Elsa esta sufriendo 12
Anna lucía cabizbaja. "Sí puedes, Elsa, " instó. "No importa lo que sea, prometo seguirte amando, ¿de acuerdo?"
Fue bueno el capítulo anterior PERO de verdad pensé que me amarían y fue todo lo contrario u.u así no se puede :( bien que disfruten este capitulo
Una sólida resaca plagaba la mañana del sábado de Elsa mientras se tomaba dos aspirinas con una taza del caro café de su padre, tratando de aclarar el sabor de cerveza barata y arrepentimiento de su boca. Maldita sea. De ninguna manera volveré a esa basura de Folgers después de esto. Miró hacia el reloj, no sorprendida hacia el hecho de que ya eran las dos de la tarde.
Después del beso nubla-mentes que su hermana le dio la noche anterior, Elsa estaba en apuros de recordar mucho de la parte final del juego, eventualmente retirándose cerca de la media noche. Había pasado la hora siguiente tirada en su cama mirando al techo, luchando con su excitación, desesperada por no ceder al dolor entre sus piernas, pero había sido un esfuerzo inútil y estaba segura de que si el cuarteto no hubiese estado en el total lado opuesto de la casa, la habrían escuchado gemir el nombre de Anna en su almohada cuando se viniera.
Quedándose dormida con la frente húmeda y dedos pegajosos, había estado plagada por sueños de su hermana, varias expresiones de éxtasis en el rostro de la chica y se había encontrado con la mañana con un deseo por su hermana aún más fuerte que el de la noche anterior.
Optando esconderse de Kristoff, Eugene y Rapunzel hasta que se fueran, pudo finalmente emerger de la habitación una vez que la puerta principal se cerró. Les había escuchado decir varias razones por su partida, pero Elsa estaba dudosa de si estaba diciendo la verdad. Probablemente lo que necesitamos para quitar la resaca es dormir toda la tarde en una verdadera cama.
Ahora, encontrándose parada a la mitad de la cocina, sola, mirando fijamente a la pared bajo el reloj mientras distraídamente sorbía el café caliente de la taza en su mano, Elsa estaba en una pérdida absoluta en cuanto a tratar de hablar con su hermana y estimar qué tanto la chica recordaba, o si solo debía encerrarse en su cuarto por el resto del fin de semana y esperar a que toda esa situación sea olvidada.
Si realmente crees que esto solo se irá volando, entonces estás más lejos de lo que pensaba. Suspiró, aporreando la taza en la barra, el palpitar en su cabeza burlándose, recordándole como descaradamente había metido la pata gimiendo en la boca de su hermana y completamente incapaz de ocultar cuánto ese beso le había afectado.
Oyó la puerta del cuarto de Anna abrirse. No estando preparada para encarar a la chica más joven, corrió de la cocina, a través de la sala de estar para esconderse en el pasillo hasta que su hermana descendió las escaleras, deslizándose detrás de ella para subir dos escalones a la vez, decidida a volver al seguro refugio que era su habitación.
Pero sus pies tenían otras ideas. La obligaron a detenerse cuando esquivaba la habitación de Anna, mirando de reojo a un boceto sujetado con alfileres en el tablero de posters de la chica. ¿Qué mierda?... ¿Esa soy yo? Elsa entrecerró los ojos, mirando alrededor de la jamba de la puerta. Bajo circunstancias normales, no se habría tomado la molestia en darle a la habitación un vistazo, considerando que el objeto de su afecto estaba por lo general ausente, ya sea en algún tipo de actividad después de la escuela o con amigos, pero con la puerta abierta, y el sol de la tarde entrando por la ventana, la chica mayor encontró sus ojos atraídos al espacio.
Cruzando el umbral, miró al ladeado papel, inclinando la cabeza con asombro. ¡Soy yo! Esto es jodidamente bueno. ¿Quién dibujó esto? ¿Y por qué rayos Anna lo tiene colgando en su habitación?
Inhaló bruscamente cuando oyó una voz detrás de ella.
"Yo dibujé eso, " dijo su hermana en voz baja, casi leyendo su mente. "Después de mi final de lacrosse."
Elsa se dio la vuelta, decidida a escapar tomando en cuenta las actividades de la noche previa que surgieron en la chica. Pero sus piernas se rehusaron a cooperar cuando encaró a la figura frente a ella. Los cabellos de Anna colgaban sobre uno de sus hombros, enredados en una especie de manera adorable, como si estuviese feliz de dejarlos asentarse donde quisieran. Su pijama estaba arrugada, y Elsa podía ver la deliciosa curva de su cadera asomándose entre su blusa y sus shorts. Anna sostenía una taza de café en sus manos y sus dedos excavaban en la alfombra de felpa bajo sus pies mientras bebía un sorbo, cansada, pero con curiosos ojos mirando sobre el borde a su hermana mayor.
O es jodidamente buena fingiendo, o de verdad no lo recuerda. Elsa supuso que era lo primero. Su hermana no era exactamente una principiante cuando se trataba de beber en exceso.
Anna bajó la taza, sonriendo con picardía. "¿Es tan horrible?" bromeó, arqueando una ceja a la incapacidad de la chica mayor de decir algo sobre el dibujo.
No, solo estoy de lo más asombrada por lo bien que dibujas. Maldición. ¡¿Cómo es que no sabía que podías dibujar?! Elsa parpadeó. "¿Me-me dibujaste?" preguntó, al parecer incapaz de creerlo.
La sonrisa de Anna vaciló un poco. "Bueno, sí, " se encogió de hombros. "¿No debí hacerlo?"
La chica mayor sacudió la cabeza con incredulidad. "¿Por qué me dibujarías?"
Su hermana estaba comenzando a lucir menos y menos segura de sí misma. "No lo sé. Yo solo- cuando te vi golpear a esa chica que me lastimó... me hizo sentir algo. Algo bueno. Y no sabía cómo figurarme lo que era sin dibujarlo." Se movió para pararse a un lado de su hermana, su desnudo brazo rozando ligeramente el de Elsa. La chica mayor sintió que la piel se le erizaba.
Anna pasó un dedo por las líneas del papel, trazando la curva de la confiada sonrisa de su hermana, entrecerrando sus ojos mientras le coincidía una pequeña sonrisa suya. "Simplemente había algo sobre la forma en la que te lanzaste a ella sin pensarlo..." miró a Elsa, sonriendo, "Digo, no fue exactamente tu momento de mayor orgullo, " río cuando Elsa frunció el ceño, "pero fuiste tan... abierta."
Anna se movió del tablerillo para pararse directamente frente a su hermana. Una de las manos que estaban envueltas alrededor de su taza tembló, como si quisiera alcanzar a la chica mayor, pero pareció pensarlo mejor. "Escondes tanto de ti, Elsa. No solo físicamente, encerrándote en tu habitación, sino emocionalmente también." Miro hacia abajo, remolinando los restos del café. "No hablas mucho conmigo y a veces me pregunto si siquiera te gusto..."
Piensa que no te gusta. Jesucristo. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Anna exhaló suavemente, encontrando la mirada de dolor de su hermana. "Pero en ese momento, antes de lanzarte a esa chica, me miraste y fue como si hubieses olvidado todas las razones por las que necesitas esos muros. La única cosa que te importó era protegerme y pude ver algo hermoso en tus ojos. Vi lo mucho que me amas."
Elsa quería llorar. "Anna..." comenzó, débil, pero su hermana negó con la cabeza, finalmente colocando gentilmente una mano en el brazo de la chica mayor.
"Está bien, por favor, no te sientas mal. En el fondo, sé que me quieres. Pero simplemente fue lindo recordarlo, " mostró una débil sonrisa, antes removiendo su mano y volviéndose al dibujo. "Quería recordar esa mirada por siempre, " río entre dientes, "pero tal vez sin la mueca asesina. Así que dibujé esto." Anna miró a su hermana, viéndola en tenues líneas y tosco sombreado. "Es difícil capturar la belleza del mundo real en lápiz, " comenzó, mordiéndose el labio. "Pero de hecho fue imposible cuando traté de capturar la tuya. No creo que pueda hacerte justicia jamás."
Elsa parpadeó las lágrimas y se centró en el dibujo. Estaba tan detallado, como mirarse a un espejo, pero al mismo tiempo, había algo tan diferente. Sus ojos estaban llenos de confianza, casi brillando con su intensidad, pero las cejas eran suaves, dando a su rostro una sinceridad que no reconoció.
Te ves... feliz. Como si no pudieras amarla más si lo intentaras.
De repente, Anna bloqueó su vista, los ojos de la chica más joven parpadeando sobre su cara. Elsa la miró, con su mente llena de nada más que puro afecto por su hermana. No te la mereces. Ella es más hermosa de lo que incluso pensaste posible. Y, Dios, es tan inteligente y amable y gentil, y ve las partes de ti que has olvidado.
Anna habló en voz baja. "Me estás mirando de la misma manera ahora mismo." Una mano se acercó a presionar contra su mejilla, y Elsa involuntariamente se apoyó en ella, buscando el calor. "¿En qué piensas?" susurró la joven, entrecerrando ligeramente los ojos, queriendo nada más que explorar el enigma que era su hermana mayor.
Elsa tragó saliva, cerrando los ojos y sacudiendo su cabeza de manera imperceptible. "No- no puedo decirte, " dijo con voz ahogada.
Anna lucía cabizbaja. "Sí puedes, Elsa, " instó. "No importa lo que sea, prometo seguirte amando, ¿de acuerdo?"
Pero Elsa ya estaba caminando hacia atrás, fuera de su alcance. Lanzó a su hermana una mirada que estaba llena con mil disculpas, antes de darle la espalda a Anna, desapareciendo por la esquina hacia su habitación, evitando a la joven una vez más.
Las cosas se están poniendo poco a poco interesantes, las situaciones que está forzando Ana para acercarse a Elsa podrían resultar en algo inesperado ;) hasta la próxima n//n