Ellas lo hicieron y Yo...
Un relato donde las web cam ayudan a dos chicas y un chico a disfrutar desenfrenadamente...
...Ellas lo hicieron y yo lo pude ver TODO!!
Alejandro a logrado convencer a Laura, para que le permita por medio de la web cam contemplar la primera cesión de sexo entre dos mujeres, Son la 8:45 PM Laura, expectante se encuentra recostada en la cama de su habitación, sus padres se marcharon hace algo mas de una hora como estaba previsto, la casa se encuentra a su total disposición, espera en cualquier momento a su amiga, quien ignora todo el plan, el estomago lo tiene cargado de mariposas, tiene muchas ideas en su cabeza, además le cuesta trabajo retirar de su mente las imágenes vividas hoy con su amigo Alejandro quien en el día de hoy por la mañana hizo de too con ella y mas aun lo disfruto completa y desenfrenadamante, está totalmente convencida que su relación no será nunca mas de amistad, han encontrado un lenguaje distinto en el sexo y así las cosas les queda mucho camino por recorrer.
Alejandro se encuentra igualmente en un estado muy especial, comprende que su relación igualmente tomó el rumbo que el estaba buscando pero en su fuero interno quisiera ser algo egoísta y dejar que esa espectacular mujer fuera solo para el, pero es consiente que ella tiene otras ideas y no quiere ser el quien las destruya, esta dispuesto a compartirla y a hacer cualquier cosa por desarrollar esta relación y llegar hasta las últimas consecuencias, si ella quiere un esclavo lo tendrá, si quiere una marioneta que haga sus sueños realidad no importa como ni con quien, también lo tendrá.
Son por lo menos tres llamadas entre celulares de parte y parte con Alejandro, preguntando si el computador quedó bien instalado, que como se ve la imagen, si la luz esta bien, si esta bien enfocada la cámara, todo ello se ha convertido en un elaborado plan donde ambos esperan cumplir cabalmente con sus fantasías eróticas.
Alejandro preparó todo para que no lo interrumpan en su habitación, convenció a su amigo de pasar la noche en otro sitio argumentando una cita muy especial, con alguien muy especial, lo cual no es del todo mentira, solo que sus fantasías se cumplirán gracias a la tecnología y a que aquella mujer que era su amiga se convirtió intempestivamente en su amante y compinche.
Un pequeño detalle adicional, Alejandro preparó su equipo no solo para recibir imagen y sonido sino además para grabarlo todo, su maquiavélica mente le indicó que ese material será parte fundamental de su primer contacto físico real con Laura, el cual espera poder hacerlo realidad muy pronto, su sueño, su mente no deja de pensar en escenas de todo tipo ambientadas con el video que realizará en contados instantes.
En casa de Laura suena el timbre de la puerta, esta se sobresalta y su corazón late aceleradamente, percibe esa sensación de temor ante lo desconocido, está algo nerviosa pues no tiene idea como se van a desarrollar los acontecimientos, de algo si está segura y es que hoy tendrá su primera experiencia con alguien de su mismo sexo.
En la puerta se encuentra Diana, esta chica es su compañera de universidad, la misma que fruto de su comportamiento, le ha producido en estos últimos días, esos locos deseos, si bien la idea inicial era la de hacer algunas tarea juntas, la verdad Diana no tiene ningún libro o cuaderno a la mano, viene vestida en forma muy casual, con un traje muy juvenil, una mini de jeans azul desteñida, un strapless negro con una camisa blanca sin mangas, no lleva brasier y la verdad con esas tetas que tiene tan espectaculares no lo necesita, una tanga negra fina delicada de encajes muy sexy completa su indumentaria, unas sandalias anudadas de cuero y un bolso terciado del mismo material. Diana es una chica joven debe tener mas o menos 21 o 22 años, lleva su cabello castaño claro, muy corto, tiene un buen cuerpo pero no es flaca, es proporcionada, usa poco maquillaje, prácticamente nada, lleva un pircing en su ceja derecha, un collar negro de cuentas redondas de diferentes tamaños, montado sobre un cuero delgado, ello hace juego con las aretes del mismo material y color.
También se encuentra algo expectante, tiene claramente definidas sus preferencias sexuales desde la edad de quince años, donde descubrió su gusto por las mujeres, pero lo ha tenido que mantener en secreto, tanto con su familia como con sus compañeras, sabe que el hecho de tener esos gustos diferentes la pueden marcar y aislar y no es lo que ella quiere, sus aventuras han sido intensas pero escasas y muy bien guardadas, si bien tiene muchas ideas locas con aquella chica y su mente no hace mas que fantasear, no sabe si las va a poder cumplir, todo ello a creado un aire de misterio que pronto se habrá de resolver.
-¡Hola!
-¡Hola! Adelante sigue, ¿cómo estas?
-Bien, me demoré algo porque no sabia exactamente como llegar, pero aquí estoy.
-Me alegra...
-A mi también..., ¿que estabas haciendo?
-Sola en mi habitación escuchando música, mis padres salieron de fin de semana, ¿vamos? ¿Ah quieres tomar algo?
-Claro vamos, entonces ¿estamos solas?
-Si...
-¿tienes vino? Es el único licor que tomo...
-Si, a mi también me gusta ...
Laura fue al bar y tomó una botella de vino tinto, lo descorchó y tomó dos copas, luego tomaron rumbo al segundo piso.
Diana andaba adelante y comenzó a subir las escaleras, Laura se retrazó un poco con estudiada actitud pues quería contemplar a esa chica desde atrás, verle las piernas y la verdad el espectáculo era encantador, podía contemplarla en toda su magnitud, un par de nalgas prietas semiocultas, un hilo dental negro de su linda y delicada tanga negra que se perdía en la entrepierna, una almeja sutilmente guardada, Laura se confiesa está excitadísima quiere hacer y que le hagan de todo, cuando de repente Diana paró y giró su rostro rápidamente, se pilló a Laura in fraganti con los ojos y la mirada fija allí, los colores se le subieron al rostro y no supo que decir, se sentía algo avergonzada...
Diana la contempló unos instantes y luego al ver su cara descompuesta y roja como una grana se hecho a reír.....
-Mira que si eres guarra mujer, ¿que me estabas mirando?
-No contestó, seguía allí como petrificada...
Entonces Diana sin ningún recato giró, bajo un escalón, tomó mi rostro con sus dos manos y mirándola fijamente a lo ojos empezó a acercarse tímidamente para darle un beso pero esperando a ver cual era su reacción, ella se quedó quieta pero giró el rostro y abrío los labios, la recibío de una forma muy deliciosa, era el primer beso, nunca se borraría de sumemoria aquel momento, fue solo un instante pero sus labios suaves y tiernos chuparon los de ella muy delicadamente como estudiando su reacción, en ese instante fue como si el mundo se hubiera detenido, mil sensaciones se agolpaban en su cabeza, quería mas de aquello, respondío con la misma intensidad como el batir de alas de una mariposa, sus ojos cerrados, sus labios degustando los suyos, una caricia muy intensa.
Ese beso fue como la ruptura de esa tensión que hasta el momento había generado esta reunión, siguieron subiendo juntas mirándose sonrientes y continuamos con destino a su habitación.
Entraron, Diana se quedó contemplando la habitación.
-Tienes una linda alcoba, muy amplia y bonita..., ¿eres hija única no?
-Si.. ¿y tu?
-Yo tengo dos hermanos mayores mas locos que una cabra, pero también tengo mi propia habitación no tan grande como la tuya pero decorada como a mi me gusta, uno de estos días te invito ¿de acuerdo?
-Claro que si.
Se miraron cómplices y a partir de aquel instante sobraron las palabras, de inmediato se acercaron y fue como si se hubiéran dicho todo, empezaron a besarse abrazarse y acariciarse dulcemente, como un par de enamorados, si y en el fondo eso éran, pero sin afanes, querían que esos momentos duraran una eternidad, en esos pocos instantes había surgido una intimidad como si esa relación llevara mucho tiempo.
Ella, Diana llevaba la voz cantante, Laura se dejaba hacer dócilmente y le respondía a todas su caricias pero no era capaz de tomar la iniciativa, no sabia, era su primera vez, sin embargo presentía que no sería la última, su cuerpo respondía de una forma hasta ese instante desconocida, lo que había iniciado como un juego se estaba convirtiendo en una certeza, su inclinación y sus deseos sexuales a partir de hoy serian sabiamente compartidos entre hombres y mujeres, en el fondo tenía que reconocer que era una mujer muy sexual, le gusta la carne, disfruta de los encuentros y las relaciones sexuales, todo allí lo hacia casi por instinto.
Ella le sujetaba la cara y se dedicaba a besarle todo el rostro luego bajaba al cuello y sus manos acariciaban sui espalda , recorría tiernamente sus brazos y la piel se le erizaba, los escalofríos recorrían su espalda, entonces ella trataba de repetir los mismos movimientos en esos instantes se dejaba hacer y emitía algunos murmullos de satisfacción que hacían aumentar su deseo, los besos y las caricia subían de intensidad momento a momento, de repente sus manos que acariciaban la espalda pasaron al frente, tomaron por sorpresa sus tetas, sus palmas le empezaron a masajear circularmente pero sus dedos buscaban afanosamente sus pezones, que son grandes y que para esos instantes ya se habían puesto duros y pedían a gritos que los masajearan que los siguieran acariciando totalmente, seguían de pie.
Entonces ella la fue empujando hacia mi cama y la recostó suavemente contra los almohadones, con delicadeza pero sin pausa desabrocho el primer botón de mi camisa, luego el segundo y así sucesivamente hasta llegar al final, abrió de par en par mi camisa y se quedó por unos instantes contemplando sus senos, escondidos tras esa suave tela del brasier, besaba y reclamaba con urgencia sus pezones, carnosos y duros, soltó el broche y de la misma manera brotaron sus senos, su boca se apropio primero de uno y luego del otro de sus pezones copándolos con fuerza, pasaba de uno a otro y sus sentidos estaban alborotados, todo su cuerpo pedía guerra, quería ser invadida.
"Es increíble la facilidad con que nosotras las mujeres encontramos aquellos puntos que nos producen mas placer, y como somos capaces de interpretar la forma adecuada de trasmitir sentimientos"
Una de las manos se introducía por debajo de la falda y acariciaba total y completamente la entrepierna, su concha estaba empapada, en un gesto de rendición había abierto sus piernas mas de lo normal, eso era como una invitación a que visitara todas sus mas recónditos secretos, sus secreciones intimas fluían como nunca antes, las humedades invadían sus muslos y ello era una motivación mas para que Diana le recorriera a gusto por donde quería.
Lass manos no se quedaban quietas, mientras Diana hacia lo suyo Laura también estaba colonizando nuevos territorios, el strapless ya no contenía las tetas de su amante, estaba enrollado en la cintura, sus dos globos al aire le permitían pellizcar duro sus pezones, que al contrario de los de ella eran pequeñitos y rosados, pero igualmente muy emotivos frente a las caricias, ambas gemían y se producían placer sin limites, la falda de Diana permitía el ingreso directo de sus manos y las nalgas eran acariciadas y apretadas con intensidad mis dedos se introducían desde atrás en su raja y se detenían a las puertas de su otro orificio, aunque siempre que masajeaba sus alrededores el sonido de sus gemidos aumentaba, eso le dio el valor necesario para introducir uno de suis dedos en aquel lugar y fue en ese preciso instante cuando Diana decidió definitivamente introducir su boca en la almejita, sus labios besaban los de ella y su lengua jugaba a encontrar ese punto donde terminan los labios ese botoncito que tienen todas las mujeres y que es como un botón que las enciende completamente, la lengua de su amante subía y bajaba, se introducía entre los pliegues y ella proyectaba las caderas hacia delante tratando de lograr una mayor profundidad.
De pronto se acordó, de lo que estaban haciendo con Alejandro y su mirada se posó en el lente el mismo sabia donde se encontraba oculto pero activo, ¿que estaría pasando en ese momento en la residencia de Alejandro?, la respuesta era obvia, este debería estar dándose una tremenda ración de vista y por ende de mano.
Efectivamente, Alejandro no se había perdido ni una sola imagen de lo que allí estaba pasando, su sueño se había convertido en realidad, se encontraba totalmente en pelotas, desde el comienzo había observado como se desarrollaban los acontecimientos, su verga dura y rugosa era estrujada por su mano con paso firme pero con velocidad variable, no quería correrse y por eso a cada paso cuando sentía próximo el orgasmo se detenía, recuperando la calma, reiniciaba aquella faena, sus ojos totalmente fijos en la pantalla, no quería perderse detalle, todos sus deseos mas íntimos estaban allí a su disposición, su mente le recordaba que en un próxima oportunidad ese cuerpo tan activo y delicado sería suyo, lo tendría a merced de sus pasiones y deseos mas oscuros.
En una de esas oportunidades no fue capaz de detenerse y un chorro de esperma salió despedido, las dos mujeres se habían quitado completamente la ropa, se encontraban totalmente abrazadas con una pasión incontenible, con un movimiento acelerado y lascivo, los sexos de las dos mujeres se buscaban y se satisfacían cada una en el muslo de la otra, cuatro manos parecían muchas y querían estar en todos los lugares y actuar independientemente, los besos se producían y repetían por todas partes
Para Alejandro era una contracción tras otra y su garrote parecía tener vida propia... después de haber disparado una gran cantidad de leche no había perdido su tamaño y mucho menos su dureza, eso iba a continuar por mucho rato, al no tener la urgencia de antes y no tener que detenerse tan de improviso el movimiento era mas fuerte, mas marcado y profundo, la sensación era deliciosa.
En el otro lugar Diana se paró un momento fue a su bolso y extrajo algo, un consolador de látex largo, un extremo menos grueso que el otro y de inmediato regresó para continuar acariciando a Laura, quien al ver lo que traía en la mano se abrió totalmente de piernas y quedó expectante.
Diana le introdujo el extremo grueso en su conchita y el otro extremo lo colocó a la entrada de su otro orificio virgen hasta ese instante, le pasó varias veces la lengua y cuando consideró que estaba suficientemente lubricado le introdujo la punta, era una sensación nueva y distinta, Diana le masajeaba los contornos y entraba a trabajar su clítoris con los labios mientras entraba y sacaba el consolador, de pronto cuando observó a Laura algo descuidada, sin contemplaciones terminó de introducirle el consolador en su otro orifico, por mas que apretó ya lo tenia todo adentro entonces Diana regresó a acariciarla totalmente, Laura estaba fuera de si quería que le hiciera de todo pues sentía próximo un nuevo orgasmo se sentía penetrada totalmente pero sentía la suavidad y los buenos oficios de Diana quien también estaba a mil y quería que le retribuyera con creces los placeres que estaba dando.
Laura exploto, gritó con su mano sobre la de su amiga apretó y pretendió introducir mas profundamente aquel intruso pero ya lo tenia totalmente adentro, de repente sus músculos vaginales se fueron distendiendo y le llegó esa paz y tranquilidad que se sentía después de venirse , pero Diana estaba a medio camino y también quería satisfacerse, Laura procedió a hacer lo mismo que había hecho con ella, le introdujo de la mejor forma aquel consolador y empezó un movimiento constante, su mano libre le apretaba y le pellizcaba los pezones que estaba muy duros y prietos y se fueron acelerando los movimientos las convulsiones y los quejidos de placer hasta lograr igualmente un delicioso orgasmo.
Querían seguir disfrutando la una de la otra pero ya sin prisas sin el acelere de unos instantes atrás, tenían toda la noche por delante y nadie las molestaría.
Por su parte, Alejandro a la vista de aquel espectáculo había llegado dos veces mas, lo que había podido observar lo había excitado muchísimo y aunque quería seguir con su mano ya el miembro no podía mas, por lo menos en ese instante pero debía dejarlo descansar un tiempo, siguió observando como su amiga hacia las delicias de la otra mujer, y ahora sus deseos eran poder coger a las dos mujeres esto se lo propondría a la primera oportunidad.....