Elsa esta sufriendo 17

Elsa suspiró. "Anna... realmente lo siento-" empezó a decir, pero la chica más joven la interrumpió con un pequeño movimiento de cabeza.

En vista de que eh recibido muchos correos de amenaza que van desde involucrar a escuadrones especiales de búsqueda hasta homicidios por la broma del capítulo anterior eh tomado la decisión de limitarme solo a subir los capítulos una vez por semana y ya no comentar nada naaa es otra broma jajajajajaja sin más que lo disfruten:

El viernes por la noche Elsa se encontraba acostada en su cama, con la mirada perdida en una extensión de los paneles donde Natalia Romanova estaba dibujada pateándole el trasero a una bola de matones armados hasta los dientes. Ni siquiera el cuero negro brillante de su catsuit- que se amoldaba perfectamente a su atractiva figura-fue suficiente para distraer completamente a Elsa De la sensación de tener plomo en su estómago, mientras trataba desesperadamente de no pensar en lo que Anna y Kristoff podrían estar haciendo en ese mismo momento.

Elsa estaba acostumbrada a no conversar con su hermana muy seguido, pero en las últimas dos semanas, ella no le había dicho, literalmente, ni una sola palabra a la chica más joven, el temor paralizante de tropezar con las cuatro letras simples que conformaban El nombre de Anna - combinada con las palabras involuntariamente hirientes que tendían a salir de su boca - eran suficiente para obligarla a un silencio total. Incluso había intercambiado instrucciones por chat, dispuesta a echar a perder la oportunidad de ganar a su grupo porque no podía hablar lo suficientemente rápido. Poco acostumbrada a la idea de que Azeroth ya no era el único lugar donde se sentía segura, Elsa se había perdido, y aunque no quería admitirlo, estaba un poco asustada.

Dejo caer el cómic sobre cara, la nariz se presionada en el escote de La viuda negra, cerró los ojos, exhalando fuertemente, las páginas brillantes revoloteando por encima de ella." Esto es una locura. Realmente necesitas ponerle un alto a esto. Un tartamudeo y te has convertido en una mierda más grande que Power ring."

El rugido de un motor proveniente del camino de entrada, seguido del golpe de una puerta de coche siendo cerrada. Hizo que Elsa se quitará el cómic de la cara y echar un vistazo a su reloj. "¿Es Anna? No pasan de las nueve. Que rayos está haciendo en casa tan temprano? Te juro que si me dice que ese idiota le hizo algo"... Pero Elsa sabía que se estaba engañando a sí misma. Ni siquiera estaba dispuesta a hablar con Anna, y mucho menos escuchar algo tan íntimo, sobre todo si había una posibilidad de que sus sentimientos iban a ser aplastados. Ella pasó un brazo sobre los ojos, escuchando con atención, esperando un sonido que podría darle una pista del estado actual de su hermana.

Ella se sorprendió cuando escuchó los pasos de Anna cada vez más fuertes, ya que la niña fue de su habitación hacia la puerta de Elsa. La rubia se enderezo y balanceando las piernas sobre el lado de la cama, la mayor se debatía entre abrir la puerta de un tirón, o esperar que su hermana golpeara la puerta.

Pero el golpe nunca llegó. En cambio, una hoja de papel grueso fue empujada por el hueco debajo de la puerta, deslizándose por la alfombra hasta que llegó a un descanso al lado de una pila de ropa. Elsa entrecerró los ojos reconociendo en el la letra de su hermana. Se dispuso a recogerlo, sorprendida de encontrar un boceto de grafito elaborado por el otro lado.

Mierda. Los ojos de Elsa se ensancharon cuando su cerebro proceso exactamente lo que ella estaba viendo. Anna me la había dibujado como un maldito superhéroe. Una rubia delgada apareció en la página, su traje de spandex tenso sobre una malla perfecta de curvas femeninas y músculos fuertes mientras se levantaba con una cadera ladeada y los brazos cruzados sobre el pecho. Un antifaz cubría la mitad superior de la cara, pero los ojos detrás de él brillaban con alegría, la boca se detenía en una media sonrisa, y el delicado sombreado en los pómulos y la mandíbula no dejó ninguna duda acerca de la identidad secreta de la figura. Elsa estaba segura de que nunca se había visto tan segura en su vida.

Volteo la página para leer el mensaje de Anna.

"Te echo de menos. Siento que estamos peleando. Sigues siendo mi héroe, no importa qué”. Elsa sintió que las lágrimas impedían su visión mientras leía las últimas dos palabras. 'Te amo'.

Dios.

Una sombra cruzó la luz del pasillo y se coló en su habitación por el hueco debajo de la puerta. Anna estaba todavía afuera. "No te puedes quedar ir allí de pie. Ni siquiera puedes abrir la puerta de un tirón, inútil". Elsa tomó una respiración profunda y lentamente abrió la puerta.

El corazón le dio un vuelco cuando ella miró a los ojos dulces, esperanzados de su hermana, una vacilante sonrisa en la cara de la chica joven al darse cuenta de que Elsa estaba respondiendo a su intento de comunicarse.

"Hey," susurró ella, tirando del puño de la chaqueta. "Gracias por la apertura."

Elsa no estaba segura de que abrir la puerta hubiera sido buena idea, pero no dijo nada. La sonrisa de Anna vaciló, y Elsa se paniqueo. "Dos segundos para hacer que este triste. Eso tiene que ser un nuevo récord. "Desesperada por mantener intacta la felicidad de Anna, ella soltó lo primero que le vino a la cabeza.

"Anna..." Las cejas de su hermana se dispararon por la sorpresa, y Elsa estaba confundida al ver la expresión durante unos segundos, hasta que se dio cuenta de la facilidad con que el nombre de la joven había salido de su lengua. Ella sonrió suavemente. "Anna. Hey. Tu es, uh-estás en casa antes de tiempo." Su voz era ronca por falta de uso, y se reprendió a sí misma por no decir 'gracias por el dibujo "o" Te amo "o un millón de otras cosas mejores, pero a Anna no parecía importarle. Una enorme sonrisa había estallado en la cara tan pronto como Elsa comenzó a hablar.

"Si. Kristoff y yo, fuimos a ver una película, pero se dio cuenta de que yo estaba distraída cuando tratamos de hablar de ello después y yo no podía recordar nada de la trama." Ella se sonrojó ligeramente. "Yo estaba un poco demasiado ocupada pensando en esto", señaló entre las dos, "y lo mal que me sentía sobre estas cosas."

Elsa hizo una mueca. "Tú no metiste la pata. Fui yo. Como siempre. "Ella trató de transformar sus pensamientos en palabras, pero Anna seguía hablando. "Estaba ignorándolo tanto, Elsa. Él me dijo que debería hablar contigo porque la familia es más importante que cualquier otra cosa, así que regrese a casa temprano y bueno... aquí estoy, supongo."

La mayor se quedó hecha piedra, la culpa se arrastraba hasta su columna vertebral. "Maldición. En realidad es una especie de chico bueno". Su corazón se hundió. "Tal vez es exactamente el tipo de persona que Anna merece. "Su meditación fue interrumpida por Anna quien alcanzo su mano, dudando un poco. "¿Puedo ..." Su voz se desvaneció, Elsa le dirigió una mirada inquisitiva. La mayor sonrió y extendió la mano, dejando que Anna la tomara y enredara sus dedos juntos. El calor extendiéndose por todo su pecho por el contacto la hacía sentirse mareada.

Ella se sorprendió, entonces, cuando Anna tiró de su mano, tirando de Elsa hacia el pasillo y hacia su habitación. "Anna, ¿qué-" pero fue interrumpida por Anna dándose la vuelta y presionando sus cálidos dedos en los labios. Ella arqueó una ceja a la chica.

"No quiero preguntas. Sólo ven conmigo, ¿de acuerdo?" Elsa asintió en silencio, la mente nublada y el corazón desbocado. "Ella no me ha llevado a su habitación, así que puede que Dios no sea tan malo. "Consigue un maldito agarre." Anna le soltó la mano y agarró una manta enrollada desde el pie de la cama, poniéndola bajo el brazo antes de empujar una almohada debajo de la otra. "¿Cómo te sientes acerca de escalar cosas?", dijo, sonriendo con picardía.

Elsa pensó que realmente tenía mucha elección.

La chica más joven le agarró la mano y tiró de ella de nuevo a la ventana. "Sólo tienes que seguir mi ejemplo, ¿de acuerdo?" Con eso, ella dejó caer la almohada y una manta en el suelo, abriendo la ventana y para trepar fuera de él, en precario equilibrio sobre el techo inclinado. "Pásame las cosas"

Elsa empujó con cuidado los objetos por la ventana, aterrorizada de que ella podría tirar a Anna desde el tejado si ella las empujó demasiado. Para su asombro, Anna lanzó hacia arriba las almohadas y mantas, Elsa miró hacia el techo, escuchando golpes suaves procedentes de algún lugar por encima de ella. Mirando hacia atrás en su hermana, vio los ojos brillantes de la niña. "Ahora viene la parte divertida. Trae tu culo hasta aquí."

Aprensiva, pero obligándose a la petición de la chica, se arrastró a través de la brecha, poniendo con cuidado un pie en la cubierta de tejas, poniendo a prueba su capacidad para soportar su peso. Ella casi se cayó de la ventana cuando sintió las manos suaves de Anna en sus caderas, sosteniéndola. "¿Confías en mí?" la chica susurró. Elsa le dio a su hermana una mirada nerviosa, pero decidida, asintiendo con la cabeza. "Bien," murmuró Anna. "Entonces nos subimos." Ella pasó un brazo por la cintura de la mayor, tirando suavemente su espalda hacia la ventana. "Voy a estar justo detrás de ti, me agarras si tienes un desliz, ¿de acuerdo?"

"Y luego ambos caeremos desde el techo hacia nuestras muertes. Genial". Elsa comenzó su ascenso a pesar de todo, cada paso tambaleante parecía tomarle horas. Pero Anna fue muy paciente con ella, dejando que la mayor marcara el ritmo, hasta que por fin llegaron a la cima. Las piernas de Elsa temblaban cuando se apoyó en la chimenea. Ella vio como Anna extendió la manta sobre la superficie rugosa, tirando la almohada en la parte superior, antes de desplomarse sobre la cama improvisada. Ella inclinó la cabeza hacia atrás para mirar a su hermana, palmeando el lugar a su lado. "Ven acuéstate, hermanita. Quiero mostrarte algo."

Elsa hizo lo que le pidió, torpemente sentándose junto a Anna. Sus ojos se abrieron en estado de alarma mientras la chica puso una mano en el pecho y la empujó a una posición horizontal, la cabeza apoyada en la almohada, lo que le permitía ser testigo finalmente por qué Anna la había traído hasta aquí.

"Whoa," suspiró ella, teniendo la extensión de cielo claro de la noche sobre su cabeza. Brillantes estrellas brillaban contra la profunda, aterciopelada oscuridad, y Elsa se encontró comparando sus patrones irregulares de las pecas que salpicaban la piel blanca de su hermana. El pensamiento de la chica le impulsó a volver la cabeza y mirar a Anna, ruborizándose al darse cuenta de que su hermana había estado observándola.

"Te gusta, ¿eh?" Anna sonrió, mirando hacia el cielo. "Pensé en cómo llegar hasta aquí hace unos meses, pero todavía me sorprende cada vez que lo hago." Ella hizo un gesto con la mano hacia las estrellas. "me recuerda que a pesar de que el mundo es tan grande, todo el mundo ve la misma cosa increíble cuando ven la noche." Ella llevó su brazo hacia abajo, metiéndola entre la almohada y la cabeza, antes de terminar en silencio. "Yo creo que todos tenemos más en común de lo que creemos. Nadie está realmente, realmente solo en este planeta."

Elsa estaba escuchando, completamente sin palabras a la introspección de su hermana, salió de su estupor cuando Anna le sonrió, un poco avergonzada. “Lo siento, eso sonaba mucho mejor en mi cabeza. No soy muy buena con palabras."

La mayor le respondió rápidamente. "No, eres realmente muy muy buena con fue algo hermoso." El corazón le dio un vuelco cuando Anna sonrió.

"¿Eso crees?" -preguntó ella. "Supongo que soy un poeta y yo ni siquiera lo sabía!" Riéndose de su propia broma, ella se acercó a su hermana. "Gracias por dejar que te arrastrara hasta aquí." Su voz se hizo más grave, mientras sus cejas se juntaron. "Te extrañé, mucho."

Elsa suspiró. "Anna... realmente lo siento-" empezó a decir, pero la chica más joven la interrumpió con un pequeño movimiento de cabeza.

"No. Estás aquí, ahora. Estamos pasando tiempo juntas, y eso es todo lo que realmente quería." Se apretó contra el costado de Elsa, deslizando una mano cálida en su hermana y besándola en la mejilla. "Es todo lo que necesito de ti. Yo no necesito que seas un modelo perfecto o feliz todo el tiempo o incluso tolerante con los errores estúpidos que hago." Ella inhaló profundamente, y su voz tembló un poco. "Sólo necesito a mi hermana mayor, Elsa. Eso es todo. ¿Te puedo pedir eso?"

"Mi corazón. Dios, Anna. "Elsa no habría sido capaz de decir no, incluso si hubiera querido. La chica parecía tan pequeña, y Elsa se dio cuenta de lo mucho que realmente había estado negando a su hermana en las últimas semanas. "Sí, Anna," susurró. "Puedes pedir eso." Estaba segura de que podía escuchar su corazón acelerado ahora, pero recogió los restos de su valentía y le dio la única respuesta que obviamente estaba deseando.

"Te amo, Anna." La sonrisa que iluminó el rostro de su hermana valía la pena el esfuerzo increíble que se tardó en expresar el sentimiento, y Elsa casi se sintió un poco orgullosa de sí misma. Anna no respondió, pero la forma en que ella apretó la mano de su hermana era más que suficiente. Volvió a mirar a las estrellas, pero los ojos de Elsa permanecían fijos en su rostro, la alegría en la sonrisa de Anna era más hermosa que cualquier cielo nocturno.

Yo ame este capítulo hasta la próxima n///n