Ella, mi debilidad (Parte 3)
Mónica: quieres hacer esto difícil? Paula: me encantan las cosas difíciles Mónica: y a mi las prohibidas
- Hilda: salió con la señora, si la va a esperar, que no sea en esta cocina – se acerco a mi y me hablo al oído – ni cerca de mi hija
.........................................
- Claudia: - saque mi plato de comida y me fui de vuelta al comedor –
Flor empezó hacer aseo en la sala que quedaba al frente y de nuevo mi cámara se convertía en mi mejor amiga, la volví a enfocar, otra vez el zoom, pero esta vez ella sabía lo que estaba haciendo, me sonrió y yo hice nuevamente clic… termine de comer y estaba sumida en mis pensamientos cuando llega Paula enfadada
- Paula: nos vamos de aquí
- Mónica: no puedes hijita, tienes que comenzar ahora tu estadía en esta casa
- Paula: - subió las escaleras, yo tomé mi cámara y la seguí, no sin antes buscar a flor de la cual me lleve una hermosa sonrisa y como fiel amiga continúe mi camino atrás de Paula –
- Claudia: ¿Qué paso? – le pregunté mientras daba vueltas en la habitación insultando –
- Paula: - se sentó en la cama – ¿Quieres saber lo que paso?
Paula
- Mónica: ¿Tienes hambre?
- Paula: no, solo quiero un café – mentí, mis tripas sonaban, pero quería terminar rápido con este asunto –
- Mónica: bueno, entonces solo será un café
- Paula: por eso vine, por un café
Llegamos y entramos a la cafetería, no hablamos nada hasta que estuvo el café en la mesa, luego ella puso su mano sobre la mía, sentí esa corriente por lo que la saque de inmediato
- Paula: a lo que vinimos por favor
- Mónica: no quiero que pienses que soy una mala mujer
- Paula: tarde, muy tarde
- Mónica: no me interrumpas
- Paula: no creas que soy estupida
- Mónica: esto será una pelea sin fin?
- Paula: no, acabará cuando me termine el café, por que me iré
- Mónica: - suspiró – tu padre me dio lo que jamás tuve
- Paula: un padre? Por que tengo que decírtelo, el hombre estaba viejito
- Mónica: me dio educación, me dio una oportunidad para poder tener una vida, esa casa es todo lo que me dejo y no la quiero perder
- Paula: tu no la quieres perder, a mi me da igual
- Mónica: pero necesito tu ayuda – volvió a tomar mi mano, esta vez no pude resistirme y la deje –
- Paula: sabes, mi peor defecto es ser buena
- Mónica: solo serán 6 meses Paula, por favor… podemos llevarnos bien
- Paula: tu necesitas esa casa y yo dejar de verte
- Mónica: solo serán seis meses, como sabes que no nos transformaremos en algo mas que la viuda de tu padre y la hija
- Paula: a que te refieres? – le pregunte nerviosa –
- Mónica: a una gran amistad – sonrió –
- Paula: bueno, pero por favor, no quiero ser tu amiga, me basta con convivir contigo, no esperes nada mas de mi
- Mónica: y como voy a estar segura que te quedarás los 6 meses?
- Paula: te doy mi palabra Mónica, puedes caerme muy mal, pero no te dejaría en la calle
- Mónica: confiare en tu palabra Paula
- Paula: si, si… como no
Mire al garzón y de un segundo a otro la tenía muy cerca de mí, acarició mi mejilla y corrió un mechón de mi pelo para descubrir mi rostro, se acercó mas y mas y cerré los ojos esperándola, esperando su beso que en una eternidad se poso sobre mis labios, se alejo y me miró directo a los ojos, solo pude sonreírle, como una estupida pude sonreírle
- Mónica: ves que no eres tan difícil – dijo acompañada de una risa burlesca –
La mire con rabia, con vergüenza, con ganas de matarla y ella lo disfrutaba, salí de ahí y quise correr pero tengo tan mala suerte que estoy en un país extranjero, donde no conozco nada ni a nadie por lo que tuve que volver al auto para sentarme a su lado y ver su cara de triunfadora en todo el camino, cuando llegamos baje rápido del auto y le di un gran portazo a la puerta
- Mónica: no romperás tu palabra o si Paulita?
De nuevo en la habitación…
- Claudia: que tipa mas perra
- Paula: y me lo dices a mi?
- Claudia: y que vamos hacer? No nos podemos ir – le dije pensando egoístamente en Flor –
- Paula: por supuesto que no, nos quedaremos las dos aquí y le haremos la vida imposible a esa mujer
- Claudia: así es, yo me quedo encantada aquí contigo
- Paula: a si? tan encantada? Haber amiguita. Cual es tu presa ahora?
- Claudia: no es una presa, es Flor
- Paula: que mierda, ¿Ahora te gustan las plantas?
- Claudia: si, estupida… es la hija de Hilda
- Paula: la nana?
- Claudia: si, de ella… y me odia
- Paula: ¿se dio cuenta que acosabas a su hija?
- Claudia: tu sabes, no me puedo controlar…
- Paula: trata de no meterte en aprietos por favor
- Claudia: no te preocupes amiga, seré mas precavida
Nos quedamos en la habitación, nos encantaba el acento por lo que televisamos un canal nacional, ahí nos quedamos por horas, hasta que oscureció, yo estaba acostada en mi cama y de pronto Paula se levanta
- Paula: me iré a duchar
- Claudia: bueno, anda tranquila
- Paula: tu no te ducharás?
- Claudia: no, es que tengo el olor a Flor
- Paula: enserio, desde cuando te gustan tanto las plantas?
- Claudia: no me molestes y ándate
- Paula: trata de no ir acosar a la esclava Isaura
- Claudia: - me tiró una zapatilla pero alcance a salir por la puerta –
Iba riéndome en el pasillo y de frente me encuentro con Mónica, la cual se queda de pie viéndome pasar camino al baño, me saco la ropa tranquilamente, y el agua comienza a caer sobre mi, necesitaba este momento de relajación, solo estaba parada ahí, bajo la regadera, me olvide del mundo por completo, hasta que siento una presencia, su presencia… cuando me di vuelta estaba junto a mi completamente desnuda, otra vez estática, otra vez completamente inmóvil pero ahora hay algo diferente, creo que la odio aun mas, seguí su jueguito, ella se acerco para besarme y yo me adelante, la bese, ella quería seguir pero no somos iguales, salí de la ducha tranquilamente me puse la toalla, ella estaba mirándome totalmente descolocada desde la ducha, me pare en la puerta y antes de salir le sonreí, ambas sabíamos quien había ganado esta vez, yo… Volví a la habitación dispuesta a contarle mi fechoría a Claudia, pero adivinen… ella no estaba ahí.
Claudia:
Ya les dije que no sirvo para estar en un mismo lugar, verdad?... bueno, salí de la habitación y comencé a recorrer la casa, al final del pasillo, la veo, ella tan hermosa con su pijama y yo aquí dando vueltas como una estupida, pienso en un millón de cosas para llamar su atención, desmayarme, gritar, hacerme la loca, llorar… pero no, no sirvo para la actuación, entra a su habitación y me doy animo para ir tras ella, miro a los costados para ver si no hay alguien y cuando llego a la habitación tomo una bocanada de aire y toco la puerta, espero unos segundos y alguien abre la puerta
- Hilda: que se le ofrece? – dice parada en la puerta de la habitación –
- Claudia: - lo único que puedo pensar es… conchasumadre – eh… es que perdí mi habitación y la casa es muy grande y bueno, no se yo… - comencé a trabarme por lo que me quede en silencio –
- Hilda: las habitaciones de huéspedes están en el segundo piso
- Claudia: obvio, como no lo pensé antes
- Hilda: que descanse señorita – dijo para echarme –
- Claudia: usted también, hasta mañana
Cerró la puerta y yo no podía sentirme mas imbecil, me senté en la escalera para que me pase la vergüenza antes de volver a la habitación y que Paula se ria de mi, siento la puerta de la habitación abrirse, y me escondo… atrás de una planta, si se que no es el mejor escondite, pero estaba nerviosa, la Señora Hilda se aleja y espero que llegue a su habitación para volver a intentarlo una vez mas… no creo que me salga papa Noel ahora… emprendía mi camino a su habitación, otra bocanada de aire, a dos milímetros de tocar cuando escucho la voz de Paula
- Paula: oye, oye que estas haciendo ahí
- Claudia: shh!... – le decía mientras me acercaba a ella que bajaba la escalera –
- Paula: que te dije con respecto a la esclava Isaura?
- Claudia: que podía amarla sin importar las barreras que tenga este loco amor, que se convirtió en una enfermedad para tu amiga, donde el verla es la única medicina que la mantendría viva?
- Paula: no, que te alejaras
- Claudia: si, si… claro, lo mismo que yo dije
- Paula: te invito un cigarro
- Claudia: te invito a que te vayas acostar y me dejes hablarle
- Paula: tengo tus favoritos
- Claudia: odio mi vicio…
Salimos ambas a fumar al jardín, y nos fuimos a la parte de atrás. La verdad es que yo la guíe hasta atrás para encontrar la ventana de Flor
- Claudia: entonces querida amiga, cuéntame que paso? – le dije mientras me metía entre los arbustos en busca de la estúpida ventana –
- Paula: la tipa se metió a la ducha cuando yo estaba en ella
- Claudia: y supongo que no tuvieron sexo desenfrenado por que me arruinaste mi oportunidad de hablar con Flor
- Paula: por supuesto que no Claudia, como se te ocurre… me da asco esa tipa
- Claudia: te da asco su espectacular cuerpo o sus labios carnosamente infartántes?
- Paula: me da asco que se haya acostado con mi padre
- Claudia: buen punto, aunque yo igual no mas hubiera aprovechado
- Paula: ella quiere guerra, y yo ganaré
- Claudia: sabes, lo único que aprendí en historia, es que en la guerra nadie gana
- Paula: esta guerra es diferente, nadie morirá, solo quedará echa pedazos
- Claudia: bueno, mientras no te enamores
- Paula: estas loca? Yo enamorarme de ella? Por favor…
- Claudia: si, si… como tu digas – podría haber seguido pero me perdí en los arbustos – me puedes ayudar?
- Paula: no, yo me voy acostar, tu sale solita de ahí
- Claudia: Paula no me vas a dejar aquí… ¿Paula?... ¿Pau? – la odio –
Me afirme en el marco de algo que parecía una ventana, me logré reincorporar y cuando estoy erguida veo a Flor con un enorme palo a punto de estrellármelo en la cabeza
- Flor: pensé que era un ladrón
- Claudia: pensé que me matarías
- Flor: puedo preguntar que hace aquí?
- Claudia. Busco caracoles – le dije con ironía –
- Flor: a esta hora?
- Claudia: era una broma
- Flor: a claro, señorita se va a enfermar ahí
- Claudia: entonces déjame entrar por tu ventana
- Flor: por mi ventana?
- Claudia: creo que ya estoy empezando a sentirme mal – dije tosiendo –
- Flor: bueno, bueno…. Pero tiene que irse antes que alguien venga
- Claudia: por supuesto, ni que hubiera querido entrar a tu pieza a propósito
Me tomó del brazo y me ayudo a entrar, pero ninguna de las dos pudo sostener a la otra y terminamos ambas en el suelo, para mi suerte ella debajo de mi, se salió como una bala de aquella posición y yo maldecía mi suerte tan corta
- Flor: lo siento señorita
- Claudia: fuimos las dos, no te preocupes, además que no fue tan mala mi caída
- Flor: - se sonrojo, lo que logro ponerme incomoda también a mi –
- Claudia: lo dije por que caí arriba tuyo y amortiguaste la caída y – volví a enredarme por lo que me quede en silencio –
- Flor: señorita debe irse a descansar
- Claudia: solo un favor mas – le dije acercándome –
- Flor: cual? – dijo mirando el suelo –
- Claudia: - con mi dedo levante su mentón – no me digas señorita, me llamo Claudia
- Flor: pero señorita
- Claudia: Claudia, me llamo Claudia
- Flor: bueno, Claudia… tienes que irte
- Claudia: - bese su mejilla – buenas noches
Ella quedo ahí parada con la puerta abierta mientras yo me hacia la fuerte e intentaba llegar a la escalera para que no viera como me desmayo, logre subir y arriba estaba mi mejor amiga, la que me dejo
- Paula: amiga, te iba a ir a buscar en este instante
- Claudia: - suspire – menos mal que no lo hiciste – me tire sobre la cama –
- Paula: encontraste la ventana de tu Julieta?
- Claudia: si, pero hay un problema
- Paula: cual?
- Claudia: creo que tengo tierra por las tetas
- Paula: menos mal que no se le ocurrió desnudarte
- Claudia: le hubiese dicho que es un bronceado
- Paula: asquerosa, mejor anda a ducharte
- Claudia: si, si, si… ojala me aparezca tu mamacita en la ducha
- Paula: solo unos pocos tenemos el privilegio de verla desnuda
- Claudia: obvio, tu y tu papá – salí de la habitación corriendo, ahora era yo victima de sus proyectiles –
Paula:
Ya me había acostado, cuando tocan la puerta, pensé que era Claudia que venía en son de paz, pero para mi sorpresa era otra la que se encontraba ahí
- Mónica: - empujándome – crees que puedes jugar conmigo?
- Paula: - reincorporándome – quien mierda te crees para empujarme?
- Mónica: quieres hacer esto difícil?
- Paula: me encantan las cosas difíciles
- Mónica: y a mi las prohibidas
Dijo esto y se abalanzo sobre mi para intentar besarme, terminamos en la cama de Claudia y yo la empuje con fuerza haciéndola caer
- Paula: ya te dije, me gustan las cosas difíciles, y las putas no lo son
- Mónica: - se paró y juro que creí que me golpearía, estaba dispuesta a matarnos, pero salió llorando –
Otra vez se ponía todo en mi contra, Claudia tenía razón, si bien tendría que sentirme ganadora de esta batalla, me siento fatal, me pongo de pie y la sigo por la casa, no sabía donde buscarla, y no podía tocar cada puerta en busca de alguien que debería no querer encontrar, salí al jardín a fumar otro cigarro y ella esta ahí, me acerco por detrás con toda la intención de disculparme y la escucho hablar por teléfono, solo me basto una frase, unas cuantas palabras para derrumbar todo ese sentimiento de compasión
- Mónica: la tenemos, creo que es aun mas fácil de lo que creíamos
Quise golpearla y volarle el teléfono, pero me controle, tire mi cigarrillo y sin que se diera cuenta volví a la casa, bueno Mónica, tu no sabes que yo se y esa es la mejor parte…
Continuara..................