Ella, mi debilidad (Parte 10)

Ambas sabíamos que un amor así era mucho mas que una debilidad.

Ha pasado demasiado tiempo, pero ya estoy de vuelta, gracias por su paciencia y lamento la larga espera... Retomemos la historia

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Mónica:

Como empezar a explicar lo que siento por Paula… es complicado. No voy a negar que en un principio lo único que quería de ella era el dinero que podía sacarle, al igual que su padre pensé que era una idiota que caería rendida ante mí, pero algo en ella me hizo creer en el amor, ese sentimiento que siempre tuve oculto y que nunca había sentido por nadie… Pero las cosas no se dieron como era lo pensado, de a poco la seducción que se suponía que le impondría paso a ser una necesidad, se hizo más fuerte, ese algo que queremos y no nos conformamos con tenerlo simplemente una sola vez queremos más y más, y sin saciarnos nos volvemos adictos. Eso se volvió Paula para mí, una necesidad… de sus besos, sus caricias, sus miradas hacia mí, simplemente todo.

Cuando la encontré besando a Gabriela en su habitación, sentí un dolor insoportable, típica frase de enamorados cuando dicen: “me partiste el corazón”, juro que en ese momento eso fue lo que sentí, tal vez me lo merezco, eso y mucho más, Pero para que negarlo, mi hijastra es la mujer de mi vida, la persona de la que estoy enamorada y que seguramente en este momento debe andar quien sabe dónde.

Supongo que con todo lo que pasó, debe andar por algún lado en busca de alguna otra mujer y un poco de licor como me he dado cuenta es costumbre en ella.

Flor: Señora, a quien busca?

Yo: creo que tu pregunta es algo absurda ya que es algo obvio - dije para terminar la frase con un suspiro -

Flor: bueno, pues ya somos dos.- dijo imitando mi suspiro-.

Yo: y tú a quien buscas?- pregunto mientras flor me mira con la respuesta en la cara.- si también es absurda mi pregunta - me dije para mi misma -

Flor: salieron juntas - dijo mientras miraba el piso - pero no se donde, ya que no conocen la ciudad.

Yo: Es fácil encontrarlas, estoy casi segura que sé donde están - dije con las llaves del auto en la mano -

Flor: y yo iré a buscar a Claudia - dijo enseguida, al escuchar las llaves -

Yo: pues vamos, yo voy por Paula - dije decidida -

Flor: está usted segura? - preguntó sorprendida -

Yo: claro, tengo que hacerle entender muchas cosas.

Flor: como que la ama?

Yo: Y otras cosas más, y tú que, vas a impedir que Claudia haga cosas que no le convienen?

Flor: No, ella sabe lo que le conviene.-dijo segura de si-.

Yo: mmm, bien me parece, Vamos?

Flor: Claro, pero tengo que avisarle antes a mi mama.

Yo: no te preocupes por eso, ya luego le explico yo cualquier cosa que se me ocurra, vámonos.

Flor llevaba en la casa mucho antes de que yo me casara con Óscar y me mudara con él, nunca habíamos como decirlo, congeniado, en nada, ni en la mas mínima palabra, y si es verdad yo era muy borde, en todo sentido, con Hilda también, pero las cosas ahora habían mejorado bastante, todo ha cambiado tanto desde que llego Paula, yo he cambiado, todo a mi alrededor. A veces imagino que seguiría siendo la misma mujer ambiciosa y codiciosa sino hubiera sido por ella, todo en mi maldita vida se está reduciendo totalmente a ella, ya no quiero causarle más daño, espero que ella entienda mis verdades y así poder tenerla definitivamente en mi vida.

Empezare por contarle que miguel y yo éramos amantes hace años, que él y yo ideamos todo un plan para poder quedarnos con su herencia, que cambiamos gran parte del testamento y obligamos a su padre a firmarlo abusando de su enfermedad, que la amo, y que no puedo vivir sin ella, suena completamente absurdo pero así es, la amo maldita sea, como pudo llegar a pasar eso, me siento terrible por amarla, porque su amor es quien me abrió los ojos y me dejo ver en el espejo al demonio que era.

Durante el camino iba absorta en mis propios pensamiento que no me di cuenta que flor me hablaba y me hacía señas para que la escuche..

Mónica: me decías?

Flor: que ya llegamos señora Mónica.

Mónica: ay por favor no me digas así.

Flor: así como señora?

Mónica: eso, El señora.

Flor: pero si siempre le he dicho así, se supone que es por respeto no?

Mónica: si se supone pero ya no lo digas mas, solo Mónica, de acuerdo?

Flor: esta bien señora, ósea Mónica.

Mónica: así me gusta, ahora tenemos que entrar a ver si es ahí donde están- dije apuntando el local de enfrente, que ponía “Girlstar” que nombre-.

Al ingresar Flor se fue directamente donde se encontraba Claudia en una mesa con una tipa que estaba coqueteándole,  yo solo mire a mi alrededor y ni rastro de Paula, No estaba por ningún lado, fui a donde ahora estaba flor con Claudia, y estaban medio discutiendo, no sabia que flor podía tener ese genio, me sorprendió bastante como Claudia solo agacho la cabeza.

Yo por otra parte estaba que moría de nervios, si Paula no estaba con Claudia entonces... ¿Donde estaba?

Mónica: donde esta Paula? - pregunté de inmediato al llegar a la mesa -

Claudia: emm, desapareció hace un momento, debe de haber salido a fumar - respondió -

Mónica: lo dudo, nosotras venimos de afuera, la hubiera visto - discutí -

Claudia: la verdad no sé - dijo desinteresada -

Flor: dile - dijo mirando a Claudia - Dile donde esta.

Claudia: Que no lo se - insistió -

Flor: Esta en el baño quien sabe haciendo que cosa - reveló ella -

Claudia: pero flor… - suspiró -

Yo solo seguí mis instintos, que no sea lo que estoy pensando, camine en dirección al baño e inhale una gran bocanada de aire, pero ese aire no me preparó para lo que vi porque cuando las vi, supe que nunca en mi vida podría tenerla, que nunca en la vida podría sentirla mía, se que va a sonar totalmente irónico pero me lo merezco, me merezco el que ella este ahí besándose con esa tipa, yo solo me fui, no quería ver mas, había visto lo necesario para darme cuenta de que mi presencia sobraba.

Paula:

Mi peor error fue pensarla, porque en cuanto soñé que esos besos eran los de ella su presencia se concretó dejándonos al descubierto, salí detrás de ella no porque me dolía sino que por fin había entendido todo.

Paula: Para por favor - le dije ya afuera del local -

Mónica: - se zafó furiosa - ¿Qué quieres?

Paula: Terminar con esto - dije agotada -

Mónica: - se quedó en silenció, no se si porque no supo que decir o porque me quería escuchar -

Paula: Nunca vamos a estar juntas - agache la mirada porque no quería que sus ojos me dijeran lo que su orgullo la obligaba a callar - porque solo sabemos hacernos daño... - me interrumpió -

Mónica: No - dijo acercándose - quiero hablar, quiero decirte la verdad

Paula: Ya es demasiado tarde, ¿no crees? - le pregunté - nos conocemos hace menos de una semana - hice una pausa - no podemos pensar que estamos enamoradas - sequé aquel par de lágrimas que rodaron por mi mejilla mientras negaba nuestro amor -

Mónica: ¿De verdad piensas eso?, ¿piensas que no te amo? - se acercó - me llevaste al paraíso con uno de tus besos  hizo una pausa que me obligó a ver sus ojos empapados en lágrimas - me dijiste que me querías, ¿como me puedes decir esto ahora?

Paula: No importa lo que nos dijimos a la cara, sino lo que hicimos a espaldas de la otra - me alejé - te engañe, me mentiste, nos negamos, nos hicimos daño, nos destruimos - negué con la cabeza para que el orgullo tome el lugar de la tristeza que presentía esta noche no me dejaría dormir -

Mónica: Pero podemos hacerlo diferente ahora - intentó abrazarme, pero me negué -

Paula: ¿Para que? - pregunté cruzada de brazos para abrigarme del frío - ¿quieres enamorarme para que te puedas quedar con todo?

Mónica: No, ahora tu eres mi prioridad - se acercó - te lo prometo

Paula: - Me alejé - mentiste demasiado como para que tu promesa sea creíble - intentó hablar, pero se lo impedí - ¿Quieres esa casa?. la tendrás - le dije enojada - me quedaré seis meses en España para que puedas quedártela - me acerqué para gritarle en la cara - te puedes quedar con todo si tu quieres.

Mónica: ¿Y si quiero quedarme contigo? - preguntó -

Paula: - Me reí fastidiada por su desfachatez - tú lo único que quieres es la casa y la tendrás - miré hacía atrás y vi a Claudia, al parecer estaba teniendo la misma conversación que yo - ganaste Mónica, caí como mi padre en tus redes - asentí mientras limpiaba mis lágrimas - me quedaré por seis meses pero me niego a vivir en esa casa contigo.

Mónica: ¿y que piensas hacer?, el testamento dice claramente que tenemos que vivir las dos ahí

Paula: ¿Y quien va a estar vigilando?, nadie - le dije ofuscada - diremos que vivimos juntas y punto, pero yo no puedo estar cerca de ti - fui incapaz de mirarla - porque un día de estos volveré a creer en tus mentiras y volveré a terminar ebria, despechada y con una mujer desconocida en la cama.

Mónica: Me niego a dejarte ir - dijo tomando mi mano con fuerza - si pudiésemos conversar, si me dejaras decirte la verdad - llevó mi mano a su pecho - si sintieras como estos latidos agónicos se apagan con cada palabra.

Paula: - Quite mi mano del calor de su pecho - No volveré a caer contigo Mónica, nos vemos en seis meses - quise irme -

Mónica: - me detuvo y me abrazó - no sé que haré - sus lágrimas le impidieron continuar - pero te prometo - hizo una pausa otra vez - que te demostrare que lo que siento por ti es de verdad

Paula: - En cuanto su calor me abrazó, sentí que caía de nuevo a sus pies - no es necesario - le dije mientras escapaba de sus brazos - ya es demasiado tarde.

Mónica: Ya no creo en el tiempo - dijo girándose para caminar hacía al auto - creo en los momentos - se giró para mirarme de nuevo, pero esta vez directamente a los ojos - me enamoré de ti en el preciso momento en que tus labios tocaron los míos y eso no tuvo nada que ver con el tiempo.

Con toda certeza puedo decir que en ese momento desee sus labios aun mas de lo que deseaba volver el tiempo atrás y olvidar cada vez que sus ojos me atravesaron hasta llegar a mi alma y plantar en ella aquella bandera con su nombre que hoy mas que nunca flameaba orgullosa por aquella tierra conquistada, un suspiro largo y aquel vapor que se escapó de su boca fue lo último que vi de ella aquella noche donde Claudia salía del lugar tan destruida como yo y Flor se embarcaba en el auto con Mónica para una despedida con sabor a tragedia.

Claudia

La vi pero no la reconocí hasta que estuvo frente a mi mesa, enseguida separé a Karen de mi lado mientras Flor se acercaba con esos ojos que me enjuiciaban una vez mas.

Claudia: Flor, ¿Qué haces aquí? - pregunté mientras me colocaba de pie -

Flor: Solo vine a buscarla - miró hacía el suelo - pero veo que usted también está ocupada

Claudia: No - dije mientras levantaba su rostro para que pudiese mirarme a los ojos - yo te puedo explicar

Flor: ¿Qué me va a explicar? - preguntó ella mientras quitaba mi mano de su mentón - mejor digame donde esta Paula

Claudia: - titubee - Paula esta en el baño con una mujer - dije un poco avergonzada -

Flor: ¿Usted también pensaba irse para allá con esta mujer?

Karen: ¿Esta mujer? - preguntó un poco divertida Karen que me intentaba abrazar -

Flor: Suéltela - dijo Flor defendiendo lo que desde siempre a sido suyo, yo -

Karen: Veo que tu novia es muy celosita

Claudia: basta - le dije a Karen mientras la alejaba de mi - vete

Flor: ¿No escuchó? - preguntó Flor mientras sus ojos lanzaban bolas de fuego contra Karen -

Karen: Te espero - fue lo último que dijo mientras se alejaba de nosotras -

Claudia: Yo te puedo explicar todo - le dije en forma de suplica mientras la fuerza de mis manos atadas a las suyas eran lo que nos mantenían juntas en un hilo que se hacía cada vez mas fino -

Flor: ¿Qué me va a explicar? - dijo mientras escondía su tristeza - yo no soy tonta, ¿se iba acostar con ella, verdad?

Claudia: Por supuesto que no - tomé con mas fuerza sus manos - yo te quiero a ti

Mónica: ¿donde esta Paula? - preguntó Mónica desesperada -

Claudia: emm, desapareció hace un momento, debe de haber salido a fumar - mentí -

Mónica: lo dudo, nosotras venimos de afuera, la hubiera visto - respondió ella enseguida mientras seguía buscando a Paula entre la multitud -

Claudia: la verdad no sé - dije esperando que su paradero siguiese incognito -

Flor: Dile, dile donde esta - dijo Flor para desvanecer mi confianza -

Claudia: Que no lo se - insistí enseguida -

Flor: Esta en el baño quien sabe haciendo que cosa - acusó -

Claudia: pero flor… - me interrumpió su huida - ven - dije tomando su mano -

Flor: ¿Qué quiere? - preguntó ella en cuanto llegamos al segundo piso del lugar donde se podía hablar -

Claudia: Que me escuches, que me creas

Flor: Yo no le creo nada a usted

Esas palabras fueron las que terminaron por cortar aquel hilo tan delgado que esta noche nos unía, ahora solo quedaba darme cuenta, cuenta de que el mal nunca muere y mi amor eterno por amar en algún momento la haría pedazos a ella como hizo pedazos a tantas, quise creer que podía cambiar, que podía dejarlas a todas por una, ¿pero es verdad?, ¿podría dejarlas a todas por una?, me lo pregunté en cuanto vi caer la primera de sus lágrimas y supe que esa pregunta hacía nuestro amor imposible, porque ella me amaba, por Dios, yo sé cuanto me amaba, porque su sonrisa me regalo su alma y me tatuó en sus entrañas, pero soy quien menos merece ser amada incondicionalmente porque no sé con claridad si esta noche hubiese podido decirle que no a Karen.

Flor: ¿No me va a decir nada? - dijo presa del silencio que nos torturaba a las dos -

Claudia: - asentí con la cabeza - haces lo correcto en no creerme nada

Flor: ¿Qué? - preguntó ella al no entenderme -

Claudia: Esto es lo que yo hago - dije abriendo los brazos dejando caer aquella careta de su príncipe azul - enamoro mujeres y luego las dejo

Flor: - asintió destrozada para destruirme también a mi - creí que me querías

Claudia: Y lo hago - afirme con demencia mientras tomaba su mano - mi corazón hoy en día late por ti - dije posando su mano sobre mi pecho -

Flor: ¿Entonces? - preguntó ella ilusionada por mis palabras mientras se acercaba para intentar tomar de mis labios aquel néctar que la vicio -

Claudia: - La alejé de mi - Ese es el problema - dije sintiendo asco por mi misma - es tu inocencia, eso es lo que me encanta de ti

Flor: - agacho la cabeza unos segundos y luego la levantó otra vez - ¿Y eso está mal?

Claudia: ¿Acaso no lo entiendes? - dije duramente - el día en que te haga mía - dije tomándola con fuerza por la cintura y acercándola a mi - esa inocencia se desvanecerá

Flor: Pero seré tuya - dijo ella mientras se acomodaba en mis brazos tomando como suyo aquel lugar -

Claudia: - la alejé bruscamente otra vez mientras me hacía trizas el corazón con la verdad - entiéndelo - hice una pausa y me posé a unos centímetros de su boca - el día en que te coja me robaré tu inocencia y no habrá nada mas que quiera de ti

Me vi en el reflejo de sus ojos y no supe reconocer a aquella bestia que hoy sacaba a la luz sus demonios, me intentó dar una cachetada pero algo la detuvo, la desee con ansias esperando que así ella pudiese sacar un poco de dolor de si, pero nunca llego, en cuanto abrí los ojos la vi a ella bajar por las escaleras del lugar y corrí atrás de ella, porque la quería, porque quizás la amaba, pero mas que eso porque quería que me regalara la bendición de mirar sus ojos una vez mas, tomé su brazo con fuerza y la giré para obligarla a mirarme, pero ella solo miró el suelo buscando un el consuelo en aquellos azulejos.

Flor: ¿Tiene algo mas que decir? - preguntó ella con aquel tono de sirvienta que me enloquecía de rabia y ternura a la vez -

Claudia: ¿Por qué no me pegaste? - le pregunté enojada -

Flor: Porque no quiero hacerle daño - respondió ella con ternura -

Claudia: ¿Y dejarás que yo te basuree así? - la volví a tomar entre mis brazos - lo único que quiero de ti es tu cuerpo, eso es lo que me mantuvo cerca de ti - me contradije, porque aquellos latidos eran de amor y quizás del mas puro -

Flor: - Se apartó de mi con delicadeza - la entiendo - dijo agachando la mirada - sea como sea - hizo una pausa para secarse las lágrimas - usted me dio lo mas bonito del mundo - se intentó ir pero la detuve -

Claudia: Pégame Flor - le dije en forma de suplica - desquítate

Flor: - Negó con la cabeza - no podría hacerlo después de todo lo lindo que me hizo sentir

Claudia: Iba a jugar contigo, ¿Y tu no te vas a defender? - le grité - te iba a hacer mía solo por ego, al otro día te ibas a despertar en tu cama sola mientras yo me hubiese buscado otra mujer para hacerle lo mismo que a ti.

Flor: - cerró los ojos con fuerza para no verme a los ojos y se lo agradezco - pare, por favor

Claudia: No me detendré hasta que me pegues - dije tomando su mano y golpeándome con ella -

Flor: No, pare - dijo zafándose - te amo - se le escapo entre llanto y dolor -

Claudia: - me congelé y en cuanto vi esa ternura en su mirada opacando aquellas lágrimas supe lo que tenía que decir - pero yo no.

Ni siquiera pude mirarla a los ojos, ese fue mi único consuelo que no le mentí a su alma solo  aquel ser superficial que caminaba a mis espaldas, porque fui incapaz de quedarme ahí, pase por su lado en cuanto aquella mentira salió de mi boca y por mas que desee que esa mentira bastara para salvarla de mi otra parte deseaba que supiera que solo había mentido, Mónica se subió al auto mientras Paula congelada le decía adiós y yo por mi parte de reojo vi como Flor se subía de copiloto en un adiós que nos rompió el corazón a las dos. En cuanto se fueron Paula me miró intentando buscar un consuelo que yo no podía darle, supo que estábamos en las mismas condiciones cuando una lágrima se me escapó y me impidió el habla por unos minutos, me abrazo, la abrace era lo único que hoy podíamos hacer por la otra, el consuelo lo traería el tiempo quise pensar yo, pero ambas sabíamos que un amor así era mucho mas que una debilidad.

#Gracias de antemano por los comentarios, las valoraciones y por supuesto por las visitas, me disculpo de nuevo por la tardanza, cariños.-S