Elsa esta sufriendo 18
-Elsa- grito Anna, sin aliento.- Alto!
Hoy no ha sido un buen día así que lo disfruten:
-Mi corazón me está matando en estos momentos- una mansa admisión fue dicha como si diciéndola lentamente el dolor fuera a desaparecer.
-Lamento mucho escuchar eso.
-Hace que todo lo demás no tenga sentido….como si ya no pudiera escucharme gritar desde mi pecho. – Un pequeño suspiro- así se siente tener el corazón roto?
Un suspiro amigable rompió el extraño ambiente que provocaban las manecillas del reloj.
-si, yo diría que esa es una descripción bastante exacta. Quieres contarme lo que paso?
El suave click de una cerradura abriéndose perturbo considerablemente el ambiente de pereza que reinaba en la casa. Elsa simplemente lo ignoro, manteniendo sus ojos cerrados.
Un grito rompió el tenue silencio.
Los ojos de Elsa se abrieron de golpe. Hijo de puta!
La rubia estaba tratando de tomar una siesta y justo cuando comenzaba a dormirse aquel grito la trajo de vuelta al mundo real.
Se incorporó ignorando el mareo que la asalto, cruzo la habitación en dos zancadas y tiro de la puerta para abrirla- Anna? Eres tú? Está todo bien?
Elsa irrumpió en la sala, esperando encontrar a su hermana en una situación horrible, como por ejemplo ser tomada de rehén por unos ladrones o que Anna se las hubiera arreglado ella sola para empalarse en su bastón de lacrosse.
Lo que no esperaba encontrar era a la chica –todavía en su ropa de entrenamiento- saltando de arriba hacia abajo junto al sofá, al parecer celebrando la llegada de una carta que se encontraba entre sus manos. Anna miro a Elsa con una sonrisa en su rostro, Anna agito su brazo hacia su hermana con la carta aleteando suavemente en su mano.
-Oh Dios mío. Me aceparon! Estoy en la lista!- Anna prácticamente se abalanzo sobre Elsa , envolviéndola en un abrazo. La mente de Elsa estaba demasiado aturdida como para hacer preguntas, en su lugar se encontró aspirando el aroma de Anna, que se mesclaba con el del sudor, hierba y tierra y que formaba una esencia en conjunto que era tan pura como Anna. La rubia no pudo evitar sonreír tontamente.
Pero entonces su hermana rompió el abrazo, enseñándole la carta otra vez.- yo podría irme a Inglaterra.
Espera… que!?
Inglaterra? – soltó confundida- por qué demonios tendrías que ir a Inglaterra?
Anna rodo los ojos.- No lo recuerdas?
No.
-te lo dije hace unos meses.
Lo hiciste?
-solicite un intercambio de tres meses que comienza cerca del final de mi tercer año- la chica se cruzó de brazos- me estabas escuchando siquiera?
Por supuesto que no. Rayos cuando fue la última vez que mostrarte interés por lo que ella hace?
Elsa se encogió de hombros avergonzada.- lo siento es solo que, esto es algo que tienes que decirme más de una vez.
Anna miro hacia abajo- realmente no parecías interesada la primera vez que te dije –contesto en voz baja. – así que pensé que era mejor no molestarte con esto después.
Dios.
Elsa se estaba mordiendo el labio con aprensión. Después de respirar profundamente de sus labios broto la pregunta que tanto miedo había tenido de formular.- te iras si te ofrecen el lugar?- miro a Anna preocupadamente.
Anna se colocó junto a su hermana al ver la silenciosa suplica que los ojos de Elsa le estaban mandando. Elsa le estaba preguntando si ella estaba dispuesta a dejarla.
-Elsa, sé que me necesitas en este momento…. Pero quizá dentro de unos meses ya no lo hagas.
Lo que Anna dijo después fue ahogado por los oídos de Elsa. Ella sintió como su corazón se le encogía dolorosamente y su visión se volvía borrosa mientras se tambaleaba hacia atrás.
Que mierda esperabas que digiera? Que ella iba a renunciar al viaje de su vida para seguir siendo la invitada de honor en la fiesta de la compasión sin fin?
La frente de su hermana de frunció con preocupación. Anna le tendió la mano mientras su boca formulaba una pregunta que nunca escucho.
Ella va a estar contigo mientras viva, pero ella va a tener que dejarte un día y tú siempre lo has sabido.
No serás capaz de detenerla.
Elsa sintió su garganta seca de repente.
Todo lo que puedes hacer es dejarla primero.
Con eso en mente, Elsa giro sobre sus talones y salió de la sala de estar, mirando con ansiedad entre las escaleras que conducían hacia su dormitorio y la puerta principal. Oyó a su hermana llamándola. Elsa tomo su decisión al abrir la puerta de la entrada para después salir corriendo de la casa por el camino principal, cometiendo un acto físico tan impropio de ella paso las vallas de la entrada y empezó a correr por la calle principal.
Escucho las pisadas de Anna de tras suyo, la chica estaba en una perfecta condición en la que fácilmente podría alcanzarla, sin embargo Anna acababa de salir de un arduo entrenamiento que le había llevado horas y Elsa simplemente había salido a una velocidad increíble gracias al miedo y la adrenalina.
-Elsa- grito Anna, sin aliento.- Alto!
Pero Elsa no le hizo caso, simplemente siguió la necesidad de alejarse de su hermana. Ella no tenía idea ni a donde estaba corriendo, sus pulmones estaban empezando a doler y sus piernas le dolían, pero aun así gracias a la adrenalina del momento, Elsa logro llegar a un parque cercano y corrió hacia un pequeño bosque que bordeaba el pequeño parque. Los gritos de Anna se apagaron conforme Elsa se adentró en el pequeño bosque.
Las ramas la golpeaban conforme iba saltando sobre raíces sólidas, una rama, particularmente sólida, golpeo a Elsa en la mejilla dejándole un corte en esta, las hojas crujían bajo sus pies y la rubia se dio cuenta de que ni siquiera llevaba zapatos.
Conforme corría, algo pesco a Elsa del tobillo y la chica salió disparada hacia adelante cayendo pesadamente sobre sus rodillas, sus pantalones se rasgaron y las palmas de su mano se estrellaron contra el suelo arenoso.
Un grito desconsolado fue arrancado de su garganta, el dolor físico solo fue eclipsado por el emocional. Elsa soltó un puñetazo contra el suelo del bosque y casi fue insensible ante el dolor que le produjo el golpear una roca irregular enterrada por las hojas muertas. La chica se aferró a su pecho con la otra mano, empujando con sus uñas la fina tela de su camisa, clavándoselas en la piel.
Elsa quería arañar su corazón.- y eliminarlo de su cuerpo para que ya no pudiera hacerle daño-
Pero el órgano infractor se mantenía latiendo a un ritmo irregular contra la caja torácica de Elsa, cada latido burlándose de ella. Recordándole que Anna era la única cosa que la mantenía viva. Que su hermana era la única razón por la que no había saltado del puente más cercano en la secundaria.
Pero eventualmente Anna iba a dejarla.
Un sollozo fue arrancado de su garganta y ella finalmente se desplomo en el suelo, apoyando su frente contra el suelo. El olor de la tierra le lleno los pulmones mientras las lágrimas caían en la suciedad y el olor de la sangre se mezclaba con todo lo demás.
Elsa coloco sus brazos sobre su cabeza, tratando de bloquear al resto del mundo. Pero fue totalmente inútil. Los gritos venían de su mente atormentada, y no había manera de que pudieran ser silenciados….
Hasta la próxima