Ella me odia 4
Estaba desconcertada por mi actitud, me sentía confundida, la secretaria me confundía.
Hoy es la salida con Quinn y estoy muy nerviosa, ya no tengo muchas ganas de ir, pero quedaría en mal si la cancelaba. Me aliste temprano para no hacer esperar a Quinn y para calmar mis nervios puse un poco de música y baile...
Solo dejaba que la música guiara a mi cuerpo, mis ojos están cerrados y la música acaricia mis oídos..
-Wow, eres muy buena -Unos aplausos y una voz conocida me hicieron despertar, era Quinn, estaba en mi sala con Sugar a un lado-
-oh por dios, que vergüenza, no sabía que estabas allí ¿hace cuánto llegaste?.
-¿Vergüenza? ¿Por qué? Eres muy buena, llevo unos minutos. -Sugar se fue casi corriendo de la sala, la matare después.-
-Gracias, Quinn.
-Por nada ¿nos vamos? –Me extendió su mano y la tome nerviosa-
Nos fuimos en su auto a un café que estaba un poco lejos de mi barrio, era muy calido, nos sentamos en una mesa que estaba junto a la ventana y Quinn pidió los cafes y unos dulces.
-¿Además de ser una diosa bailando, que más te gusta hacer?
-Bueno, primero, no bailo como una diosa jaja... Me gusta leer, aunque casi no tengo tiempo.
-Santana ama leer, a mí no mucho, prefiero ver películas jaja –No pude evitar sentir cosquillas en mi estómago cuando la nombro-
-Ouh... Santana no parece el tipo de chica que lee.
-Las apariencias engañan, Brittany –Quinn y su sonrisa encantadora-
-Cierto, ella me odia.
-¿Santana? No, para nada. Si te odiara no pasaría el día entero hablando de ti.
-¿De mí? Pero si ella no sabe nada de mi... -Le dije incrédula-
-Bueno, no te conoce pero me ha dicho que tienes un carácter fuerte aunque casi nunca le contestes sus ataques, me dijo que le gustaba hacerte enojar.
-¡Vaya! Eso es nuevo –Nótese el sarcasmo-
-jaja, Santana es buena chica.
-Esta buena pero no es buena –Dije sin pensar- ay, lo siento, no quise decir eso –mi cara estaba ardiendo por la pena y Quinn solo opto por reírse-
-No eres la única que piensa eso, descuida.
-Mejor ya no hablemos de Santana ¿Qué te gusta hacer a ti?
-Como tú quieras, bonita. Yo amo la fotografía, es lo que estoy estudiando ahora.
-Eso es muy lindo, yo odio las fotos, salgo patética en todas, jaja
-No lo creo, mi cámara te amaría, eres muy hermosa. –Acerco su mano a mi mejilla y la acaricio- Tienes unas facciones hermosas..
-Gra..cias –Su cercanía estaba poniéndome nerviosa.
-Tú me recuerdas a alguien a quien quise mucho, tu aire de inocencia... -Se acercó a mi rostro y solo unos centímetros nos separaban, estuvo a punto de besarme si no es porque su celular comenzó a sonar-
-Mierda –Susurro- ¿Qué quieres Santana? -¿Santana? Oh dios, que no venga, que no venga- Le preguntare, pero si ella decide no ir, tampoco iré yo. –Colgo-
-¿Pasa algo? –Le pregunte impaciente-
-Santana quiere que vayamos a la fiesta de un amigo, le dije que si tú no ibas yo tampoco, tú decides.
-No sé, yo no acostumbro a ir a fiestas.
-Sera divertido, te presentare a mis amigos.
-Bueno, está bien –No tengo idea de porque dije que sí, pero creo que el que Santana este alla influyo mucho en mi decisión.
Estuvimos hablando un par de horas más de puras trivialidades, el tiempo con ella se pasaba muy rápido, no intento besarme de nuevo y por una parte estaba aliviada, Quinn me gusta pero... no sé, creo que no es con quien quiero tener una relación, ella sería la amiga perfecta.
-Mira la hora que es, son las 8 pm, hagamos algo, te llevo a cenar y luego nos vamos a la fiesta, si ?
-No, eso es demasiado, ya me invitaste el café y las golosinas.
-Vamos, Brittany, eso no es molestia para mí, me encanta estar contigo y además también me está dando hambre.
-Está bien, pero que no sea un lugar muy costoso.
-Conozco el lugar perfecto.
Fuimos por unos tacos y el lugar era muy bonito, pero nada ostentoso.
-Aunque no lo creas, no me gusta mucho ir a restaurantes lujosos, prefiero la comodidad y el ambiente cálido de locales como este.
-Tienes razón, no te creo, jaja- esta chica me sorprende cada vez más-
-¿Por qué no me cree, señorita?
-Porque pareces una princesa, una de esas que viven en castillos y están rodeadas de lujos, de esas que se casan con el hombre más apuesto y no le hace falta nada...
-Tu eres la princesa, espero que no te cases con el hombre más apuesto si no con la mujer más apuesta cof cof -fingio toser y se señaló ella misma-
- Jajaja, eres muy hermosa.
-Gracias, jaja. Entonces, Brittany ¿nos vamos a la fiesta? ¿Segura que quieres ir?
-Ehmm, si, vamos.
El camino a la fiesta fue largo, definitivamente era muy lejos de mi barrio, llegamos a una residencia grande, definitivamente era de alguien rico, la gente abarrotaba el lugar y la música no permitía hablar con comodidad. Quinn me tomo fuerte la mano y me llevo hasta una mesa donde estaban unos chicos muy majos.
-Britt, ellos son Mike (un asiático), Artie (un chico en silla de ruedas), Kitty, Marley (una rubia y una chica blanca con cabello marron y ojistos de cachorro) y Kurt (era un petizo con cara de muñeco de porcelana) Chicos ella es Brittany, una nueva amiga. –Los chicos me saludaron amablemente y me invitaron un trago.
-Entonces, Birttany... ¿Que te gusta hacer? –Pregunto el asiático-
-Me gusta bailar.
-Es una diosa bailando, Mike. –Intervino Quinn-
-Yo amo bailar, estoy de vacaciones pero estudio en NYADA.
-¿NYADA? Oh por dios, yo muero por estudiar ahí.
-¿Qué te lo impide?
-Bueno, no tengo el dinero suficiente para pagarla universidad. –Dije cabizbaja y con vergüenza-
- Hey, chica, no te apenes, lograras estudiar allí, si Quinn dice que eres una diosa bailando es porque es asi –Se unió a la conversación Artie.-
-Gracias...
-¿Alguien sabe dónde está Santana? –Pregunto Quinn- No la he visto desde que llegue.
-Esta con Puck, no ha dejado de berber, deberías ir a hablar con ella, sabes cómo se pone.- Le dijo Artie-
-Voy a buscarla ¿No te molesta quedarte un momento con ellos, Brittany?
-No, está bien, ve... -Le respondí, total ya estaba cómoda con esos chicos.-
Luego de un par de cervezas necesitaba ir al baño, así que le pregunte a uno de los chicos donde era y me dio indicaciones para no perderme. Camino al baño me topé con Quinn, quien estaba un poco alterada, lo podía notar en sus ojos.
-¿A dónde vas Britt?- Pregunto un poco agitada-
-Al baño ¿estás bien?
-Sí, es solo que discutí con Santana, pero estoy bien. ¿Quieres que te acompañe al baño?
-No, está bien, se llegar.-Eso creo- Descuida.
-Bueno, espero que la estés pasando bien –Se acercó y me dejo un pequeño beso en los labios- te espero con los chicos.
-oh... Está bien.
Camine directo al baño y al salir tropecé con alguien.
Oh, pero miren quien llego... La secretaria ¿Te alcanzo el dinero para llegar hasta acá? ¿O tu papi tuvo que salir a prestar dinero otra vez? –Las palabras me atravesaban cual puñal, pero aun así me aguante las ganas de salir corriendo.
-Jaja ¿Quién es esta sexy rubia, tana? –Pregunto un chico con mohicano.
-¿Sexy? Es una estúpida buena para nada, que vive del dinero de mi mama ¿Verdad, secretaria? –Santana estaba muy borracha, quería pensar que por eso decía todas esas cosas de mi-
-Eres una imbécil–Le dije con mis ojos llorosos, estaba muy enojada y dolida.
-¿Pensaste que me caías bien? No te confundas, chica... No podría ser amiga de una pobretona como tú. –Y vacío su cerveza en mi cabeza.
-Eres despreciable, Santana. –Todos a mí alrededor se reían.
Salí corriendo y llevándome por delante a mucha gente, no sabía dónde estaba Quinn, pero tampoco quería verla a ella, ya me habían humillado lo suficiente. Era de noche y no tenía como llegar a mi casa, estaba todo muy oscuro y solo, pero la rabia no dejo lugar para el miedo, así que camine y camine hasta que el sol salió, las personas a mi alrededor me miraban, unas con cara de asco, por mi olor, otras con lastima, tal vez por mis ojos hinchados de tanto llorar. Conseguí irme a casa en una furgoneta que me dio el aventón, fui directo a mi cuarto y me desnude, me sentía sucia, me duche y me lance a la cama a llorar, parecía que las lágrimas nunca se acabarían. El problema conmigo era que me dejaba acumular muchas cosas y cuando algo malo me sucedía lloraba por todos esos silencios dolorosos.
Sugar estaba del otro lado de la puerta, preguntando si estaba bien, pero no quería levantarme, no tenía la fuerza para hacerlo, pase toda la madrugada caminando. Ella escucho mi llanto y paso.
-¡Britt! ¿Qué pasa? ¿Te hicieron algo? – Sugar siempre ha sido la más atenta conmigo, quizás es porque es la única chica grande, Susan aún era muy chica para entenderme-
- Ella me odia, suggy, me odia. –Le dije tratando de respirar bien, mientras apretaba la mandíbula por la rabia que me estaba consumiendo-
-¿De quién hablas, Britt? No puedo entenderte si no me explicas.
-Santana. Yo no le he hecho nada, es una perra, me humillo frente a todos. –no me di cuenta de que la palma de mi mano estaba sangrando, me rompí con las uñas.
-Santana es... -me ínsito a que le dijera quien era esa extraña chica que apenas mencionaba en casa.-
-Santana es la hija de mi jefa.
-Una ricachona... Era de esperarse.
-No quiero volver a verla. –Limpie mis lágrimas y apoye mi cabeza en las piernas de Sugar, que se había sentado en mi cama-
-No vuelvas a trabajar, yo puedo ayudarte con los gastos de la casa, puedo buscar un empleo.
-No, definitivamente no, eso no lo discutiremos, tú debes estudiar.
-Puedo hacer ambas cosas, Britt, no quiero que esa tipa te vuelva a hacer llorar.
-Ya veré como apañármelas, todo está bien, Sugar. –Las lágrimas cesaron y poco a poco me fui quedando dormida.-
Después de la horrible humillación en la fiesta no fui mas al despacho de Brittany, la Sra. Lopez, la llame y le dije que ya no podía seguir trabajando, insistió en saber el porqué de mi decisión, pero obviamente no le dije. Papa consiguió un trabajo a tiempo completo y fijo, eso era bueno para todos, el sueldo no era mucho, pero podremos subsistir. Quinn fue a buscarme al otro día de la fiesta.
Flahsback
-Lo siento, Santana es una perra.
-Descuida, Quinn, eso lo tengo claro. –Estábamos sentadas en el parque-
-No debí llevarte a ese lugar.
-Ya no importa, ya paso.
-Es que no puedo creer lo que hizo, ella es una imbécil, pero sabe que eres importante para mi… Claro, ahora entiendo –Su expresión fue como la cara que ponemos cuando después de un largo tiempo entendemos algo que se nos era confuso-
-¿Qué entiendes?
-Nada, nada… Me dijo Santana que renunciaste.
-Si, así es.
-¿Es por lo que hizo Santana?
-En parte –En realidad era totalmente por eso, pero me pareció que sería muy patético admitir algo así, era darle demasiada importancia, pero no podía evitarlo-
-Lo siento, de verdad… ¿Podre volver a verte?
-No lo sé, quizás nos veamos por ahí… Ahora debo buscar un nuevo empleo, decidí dejar la universidad para enfocar mi tiempo en reunir el dinero para irme del estado.
-Tengo una idea… -Su cara de picara me dio miedo-
-¿Qué idea?
-¿Quieres trabajar para mí? Estoy buscando una modelo para un proyecto que tengo en mente.
-¿Modelo? ¿Yo? No, no, no sé hacer eso.
-Vamos, Brittany, solo tienes que sonreír para mi, la cámara te amara, lo sé. –suplico haciendo pucheros-
-Yo no soy modelo, Quinn. No soy tan linda, jaja
-Eres hermosa, eres como un maldito ángel, además quieres reunir el dinero y yo puedo ayudarte, las dos ganamos.
-¿Qué tendría que hacer? –Pregunte pensativa-
-No tendrás que hacer mucho, solo estar para mí. –Se acerco a mí y dejo un beso en la comisura de mis labios-
-Está bien, me convenciste, espero no te decepciones cuando veas que todas las cámaras me odian.
-Sé que eso no pasara.
Fin del flashback
Hoy iré a la casa de Quinn, me tomara unas fotos, necesito el dinero, espero no joderlo todo. Cuando llegue a su apartamento, me entraron unos nervios espantosos, no creo que Santana este ahí, Quinn no me haría algo así. Trate de calmarme y toque la puerta, me recibió una rubia de ojos verdes con unos lentes y su cabello un poco alborotado, vestia una camiseta un poco grande para ella y un short corto, estaba descalza y su sonrisa no podía faltar.
-Hola, hermosa, perdona las fachas, he pasado el día ocupada. –Me dijo Quinn con una carita de pena.-
-Descuida, todo bien. –pase y me senté en el mismo mueble donde curaron las heridas de mis manos aquel día, no pude evitar recordar a Santana.-
Narra Santana.
Bueno, Soy Santana Lopez, soy morena, cabello negro, tengo descendencia latina, tengo 20 años y estoy a muy poco de graduarme de la escuela de derecho, mi mama Gloria Lopez, es una de las mejores abogadas del estado y mi padre Santiago Lopez, es un reconocido arquitecto, mis padres llevan más de 20años casados, tengo un hermano que vive en Puerto Rico, por lo tanto no lo veo muy a menudo. Mi mejor amiga es Quinn Fabray, ella y yo somos inseparables, solo ella me conoce realmente.
-Quinny…
-Dime, Sanny –Estábamos acostadas en el suelo del estudio fotográfico de Quinn-
-Mi mami tiene nueva secretaria.
- ¿Si? ¿Qué paso con Carmen? Parecía ser buena mujer.
-¿tú qué crees? Termino siendo una interesada, al parecer encontró a mi mami en su oficina follando y quiso chantajearla contándole a papa.
-Mierda… ¿Y qué tal es la nueva secretaria?
-Es una mojigata.
-¿nada mas?
-Bueno, es rubia de ojos azules, tendrá unos 18 o 20 años, se sonroja por todo, me gusta hacerla enojar, casi nunca me contesta los insultos, pero puedo ver en su mirada que quiere matarme, tiene carácter.
-¿Te gusta?
-¿Estás loca? Es una barriotera. Siento pena por ella.
-¿Por qué actúas de esa forma? Sé que no eres así, no entiendo porque aparentas odiar a los que tienen menos, tu familia no siempre fue rica y lo sabes.
-No quiero hablar de eso.
¿Gustarme? Por favor, tengo mejores gustos, ella no me gusta ni un poco. El hecho de que vaya todos los días a la oficina de mi mama, no significa que me guste, o sea, solo me gusta molestarla. Hoy después de la universidad daré un paseo con Quinny por el parque, quiero contarle que pienso irme de vacaciones a Puerto Rico y pedirle que venga conmigo.
Cuando llegamos a nuestro destino, nos sentamos a comer un helado y a tontear un poco.
-Quinny, tengo que pedirte algo.
-No, Santana, no pienso follar contigo.
-No seas pretensiosa, es otra cosa, pero ahora no te diré nada. –le manche la mejilla de helado y Sali corriendo y ella detrás de mí. En un momento me di cuenta de que ya no me seguía y al voltear vi que estaba hablando con alguien.
-¡Fabray! ¿Qué mierda haces? –Le grite, pero creo que me ignoro, así que me acerque.-
No podía creer lo que mis ojos veían, era la secretaria de mama, la rubia sexy de ojos azules.
-Fabray, nos vamos. –le dije autoritariamente a Quinn, pero ella nunca me hace caso, joder-
-Pero miren quien está aquí… La secretaria ¿Qué haces hablando con la secretaria, Quinn?
-¿Ella es la secretaria de tu mama? ¿La chica de la que me hablas siempre? –maldita Fabray ¿Cómo se le ocurre preguntar eso?-
-Yo ya me voy -Dije levantándose y casi cayéndose, pero Quinn la sostuvo, no entiendo porque se empeña en tocarla.
Siempre de tonta, secretaria.-Dije disgustada.
-Déjala, Santana. –me advirtió Quinn.
-¿Qué? ¿Acaso dije algo errado? –Pregunte mirándola a los ojos, rogando no perderme en su azul, se sintió intimidada y sonrojada se dispuso a irse, pero Quinn la siguió.
¿Por qué mierda Quinn la sigue? ¿Qué acaso le gusta? No puede gustarle, es la secretaria de mama. Estaba comenzando a enojarme, no entiendo a Quinn, se supone que ella no ha superado al gnomo.
-Hey, Lopez.
-Oh, pero miren quien se digno a prestarme atención.
-¿De qué hablas?
-Se supone que vendríamos a pasear tu y yo, pero me dejaste como estúpida por andar detrás de la secretaria.
-No seas celosa, Santana, solo quise ser amable.
-Como sea –Me fui y la deje sola.
No entendía por qué estaba tan cabreada, mejor dicho, si lo sabía pero no quería aceptarlo, me molesto mucho que Quinn se mostrara tan atenta con la secretaria. Ya estando en mi cama a punto de dormir, mi teléfono comezo a sonar, era Quinn, lo deje repicar varias veces y luego le conteste.
-¿Por qué no contestabas? ¿Puedo saber que carajos te paso en el parque? Me dejaste sola –Me grito desde el otro lado de la línea.-
-Deja de gritarme, Quinn, estaba quedándome dormida, por eso no respondía, respondiendo a tu segunda pregunta, yo no te mando a ignorarme por andar babeando por la secretaria.
-¿Vas a seguir?
-¿Y Rachel? ¿Ya la has superado?
-¿Qué mierda tiene que ver Rachel? –Quinn ya estaba muy enojada.- Deja de hablar idioteces, además, no la esperare para siempre, ella me dejo-
-Ella dijo que volveria.
-¿Cuándo? Está cumpliendo su sueño, no volverá por mi y lo sabes tan bien como yo.
-Confía en ella, Quinn, es nuestra amiga y tú la amas y ella te ama.
-No se trata de confianza, es la realidad, la distancia y el tiempo es muy grande. Han pasado dos años, casi ni hablamos.
-Ella volverá, lo sé… -Rachel era muy importante para Quinn y para mi, era nuestra mejor amiga.-
-¿Me acompañas el viernes a comprar unas cosas? –Cambio el tema, le dolía hablar de Rachel, estaba enamorada de ella-
-Claro, Quinny…
El viernes llego y salimos al centro comercial, compramos utilería para un proyecto nuevo de Quinn y luego fuimos por unos churros, aparcamos el carro y caminamos un rato, hasta que vimos a una chica alta y de cabellos dorados, golpeando con furia un muro, era la secretaria. Yo no supe que hacer o decir, pero Quinn fue al rescate ¡Super Quinny, yujuu!
-Brittany, cariño... Tranquilízate.
-Yo..yo, lo siento.- titubeo, sus ojos estaban rojos por llorar, mierda, se veía tan vulnerable, la tome por el antebrazo y ella me miro un poco asustada.
-Secretaria, detente, no iras a ninguna parte así.- Le dije tratando de no mostrar mucha preocupación.
-Suéltame. –ouch, duro en el orgullo.
Mírate las manos, están desechas, deja que te ayudemos a curarlas. –Estaba enojada y me estaba cansando, además sus nudillos estaban muy rotos.
-Britt, vamos, confía en mí, Santana se ira y yo te ayudare.- Quinn volvia a desplazarme para estar con la secretaria.
-¿Qué? ¿Por qué tengo que irme? Yo no quiero irme.- la mirada de Quinn casi me atraviesa, me sentí apenada, estaba dejándome en ridículo frente a la rubia.-
-Brittany ¿Te sentirías más cómoda si Santana se va? –Le pregunto a la rubia de los ojitos tristes.-
-Está bien, no es necesario. –Su respuesta me emociono un poco-
Nos fuimos al departamento de Quinn, se me estaba haciendo un poco fastidioso el que Quinn le coqueteara a la secretaria, incluso la invito a salir. Intente impedirlo pero falle, tampoco debería importarme eso, pero no puedo evitarlo, no quiero que salgan y estén solas, no. Cuando subimos al ascensor, me sorprendí a mi misma mirándola, su piel blanca y sus cabello rubio, en sus ojos una mirada triste y cansada, tenía unas pequeñas bolsas debajo de ellos, creo que tal vez sea porque no duerme bien, se notaba que la mano le dolía, estaba mordiéndose el labio, creo que ahí me perdí en ella. La secretaria me sorprendió mirándola y ahora no era ella sola la que se sonrojaba. Estando ya dentro, Quinn fue por el botiquín y me dejo sola con la secretaria. No sabia que preguntarle, pero tampoco quería parecer interesada en ella.
-¿Por qué decidiste manchar el muro con tu sangre?- Que inteligente Santana, que inteligente.-
-No quiero hablar con usted, Srta. Lopez. –De nuevo, ouch-
-¿No te caigo bien?- Pregunte alzando la ceja-
-Digamos que me cae como yo le caigo a usted.
-uy, eso es grave. ¿Te gusta Quinn? –le pregunte tan rápido que casi se me enreda la lengua, necesitaba saber si le gustaba Quinn-
-Yo..No, lo siento.. ¿Es su novia? –iba a contestar cuando Quinn apareció, salvadas por la campana.-
-Bueno, aquí está todo, va a doler, para que no grites puedes morder a Santana. –ideas fugaces pasaron por mi cabeza e inmediatamente sentí que todo se ponía caliente, me mordí el labio y la mire-
Estaba desconcertada por mi actitud, me sentía confundida, la secretaria me confundía, nunca nadie de clase baja me hizo sentir así, deje que Quinn fuera a acompañarla hasta su casa y me lance en la cama a pensar…
Hola, new cap!♥ Gracias por los comentarios y por seguirme en tw: @CarmGhoul . Me alegra que les este gustando la historia, disculpen los errores.
La chica que me dijo que cambiara el estilo de guion, pues acepto sugerencias, pero me gustaria saber por que dices que es desagradable :3 De antemano gracias por la sugerencia, me hace querer aprender mas.
Saludos a las chicas que me han escrito por tw♥