Elsa esta sufriendo 8
Hans comenzó a reír. -¿Tú eres la hermana de Anna? ¿La puta rarita introvertida sin amigos? Jesús. Me esperaba a una enorme cerda troll por la manera en la que la gente habla de ti. Pero de hecho eres bastante sexy.
Exacto hoy subí dos relatos juntos ya que el primero era muy corto pero muy importante, sin más que lo disfruten:
-¡Oh! ¡Ahí hay uno!
Elsa tiró el volante a la izquierda con fuerza mientras su hermana dirigía un dedo a la dirección del lugar vacío para estacionarse.
-Coño, al fin- murmuró, tirando del freno de mano y girando la llave para apagar el auto. Anna ya había desabrochado su cinturón de seguridad y estaba a la medio fuera del asiento del copiloto llamando a un grupo de chicas que caminaban por el estacionamiento. Elsa la vio trotar para alcanzarlas y suspiró.
Como si ella quisiera pasar el rato con tu penoso ser. Es amiga de prácticamente todos aquí, incluso a los jugadores del otro equipo.
Elsa se arrastró del auto, pero no sin antes contemplar si podría escaparse sentándose ahí dentro toda la noche sin seguridad pensando en que estaba ahí para lidiar con los alegres e ingenuos estudiantes de primer año.
¿Prefieres sentarte en una celda de cárcel toda la noche o enfrentar la situación y mirar tres horas de fútbol americano que valgan la pena?... En realidad, no contestes.
Se dirigió al campo, tratando de resistir la tentación de darse la vuelta e irse, recordando la promesa que hizo a su madre de cuidar a Anna.
Su hermana estaba pasando por la parte de la conducta post-ruptura a la que Elsa gustaba llamar "estar completamente loco", en la que una persona que fue votada recientemente trata de llenar el vacío que su otra mitad dejó con cosas como partidos de fútbol, fiestas y simplemente interacción general con otras personas. La chica mayor no vio apelación absoluta.
A pesar de todo, ahora que Anna había roto con Hans -Elsa se negaba a aceptar que el universitario botó a su hermana porque ella no quería complacerle -estaba buscando otras maneras de llenar su necesidad de contacto humano. Y por mucho que Elsa deseara poder darle eso, sabía que Anna no era exactamente una gran fan de Starcraft o los comics como para querer pasar todo el día encerrada en el cuarto de Elsa.
Aunque nunca lo admitiría, una pequeña parte de Elsa estaba feliz de que su madre la haya forzado a ir de chaperona, o probablemente habría hecho una excusa para mantenerse pegada a la pantalla de su computadora, perdiendo la adorable visualización que en ese momento estaba presenciando. Su hermana estaba saltando de arriba a abajo con entusiasmo, los listones verdes y púrpuras que había entrelazado en sus trenzas cuando estaban en el auto brillaban debajo de las luces mientras sonreía a sus amigos.
Dios, qué linda es.
Elsa sintió una boba sonrisa en el rostro cuando su hermana la saludó con señas.
La sonrisa desapareció muy rápidamente cuando Elsa se dio cuenta de que iba a tener que hablar con las amigas de Anna. Sabía que el espectro de emociones que las chicas sentían por ella oscilaban entre ligeramente asustadiza hasta completamente hostil, este último sobre todo debido a un desafortunado accidente que terminó con un vaso de refresco de las manos de Elsa al vestido nuevo de una de las amigas de Anna. No lo había hecho a propósito, por supuesto, pero su nerviosa y balbuceante explicación sobre manos sudorosas había sido ahogada por los chillidos de la chica, mientras claramente trataba de hacer saber a todos dentro de un radio de diez millas lo caro que era el vestido con el puro volumen de sus gritos.
Elsa se quedó mirando al grupo de chicas mientras ellas la veían con recelo.
Mierda, mierda, mierda. Muy bien. No arruines esto. Sé normal. Por el amor de Dios sólo tratar de ser normal.
-Chicos, conocen a mi hemana, ¿verdad?-Preguntó Anna, tirando de la chica mayor a su lado. Elsa saludó con un pequeño ademán.
-Hola, Elsa- una chica respondió, inclinando un poco su cabeza. -¿Lista para algo de fútbol?
Joder, no.
-Sí, supongo que sí- se encogió de hombros, un incómodo silencio se asentaba en el grupo.
Tendrás que hacerlo mucho mejor que eso.
-Uh, ¿tú lo estás?
La chica la miró, un poco perpleja, señalando su vestimenta, una combinación de zapatillas verde y púrpura, un suéter verde y, por si fuera poco, una gorra de color morado con una gigante "A" color verde. -No lo sé, ¿tal vez?- la chica respondió con sarcasmo.
Bueno, eso fue jodidamente fabuloso.
Anna miró entre las dos chicas rápidamente antes de tomar la mano de su hermana. -¡Genial! Bueno, ¿quieren ir a buscar algunos buenos asientos?- Consciente de la ligera tensión, tiró a Elsa de su lado, hablando en voz baja para que solo la chica mayor pueda oír: -Puedes sentarte junto a mí, ¿de acuerdo?-Apretó la mano de Elsa, sin decir una palabra, haciéndole saber que a pesar de la gran impresión que la chica mayor siempre parecía provocar en sus amigas, ella no iba a abandonar a su hermana y dejar que se siente entre una multitud de desconocidos.
Esta chica es demasiado buena para ti, ya lo sabes, ¿verdad?
De repente, una voz asquerosamente arrogante vino de detrás de ellas. -Anna, ¡hola! ¡Cuánto tiempo sin follar!-Elsa se volteó para mirar a quien estaba haciendo el lascivo comentario, pero su hermana la jaló más fuerte.
-No le hagas caso-murmuró, sus mejillas se ruborizaron ligeramente.
Elsa frunció el ceño. -¿Quién demonios-
-Aw, no seas así, bebé, ¡solo era una broma!- La voz llegó de nuevo, cortando la pregunta de Elsa. -No tanta broma como la manera en la que me llevaste, pero podemos reírnos de eso ahora, ¿verdad?
La chica mayor estudió el rostro de su hermana. Podía ver los ojos de Anna ponerse llorosos, y la chica estaba incómodamente apretando su mano.
-¡Cállate la puta boca, idiota!- Una de las amigas de Anna le gritó -¡Ve a chupártela!
Elsa deseaba ser lo suficientemente valiente para defender a su hermana, pero la confrontación la ponía nerviosa, y podía sentir su palma comenzar a sudar contra la cálida mano de Anna.
-Vete a la mierda, puta. No estaba hablándote a ti.
Mierda. Este tipo no capta el mensaje.
-Estoy hablando con esa frígida perra pelirroja de ahí
Elsa vio una lágrima caer por la mejilla de su hermana mientras la chica cerraba los ojos, y algo dentro de ella exploto. Se dio la vuelta, arrancando su mano del agarre de Anna fijándose al chico de fraternidad con una mirada fulminante.
Era Hans.
Esta noche se puso mucho mejor.
-¿Qué mierda quieres, maricón?-Gritó. Las chicas detrás de ella estaban tan aturdidas por la repentina explosión como la misma Elsa. El tipo solo le dio un parpadeo. -¡Sí, te estoy hablando a ti! ¡Deja a mi hermana en paz, coño! ¡Ella no quiere hablar con un imbécil chupa pijas como tú ahora mismo!
Hans comenzó a reír. -¿Tú eres la hermana de Anna? ¿La puta rarita introvertida sin amigos? Jesús. Me esperaba a una enorme cerda troll por la manera en la que la gente habla de ti. Pero de hecho eres bastante sexy.
Elsa trató de ignorar la repentina oleada de dudas que se estrellaron sobre ella por las palabras del hombre, acumulando su cerebro para dar una respuesta que no exacerbe la ya negativa opinión que la gente claramente tenía de ella.
Lo que vino a su mente fue sin duda peor que permanecer en completo silencio, pero Elsa era incapaz de detener las palabras.
-¿Qué mierda acabas de decir sobre mí, pequeño hijo de puta?-Dejó escapar. "Acabaré contigo con una precisión que nunca se ha visto antes en este planeta, recuerda mis malditas palabras."
Oh, Dios. Más te vale que él sea un jodido normalfag. ¡¿Por qué diablos dirías eso?!
El estacionamiento estaba en silencio, salvo por el parloteo distante de las personas que ya estaban en las gradas y la retumbante música sonando por los altavoces. Los amigos de Anna la miraban con incredulidad, y la cara de Hans era un cruce entre sospecha y asombro.
Elsa sintió que su rostro se calentaba, y era lo único que podía hacer para permanecer al lado de su hermana en lugar de correr a un rincón oscuro del estacionamiento.
Oyó la voz temblorosa de Anna venir de su derecha.
-¿Podemos -podemos ir a buscar un asiento, chicos, por favor?-Sus amigas parecían salir de su estupor a petición de Anna, deambulando lentamente hacia el par, mirando a Elsa y murmurando palabras como "monstruo" y "psicópata". La chica mayor sintió que su cabeza daba vueltas.
" Tengo que largarme de aquí. Ahora mismo"
Se movió para correr de regreso al coche, cuando sintió la mano de Anna en su brazo. Ella giró la cabeza para mirar a la chica.
-¿A dónde vas?-le preguntó a su hermana, con ojos claramente suplicando que se quedara.
Elsa solo sacudió su cabeza, tirando su brazo del agarre de Anna y dándose la vuelta. Forzando sus palabras, habló en la acogedora soledad de las filas de autos estacionados,
-A casa. Tú puedes hacer que uno de tus amigos te lleve de vuelta.
Elsa ni siquiera tuvo que mirar a su hermana para saber exactamente lo profundo que había herido a la chica. El pequeño gemido de Anna fue suficiente.
Les dije que la guerrera regresaría, bien aún falta orto capítulo de subir mañana hasta la próxima n///n