Ella, mi debilidad (Parte 7)

Claudia: ¿cómo quieres que te lo diga?, no es momento de suavizar las cosas, y la verdad es que nunca has entendido así tampoco, aunque te enojes te lo digo…para que te des cuenta, la amas, métetelo en la cabeza, y no sé si eres tonta o que, o luchas por ella o mandas todo a la mierda…te empeñas en quedarte aquí y no irte, ¿Por qué? … porque no eres capaz de alejarte de ella, se mujercita de una vez y ya acéptalo por favor!

  • Paula: me largo de aquí.

  • Claudia: que dices?, paula mírame- azotándome para así reaccionar-.

  • Paula: Claudia, es enserio…-con lágrimas-.

  • Claudia: hermana ¿Qué paso?, mírame.

  • Paula: la vi, la vi a ella… con ese tipo, estaban…

  • Claudia: hey! Vamos al cuarto.

Me tumbe en la cama, tan solo lagrimas era lo que tenía en ese momento, no era capaz de pronunciar una palabra, Claudia intento acercarse a mí, pero hice caso omiso a lo que me decía.

  • Claudia: hermana, ¿Por qué lloras?

  • Paula:-en silencio-.

  • Claudia: paula, mírame… ¿Qué te hizo Mónica?

El solo escuchar su nombre encendió algo en mí, una rabia inmensa, tan profunda que me hiere el corazón, no quería retroceder a ese momento cuando la vi, pero la mente es la que nos hace contemplar aquellas imágenes, es la que sin querer nos hace sufrir más de lo que ya lo hacemos, la que nos recuerda que estamos sufriendo. Y así lo repasaba una y otra vez en mi mente, sentía que la rabia y el dolor me carcomían pero también fue lo que me hizo darme cuenta que sentía, que aunque no haya querido reconocerlo me había enamorado de ella, y el dolor tan solo era parte de todo eso, aunque estoy segura que si existiera algo para borrar el dolor, que se yo una pastilla o algo, no dudaría en tomármela, pero como todo adulto, no me queda otra que levantarme y seguir adelante, aunque sea difícil, aunque no lo pueda soportar. Me levante y me fui directamente a la ducha sin decirle ni una palabra a Claudia que me miraba asombrada, y a la estaba estupefacta, una buena ducha me hará bien. Camino al baño, me pare con la frente en alto, intentando demostrar algo… algo que no soy, con cada paso que daba sentía que me iba a caer al suelo, las rodillas me temblaban.

Y como todo no puede ser perfecto, justo ahí, en la entrada del baño estaba ella, saliendo del baño con una pequeña toalla alrededor.

Solo seguí mi camino como si nada, me di cuenta que soy muy buena fingiendo, así que en vez de ir al baño, baje las escaleras dejándola ahí a ella con la mirada clavada en mí. No puedo creer que la haya ignorado completamente después de todo lo que vi, pero era necesario. De ahora en adelante ella ya no existía para mí, tenía dos opciones o quedarme los 6 meses o marcharme de vuelta a chile, tenía que pensarlo muy bien cómo me decía mi mamá, hablando de ella, no la he llamado en todos estos días, a decir verdad mi móvil ha estado apagado.

Debo llamarla, con todo lo que ha pasado se me fue de la mente que tenía una madre que seguramente esta preocupadísima por mí, aunque pensándolo bien no sé si era muy sensato hacerlo si no quería recibir un gran sermón, pero no, tengo que llamarla, extraño hacerlo, hablar con ella, después de todo, quien mejor que una madre para darte los mejores consejos…ahí estaba yo marcando el número de mi madre.

  • Mamá: ¿se puede saber dónde demonios tenías el teléfono?-dijo alterada-.

  • Paula: mamá tranquila, perdón si?, han pasado muchas cosas y bueno…no había tenido la oportunidad de llamarte.

  • Mamá: no hay excusa hija, soy tu madre, por último me hubieses tenido al tanto de todo lo que ha pasado.

  • Paula: lo se mama y perdón, no volverá a ocurrir, lo prometo.

  • Mamá: hija… ¿pasa algo?

  • Paula: no mamá, no pasa nada.

  • Mamá: a mí no me mientas paula Isabel, mira que tu voz me dice lo contrario.

  • Paula: mamá! Mi voz no tiene nada, de que hablas por dios!

  • Mamá: ¿tienes algo que contarme?, y quiero la verdad…

  • Paula: estoy bien, de verdad…solo que…

  • Mamá: lo sabía, ¿Quién es la perra que te está haciendo sufrir?, escúpelo ahora!

  • Paula: ¿Por qué siempre una mujer tiene que ser la causa de mi sufrimiento?

  • Mamá: ósea que te están haciendo sufrir, quiero nombres…de inmediato.

  • Paula: por dios mamá! Por enésima vez, no existe tal persona, además una vez tú me dijiste que a veces sufrimos por nuestra propia cuenta, porque queremos, aun pudiéndolo evitar, el daño muchas veces se lo causa uno mismo mamá.

  • Mamá: ¿estas segura hija? ¿Segura que no hay una mujer que te está haciendo daño?

  • Paula: segura mamá.-derramando lagrimas nuevamente al recordar aquella escena-.

  • Mamá: ok, intentare creerte, pero no será fácil sacarme de la cabeza que hay una tipa de por medio.

  • Paula: ay mamá! Tu nunca cambiaras, siempre tan aguafiestas, y tan cargante que eres.

  • Mamá: soy tu mamá, y no es de cargante, solo quiero asegurarme de que no hay nadie dañando a mi niñita.

  • Paula: tranquila, está todo bien.

  • Mamá: eso espero.

  • Paula: si, bueno te dejo, que no soy millonaria, y las llamadas extranjeras siempre son más caras.

  • Mamá: bueno hija… y recuerda no dudes en llamarme si algo no va bien.

  • Paula: lo tendré presente, hasta luego mamá…te amo.

  • Mamá:- en silencio unos segundos-. Y yo a ti hija, adiós.-cortando-.

Luego de varios cigarros seguidos, me entraron las ganas de llorar, era imposible detenerlas, salían solas, no había nada que impidiera lo contrario.

Estaba sentada en el suelo, con un cigarro en la mano y con lágrimas recorriendo mis mejillas, y con un brazo que me rodeo y sentir solo ese roce hizo que parara por un instante, las lágrimas se transformaron en sollozos que de a poco fueron mermando, Claudia solo me apretaba más contra su cuerpo.

  • Claudia: no me digas que estas bien porque serias una imbécil.

  • Paula: solo ando sensible.-secándome las lágrimas y apartándome de su lado-.

  • Claudia: si como no… todo esto es culpa tuya.

  • Paula: ¿qué quieres decir?

  • Claudia: por favor paula, te empeñaste en intentar hacerle la vida imposible a Mónica y te enamoraste de ella, quieras o no aceptarlo.

  • Paula: ¿y me lo dices así?

  • Claudia: ¿cómo quieres que te lo diga?, no es momento de suavizar las cosas, y la verdad es que nunca has entendido así tampoco, aunque te enojes te lo digo…para que te des cuenta, la amas, métetelo en la cabeza, y no sé si eres tonta o que, o luchas por ella o mandas todo a la mierda…te empeñas en quedarte aquí y no irte, ¿Por qué? … porque no eres capaz de alejarte de ella, se mujercita de una vez y ya acéptalo por favor!

  • Paula: ay por dios Claudia! Me dices cobarde a mi cuando siempre has sido tú la que no quiere formalizar una relación…acaso me negaras que estas enamorada de flor? Y dime, ¿qué harás?, nos iremos en unos meses y la dejaras, huirás como siempre porque no eres capaz de demostrarle nada a nadie, y escondes todo ese amor coqueteando con otras pero no te das cuenta que así quedas como una puta!-dije alteradamente-.

Enorme fue la cachetada, tal vez me arrepentiré de todo lo que le dije y ella se arrepentirá de haberme golpeado, pero necesitábamos decirnos a la cara lo que pensábamos, solo que lo hicimos de la peor manera, y peor aún nos gritamos, cosa que nunca habíamos hecho.

  • Claudia: mierda! Paula nosotras nunca nos tratamos así.

  • Paula: - solo me fui de ahí-.

Claudia:

No puede ser, la golpeé, como lamento haberlo hecho, mucho más haberle gritado, nunca antes habíamos tenido una pelea así, cuando digo nunca es nunca, en todos nuestro años de amistad, nunca nos habíamos dicho cosas hirientes, jamás habíamos peleado y todo esto a parecía a kilómetros de nuestra casa y nuestra vida cotidiana… Entro para buscarla y solo logro chocar con Flor, la que me mira preocupada.

  • Flor: que pasa? – dijo después de chocar conmigo, bueno, yo con ella… lo mismo –.

  • Claudia: busco a Paula… donde esta?

  • Flor: no lo se – tomo mi rostro ya que yo miraba en todas direcciones – que paso?

  • Claudia: peleamos – le dije con cara de preocupación –.

  • Flor: pero si ustedes son como hermanas, pronto se les pasará.

  • Claudia: no lo entiendes, nosotras no peleamos – la abrace – todo fue mi culpa.

  • Flor: por que? – me pregunto mientras acariciaba mi espalda –.

  • Claudia: por que yo la abofetee por decirme la verdad.

  • Flor: que usted hizo que cosa? – se zafo de nuestro abrazo –.

  • Claudia: le pegue una cachetada – miraba al suelo mientras se lo decía –.

  • Flor: y por que? que verdad tan grande fue lo que le dijo como para que usted le pegara?

  • Claudia: dijo que quedaba como una puta… pero tiene razón – la abrace pero ahora llorando –.

  • Flor: que quedabas como que? – me abrazó –.

  • Claudia: como una puta… - la mire a los ojos – tu no sabes quien soy… ni lo que le he hecho a otras mujeres solo por miedo.

  • Flor: y que haz hecho? – pregunto con voz comprensiva –.

  • Claudia: las he enamorado y luego dejado…

  • Flor: y por que?

  • Claudia: tengo miedo Flor, a todas las mujeres…

  • Flor: a mi también? A mi también me tienes miedo? A mi también me dejarás? – pregunto un poco angustiada –.

No sabia que decir, que responderle cuando siento un auto salir a gran velocidad… Corro para ver quien es cuando veo a Paula salir a toda velocidad por el terreno…

  • Claudia: adonde va? – le pregunto a Flor mientras saco mi teléfono –.

  • Flor: pues… si usted no sabe, yo menos – dijo entrando a la casa –.

  • Claudia: alo – le dije a Felipe que estaba al otro lado del teléfono –.

  • Felipe: si, quien?

  • Claudia: Hola, soy Claudia.

  • Felipe: Claudia… que sucede?

  • Claudia: tienes un auto, paciencia y pañuelitos desechables.

  • Felipe: lo primero, si… lo segundo, no mucho y lo tercero para que seria?

  • Claudia: es que… es que… - quise llorar, pero me contuve – pelee con Paula y necesito que vengas a la casa, acabo de ver como se iba como una loca a no sé dónde.

  • Felipe: ya… tranquila voy para allá…

Eso fue lo último que me dijo antes de cortar el teléfono y quedarme esperándolo por lo menos 15 minutos en los escalones, cuando llego solo me subí al auto

  • Felipe: adonde esta? – pregunto mientras salíamos de ahí –.

  • Claudia: podría preguntarte a ti y la respuesta sería la misma.

  • Felipe: que? – pregunto –.

  • Claudia: que no tengo ni la mas minima idea de donde está.

  • Felipe: tu la conoces mas que a nadie… que hace cuando tiene pena o esta enojada?

  • Claudia: - pensé dos segundos – alcohol y sexo.

  • Felipe: - me miro raro – enserio?

  • Claudia: somos unos machos.

  • Felipe: ya me di cuenta – dijo mientras doblaba por una esquina –.

  • Claudia: a donde vamos?

  • Felipe: es obvio o no… a un bar gay… chicas solteras y… ¡HELLO! – dijo haciendo el movimiento mas homosexual que se puedan imaginar – dije bar.

  • Claudia: ni siquiera quiero responder a eso – dije homofóbicamente –

Entramos al primer bar que me llamo la atención por dos cosas… 1.- Queda cerca de la casa y 2.- Me encantan los colores… Entramos e intentamos buscar a Paula, pero no la encontramos luego de unos minutos y de ver a Felipe bailar con uno de los tipos que se les acerco, me fui a la barra, una piña colada no le hace mal a nadie… por lo que tomaba mi piña colada mientras me acercaba a una de las tarimas a la cual me subí y comencé a buscarla… de pronto en la entrada adivinen quien… no, no es Superman, Batman, las tortugas Ninja ni Megan Fox, aunque me hubiera encantado ver a Megan Fox, bueno pero no era… era nada mas ni nada menos que Mónica… suelto mi bombilla y sigo su mirada hasta en medio de la pista donde encuentro a mi amiga, hermana, cómplice, besándose con otra mujer y con las manos perdidas por ahí… Felipe se sube a la tarima bailando y sigue mi mirada para encontrar la misma escena que yo miraba atentamente… toma mi brazo para ir tras Paula pero yo lo detengo.

  • Claudia: déjala – le dije mientras seguía tomando mi piña colada –.

  • Felipe: por que? – dijo robándome unos sorbos del mismo –.

  • Claudia: por que va a ser la única forma para que ambas se den cuenta de cuanto se aman

  • Felipe: Mónica con Paula? – preguntaba mientras terminaba mi piña colada –.

  • Claudia: si… ahora es cuando ambas se tienen que dar cuenta que se enamoraron la una de la otra.

  • Felipe: y tu? – pregunto fuera del bar –.

  • Claudia: y yo que?

  • Felipe: tu cuando te darás cuenta verdaderamente que estas enamorada de Flor?

  • Claudia: - lo mire y le quite las llaves – cuando tu – apuntándolo – seas mas masculino que yo – le sonreí y me subí al auto y volver a casa donde esperaría a Paula que se que me necesitaría para desahogarse –.

Paula:

Aquella pelea con Claudia aumento mis ganas de salir de la casa, no conocía nada, ni a nadie, pero basto solo una pelea con mi mejor amiga para huir de aquel lugar, tome el auto y me dirigi al primer bar que encontré, e imagínense, justo un bar gay, como si fuera poco.

La barra fue lo primero que vi, un trago lo primero que pedí y un tequila lo primero que tome. El ardor en la garganta me hizo pedir otro, me hizo darme cuenta de que por lo menos mi cuerpo estaba vivo, aunque a mi alma no le quedaba absolutamente nada, y mi corazón estaba vacío, atravesado por una estaca que hacía que todo doliera aún más.

No era noche de enrollarme con nadie, aunque sentía que algunas chicas me miraban pero yo solo me dedique a beber, un trago tras otro. Después de todo el tiempo que estuve bebiendo no me di ni cuenta de la hora que era, aunque en ese momento no me interesaba, todo lo que quería era despejarme, permanecer en un sitio que no sea la casa, esa casa que trajo todos los problemas a mi vida.

Con repulsión me acorde de ella, con tanta fuerza que me dolió tenerla en la mente a cada segundo, me dieron ganas de gritar la mierda que llevaba dentro, estaba ausente, sentía que nada importaba, la ilusión se transformo en desilusión en tan poco tiempo, la amargura me invadió… un millar de veces había sufrido por otras mujeres, pero por ella… por ella mi corazón se palideció, se congelo. El momento de amargura duro tan solo un minuto, en el momento en que ya pensaba marcharme se me acerco una joven, que la verdad estaba muy…linda.

  • Des: ya te vas cariño?-maldito acento español, lo amo-.

  • Paula: eso pensaba.

  • Des: uy! Ese acento, no eres de por acá verdad?

  • Paula: nop soy chilena.-dije con un intento de sonrisa-.

  • Des: ya decía yo que algo tan lindo tenía que ser exportado de otro país.

  • Paula: ja, si tú lo dices.

  • Des: Sandra. -presentándose y dándome dos besos con un aroma maravilloso por su acercamiento-.

  • Paula: un gusto.

  • Sandra: y tu no me dirás tu nombre hermosa?

  • Paula: em si lo siento, ando algo distraída, me llamo Paula.

  • Sandra: bueno Paula, ¿aceptarías bailar conmigo?

  • Paula: emm yo…

  • Sandra: di que sí anda, no te arrepentirás. -guiñándome el ojo-.

  • Paula: bueno, bueno, solo con una condición.

  • Sandra: ¿Cuál?

  • Paula: haz que este baile valga la pena.

  • Sandra: te lo aseguro bonita.

Con la poca emoción que tenía deje que Sandra me atrajera hasta la pista de baile e hiciera lo que quisiera conmigo, cambie de opinión y me desharía de todo por un momento, solo me dejaría llevar.

Con el pasar de los minutos todo el alcohol que había bebido se me subió a la cabeza, me sentía bastante mareada y ante la atenta mirada de Sandra no halle otra cosa que hacer que apoyarme más a ella, bailar mas juntas, eso fue lo que logre, tantas fueron las canciones que baile que el cansancio se apodero de mi.

  • Paula: un descanso por favor…-le dije respirando con dificultad-.

  • Sandra: bueno, pero solo un momento.-dijo dirigiéndonos a la barra-. Algo para beber?.-me pregunto-.

  • Paula: ¿me quieres emborrachar?-le pregunte coquetamente-.

  • Sandra: no, por supuesto que no, solo quiero que desinhibes un poco mas.

  • Paula: así, y como para qué?

  • Sandra: como para llevarte a mi cama por ejemplo.-me dijo sin mas-.

  • Paula: ¿Qué tal tequila?-dije ignorando lo ultimo-.

  • Sandra: pues tequila entonces bonita.

Pidió dos chupitos, que se hicieron varios mas con el transcurso de la noche, ya estaba completamente en otro estado y no era Paula precisamente, me acorde que justo por eso era que Claudia no me dejaba beber demasiado, tal y como ella me decía…”lo peor de ti, es que te pones a beber y eres una caliente”, jaja mi amiga, recordé lo que paso, obviamente le pediría disculpas por lo que paso, nuestra amistad va mas allá de aquellas palabras que nos dijimos… Pensaba esto cuando veo a Sandra otra vez en las rendijas que ahora no parecen mas que un elemento mas de mi cuerpo pero que ustedes deben llamar, ojos… se acerca, o Dios… se acerca… este sería un buen momento para detener la situación pero para que?... un beso no le hace mal a nadie… por lo que me deje besar, estábamos ambas profundizando un beso que nos llevaría luego a la cama cuando algo nos separa, perdón… alguien

  • Mónica: crees que este es el estado en el que deberías estar en un país que no conoces, con alguien que no sabes quien es – mirando a Sandra –

  • Sandra: perdón?, es tu novia?

  • Paula: - imagínense mi cara – y tu? Que haces tu aquí? – Dije no articulando muy bien las palabras – tu deberías estar con Miguel

  • Mónica: que?, mejor vámonos de aquí – dijo tomando mi brazo –

  • Paula: no, no, no – zafándome de él – yo me quedo aquí

  • Sandra: ella se queda aquí conmigo, si tienen algún problema, lo arreglarán mañana – dijo mientras me sacaba de la mirada furiosa de Mónica la cual arremetió –

  • Mónica: - tomando el brazo ahora de Sandra – mira niñita, ni tu me conoces ni yo te conozco por lo que solo te advertiré que no te metas conmigo y lo que es ella – dirigiéndose a mi, que me encontraba en un estado deplorable – ahora se va conmigo

  • Paula: yo debería irme a casa – dije intentando caminar sola –

  • Sandra: te matarás por ahí – tomándome de las caderas –

  • Mónica: - sacándole las manos – yo me encargare de que llegue sana y salva linda – dijo irónicamente frente a Sandra –

  • Paula: yo puedo sola – dije sacándome los brazos de Mónica y cayendo al suelo – ok, creo que necesito ayuda – dije en el suelo –

  • Mónica: - me puso de pie – vámonos de aquí

  • Sandra: - se puso delante de mi – espero volver a verte – coloco su numero de teléfono en uno de mis bolsillos –

  • Mónica: no te preocupes, yo le recordare que te llame – dijo antes de salir conmigo a rastras del bar –

Me subió al auto y no me dirigió la palabra yo trataba de no dormirme o seria imposible despertarme luego al llegar a casa, se bajo del auto enojada y entro a la casa dejándome ahí en el asiento del copiloto, totalmente ebria, pero como no hay persona mas porfiada que una lesbiana ebria, me baje del auto y si, me caí… dos veces, cuando por fin logre entrar a la casa ella me esperaba en el comedor con una taza de café mientras fumaba un cigarrillo con los nervios de punta…

  • Paula: si quieres te vas a dormir – dije un poco avergonzada –

  • Mónica: toma el café…

  • Paula: vomitare… - dije sonriéndole –

  • Mónica: mejor siéntate y hazme caso – dijo y yo hice caso –

Me senté y ahí nos quedamos mirando, ella parecía una madre preocupada y yo la hija quinceañera que se había escapado un fin de semana completo con los amigos a la playa y había llegado ebria a casa… ella me regañaba con la mirada y yo como buen corderito colocaba cara de perdón… Cuando termine el café mis sentidos habían regresado y ella se quiso ir pero ahora era yo quien la detenía, quien la miraba… quien quería explicaciones…

  • Paula: por que fuiste a buscarme? – dije mientras ella pasaba tras el respaldo de mi silla

  • Mónica: es mi deber como madrastra – dijo queriendo pasar de largo nuestra conversación –

  • Paula: - me puse de pie y tome su brazo – y en esas tareas también esta besarme?

  • Mónica: no, eso es para que veas lo caritativa que soy

  • Paula: yo menos que nadie necesita tus regalitos baratos

  • Mónica: baratos? – Asintió y continúo –

  • Paula: - la detuve – vamos hacernos esto toda la vida?

  • Mónica: tanto tiempo quieres estar a mi lado?

  • Paula: lo intente, juro que lo intente – ahora era yo quien intentaba salir de la escena –

  • Mónica: - tomo mi brazo – no me gusta perder

  • Paula: a ninguna de las dos

  • Mónica: - acaricio mi mejilla – te fui a buscar por que vi que saliste como loca con el auto

  • Paula: gracias – dije aceptando sus caricias –

  • Mónica: - quiso besarme pero la detuve – que pasa?

  • Paula: que tipo de relación tienes con él?

  • Mónica: con quien?

  • Paula: con cuantos tipos te besas en tu oficina?

  • Mónica: depende el día, a cual te refieres tu?

  • Paula: contigo no se puede hablar – subí corriendo la escalera –

  • Mónica: no lo quiero si a eso te refieres – grito en la subida de esta –

  • Paula: - me detuve en el final de la escalera – no pregunte eso

  • Mónica: - subió dos peldaños – me he sentido muy sola… siempre – se hizo la victima –

  • Paula: - me aleje dos pasos – no te queda muy bien ese papel de victima

  • Mónica: ni a ti el de mala – dijo subiendo otro peldaño –

  • Paula: - retome los dos pasos y baje un peldaño – tengo que confesarte algo –

  • Mónica: - subió uno mas – que cosa

  • Paula: - baje dos y quedamos a un escalón de encontrarnos – mi plan era que te enamoraras de mi

  • Mónica: y que paso? – dijo esperando mi respuesta –

  • Paula: - baje el peldaño que nos faltaba – termine enamorándome yo…

Continuara…