Elsa esta sufriendo 6

-Está bien. No puedo decir que no lo disfruté.

HOLISSS mi gente bonita de TR, cómo están? Imagino que me extrañaron mucho. Bueno aquí les traigo el siguiente capítulo de esta historia sin más que lo disfruten

Anna no podría verse más emocionada si lo intentara. Prácticamente estaba rebotando en el lugar apenas siendo capaz de terminar su frase. La pequeña castaña que estaba a su lado era igual de entusiasta, ya mirando a la ventana frontal de a una tienda a pocos metros de distancia.

-¡Muy bien, nos separaremos y haremos la compra de los regalos durante una hora, luego nos encontraremos de nuevo aquí para poder comer algo juntos!- le hablaba radiante a su hermana mayor, esperando su aprobación.

"Pero ahora mismo tengo hambre"

-Sí, claro, lo que sea- dijo Elsa con indiferencia. La chica mayor ya sabía lo que compraría a Anna para Navidad y solo necesitaba cinco minutos máximos para comprarlo.

¿Qué diablos se supone que voy a hacer por una hora?

Su hermana gritó emocionada, agarrando la mano de la chica junto a ella y arrastrándola a la distancia. -¡Sí! ¡Vamos, Rapunzel! Ya sé lo que quiero darle a Elsa, pero necesito tu opinión sobre exactamente cuál debería comprar. La semana pasada hice que el chico de la tienda me ayude, pero quiero saber lo que tú piensas. ¡Solo tenemos una hora así que tenemos que llegar allá ahora mismo!- Elsa les vio salir corriendo, riendo con complicidad hasta que las escaleras eléctricas bloquearon su vista.

Ella suspiró, sola en uno de los muchos lugares en la tierra que despreciaba completamente, el centro comercial. Las hordas de compradores agravados de última hora, los niños gritando y adolescentes en celo deambulando por allí eran típicos en la semana antes de Navidad y Elsa se preguntaba por qué había accedido a acompañar a su hermana pequeña y su prima Rapunzel en primer lugar.

Porque eres un maldito desastre en negarle algo a la chica cuando te lo pide, ¿recuerdas?

Anna le había interrumpido durante un partido de Starcraft con su distintivo y adorable golpecillo a la puerta, apenas esperando una respuesta antes de abrirse paso a la habitación de Elsa, arrastrando Rapunzel detrás de ella. Le había preguntado a Elsa si la chica mayor quería unirse a ellas a la compra de regalos, y Elsa había dado una respuesta negativa sin siquiera alejarse de su pantalla, antes de que su hermana pudiese incluso terminar la frase.

Aunque Anna no se había dado por vencida, sigilosamente fue detrás de su hermana presionando un par de cálidas manos en los hombros de la chica, apretándolos un poco antes de deslizar gentilmente sus palmas en la clavícula de Elsa para darle un pequeño abrazo. La chica mayor casi cayó de su silla, el juego quedó totalmente olvidado al sentir el cálido aliento de Anna en su oído.

-Por favor, Elsa.- susurro y listo… estaba acabada. Tartamudeó un "sí" y prácticamente las empujó fuera de la habitación. A Anna no le importaba, estaba más enfocada en lo emocionada que la ponía el ser capaz de pasar tiempo con la chica mayor.

Te lo mereces por sentirte atraída hacia tu propia hermana, maldita enferma.

Gruñendo, se dio la vuelta entrando a la tienda de ropa más cercana, tirando la gorra de Horde bajo sus ojos y tratando de evitar a las masas de personas que parecían más decididas a chocar con ella que en estar haciendo sus compras.

Mirando la vista frente a ella, se encogió. Parecía que el Polo Norte había explotado y aterrizó completamente dentro de esta pequeña tienda. Oropel por todos lados y terribles interpretaciones pop de villancicos navideños a todo volumen en las bocinas. Elsa apenas había dado un paso antes de ser acorralada por una chica que estaba demasiado, muy alegre, incluso para la temporada de vacaciones, con los ojos tan abiertos que Elsa pensó que tal vez estaba en drogas.

-¡Hola! ¿Cómo estás hoy? ¿Puedo ayudarte en algo? !Tenemos grandes artículos de la venta de Navidad! ¿Quisieras que te ayude a encontrar algo para tu novia?

¿Qué? Mi nov-, ¡¿qué mierda consume esta chica?!"

-No, estoy bien, gracias- Elsa murmuró, tratando de colarse entre los bastidores, desesperada por escapar de la que parecía la novia de Chucky.

-¡Está bien! ¡Solo búsqueme si necesita algo, señor!- la chica dijo detrás de ella y Elsa solo levantó una mano al aire en señal de agradecimiento.

¿Señor? Jesús, lo que sea que esta chica está consumiendo la está volviendo ciega.

Finalmente, había esquivado con éxito lo que parecía ser un millar de otros empleados de la tienda y se escabulló cual comadreja en un rincón lleno de suéteres de Navidad. Deslizando sus dedos por el material de uno verde con un reno en él, estaba a punto de sacarlo del estante cuando la duda irrumpió en su mente.

En este momento, Anna estaba poniendo mucho empeño en el regalo para Elsa que ni siquiera estaba segura de sí una hora sería suficiente tiempo. Además, estaba arrastrando a su prima por una segunda opinión y el hecho de haber necesitado a un empleado para darle un consejo probablemente significaba que era algo de lo que ella no sabía lo suficiente como para tomar una decisión por su cuenta.

Probablemente está a punto de conseguirte un jodidamente increíble D&D con joyas incrustadas o una figura de acción de Protoss de tamaño natural edición limitada.

Elsa dejó que la manga del suéter cayera de su mano.

-Maldita sea, no puedes darle un estúpido suéter. ¿Qué te pasa? –murmuró. Consciente de que probablemente se veía como una enferma mental prófuga, parada en la esquina con la mirada perdida en un suéter de Navidad y murmurando para sí misma, Elsa se deslizó a lo largo de la pared del fondo, tratando desesperadamente de toparse con algo más para darle a su hermana.

Un pequeño estante de bragas le llamó la atención, el gigante letrero rojo de venta por encima de ellos era como un faro para los pensamientos totalmente inapropiados y ella no podía hacer nada para detener las imágenes de Anna en la cocina horneando galletas semidesnuda. Apretando los ojos cerrados y tratando de llevar lejos aquella memoria, caminó con pasos largos por el estante, tropezando con otra chica.

Abre los ojos !idiota!"

- Lo siento- se disculpó con un rubor arrastrándose a su cuello.

Se sorprendió cuando la chica sonrió tímidamente a ella, guiñando un ojo.

-Está bien. No puedo decir que no lo disfruté.

Los ojos de Elsa expandieron sorprendidos y se dio la vuelta, agarrando un par de bragas del estante al azar y retirándose rápidamente hacia su oscuro rincón. Echó un vistazo al patrón de la tela en su mano, pequeños muñecos de nieve mirando hacia ella.

Ya es oficial: Eres un individuo completamente jodido. De verdad estás considerando dar a tu hermana pequeña un par de bragas de Navidad, cuando todo lo que has soñado en las últimas semanas es tratar de tirarte hasta lo último de ella.

Elsa dejó caer su cabeza entre sus manos con ropa interior hundida en su rostro, miserable y completamente perdida en cuanto a qué hacer.

-¿Está bien, señor?-se oyó la voz de tono alto de otra empleada de la tienda .

¡Maldita sea! !Déjenme en paz, carajo!

Elsa no se molestó en responder, agarrando el suéter verde y apresurándose a la caja antes de que pudiera ser confrontada por alguna otra de las chicas que parecían multiplicarse.

Lanzando los artículos en el mostrador, sacó la cartera de su bolsillo trasero mientras la chica que estaba trabajando en la caja habló. -Me gusta tu camisa- dijo, mirando a la prenda de vestir en la que Elsa puso cero empeño antes de ponérsela esa mañana.

-¿Eh?

" Buena esa, retrasada. "

-Oh, ¿esta cosa vieja? Uh, gracias, supongo.

-Mi hermano juega Warcraft también. No sé mucho al respecto, pero he querido comenzar a jugar- la chica le clavó una mirada que Elsa no pudo descifrar. -Solo tengo que encontrar a alguien que pueda-sacó su lengua lamiendo su labio inferior-enseñarme un par de cosas.

Elsa se le quedó mirando.

Dios mío... ¿Está coqueteándome? Muy bien idiota, una lesbiana salvaje ha aparecido, es tiempo de usar esos movimientos de mierda que tienes. La sonrisa es super eficaz. Recuerda tus lecciones…. Mierda, nunca tuve lecciones.

Ella dio a la chica una sonrisa medio boba,-Uh, bueno, yo juego con un elfo mago de sangre.

¡No! Deja de hablar! Joder !di algo normal por una vez en tu vida!

-Quiero decir, claro, si quieres jugar, podría mostrarte cómo.

La chica le devolvió la sonrisa. -Estoy segura de que hay un montón de cosas que podrías mostrarme.- Posó la pequeña tarjeta de crédito frente a Elsa. -¿Sería todo por hoy, guapo ?

Elsa quiso azotar su cabeza sobre el mostrador.

Oh, tienes que estar bromeando.

Trató de evitar la mirada de la joven, fingiendo estar buscando su cartera para guardar la tarjeta de crédito, murmurando

-Sí, eso es todo, gracias.

-Estas están lindas- dijo a la cajera, doblando la ropa interior que había causado a Elsa tanto dolor. Sonando descorazonada, le preguntó-¿Son para tu novia?

Elsa sintió su rostro calentarse. -No, de hecho son

"A la mierda."

Suspiró.

-Sí, lo son.

La muchacha lucía cabizbaja.

–Oh, bueno, ella es una chica muy afortunada entonces- dijo, poniendo la ropa interior en una bolsa. Tomó el suéter y empezó a doblarlo-Espero que ella te dé una muy feliz Navidad,-susurró, guiñándole un ojo.

Elsa quería llorar lágrimas de frustración.

"¿Por qué está pasando esto? ¿Me metí en una dimensión desconocida?

¿Quién coño es esta gente?!

Afortunadamente, la chica le dio la bolsa, metiendo el recibo en su interior.

-Espero que vuelvas pronto- dijo mordiéndose el labio.

Elsa casi salió corriendo de la tienda, sonrojándose muchísimo y con total impotencia por parte de su mente al no poder resistir imaginarse exactamente qué feliz Navidad le ocasionaría Anna.

Pobre Elsa en que líos se mete no? Bien estuve leyendo sus comentarios y correos y me alegra mucho que les guste la historia eso me motiva a llegar de la escuela y encender mi lap para subir el siguiente capítulo, este fin estaré subiendo capítulos hasta el domingo que es cuando regreso a la escuela y sin más que decir hasta la próxima n///n