Elsa esta sufriendo 13
Porque si no puedo estar ahí para detener esas cosas, " un destello de culpa cruzó su rostro, "Entonces estaré ahí para ayudarte a lidiar con ellas."
HOLISSSS GENTE DE AMERICA!!!! Hoy les traigo este capítulo el cual explicara un poco los sentimientos de Elsa, sin más que lo disfruten:
"Así que, ¿cuándo crees haber comenzado a desarrollar sentimientos por ella?"
"Realmente no quiero hablar de esto, doctora."
Silencio.
Un suspiro. "¿Me hará hacerlo, verdad?"
"No voy a obligarte a hacer algo con lo que no estés cómoda."
"No estoy cómoda con nada."
Más silencio.
"Está bien. Solo empieza desde el principio, Elsa."
El aula era cálida. Tenues chirridos se filtraban por el manchado vidrio, el tic-tac de un reloj el metrónomo para su dulce melodía.
Elsa se sentaba en el pupitre en la más lejana esquina de la habitación, inclinada sobre un cuaderno a cuadros, un lápiz volando a través de una página en un baile de cifras. Manchas grises yacían en las yemas de los dedos de su mano izquierda de los incontables viajes que habían tomado sobre los cálculos ya escritos, ayudando al lápiz de su derecha en su paso a la respuesta.
Garabateando un número final, Elsa se echó hacia atrás, exhalando triunfantemente, la soledad siendo el único lugar en donde se sentía lo suficientemente cómoda para mostrar esa confianza.
La campana había sonado hace horas, pero ella se había preparado, escondiéndose en un salón vacío mientras un mar de estudiantes se derramaban fuera hacia los pasillos, sus risas y charlas golpeando como olas contra la puerta cerrada. Elsa se aferró a su escritorio como si fuera una boya en la tormenta de intranquilidad enturbiando dentro de ella.
Poco a poco, los estudiantes salieron de las puertas principales de la escuela, dejando a la chica en su santuario mientras ella encontraba consuelo en la gruesa encuadernación de su libro de texto, siguiendo su usual rutina de esperar a que el flujo y reflujo de personas disminuya hasta que pueda pasar inadvertida.
Cerrando tranquilamente el pesado libro, pasó suavemente sus dedos por las aseadas e impecables marcas en la portada, deseando poder entender al resto del mundo tan bien como entendía esos números.
Suspiró, recogiendo sus cosas antes de moverse a la puerta, mirando por la pequeña ventana de vidrio para asegurarse de que el pasillo estaba despejado. Viendo que carecía de nada más que iluminación y un linoléo suelo, salió del salón, gañendo y llevando sus libros hacia su pecho cuando vio una figura sentada en el suelo a solo unos metros de distancia.
"Hola, " dijo la brillante voz de su hermana. "Me preguntaba en dónde te habías metido."
Elsa no dijo nada mientras miraba a Anna levantarse, una desaliñada trenza descansando en un hombro, su bolso sobre el otro, ojos risueños, verde-azulados, mientras arrugaba la nariz en una sonrisa.
"Consiguiendo ventaja en tu tarea, ¿eh?" preguntó. Haciendo un ademán con los ojos, "No sé porque siquiera necesitas hacerla. Eres tan inteligente, deberían darte tu diploma y ya dejar que te gradúes." Dio un paso hacia Elsa. "De todas formas estás destinada a cosas más grandes que esta tonta y vieja escuela.
La chica mayor sintió la comisura de su boca levantarse ante las palabras de aliento de su hermana. "Gracias, Anna, " dijo en voz baja. Frunció el ceño. "¿Por qué aún estás aquí? ¿Tuviste práctica de lacrosse?"
Anna negó con la cabeza, cruzando los brazos flojamente y recargándose en la pared a su lado, arqueando una ceja a Elsa. "Pues no. Estoy aquí porque alguien tiene que asegurarse de que vayas a casa sin ser absorbida por las malvadas garras de la biblioteca en el camino, " sonrió, con una mano levantada para hacer un gesto como de garra. "Rawr, " gruño.
Elsa no pudo detener a una risa de hacer eco por el pasillo. Se sonrojó cuando escuchó una versión distorsionada de vuelta.
Anna se limitó a sonreír. "Es lindo oírte reír. Pensé que después de lo que pasó en el almuerzo..."
Elsa miró hacia abajo, arrastrando un zapato contra el suelo. "Supiste sobre eso, ¿eh?"
Sintió a su hermana acercarse, pero permaneció centrada en los cordones de su zapatilla, incluso cuando Anna puso su mano detrás de su cuello. "Siento mucho no haber estado ahí para ti, Elsa." Su voz estaba llena de pesar y tristeza. "Siento mucho que ellos no puedan ver lo hermosa, inteligente y divertida que eres, y que estén tan celosos de ti que se sientan en la necesidad de hacer tu vida un infierno."
Un estremecimiento de dolor al recordar amenazó con partir el corazón de la chica mayor en dos. Disimuló con un encogimiento de hombros. "Es... lo que sea. No les gusto. Estoy acostumbrada."
Oyó como la respiración de Anna se cortó y otra mano se presionó contra su mejilla. "No deberías de estarlo, " susurró. "Eres mi hermana, y no deberías pasar toda esta mierda tú sola." Elsa se sorprendió ante el insulto de su hermana. Anna muy rara vez insultaba, pero el fuego en sus ojos aparentemente se prestó a alguna indiscreción con su lenguaje. "Por eso estoy aquí. Para llevarte a casa. Porque si no puedo estar ahí para detener esas cosas, " un destello de culpa cruzó su rostro, "Entonces estaré ahí para ayudarte a lidiar con ellas." Dio un beso rápido en la comisura de los labios de Elsa. "Porque te amo, ¿de acuerdo? Recuérdalo siempre."
Elsa contuvo las lágrimas, apretando su mandíbula bajo la mano de Anna. Asintió con la cabeza y su hermana dio un paso hacia atrás. La chica mayor perdió la calidez como la respiración.
"Vamos, " dijo Anna apuntando a los libros que Elsa sostenía contra su pecho. "Déjame cargar esos por ti."
La chica mayor miró hacia ellos. "Oh, no, está bien. Son algo pesados." Hizo un ademán con la mano apuntando al bolso de su hermana. "Además, tienes que cargar todo eso."
Anna río, metiendo una mano en la bolsa y sacando un suéter y un enorme y ya abierto paquete de Skittles. De repente el bolso lucía completamente vacío. "¿Quieres decir todo esto?" Se colgó el suéter sobre el hombro y jugueteó con los Skittles, el arrugado y rojo plástico en su mano. Se ruborizó un poco. "Yo, uh, quería traerte algo que te haga sentir mejor. Y sé que luce como si me los hubiese comido todos -que sí lo hice- pero solo porque sé que no te gustan los amarillos y naranjas, " nerviosa sostuvo la bolsa, "así que solo quedan los verdes, rojos y púrpuras. Tus favoritos."
Elsa ni siquiera se atrevía a alcanzar la bolsa, estaba demasiado ocupada mirando a su hermana con ojos llenos de afecto. "Anna... “comenzó, tratando de pensar en una manera de deshacerse de la culpa que la chica sentía sobre ser incapaz de ayudarla en sus momentos de necesidad. Elsa estaba acostumbrada a ser molestada. Estaba acostumbrada a que la gente la haga tropezar, a que le arrojen comida y que le pongan apodos. Incluso estaba acostumbrada al ostracismo en sus clases avanzadas, celos y el deseo general de no estar en el fondo de la cadena alimenticia de popularidad, llevando a sus compañeros a ignorarla o burlarse de ella.
Pero Elsa nunca pensaba en llegar a acostumbrarse a lo increíblemente generosa y amable que podía ser su hermana pequeña.
Fue sacada de su ensoñación por Anna sacudiendo el paquete. "Vamos, chica lista. Toma los dulces antes de que yo me los coma." Elsa sonrió, dándole los libros a su hermana, hurgando dentro de la bolsa y tomando un puño de dulces. Miró a Anna con picardía. "¿Crees que pueda comer diez en un bocado?"
Anna sonrió levantando una ceja. "Me gustaría verte intentarlo, " bromeó, riendo mientras Elsa trataba de caminar hacia las puertas principales de la escuela arrojando Skittles en el aire, solo haciendo que caigan a su cara y luego al suelo. "¡Espero que te comas esos!" le dijo la chica más joven. "¡Desperdiciar Skittles es un delito federal en el reino de Anna!"
Elsa solo le arrojó un Skittle.
"Entonces, ¿cómo supiste que ese fue el momento?"
Un suspiro melancólico. "Porque estaba este sentimiento en mi corazón. Presión, pero un buen tipo de presión. Como si estuviese siendo llenada con algo que nunca antes había experimentado."
"Y, ¿crees que eso pudo haber sido atracción?"
"Tal vez. O tal vez solo fue... tal vez solo estaba agradecida de que alguien estuviera en mi esquina. Que supiera exactamente como era y me amara de todas formas."
El rasgueo de la pluma sobre el papel. Luego silencio.
"¿Por qué crees que haber comenzado a evitarla, si ese sentimiento era uno bueno?"
Pantalones de mezclilla crujían contra la tela de una silla. "Porque estaba asustada." Una exhalación pesada. "Aún lo estoy."
Es algo triste no les parece? Pobre Elsa u.u bien pasando a cosas más alegres quiero agradecerles a todas las personitas que siempre se toman el tiempo y la molestia de dejarme comentarios YYYYYY a todas esas personitas que me mandan correos de verdad muchas gracias ustedes no saben lo que me hacen con esos detalles, siempre trato de contestarlos todos aunque a veces me es imposible pero eso si siempre los leo todos y cada uno de los correos que ustedes me mandan. Se les agradece hasta la próxima n///n