Ella, mi debilidad (parte 19)

Teniéndola a mi lado no me importaba nada lo que haya pasado antes, o lo que estaba pasando en este momento, ni siquiera lo que estaba por pasar, lo único que tenia completamente claro era que quería pasar cada día del resto de mi vida así con ella.

Paula:

Empezare por lo mas difícil, estar aquí me provoca sensaciones diversas, mas bien confusas, esas ganas que tienen mis ojos de explotar, la rabia, la tristeza al recordarla, pero mi confusión vuelve mi mente un estado contradictorio de sentimientos, porque a la vez tengo ganas de verla, de correr a abrazarla, de decirle que la extrañé, pero se que mi mente me lo prohíbe, porque cada vez que pienso en ella miles de voces me gritan que no lo haga, que no debo hacerlo, que ya ha pasado suficiente tiempo como para seguirla teniendo en mis pensamientos, y creo que ya es hora de olvidarla, de dejar de lado todos sus recuerdos

Si tan solo pudiera algún instante dejar de pensar en ella, pero se me hace imposible poder dejar de hacerlo, aquí, y en todas las habitaciones de esta casa siento su olor, como si estuviera impregnado en cada pared de la casa. Vamos que solo serán un par de días, tengo que aguantar hasta después de que mi papa y doña hilda se casen, después de eso regresare y aunque vuelva a ser un total vacío, debo regresar.

Bajo y están todos sentados en la mesa del comedor, una cena en familia, al final se logro, doña hilda y flor acabaron sentándome en la mesa donde siempre Mónica rechazo que así fuera, me causa algo de gracia, me da por recordar su rostro cada vez que con claudia intentábamos que ellas se sentaran en aquella mesa.

Claudia: ¿va todo bien? - pregunta sentada a mi lado-.

Paula: si, no es nada, solo me ha dado algo de nostalgia recordar algunas cosas- le digo en voz baja-.

Claudia: Si estuviera aquí se espantaría al vernos a todos sentados aquí.- sonriendo-.

Paula: si, ya me lo imagino.- recordándolo una vez mas-.

Claudia: ¿Como estuvo tu noche?

Paula: no dormí casi nada, nade casi toda la madrugada en la piscina, aun huelo a cloro.

Claudia: Yo en cambio huelo a flores.-con inmensa alegría-.

Paula: me imagino, hasta fuera se escuchaban tus gemidos.-burlándome de ella-.

Claudia: yo no gimo.- me dice enojada-.

Paula: entonces me equivoque y era flor.- nuevamente burlándome-.

Quiso protestar pero mi papá nos hizo volver a la realidad.

Papá: ¿que tanto susurran ustedes dos?.- nos dice interfiriendo en nuestra conversación-.

Paula: Nada que quisieras saber papá, solo le cuento a claudia que anoche habían muchos perros aullando, ¿no los escucharon?

Flor me mira de mala gana.

Doña hilda: yo no escuche nada.- dice sin entender nada-.

Flor: seria solo tu imaginación, como te faltan horas por dormir escuchas puras estupideces.- me dice algo molesta-.

Papá: ya por favor lleven la fiesta en paz, tengamos un almuerzo en donde mis dos hijas no se peleen a cada momento.-dice enojado-.

El resto del almuerzo fue casi en silencio, cada uno con sus propios pensamientos, la conversación surgía tan solo cuando teníamos que decir algo. Después de eso cada uno se disipo de la habitación, yo tuve que ir a la ciudad por unos documentos que me mando a buscar papa, flor y claudia vinieron conmigo.

Yo: ¿Qué tipo de vestido usaras? Tienes que considerar que no puede ser muy escotado, porque hermanita ni claudia ni yo te lo permitiríamos, queda claro?

Flor: bueno para empezar eso lo decido yo, y estoy casi segura de que a claudia no le desagradara en lo absoluto verme con un escote, ¿no es así mi amor?

Claudia: -pensativa responde-. No, claro que no, a mi me encantaría, el problema es que no solo a mi, habrán muchos invitados, y la verdad es que no me agrada la idea de tener que matar alguno que este mirando demás.

Paula: creo que su respuesta es no.- estacionándome-. Bien ya llegamos, ustedes vayan a la tienda, yo iré por los documentos y las encuentro ahí.

Flor: bien, pero no te tardes, y no te pierdas entre tanta tentación.

Busque bien la dirección que me dio papá y entre al edificio donde me esperaba un amigo suyo, sin mas me entrego los papeles, nos despedimos y estaba por salir cuando siento un pequeño temblor en el cuerpo, no le hago mucho caso a lo que sentí y sigo caminando directamente hacia la salida, pero como el mundo da siempre vueltas, y nada de lo que crees que pasara esta escrito es cuando pasan cosas como estas. De frente venia ella, Era ella, la vi a lo lejos, venia en dirección hacia mi, acompañada de una tipa mas joven que ella, incluso mas joven que yo, de unos 19 o tal vez 20 años, quise retroceder en dirección a cualquier parte pero las piernas dejaron de funcionarme por un instante, y ante todo eso, me arme de valor, ella aun no me había visto así que seguí caminando en dirección a la salida, pase por su lado casi sin mirarla y a la vez sin apartar mi vista de ella, y vi como su mirada se dirigía hacia mi en cámara lenta, vi como sus ojos se nublaron de lagrimas igual que los míos, mi cuerpo temblaba con cada paso que daba, afuera me esperaba el aire que tanto necesitaba, aunque me costo demasiado no me di la vuelta y seguí caminando, casi a paso lento, como si la esperara, en frente de mi estaba el centro comercial donde claudia y flor se encontraban, acelere el paso, cruce la acera y seguí mi camino, la escalera mecánica subió su primer piso, saque mi celular del bolsillo y marque el numero de claudia para que me diga el nombre de la tienda donde se encontraban.

Claudia: ¿ya estas lista?

Yo: si, ¿ustedes en que piso están? - pregunte rápidamente-.

Claudia: ¿ha pasado algo? -con tono preocupado- tienes una voz algo rara.

Yo: nada, no es nada, ¿donde están? - pregunto ansiosa-.

Claudia: bueno a flor se le ocurrió la mágica idea de visitar "disney store"- riéndose y hablándole a flor me dice-. Cuarto piso hermanita, te esperamos -cortando-.

Subí los pisos que me quedaban, por suerte las escaleras tenían barandilla para afirmarse sino me habría devuelto al primer piso pero de una caída, en ningún momento mire hacia atrás, solo seguí caminando apresuradamente hacia adelante, a lo lejos veo como claudia juega con un muñeco de micky mouse mientras flor le hace un berrinche para que le tome atención, mis piernas al fin volvieron a tomar fuerzas, y mi corazón ya palpitaba casi en su normalidad, cuando llegue ellas pararon en seco lo que estaban haciendo y dicen a la vez.

Claudia y flor: no voltees.

Como al final el cuerpo hace siempre todo lo contrario a lo que tu cerebro le esta ordenando o tal vez es al revés, claro que me voltee, con mas lentitud que la patada de un astronauta, y juro que pensé que mi cuerpo se iba a desvanecer, pero no se de donde saque fuerzas y antes de que ella se encontrara mas cerca le grite que no se acercara.

Yo: no te atrevas Mónica, no te acerques. - dije con rabia-.

Mónica: Yo... - casi sin poder hablar dijo-. Necesito hablar contigo.

Yo: no, lo que tu necesitas.- dije acercándome a ella-. Es un buen terapeuta, porque nunca había conocido a alguien tan retorcida de mente como tu. - enojada-.

Mónica: tan solo necesito explicarme.- me implora-.

Yo: no Mónica, no volveré a caer nuevamente en tu juego.- al borde de las lagrimas-. Por favor márchate.

Mónica: -ella mira a flor como pidiendo ayuda-. Escúchame por favor, te juro que no mas mentiras.

Yo: no quiero escucharte Mónica, lo entiendes? - le dije entre lagrimas-. Lo que yo necesito es tenerte tan lejos como es posible, aléjate de mi! - grito saliendo de la tienda-.

Me metí a una de las tiendas, pensando que no me iba a seguir y me iba a dejar ir, pero no fue así, sentí su brazo agarrarme, mas fuerte que el mio claro, y me metió dentro de un probador, me acorralo entre sus dos brazos, y acerco su rostro al mio, sus lagrimas corrían al igual que las mías, intente empujarla pero fue en vano, era mas fuerte que yo, luche un rato para que ella me soltara pero no resulto, solo aumentaba aun mas la cercanía de su cuerpo contra el mio, tan solo nos quedamos ahí, ambas con la respiración entrecortada, la odiaba por tenerme en esta posición sin salida, pero a la vez nunca me había sentido mas segura que en sus brazos.

Mónica: Perdóname. - me susurra y continua-. Perdóname paula, te juro que en mis planes nunca estuvo enamorarme de ti, nunca pensé que ibas a ser tan preciosa y que al final terminaría amándote como lo hago, puede que pasen muchos años pero tu aun eres la persona, la única persona a la cual podría amar, y lo siento, por todo lo que hice, por utilizar a tu papá, por utilizarte a ti, por querer lo que no era mio. - hace una pausa-. Pero llegaste tu, y cambiaste todo lo que solía pensar, lo que solía sentir, o no sentir, pusiste mi mundo de cabeza, mi mundo al revés, lo volviste todo aun mas confuso de lo que ya estaba, mi mal humor fue desapareciendo, hasta que un día me encontré pensando en ti, me negué mil veces que lo que estaba sintiendo por ti no podía ser posible porque una parte de mi sabia que no podría llevar el plan que tenia a cabo, pero al final ya no me importo, porque te tenia a ti, pero todo paso tan rápido, todo lo que creía se esfumo, apareció tu papá, me encerraron en la cárcel, y no dejaba de pensar en ti, cuando fui libre quise buscarte pero tenia prohibido salir del país y aun mas acercarme a ti, de hecho ahora estoy rompiendo las reglas, pero cuando te vi hace un momento sentí que no podía dejarte ir una vez mas, no sin que me escuches, y aquí estoy, obligándote a que oigas todo lo que tenia que decir, y se que una parte de ti me odia, por todo lo que hice, pero por otra parte.- secando mis lagrimas que corrían con mas intensidad-. Se que me amas como yo te amo a ti.

El tiempo se difumino, en este mundo solo eramos una vez mas ella y yo, me soltó al fin, dejando libre la oportunidad de irme , pero no pude, no quise, cuando me soltó sentí como si hubiera arrancado la mitad de mi, ella se apoyo en el otro extremo de la pared, y mirándome fijamente se empezó a acercar nuevamente.

Mónica: por que no te vas?- me pregunta cerca de mi-.

Yo: no lo se.-respirando con dificultad-.

Mónica: hace un momento me estabas obligando a que te soltara, por que te quedas?

Yo: que no lo se Mónica, todo es tan confuso.- agarrándome la cabeza que sentía que iba a estallar-.

Ella volvió a apartarse para dejarme respirar, cerré los ojos para enfocarme en algo que no sea su mirada clavada en mi, pero cuando los abrí ella nuevamente estaba cerca, sentí aquellas mariposas en el estomago, mis piernas flaquearon una vez mas, las lagrimas dejaron de correr, pero mi fortaleza se fue lo mas lejos posible.

Mónica: ¿te han dicho que tus ojos se vuelven aun mas hermosos después de llorar?

Yo: un par de veces, pero no entiendo por que me preguntas eso.

Mónica: solo estoy estableciendo una conversación contigo.- poniendo cara triste-.

Yo: esa cara no te funcionara, puedo ya marcharme?- Cuando la tenia cerca otra vez-.

Mónica: ya tuviste la oportunidad hace un momento, y no lo hiciste, no te dejare marchar sin hacer algo antes.

Yo: hacer algo como...- no alcance a terminar de preguntar y me estaba besando-.

Solo presiono sus labios contra los míos, al principio ni mi cuerpo ni mi boca reacciono, pero otra vez perdí la noción de todo, la quise apartar pero sus manos tomaron las mías y las apoyo encima de mi cabeza, toda fuerza que pude haber tenido la perdí al sentir su boca en mi cuello, subía y bajaba, de mi oreja hasta mi clavícula, y volvía a mis labios, los besos cada vez se hicieron mas intensos, me maldecía por dejarme llevar así pero mi cuerpo anhelaba tanto tener su boca contra la mía, me deje llevar sin pensar en nada mas que no fuera ella, poco a poco reaccionaron mis manos y ahora se encontraban en su cintura, su mano derecha se posiciono sobre uno de mis pechos y deje escapar un leve gemido, por encima de la ropa empezó a tocar cada parte de mi cuerpo mientras que sus dientes mordían mis labios levemente, introducía su lengua cuando mi boca se lo pedía, empece a sentir la sensibilidad de mi sexo, ella también lo noto, posiciono su mano dentro de mi pantalón y mi boca no se pudo acallar, deje salir un gemido tan grande que creo se escucho hasta la salida, Mónica me hizo callar entre risas y susurros, yo algo acalorada y avergonzada me tape la cara para que no me viera así, nos apartamos un poco y al fin pude respirar decentemente, Mónica por su parte aun no paraba de reír mientras yo moría de la vergüenza, agarre mis cosas y salí con mucha rapidez de aquel probador.

Claudia:

Con flor nos fuimos directas al centro comercial, era enorme, recorrimos algunas tiendas hasta que ella quiso entrar a una de juguetes, la acompañe solamente para hacerle sus gustos, aunque la verdad cuando ella empezó a ver ropa de bebes me sentí algo extraña, pero no para mal, empece a imaginarnos juntas mas adelante y me dio miedo de solo pensar en el futuro, pero sabia que a su lado no habría nada que temer, porque ella me daba la seguridad de que todo iba a ir bien, estaba admirándola cuando vi un peluche gigante de micky mouse, la verdad es que me encanta, así que deje de prestarle atención a flor y me fui de inmediato a verlo. Estando allí empecé a abrazarlo como loca, su enojo fue evidente cuando se dio cuenta que desaparecí de su lado, se acerco a mi y puso cara de enfadada, aunque sabia que solo era una pataleta, yo me hice la indiferente por un instante, hasta que ella con sus ojitos encantadores que tiene empezó a mirarme de una manera que no pude resistirme y le robe un pequeño beso.

Flor: hay niños mi amor. - mirando a su alrededor-.

Yo: yo también soy una niña.- haciendo pucheros-.

Flor: Harto grande esta la niña y super bien formada. -mirándome provocativamente-.

Yo: no me mires así.- le dije riendo-.

Flor: ¿Como así?- coquetamente-.

Estábamos en esas cuando recibo una llamada de paula, le indicamos donde nos encontrábamos, y seguimos con nuestro juego.

Flor: ¿en que estábamos? -acercándose a mi-.

Yo: Ajá no sigas flor que sino... -mire hacia fuera-.

Flor: ¿sino qué?

Yo: oh oh. -mirando que venia paula y atrás Mónica-.

Pare en seco nuestra conversación y le murmure a flor que ya venia paula, ligeramente también finalizo lo que hacia y puso la misma cara de asombro que yo, nos miramos la una a la otra, y cuando llego paula frente a nosotras le dijimos discretamente.

Flor y yo: no voltees.

Ella hizo caso omiso a lo que le dijimos y obviamente se volteo, no conseguimos preguntarle nada cuando de un momento a otro ya estaban teniendo una discusión, escuchamos perplejamente todo lo que se decían, se le veía en los ojos que se amaban, y yo se que Mónica a pesar de todo lo que hizo quiere a paula, se les nota, a ambas, entre lagrimas escapo paula de la tienda, no imaginamos a donde podría haber ido, pero Mónica fue tras ella, nos quedamos algo retraídas por un momento hasta que volvimos a la normalidad, estuvimos un rato mas por ahí para darle tiempo a paula de solucionar sus problemas con Mónica, me pregunto si estará bien así.

Yo: ¿estas segura que lo mejor es dejarlas solas? - le digo a flor preocupada-. me da miedo que se puedan matar.

Flor: amor ellas se aman, estoy segura que lo solucionaran.

Yo: ¿y tu estas de acuerdo? Me refiero a que es tu hermana, y Mónica no es un pan de Dios.

Flor: ella hizo lo que hizo, y creo que su peor castigo fue haber perdido a paula, independiente de todo lo que haya pasado ellas se quieren, y si es así lo mejor es que estén juntas por fin.- dijo como imaginándoselo-.

Yo: dios! Que le paso a usted señorita? -dije para molestarla-.

Flor: no me digas así. -poniendo cara de enojo-.

Yo: pero señorita...

Flor: me voy a enojar, y sera muy grave. - caminando delante mio-.

Yo: sabes que te amo? -abrazándola por la espalda-.

Flor: -ella no me mira ni me habla-.

Yo: ¿me ignoraras? -haciendo pucheros-. Ok- dije haciéndome la molesta ante su negativa y apartándome de ella- .

La adelante unos cuantos paso y ella me siguió, ahora era ella quien me abrazaba, cruzó sus brazos por mi cintura y me apretó contra su cuerpo, íbamos en mitad de un pasillo, la gente nos miraba con caras raras, otros con ternura, y los demás pasaban sin siquiera mirarnos. Paula venia saliendo a unos cuantos pasos de nosotras de una de las tantas tiendas del lugar, venia completamente sonrojada y con una pequeña risa en los labios, con el cabello algo alborotado y con unos cuantos chupones por el cuello que solo yo pude notar, me reí al instante de verla, me imagine lo que habría estado haciendo, pero no quise preguntar.

Yo: ¿podremos ahora hacer a lo que hemos venido específicamente?- ya a su lado-.

Paula: claro. -dice sonriente-.

Flor: ¿que les parece si entramos ahí? - lo dice indicando la tienda de donde había salido paula-.

Paula: no, sera mejor que vayamos a algún otro lugar. -nerviosa-.

Flor: ¿por que ahí no? Se ve por fuera que tienen unos vestidos muy hermosos. -mirando hacia el interior-.

Yo: amor, tu aun sigues siendo muy ingenua. -digo entre dientes-. Vamos. - tironeándola-.

Flor: ¿ingenua por que?- pregunta a mi lado-.

Yo: - paula me hace señas de que no le diga nada- . por nada cariño...aquí. -dije parándome fuera de un mostrador-. entremos aquí.

Flor al fin pudo encontrar un vestido que le gustara, se veía hermosisima, no era tan escotado como ella hubiera preferido pero por complacer a paula y a mi se compro uno que fuera mas del gusto de nosotras. No hablamos mucho durante el camino a casa, de hecho solo la música nos acompaño durante todo el trayecto, con flor nos preguntábamos que le había pasado a paula que se subió al auto y se quedo dormida, y aun con los ojos cerrados no se le quito la sonrisa.

Flor: ¿qué crees que habrá pasado?

Yo: ¿por qué no se lo preguntas?- susurrando-.

Flor: - pensando-. porque dudo que me lo cuente a mi, pregúntaselo tu a ella. -en voz baja también-.

Yo: tengo unas cuantas teorías... la primera: Conociéndola se fueron a algún baño a hacer cochinadas, ya sabes lo mucho que a tu hermana que le gustan los lugares raros para... tu sabes para que, la segunda, como venia saliendo de una tienda tal ves fue en un probador, a demás es otra de sus fantasías, y digamos que con Mónica no seria la primera vez que cumple una.

Flor: ¿te refieres a esa vez en la piscina?- riéndose-.

Yo: Así es. - recordándolo-.

Paula: que espectáculo el de aquella noche ¿no? - despertando-. si no hubiéramos sido interrumpidas. -abriendo un solo ojo-.

Yo: no se de que me hablas. -mirando a flor-.

Paula: vale, háganse las tontas... -despertando por fin-. ¿Queda mucho para llegar? , tengo hambre. -tocándose el vientre-.

Flor: no me imagino porque. -murmuró-.

Yo: muy bien, ¿nos contaras lo que paso? - mirándola por el espejo retrovisor-.

Paula: ni una palabra. - dijo mirando por la ventana-.

Flor: de igual manera nos enteraremos -la mira mosqueada-.

Llegamos y rogaba por una dicha así que me fui directamente a mi habitación, me di un baño larguísimo, si no fuera porque flor me fue a buscar porque la cena ya estaba lista hubieses seguido bajo la regadera.

Yo : ven aquí. -tironeándola a la ducha-.

Flor: amor si me demoro aparecerá mi mamá en cualquier momento a buscarnos y lo sabes- dice avergonzada-.

Yo: no vendrá, ven. -dije atraiéndola completamente-.

Le saque cada prenda que tenia puesta, su piel era tan suave, completamente diferente a como era antes, cuando tan solo era una niña, en ese momento teniéndola a mi lado no me importaba nada lo que haya pasado antes, o lo que estaba pasando en este momento, ni siquiera lo que estaba por pasar, lo único que tenia completamente claro era que quería pasar cada día del resto de mi vida así con ella. Tanto ella como yo estábamos ensimismadas, nos alejamos del mundo por un momento para amarnos sin pensar en nada mas, cada vez que me daba era casi igual o mejor que el primero, flor dejo la vergüenza a un lado y la convirtió en deseo, cada caricia que me regalaba era superior a la otra, estaba llegando a un éxtasis que nunca en mi vida había sentido antes, y era gracias a su amor.

Pido disculpas por la enorme cantidad de meses que tuvieron que pasar para volver a publicar, por la espera, prometo no demorarme tanto en el próximo.

Continuara....