del muelle y sacar su otra moto, checo la hora y ya eran las 11:20, se coloco el casco y arranco, tendría que esconder su moto en otro lugar, dio un par de vueltas por la zona y encontró un súper mercado, la dejo escondida en un rincón, y camino entre la oscuridad, ingreso al edificio y subió a la azotea para ver a sus compañeros llegar, algunos con sus guardaespaldas, los cazadores como ella, se escondían en las sombras y entraban sin llamar la atención.
Tres minutos antes de media noche bajo y tomo su lugar en la mesa, dejando su katana al frente y una pistola, la mayoría ya estaban sentados y con cara de pocos amigos, vio a Chester llegar justo a las doce, con un cabestrillo, la miro con odio y rabia pero no hizo nada.
-Bien empecemos-Jack repartió varios sobres, donde venían sus pagos por los trabajos realizados en el mes, cada uno tenia el nombre correspondiente, nadie abrió su sobre solo los dejaron junto a sus armas.
-también les informo que el sábado tendremos fiesta, todos están invitados, menos los que ya tengan un trabajo marcado, los encargados son Chester y Richard que ya me pasaron el informe del lugar, nos reuniremos en puntos estratégicos donde algunas camionetas no recogerán, estas son nuevas medidas para asegurarnos de no tener invitados sorpresas, ¿esta claro?-todos asintieron, por el rabillo observo a Richard que no deja su sonrisa maldita, de seguro eso fue idea de él.
-se les enviaran mensajes de texto, donde se les citara, para después llevarlos al lugar-puso sus manos al frente-¿alguna duda?-continuo en silencio el lugar-eso es todo, nos vemos en la fiesta-Blake espero a que todos se retiraran-Shinagami, espera un momento-le detuvo Jack- al momento de estar solos, saco un folder que le lanzo a Blake-ese es tu próximo objetivo, toda su información viene ahí, deshazte de él, se creativa-sonrió maquiavélicamente-tienes una semana- se paro del asiento y salió
Guardo el folder y se dirigió a la puerta, era muy extraño que Chester no le haya dirigido un insulto, al cruzar la puerta solo vio un gato dentro, se asomo por una ventana y el lugar estaba muerto. Camino con cuidado por algún ataque sorpresa pero nada, no sintió que alguien la vigilara, llego a su moto y salió rápidamente, dio varias vueltas, dando recorridos en círculos, por si acaso alguien le seguía. Dejo la moto en su bodega y después camino a su departamento, donde se cambio rápidamente y dejo su katana únicamente.
Agarro un taxi y en menos de media hora estaba en su casa, entro por la puerta de emergencia, llamaría demasiado la atención si no lo hiciera, subió cuidadosamente las escaleras y abrió la puerta, estaba en completa oscuridad el lugar, paso por la cocina para tomar un vaso con agua, reviso la primera habitación donde vio a su sobrina profundamente dormida, continuo con la siguiente puerta donde vio a Nash dormida junto a Thomas. Eran las dos de la mañana solo tenia cuatro horas para dormir. Se quito la ropa y solo se metió bajo las sabanas en ropa interior.
Despertó por todo el alboroto que había afuera de su cuarto, tallo sus ojos y vio el reloj que estaba a lado suyo, las 7:10, se quedo dormida, se levanto y se puso una bata azul marino. Vio a su sobrina salir con su uniforme.
-Buen día princesa, ¿y tu hermano?-sentía sus parpados cerrarse
-que mala cara tienes, tía, Thomas tiene calentura parece que la pizza no le cayo muy bien, la tía Nash lo esta revisando
-Ok, desayuna algo y ahorita te llevo -se dirigió a la puerta de a lado, donde estaba su sobrino acostado y Nash con una mano en su frente.
-¿Cómo esta?-se puso a lado de ella, Thomas continuaba con sus ojos cerrados y bastante pálido
-Técnicamente bien, vomito un par de veces pero fue lo mejor, tuvo un poco de fiebre pero ya le di una pastilla, al parecer comió algo en estado de descomposición-declaro como buena doctora-dale esto cada ocho horas y lo tendrás corriendo
-Te lo agradezco-reconocía que ella no hubiera tenido mucha idea de que hacer en ese caso
-No te preocupes, ya me cobrare el favor- dijo con una sonrisa en el rostro
-Como digas-rodo sus ojos, al parecer todos le iban a cobrar los favores
-Termine aquí mi trabajo, así que esta chica se va-guardo su estetoscopio y un termometro en su mochila, por la puerta apareció su sobrina con una tostada en la boca
-¿Nos vamos tía?-pregunto con un tono impaciente
-Déjame me cambio y te llevo
-Mejor quédate al cuidar al niño yo la llevo-ofreció Natasha
-Te lo agradecería-salieron del cuarto, no sin antes guiñarle un ojo a Blake como acostumbraba. Toco la frente del niño, parecía ya no tener fiebre. Lo arropó y se dirigió de regreso a su habitación, no podía darse el lujo de faltar, hoy tenía una junta muy importante. Al terminar de arreglarse fue a ver a su sobrino que estaba despierto.
-¿Cómo te sientes campeón?-fue la pregunta obligada
-Mejor tía, solo me duele un poco mi estomago y tengo sed-contestó mientras se rascaba sus ojitos
-Thomas no vas a ir a la escuela, pero me vas tener que acompañar a la oficina-el niño se alegró como cualquiera de faltar a clases
-¿y me puedes llevar al zoológico?-pregunto con una sonrisa, quitando cualquier signo de haber estado enfermo
-ya veremos al rato, ahora vístete en lo que te preparo el desayuno-dejo al niño en la habitación, sirvió dos tazones con cereal y sirvió dos vasos de jugo de manzana. Thomas salió diez minutos después y se sentó en la mesa, donde devoró su cereal. Lo observó comer, supuso que no tendría muchos problemas con su dolor.
Bajaron al estacionamiento, donde puso a Thomas en el asiento trasero, ajustándole el cinturón, ya que la última vez que lo llevo adelante, su hermana se lo estuvo recriminando todo la tarde. Tomaron el ascensor al principio vacío, pero se fue llenado conforme subía, vario empleados se le quedaron viendo, ya se tendría que aguantar los nuevos rumores. Al bajar en su piso, todos voltearon a verla ya que venia tomando la mano de Thomas, una imagen bastante tierna.
-¿alguna novedad Claire?-se paro junto a su secretaria que miraba al niño encantada, en los años bajo el servicio de Blake, nunca le había visto tan cariñosa con alguien, como no contestaba y no quitaba la mirada del niño, decidió aclarar la situación- es el mi sobrino Thomas- dijo lo suficientemente alto para que los demás escucharan
-Ah es un encanto arquitecta-dijo en tono meloso mientras saludaba a su sobrino, que parecía un pequeño ángel con su rubio cabello y sus ojos azules- llamaron los inversionistas del proyecto del centro para confirmar su cita a las 10:30
-esta bien- entro a su oficina y dejo a Thomas en el sillón-vale puedes dormir un poco más- el niño se acostó y cerro su ojos.
Paso hora y media cuando su secretaria la interrumpió-los inversionistas llegaron y le esperan en la sala de juntas
-ok, voy para allá- vio que Thomas seguía dormido, cerro cuidadosamente la puerta-te encargo a Thomas-su secretaria asintió bastante contenta
Tardo dos horas explicando y resolviendo dudas, sobre la construcción, al final firmaron el contrato y regresó a su oficina, Claire no estaba en su puesto por lo que pensó que estaba con el niño.
-Gracias por cuidar al pequeño-dijo mientras entraba, pero mayor fue su sorpresa al ver a su sobrino en brazos de Charlotte
-no te preocupes, es un niño encantador-aseguro mientras le daba un beso en su frente, envidio a su sobrino de alguna manera
-Charlotte, prometió que me llevaría al zoológico hoy-comento el niño alegremente
-Thomas-reprendió al niño, sabia que como utilizaba su linda cara para convencer a las demás personas
-no te enojes con el-defendió Char con un tono dulzón que desarmaba a Blake-además hace tiempo que no voy al zoológico
-no quiero que tengas problemas por mi culpa con tu novio-no pudo evitar que sus palabras salieran de forma celosa, cosa que hizo reír a Charlotte- no veo la gracia- aun seguía enojada por lo de ayer.
-no creo-contestó segura-ya que no tengo novio- se alegró de saberlo
-¿entonces si vamos a ir?-pregunto tímidamente el niño, mirándola con sus ojitos
-ok pero solo un rato-el niño salto del rezago de Charlotte y abrazó a su tía quien lo cargo. Char estaba fascinada con la escena, jamás pensó ver a Blake tratando con amor a alguien, y sobretodo demostró que no le era tan indiferente, bajo al niño y tomo su mano para salir, con su otra mano Thomas tomo la mano de Char, cosa que no paso desapercibida para Blake, que esbozó una pequeña sonrisa, poco a poco esa mujer se clavaba dentro de ella, liberando sus miedos.