Elsa esta sufriendo 20

"Unnh, Anna," gimió, largo y fuerte, el orgasmo se abría paso. Su espalda arqueada y su mano libre agarro las sábanas, al tiempo en el que ella sucumbía al éxtasis que le recorría el cuerpo.

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Elsa se agitó, rodando sobre su espalda, sintiendo el calor que previamente había sido depositado ahí desvanecerse rápidamente.

"Hey," susurró Anna, quitándole unos mechones rebeldes de la frente a Elsa. "Tengo que ir a la escuela", dijo, señalando con el pulgar por encima del hombro en dirección a la puerta. "Pero puedes quedarte aquí, si tienes que dormir un poco más."

Elsa asintió, mirando como Anna se deslizaba fuera de la cama y se trasladó a su armario. Sus ojos se abrieron cuando la chica descaradamente se quitó el pijama y lo tiro en el suelo y se quedo de pie en nada más que un par de pantaloncitos, tratando de decidir qué ponerse.

Elsa quiso darse la vuelta, o cerrar los ojos, incluso quiso mirar al techo. Cualquier cosa estaría bien para bloquear la imagen increíblemente atractiva que consistía en su hermana casi desnuda de pie allí. Pero su cuerpo se negaba a cooperar. Sintió el calor corriendo entre sus piernas.

Anna tomó un par de pantalones cortos y se agacho para ponérselos. Elsa casi se desmayó al verlo. Trató de ignorar la decepción que brotó cuando la chica más joven agarró rápidamente un sostén alrededor de su pecho y tiró una camisa verde oliva por encima de su cabeza, antes de darse la vuelta y regresar a la cama.

O bien ella no se dio cuenta de que Elsa le había estado observando mientras se vestía o no le importaba. En cambio, ella simplemente agarró su bolso antes de agacharse y darle un ligero beso en la mejilla a su hermana. "Volveré pronto", murmuró, evidentemente, todavía preocupada de que Elsa fuera a huir de nuevo.

Y entonces ella se había ido. Elsa dejó escapar un suspiro que no sabía que había estado conteniendo, la visión de la espalda desnuda de Anna -sus músculos tonificados en movimiento debajo de la piel y como la chica se puso la camisa - seguían nadando en frente de sus ojos. Se dio la vuelta, inhalando bruscamente cuando la presión entre sus piernas se hizo más fuerte.

El olor de Anna estaba en todas partes. Elsa empujó su nariz en las sabanas gimió, tratando de poner un freno a su excitación, pero en su intensa necesidad de una distracción y combinado con lo que acababa de presenciar, le fue imposible, se desabrochó el botón de sus vaqueros, empujando una mano debajo de sus bragas y deslizo sus dedos en su intimidad, húmeda y resbaladiza.

Jadeando, ya desesperada por llegar al orgasmo, ella movió su mano más o menos contra su intimidad, sus caderas se sacudían para que coincidieran con el ritmo ferviente. Los Destellos de los muslos de Anna asaltaron su mente, y se estremeció cuando los recuerdos del beso ardiente que habían compartido hace tantas noches llego a su mente.

Deslizó un dedo dentro de ella, gritando ante la sensación. Un incendio se inició en la parte de baja su estómago, y en unos segundos se abrió camino hasta su cuello, expandiéndose sobre su pecho...

"Unnh, Anna," gimió, largo y fuerte, el orgasmo se abría paso. Su espalda arqueada y su mano libre agarro las sábanas, al tiempo en el que ella sucumbía al éxtasis que le recorría el cuerpo.

Jadeante, ella sacó su dedo, abriendo los ojos lentamente, los restos de placer comenzaron a disminuir. Y Ella se encontró mirando el techo.

A continuación, la vergüenza llego a ella. Había acabado en la cama de su hermana, pensando en la chica mientras se masturbaba. Su Mano todavía estaba en sus pantalones, puso su brazo sobre sus ojos, luchando contra las lágrimas.

"¿Qué es lo que te pasa?"

Elsa se sintió abrumada, incapaz de pensar con claridad. Todo a su alrededor simplemente estaba avivado por las llamas del deseo.

Tenía que salir de allí.

Tirando de la mano de sus pantalones vaqueros, tropezó desde la cama, corriendo a su habitación, irrumpiendo en el interior y colapsando en el suelo.

Ella estaba a punto de implosionarse, y no había nada que pudiera hacer para detenerlo.

Anna corrió a casa después de que la campana final soñara, ni siquiera se molestó en esperar y explicarle a su novio por qué iba a tener que cancelar su habitual salida al café después de la escuela.

Subió los escalones de dos en dos y se precipitó en su habitación, sólo para descubrir que estaba vacía. En el fondo sabía que Elsa no la iba a estar esperado durante siete horas en una habitación que no era la suya, Anna todavía se encontraba decepcionada, dejó caer su mochila en el suelo, antes de dirigirse a la habitación al final del pasillo.

"Elsa?" llamó. "Volví ¿Está todo bien?"

No hubo respuesta.

El corazón de Anna latió un poco más rápido cuando llamó a la puerta de Elsa. "Elsa? ¿Estás ahí? ¿Puedo pasar?"

Silencio.

Entonces un, "yo estoy aquí. Estoy bien, Anna. Puedes irte" resonó a través de la puerta

Anna frunció el ceño. "Irme? Elsa, yo no-no voy a ir a ninguna parte, te lo dije." Trató de girar el pomo de la puerta, encontrándola cerrada. Anna se sintió frustrada. "vamos Elsa, abre. Quiero hablar contigo acerca de lo que está pasando."

Podía oír la exasperación de la mayor cuando su voz flotó a través de la madera. "No, Anna! Yo no quiero hablar, ¿de acuerdo? Sólo tienes que irte lejos."

Eso llevo a Anna a la desesperación. Ella no había pensado en absolutamente nada más que en su hermana todo el día, y ella a punto de quebrarse. "¿Qué demonios, Elsa? ¿De verdad esperas que te ignore después de lo que pasó anoche?" Ella hizo temblar el pomo de la puerta de nuevo. "Huiste de mí! En un puto bosque! Y cuando volviste estabas prácticamente catatónica, con una mano ensangrentada y suciedad por todas partes!" Anna empujó su cuerpo contra la puerta, desesperada por la preocupación y la ira. "Abre! Abre la maldita Puerta!"

Ella casi se fue de bruces en el cuarto de Elsa cuando la chica abrió la puerta. "¡Dios! ¡Está bien!" Gritó Elsa. "Sólo porque estás a punto de romper mi maldita puerta" Elsa se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a su pc, poniéndose los auriculares sobre las orejas y mirando atentamente la partida de Starcraft en su pantalla.

Anna marchó hacia su silla, quitándole los auriculares. Elsa se dio la vuelta, con una mirada furiosa en su rostro. "¿Qué mierda te pasa Anna?"

"No, tú no me vas a hacer esto!" Anna gritó, pinchando un dedo en el pecho de Elsa. "no duermes y lloras en mi cama y luego me ignoras al día siguiente. No después de salir corriendo y dejarme preocupada por horas, paseando por esta maldita ciudad buscándote hasta que me veo obligada a esperarte en la puerta, con la esperanza de que la próxima persona que subiese el maldito camino fueras tú y no un detective de homicidios". Las lágrimas corrían por el rostro de Anna. "Tú no tienes que tratarme así, cuando lo único que quiero hacer es ayudar!"

Las Palabras de Anna picaban a la mayor, y esta se encontró a sí misma cada vez más enojada, su habitual actitud introvertida, junto con lo último de su paciencia estaban huyendo. Estaba cansada de ser herida. Cansada de permitirse ser tan patética. Cansada de infligir tanto dolor a su hermana pequeña.

Se puso de pie, los pocos centímetros de más que tenía la hizo elevarse sobre Anna. "¿Quieres ayudar?" Ella gritó. "Te diré como puedes ayudar! puedes regresar a tu habitación, a tu vida, y dejarme en paz, carajo!"

El corazón de Elsa rogaba que se detuviera, pero su lengua era aguda, con una mente propia. Cada onza de miseria dentro de ella estaba gritando por salir, y Anna estaba a punto de ser el desafortunado destinatario. "Todo esto es tu culpa!" Elsa gritó.

"Es mi culpa?" Anna replicó con incredulidad en su voz. "¿Cómo que es mi culpa?! ¿Qué he hecho?" Ella se acercó más, la diferencia de altura, obviamente, no tenía impacto sobre Anna. Su ferocidad era casi tangible. "Tú eres la que convirtió la graduación de la secundaria en una razón para empezar a ignorarme! Por qué al parecer yo ya no era lo suficientemente buena para ti! Ella empujó el hombro de Elsa. "Todo lo que yo he hecho es amarte y tratar de estar allí para ti! Y ahora me pagas mandándome a la mierda?"

Anna miraba a Elsa con una mirada tan llena de furia que a Elsa le dolía, casi no podía respirar. "¿Qué tengo que te hace estar tan decidida a deshacerte de mí?" pregunto

Elsa apretó la mandíbula. "Es mejor así, Anna!" Dijo entre dientes.

"¿Cómo, Elsa?" su hermana gritó, lanzando sus manos al aire. "¿Cómo es mejor?" Su voz se quebró. "Duele! Me duele cuando me alejas!"

Elsa quería gritar. "¿crees que a mí no me duele demasiado?! ¿Crees que me gusta mantener mi distancia? ¿Crees que no preferiría que nos lleváramos como hermanas normales?"

Anna parecía completamente desconcertada. "¿Entonces por qué no lo hacemos? ¿Qué nos detiene?" Ella atacó, golpeando una palma en el pecho de Elsa. "Sólo dime por qué esto tiene que ser tan difícil!"

Elsa estaba perdiendo rápidamente la cordura que había estado guardando en su más oscuro secreto. Ella entró en pánico, sintiendo que algo se arrastraba por el interior de su garganta. Tenía que salir de esta situación antes de que su secreto escapara.

Trató de empujar a Anna, pero la chica más joven le agarró del brazo, haciendo girarla de vuelta. "No, no voy a dejarte huir de nuevo!" Ella declaró. "Me vas a explicar mismo!"

El corazón de Elsa estaba corriendo. Sintió una cubierta de sudor en su frente mientras observaba a la chica sonrojada antes de que sus ojos azul verdoso parpadearán. Su pecho estaba agitado. "Déjame ir, Anna," dijo ella, desesperada. "Por favor."

"No hasta que me des una respuesta!" Ordeno. Elsa estaba peligrosamente cerca de perder sus inhibiciones.

"Anna"

"Sólo dime!"

"Yo no puedo-"

"Dime!"

Una mano agarró la pechera de su camisa, y el autocontrol de Elsa desapareció. Empujó Anna contra la pared más cercana y estrelló sus labios, derramando hasta la última gota de miedo, rabia y odio a sí misma junto con la lujuria en el beso.

Anna se quedó de piedra, completamente inmóvil.

Segundos pasaron. O minutos. Elsa no lo sabía. Pero el mundo se vino hacia abajo cuando ella se dio cuenta de la gran locura de sus acciones.

Ella se echó hacia atrás, horrorizada. "Oh, Dios", suspiró ella. Los ojos de Anna estaban muy abiertos, y ella estaba mirando fijamente a un punto en algún lugar sobre el hombro de Elsa. "Anna..."

Anna parpadeó, centrándose lentamente en el rostro de su hermana. Sin decir una palabra, ella pasó por delante de Elsa, saliendo de la habitación y dirigiéndose a la propia.

Elsa se quedó mirando a la pared, el clic de una cerradura le ayudo a salir de su estupor, y cayó de rodillas, totalmente angustiada.

"¿Qué he hecho?"

Las palomitas eran para que se atragantaran con el final, la próxima actualización será como en una semana porque toda la semana estaré en prácticas sin más hasta la próxima n///n