Elsa (2)

ELSA (2)

Mi nombre es Gustavo y aquí les relato lo sucedido con Elsa en nuestro encuentro nocturno. Ahí mi suegra me demostró porque es inolvidable en la cama

Como ya les conté en mi anterior relato hubo un segundo encuentro con penetración vaginal cuando el bebé se durmió. Pero ese tercer encuentro me demoró ese día más de la cuenta, como si todo se confabulara para que esto no sucediese. El bebé no quería dormirse y para colmo de males llegó mi cuñadita, la cual se quedó bastante tiempo. Yo seguía por demás caliente con Elsa, rozar su piel, que ella me coquetease disimuladamente y esos encuentros apasionados en los que nos veíamos involucrados cuando por instantes conseguíamos estar a "solas" y los besos y caricias en nuestros cuerpos surgían como agua de manantial, inclusive llegando casi a ser descubiertos por mi cuñada.

Luego de cenar nos quedamos solos, ella le estaba dando la mamadera al bebé y luego lo cambiaría. Yo me fui a duchar, Elsa no aceptaba que yo apretase en presencia del nene.

Mientras me duchaba no dejaba de pensar en ella, y por lo tanto no dejaba de excitarme. No deseaba que todo finalizase al regreso de mi esposa, quería continuar siendo el amante de mi suegra, quería seguir gozando con sus besos, sus caricias, su cuerpo, y esa pasión enloquecedora que era capaz de entregar más allá de la cama.

Al salir de la ducha me encontré con la casa cerrada y con muy poca iluminación, entré en la habitación del bebé, lo acomodé en la cuna, y me dirigí a la mía, sobre la cama estaba Elsa, volví a sorprenderme con su sensualidad, estaba sencilla y salvajemente provocativa. Elsa estaba recostada sobre la cama de manera seductora, con su cuerpo simplemente cubierto con un baby-doll y una bombachita muy diminuta atigrada, exhibiendo la perfección de su cuerpo, mostrándome sus senos desprovistos de corpiño y recibiéndome con un:

E- Te extrañe mi amor, vení conmigo, cojéeme, hace mucho tiempo que no lo hacemos y no soporto más...

Yo simplemente llevaba una salida de baño color celeste, y me la quité antes de entrar a la cama, la tomé en mis brazos y antes de besarla dije "cojerte es un placer divino".

Nos besamos durante largos minutos, ella sintió mi pene endurecerse. Luego se colocó de costado, yo pase mi mano por debajo del baby-doll tomé sus senos y comencé a besar su oreja, luego corrí su cabello y fui besando con pequeños chupones su cuello evitando dejarle marcas en el, y ella se excitaba más y más, su boca gemía y gritaba a la vez. Elsa estaba sobre la cama boca abajo, su baby-doll había subido más allá de la cintura y empecé a quitarlo acariciando su espalda, mientras mis ojos se deleitaban viendo sus nalgas apenas ocultas por su diminuta bombacha, tenia una cola aterciopelada, paradita...

Una vez que solo la dejé con la bombacha, comencé a besar y recorrer con caricias su espalda, recorriéndola en toda su extensión hasta llegar a su cintura, su boca gemía, su cuerpo se estremecía y vibraba al igual que el mío al disfrutar de su piel y de su belleza. Bajé por su cuerpo y mis manos comenzaron a recorrer sus piernas de una perfección increíble, mis manos se deslizaron por ellas acariciándolas, disfrutándolas, tomándolas lateralmente, y mi boca y mi lengua comenzó a deslizarse por ellas y fui trepando por estas de esa manera desde las rodillas, y fui subiendo en mi recorrida, ella estaba al igual que yo muy excitados . Así llegue a la zona de unión de sus piernas y sus nalgas, mi lengua se deslizó por cada una de ellas, mi boca besaba sus nalgas redondas, las chuponeaba delicadamente, disfrutaba el contacto con su piel, ella gemía, gritaba, su cuerpo se agitaba y se sacudía sobre la cama. Entones tomé la cintura de su tanga, y comencé a bajarla, y a medida que esto sucedía mi lengua bajaba recorriendo la raya de su cola, así hasta retirarla de su cuerpo. Entonces me acosté sobre ella, con mi pene endurecido y súper excitado, me extendí sobre ella y nuestras bocas con desesperación se besaron, enloquecidamente en un beso apasionado que duró vatios minutos. Nuestras bocas se separaron, y yo con la respiración entrecortada dije frases cortas a las que ella respondía con un "si" prolongado

"te gusta."...."estas recaliente"....."sos una calentona"......"te encanta que te coja"..... "sos una putita divina"....."y deseas con desesperación que te haga la cola" y ella respondió:

E- si mi amor, es lo que más deseo en este momento

Volví a besar su boca, su cuello a acariciar sus senos, sus pezones hinchados, y me incorporé un tanto de su cuerpo, ella hizo lo mismo sin dejar que su cola dejase de tener contacto con mi pene erguido mientras nuestras bocas seguían besándose. Yo me arrodille sobre la cama ella se quedó en cuarto patas, una de mis manos acariciaba su cuello, la otra estaba en su cadera y ambos acomodados para esa tan ansiada penetración. Cuando sintió mi pene en las puertas de su ano, ella giró su cabeza y me miró, entrecerró los ojos y gimió profundamente llenando de pasión y ardor la habitación, su pierna izquierda se levantó un tanto para facilitar la penetración. Entonces poco a poco fui entrando en su cuerpo gozando gimiendo a cada instante hasta entregárselo por completo y lentamente fui recorriendo su ano acelerando mis movimientos, retrocediendo y avanzando en ella sintiendo que mi pene estaba a punto de estallar entonces lo introduje lo más que pude en ella, mis manos salieron de sus caderas y recorrieron el camino a su vagina y entonces no me pude contener, sentí mi pene eyacular, lanzando en le interior del cuerpo de Elsa mi semen, ella gimió profundamente, su cuerpo comenzó a convulsionarse violentamente, mis manos podían sentir su vagina agitada los labios de esta humedecidos durante varios instantes, nuestros cuerpos permanecieron así unidos, hasta que mi pene perdió su rigidez saliendo de la cola de Elsa. Luego nuestros cuerpos cayeron en la cama ahora con Elsa boca arriba y nuestras bocas se unieron en un prolongado y apasionado beso, luego de varios minutos así ella dijo:

E- Lo sentí esta mañana, lo nuestro va a ser permanente e inolvidable

Y lo fue durante el tiempo que permanecí sin mi mujer, ella la reemplazó con creces, le encantaba tener sexo, me buscaba , me provocaba ,me excitaba y yo le entregue todas las veces lo que estaba buscando

Hoy sigo con las dos con ambas con la misma pasión y entrega de ese primer encuentro