Ella, mi debilidad (Parte 2)

• Mi nombre es Flor • Claudia: creo que es un insulto para las flores tu nombre • Flor: - me miro enojada y dispuesta a irse – • Claudia: - la tomé del brazo y la gire – por que tu opacas a cada una de ellas

  • Mónica: no te gustaría saberlo.

Continuara…………………………………………………………………………………………………………………………….

  • Yo: ¿a qué?
  • Mónica: a que no me robes lo que es mío.
  • Yo: si es por el dinero no te preocupes, yo solo he venido porque ese señor de ahí me ha traído.- apuntando a Javier, quien estaba expectante de todo igual que Claudia.
  • Mónica: pues deberías volver de donde hayas venido.
  • Yo: ¿y qué? ¿Vas a ser tú la persona que me saque de aquí?

Solo se quedó callada, me miraba con rabia como si de verdad le estuviera arrebatando algo, Javier se puso entre las dos.

  • Javier: haber, cálmense ¿no?
  • Mónica me miraba, aun desafiante, solo tomo sus cosas y se marchó no sin antes decirme.
  • Mónica: esta conversación no se ha acabado, la próxima será entre nosotras, a solas.
  • Yo: te estaré esperando.-le dije-.

Me dejo hecha un lío, ¿para lo que te avecina? A que se refería con eso… Me imagino que estaba con mi padre solo por el dinero.

  • ¿Por qué has venido con ella?-preguntándole a Javier-.
  • Javier: ha venido sola, me la encontré en la entrada, me dijo que solo quería conocerte, no pude detenerla…lo siento… ni siquiera sé cómo ha sabido la dirección.
  • Claudia: algo quiere esa mujer, no le has visto la cara.
  • Yo: pues si quiere algo no creo que sea algo más que el dinero, que creo que es lo único que le interesa.
  • Javier: pues no lo sé señoritas…creo que es mejor que me vaya, las dejare descansar que mañana será un largo día… es la lectura del testamento, a eso había venido a verte, lo leerán en la que era la casa de tu padre.
  • Yo: ok, tu tranquilo que mañana ahí estaré, por nada del mundo me lo perdería.
  • Javier: entonces mañana te paso a buscar.
  • Yo: bien, que pase buena noche Javier.
  • Javier: ustedes igual, buenas noches.-despidiéndose-.
  • Claudia: adiós.

…………………….

  • Yo: ¿y ahora qué?
  • Claudia: a dormir, tengo sueñito.
  • Yo: ¿ya no te duele la guatita?
  • Claudia: con todo esto se me quito absolutamente todo el dolor, es que perdona que opine pero esa tipa no puede venir a amenazarte así como así, ¿qué onda?, ¿además por dinero?, me parece estúpido.
  • Yo: uff amiga hay personas que son capaces de hacer eso y mucho más por el maldito dinero.
  • Claudia: me alegro que nunca hayas aceptado todos esos millones que te mandaba tu papá, me alegro de que siempre te hayas querido ganarte la vida tú, sin la ayuda de nadie, es que eres mi heroína.
  • Yo: ay ya cállate tonta que no es para tanto.
  • Claudia: tú sabes que sí, eso te ha ayudado a ser la persona que eres, una persona maravillosa… ¿sabías que te quiero demasiado?
  • Yo: ay ven aquí… te quiero mucho amiga.-abrazándola-.
  • Claudia: yo también, demasiado.

La noche transcurrió lenta, súper lenta, entre pensamientos e inquietudes, solo eso tenía en la cabeza, y de alguna u otra manera la imagen de su rostro aparecía cada vez que cerraba los ojos, no conté las veces que fui al baño a lavarme la cara e intentar difuminar su rostro de mi mente, tenía mucha rabia, no entiendo ni porque estoy aquí en este momento. Siempre he tenido decisión propia, mucha voluntad ante las cosas a las cuales me enfrento, pero esto es distinto, quiero quedarme aquí y enfrentarla, quiero saber que sucederá, todo esto es intrigante, hasta algo emocionante, ok, si se testifica que el señor ese no me ha dejado ni un centavo, pues ya que, nunca me ha interesado eso, pero si a ella no le deja absolutamente nada? … no sabría que hacer… ¿reírme?...no, no, creo que me daría hasta pena. Creo que Claudia tiene razón cuando me dice que a veces tengo corazón de abuelita, pero creo que sería algo chistoso.

Y así entre tanto pensamiento amaneció. Me levante creo que con mucho entusiasmo, estaba ansiosa por lo que pasaría, me gustaría ver su rostro cuando digan, a Mónica: no le dejo nada porque era una zorra que se casó conmigo solo por el dinero…no eso es mucho, creo que se moriría ahí mismo.

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  • Claudia: bueno aquí estamos…yo te espero en el auto porque nada que ver que yo ande metida en eso, no me confiere.
  • Yo: si creo que esto debo enfrentarlo solita…nos vemos luego.
  • Javier: muy bien paula, creo que ya conoces algunas reacciones de Mónica así que no hace falta advertirte que te cuides.
  • Yo: tu tranquilo que nada malo pasara.
  • Javier: ok, creo que ya es hora de que entres, buena suerte.
  • En la puerta me esperaba una señora con cara de ser bastante amable.
  • Sra.: buenos días señorita, un gusto conocerla, es tan hermosa como me lo había dicho su papá.
  • Yo: buenos días, gracias por lo de hermosa.
  • Sra.: usted adelante, siga nomas que esta es su casa :D
  • Yo: gracias de nuevo…
  • Sra.: Hilda, me llamo Hilda señorita.
  • Yo: ok, con su permiso Sra. Hilda.
  • Sra.: pase nomas, siga derecho y de ahí dobla a la izquierda.
  • Yo: bien –dándole una sonrisa de agradecimiento-.

Durante los últimos años he ocultado bajo la mirada un duro carácter, supongo que la vida me obligo a tenerlo, pero la verdad es que soy más ese tipo de personas tiernas, que no serían capaz ni siquiera de matar una mosca, siempre tuve mi lado sensible, aunque cuando tenía que llorar lo hacía siempre bajo la lluvia, ya que así las lágrimas se pueden disimular.

Seguí la dirección que me dio la Sra. Hilda, toque la puerta e ingrese a una oficina, donde  se encontraba Mónica y 2 personas más que no conocía, suspiro. Tomo una bocanada de aire y finalmente saludo a los presentes muy cordialmente con un “buenos días”.

Pienso es sencillamente hermosa, un paraíso digno de ver, mi inconsciente se vuelve hacia mí y me hace reaccionar, obvio si no fuera la esposa de tu padre y si no te odiara podrías pensar eso y sigue gritándome mil advertencias más. Mi corazón late a mil por hora, me siento realmente nerviosa, nunca me había pasado algo así con una mujer… dios ¿Qué me está pasando?... Ella solo me dedica una mirada envenenada, las piernas me tiemblan, noto un leve estremecimiento en mi cuerpo, ella no me puede producir algo así… ¿o sí?

El notario comienza a leer el testamento, yo completamente distraída solo alcanzo a escuchar creo que la última parte.

  • Notario: Como esposa legitima te sedo la propiedad ubicada en xxxxxxx –la cara de Mónica se transformó, justo lo que ella quería- solo con la objeción de que mi hija Paula viva contigo por lo menos 6 meses.

: OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Creo que mi rostro nunca había llegado tan al suelo como lo ha hecho ahora, ¿de qué demonios está hablando el notario?

  • Notario: de no ser así, en el caso de que mi hija no aceptare la propiedad pasa a ser inmediatamente donada a un hogar de caridad.

Mónica se da vuelta inmediatamente, su rostro ni se los digo estaba peor que el mío.

  • Mónica: no esto debe ser una broma…no…no puede ser.
  • Yo: tanto te importa el dinero por dios…
  • Mónica: pues yo no fui criada en una cunita de oro como tu.-reaccionando a mi comentario-.
  • Yo: tú no sabes nada de mí.
  • Mónica: ¿acaso es mentira?
  • Yo: sabes que creo…- la miro irritada-… señor notario como yo estoy completamente abnegada a hacer eso creo que lo mejor será que vaya haciendo la transferencia al hogar de caridad.

Salí de ahí hecha un manojo de rabia…sentí que ella venia atrás de mi pero eso no impidió que cediera el paso. Solo sentí que me agarraron del brazo y obviamente era ella, me dijo:

  • Mónica: en serio me harás esto?
  • Yo: hacer que?
  • Mónica: tal y como te dije me robarás todo lo que tengo
  • Yo: yo no te estoy robando absolutamente nada, esa es la petición que dejo el, si yo no quiero pues que le vamos hacer… no es culpa mía

¿Esta llorando?, ¿Es enserio?... no lo puedo creer, la mujer que pensé que tenía el corazón de piedra esta llorando y yo no se que hacer. Luego de unos segundos ella se calma, yo solo la miraba de reojo. Ella tomo su postura natural

  • Mónica:  si solo nos pudiéramos sentar a conversar, a que tu me conozcas, a que conozcas mi realidad todo… - la interrumpí –
  • Yo:  espera, espera… no tengo nada que conocer de ti ya me mostrarte tu verdadera cara ayer
  • Mónica:  solo quiero que me escuches
  • Yo: lo estoy haciendo y la verdad es que estoy muy aburrida
  • Mónica: sabes, pensé que eras mas sensata que tu padre, pero eres igualita a él

¿Qué? ¿Yo igual a ese bastardo?... no puedo dejar que me comparé, ni que ni siquiera que piense que soy la sombra de aquel hombre

  • Yo: quisiera invitarte un café, pero no se donde hay uno
  • Mónica: - sonrío –  yo se donde hay uno, ¿vamos ahora?
  • Yo: si, lo amargo se traga rápido
  • Mónica: tu no puedes ser mas simpática?
  • Yo: y tu no puedes ser menos hipócrita?
  • Mónica: si, podría… pero así enamore a tu padre – dijo y se alejo de mi, dejándome con rabia –

Cuando estábamos camino a la cafetería recordé algo que había olvidado por completo… Claudia

Claudia: Creo que no soy muy buena quedándome en un solo lugar, y como yo supongo la cosa se pondrá fea y se demorarán una eternidad entre mechoneo e insultos, preferí  salir a caminar en compañía de mi cámara, había unos paisajes hermoso,  pero uno que robaría mis sueños… Le tomaba fotos a las flores cuando a lo lejos veo a una niña, a una hermosa niña, la apunte con el lente e hice zoom, espere que me mirara, pero no lo hizo, estaba demasiado concentrada cortando las flores, de pronto me mira y se asusta, yo alcanzo hacer clic y una foto de ella ocupa la memoria de mi cámara, ella se acerca enojada a enfrentarme por aquel insulto, yo pensé en correr, pero me arrepentí al verla de cerca…

  • Usted quien es que me viene a sacar fotos?
  • Claudia: Hola – estire la mano por educación, aunque feliz hubiese besado su mejilla – soy Claudia, vine con Paula
  • Ah, viene con la hija de Don Oscar – dijo solo mirando mi mano sin estrecharla –
  • Claudia: - aun con la mano estirada –  en mi tierra es mala educación dejar a una persona con la mano estirada
  • Y en la mía la gente no le saca fotos a las personas que no conoce
  • Claudia: pero tu a mi si me conoces, soy yo la que no sabe tu nombre – dije recogiendo mi mano –
  • Mi nombre es Flor
  • Claudia: creo que es un insulto para las flores tu nombre
  • Flor: - me miro enojada y dispuesta a irse –
  • Claudia: - la tomé del brazo y la gire – por  que tu opacas a cada una de ellas
  • Flor: - se zafo de mi –  dijo que estaba esperando a la Señorita Paula?
  • Claudia: si, ¿por que?
  • Flor: la reunión ya terminó, ahora serviremos el almuerzo
  • Claudia: es que no me ha venido a buscar
  • Flor: si quiere la llevo al comedor y ahí se encontrarán

La seguí hacía la casa, recordé la fotografía cuando ya habíamos llegamos

  • Claudia: si quieres te regalo tu foto, quedo preciosa – le dije mostrándole su foto –
  • Hilda: ¿que fotos se anda sacando usted hija?
  • Flor: no mamá, es que aquí la señorita estaba en el jardín sacando fotos y sin querer me saco una
  • Hilda: y usted quien es señorita? – preguntó molesta –
  • Claudia: soy amiga de Paula, Flor me dijo que ahora iban a servir el almuerzo y espero encontrarla
  • Hilda: yo la llevare hasta el comedor, Flor anda a la cocina por favor
  • Claudia: la metí en problemas? – le pregunte a su madre –
  • Flor: no señorita, ella se mete en problemas solita

Que mas le podía decir, aquí no es igual que en Chile, esta muy arraigada la cultura de nana y patrón y supongo que este caso yo soy el patrón, la seguí hasta el comedor y en el estaban dos hombres, uno mas joven que el otro, sentado junto a un tipo que tenía pinta de ladrón, me senté en la otra esquina y llego Flor con dos plato, primero le sirvió al mas joven, yo no podía dejar de mirarla, es bellísima, y luego le sirvió al tipo de al lado, no le sacaba los ojos de encima, podría haberlo matado...

  • Tipo: ¿Cuántos años tienes? – le preguntó mientras se la comía con la mirada –
  • Flor: 19 – respondió ella sin dejar de hacer su trabajo –
  • Tipo: eres muy bella
  • Flor: gracias señor – dijo ella alejándose y el con la mirada pegada en su trasero –
  • Tipo: - cuando ella se perdió tras la puerta el comentó – la sirvienta esta, está muy bien crecidita

Con el joven nos miramos, el sentía vergüenza por las palabras de el, mientras que yo estaba que lo paseaba a patadas por la casa, Flor volvió esta vez con mi plato

  • Claudia: Muchas gracias, y tu no comerás?
  • Flor: si, señorita
  • Claudia: y si te pido que te sientes a mi lado, lo harías?
  • Flor: - me sonrió –
  • Tipo: Señorita, esta mesa es solo para los dueños de casa e invitados, ellas comen adentro en la cocina
  • Claudia: ¿y eso por que? si se puede saber
  • Tipo: por que ellas no sabrían de que hablar – rió – ¿o crees que hablarán de política o economía?
  • Claudia:- volví a mirar a Flor la cual había cambiado totalmente el rostro a uno de tristeza y resignación –  sabe, usted puede saber mucho de economía y política, pero no tiene idea de cómo tratar a las personas, y yo con animales jamás me he sentado ni sentaré en la mesa
  • Tipo: - se puso de pie para enfrentarme yo camine a la cocina junto con flor y obvio, mi plato –
  • Flor: señorita usted no tendría que meterse en problemas con aquel señor
  • Claudia: no le tengo miedo, ni a el ni a nadie
  • Tipo: ¿Quién te crees que eres?
  • Claudia: en este momento? La que te sacará a patadas de esta casa si le vuelves a faltar el respeto o a mirarla
  • Joven: papá vámonos – dijo deteniéndolo –
  • Tipo: no, ella va a tener que escucharme
  • Claudia: pues, tendrá que irse por que ni a mi ni a ella nos interesan sus palabras
  • Joven: papá por favor
  • Tipo: Felipe por favor, con razón no tienes novia, jamás haz sabido como enfrentar a una mujer
  • Felipe: - se quedo ahí, petrificado a su lado –
  • Hilda: ¿Qué esta pasando aquí?
  • Flor: nada mamá – dijo ella agachando la mirada –
  • Claudia: este tipo le esta faltando el respeto a su hija, y yo no lo permitiré
  • Hilda: Señor, usted sabe que yo lo respeto, pero a mi hija no le faltara el respeto jamás
  • Tipo: no vine aquí para discutir con una empleadita, vamos Felipe – tomo sus cosas y se fue –
  • Hilda: usted no debería meterse en problemas por mi hija, yo la se defender
  • Claudia: me disculpo si fue un atrevimiento lo que hice, pero el no dejaba de mofarse
  • Hilda: muchas gracias, pero debería retirarse también
  • Flor: mamá pero no ha comido nada
  • Hilda: ese no es nuestro problema Flor
  • Claudia: me iría señora, pero esto en un país extraño y la que viene conmigo desapareció
  • Hilda: salió con la señora, si la va a esperar, que no sea en esta cocina – se acerco a mi y me hablo al oído – ni cerca de mi hija

Continuara.......