Ella me entrenó
Tuve la suerte de iniciarme con una amiga del cole y me enseñó todo lo que hay que saber....
Siempre fui un chico introvertido, poco hablador y reservado, especialmente en el sexo. A pesar de ser físicamente aceptable me sentí mal siempre porque mis partes desentonaban conmigo, soy alto (1.85) y delgado y me frustraba tener un pene bastante corto, de unos 11 cm erecto y unos testículos bastante chicos. Siendo muy joven logré superar en parte esa vergüenza cuando empecé a aventurarme con un chico que vivía cruzando la calle. Inicialmente jugábamos como cualquiera pero una vez hablamos de desnudarnos y vi que mi problema podría ser peor. Tenía un pene realmente hermoso, se le ponía muy duro y no medía más de 8cm. Aquello no pasó de masturbaciones y mamadas, algo que marcó mi vida y ya contaré a su debido momento.
Finalizado el cole forjé una buena amistad con Ana, una chica un poco extraña, reservada pero sexualmente muy activa. Su pasión era el teatro y nada más cumplir 18 se inscribió en un grupo teatral de bajo nivel.
Me llamó un día para preguntarme si podría ayudarla a ensayar y yo lógicamente acepté. Estábamos solos en su casa puesto que sus padres estaban trabajando y es hija única así que nos pusimos manos a la obra; todo iba bastante bien hasta que en el libreto leí que el prota debía entrar desnudo en escena, cosa que me causó gracia pero evidentemente no pensaba hacerlo, continuamos con el ensayo hasta que me interrumpió y me preguntó si sería un gran problema para mi desnudarme ya que quería probar que podría recordar sus líneas aunque frente a ella tuviese a un tío en pelotas.
No voy a negar que dudé pero me convenció y sabiendo que es de esas amigas que son para toda la vida me decidí y me quité todo. Ella fue muy profesional. Nunca dejó de verme a los ojos, siguió con sus líneas y todo salió bien. Yo a los minutos lo fui superando, entré en confianza a pesar de que entre los nervios y el frío se me quedó el pene como nunca lo había tenido de pequeño.
Al llegar a la última escena vi que ella también debía desnudarse, cosa que hizo sin dudarlo ni por un instante y tuve una erección inmediata, Ana no estaba muy en forma pero me excitó todo en ella. Una bonita cara, unas tetas naturales francamente enormes, con unas areolas con mayor diámetro que yo de pene, una auténtica selva frondosa en el coño y una no menos frondosa en sus axilas y un culo un poco desproporcionado pero a simple vista duro. Ahí si bajó la mirada y me dijo "La tienes muy pequeña pero me alegra saber que va mucho más allá de lo que tenías hasta hace poco, estaba preocupada", eso me puso a mil, pensé que iba a correrme sólo por escuchar eso y ella se dio cuenta. Esa era la escena final, la hicimos y me ofreció quedarnos así un rato más, accedí.
Me preguntó cómo era mi vida sexual, me dio vergüenza decirle lo de mi vecino y opté por decirle que era virgen, eso le generó una risa un poco prolongada y me dijo "si nos damos una ducha antes no tengo ningún problema en mostrarte un par de cosas".
Al salir de la ducha me empujó a la cama y sin darme cuenta ya se había metido toda mi polla en su boca, chupaba como si no hubiera un mañana, de más está decir que no aguanté ni el minuto. Se tragó todo. Me dice que le toca a ella y se sienta en mi cabeza, poniendo su selva en mi boca, algo que disfruté mucho, reconozco que chupar pene me dio más morbo pero esto no estaba nada mal. Poco a poco se fue moviendo hasta que me di cuenta que le estaba chupando el culo mientras ella se frotaba el clítoris a todo dar. Estuvimos así unos minutos hasta que ella se vino.
Yo ya había recuperado la erección y ella volvió a chupar pero esta vez me comió los huevos, cuando me dijo que nunca había comido unos tan pequeños estuve a punto de acabar, algo que supo y paró un instante, me dijo que no iba a aceptar que fuese un precoz pero que esto no iba a parar. Me levantó las piernas y sin más empezó a chuparme el culo, aún con más desesperación. Pensé que iba a estallar. Apenas me agarró el pene volví a correrme a chorros pero esta vez no se detuvo, yo sentí que no podía más pero la muy puta aún tenía un as bajo la manga. Empezó a meterme dedos, sólo pudo meter uno, me dolía pero era tanto el morbo que recuperé la erección, se puso encima de mi y me dijo que le hiciera lo que ella me hiciera a mi, estando en 69 me metió un dedo e hice lo mismo, estuvimos así por poco tiempo hasta que nos vinimos, casi juntos pero ella un poco antes que yo.
Debíamos acabar por el día porque sus padres estaban por llegar, al irme me llega un sms "yo soy la mujer pero tu eres mi puta, te hice acabar jugando con tu culo y todavía no follamos", pero esas son otras historias......