Ella me encontró

Un hombre publica un anuncio de conactos en internet y obtiene resuesta.

Hace un tiempo, una tarde como otra cualquiera, recibí un e-mail contestando a un anuncio que había colgado en una pagina de la red, una esclava de una ciudad cercana a la mía insistió bastante en que quedáramos y yo claro esta, acepte.

Aproveche la oportunidad para ordenarle como debía asistir a la cita, ella obedeció y así lo hizo, llevaba unos zapatos muy altos con tacón de aguja, y un vestido suelto de gasa que era muy cortito, sin mangas y con un amplio escote y la espalda totalmente descubierta. Llevaba el pelo suelto, una gran melena negra con el flequillo cortado a la altura de sus ojos, azules por cierto, claro esta la chica iba sin ropa interior tal y como le había ordenado, el vestido era tan corto que la muy guerra ni siquiera se podía sentar sin enseñar algo, cosa que advertí cuando se sentó a mi lado y pude ver su precioso coño sonrosado y completamente depilado.

Después de la primera ojeada y con los ánimos mas calmados le pase una mano por su mejilla la cual se sonrojo al instante, le acaricie la nuca y una de sus orejas, para pasar a desabrocharle uno de los tres botones que le quedaban al vestido, llegue mas allá y acerque mis dedos a uno de sus pezones y comencé a estirarlo. Quería comprobar lo cachonda que estaba y así se lo dije, ella abrió las piernas al instante yo claro esta aproveche esa puerta abierta para meterle de golpe y con fuerza dos dedos en su depilado coño, ella hizo una gesto de dolor que no llego al segundo de duración puesto que de inmediato empezó a mover la cintura hacia delante como si quisiera que le metiera mas, pero lo que yo buscaba era ver si estaba excitada y la gran cantidad de flujo que corría por mi mano así me lo demostraba por lo que le quite los dedos igual de rápido que se los había metido a lo que ella respondió con un leve gruñido y para que dejara de protestar le di a chupar los dedos, cuando me los hubo limpiado bien le di un cachete para demostrarle quien mandaba.

Estuve un rato hablando con ella para conocerla mejor, el caso es que pasado ese pequeño momento que no fueron mas de cinco minutos le dije que me acompañara, subimos al coche, su vestido se subió tanto que le enseñaba el coño y para completar le desabroche los botones que le quedaban dejando ver a todo el mundo sus pechos y el coño a todo aquel que mirara hacia dentro.

Después de mas de una hora conduciendo llegamos a una finca en la que estaban reunidos algunos amigos y bastantes desconocidos, al vernos llegar todo fueron halagos y risas, yo la trataba de ``perra, estupida, zorra, puta ´´ y demás. Estuve como dos horas charlando y haciendo amistades, bebiendo de eso y aquello pero a la perra le hacia beber por lo menos un buen vaso de agua cada cinco o diez minutos, lo que claro esta que tenia ganas de mear para lo cual ella me pidió permiso para orinar, con lo que yo para fastidiarla un poco me acerque a ella y sacando un hielo de mi copa se lo metí en el coño, luego le metí otro y para finalizar le metí otro en el culo.

La escenita empezó a gustar al publico y empezaron a lloverme ofertas para follársela o que se las chupara, las mujeres también se interesaron por mi perrita, así que decidí lo mejor para que todos se divirtieran era hacer una subasta entre los asistentes.

La idea le encanto a todo el mundo y procedimos a subastarla, el ganador fue un vejete de cerca de sesenta y cinco años, lo primero que hizo el abuelote fue sacarse una polla ridícula, debía de tener cerca de diez centímetros y le pidió a la protagonista que se la chupara, la chica la verdad que hizo un esfuerzo increíble para conseguir que aquel viejo se corriera en su boca.

El viejo una vez satisfecho dijo que quería recuperar parte de su dinero así que hizo otras tres subastas, una por cada agujero de la chica.

El primer ganador fue un chico joven de apenas veinte años que gano el placer de follarse el coño de nuestra puta, el no se hizo de rogar y rápidamente se bajo los pantalones y el calzoncillo para dejar a la luz un pene que llamaba un poco la atención, era muy largo pero a la vez muy fino, le estuvo dando fuerte al menos media hora y cada vez que el chico llegaba a lo mas profundo de ella, esta daba un gritito a modo de queja, seguro que era demasiado larga.

El segundo en ganar fue un hombre de unos cuarenta años al cual le toco el culo, cuando mostró su pene al publico empezamos a hacer apuestas para ver si le cabria dentro, tenia una polla monstruosa, debía de medir al menos veinticinco centímetros de largo y era tan ancho como mi antebrazo, aderezado con un capullo enorme. El chico empezó a empujar sin lubricación ni nada, simplemente se escupió en la polla y procedió a meterla, cada vez que el hombre empujaba ella daba un grito de dolor, era un espectáculo increíble, el hombre no quería torturarla mas así que dijo que no continuaría pero la perra pidiendo permiso para hablar, pidió que el hombre se tumbara en suelo. Ella se puso en cuclillas y empezó a dejarse caer sobre aquel monstruo de polla, pero no daba entrado así que me acerque a ella por detrás y presionándola por los hombros comencé a hacer presión yo también y tras un grito que nos dejo a todos boquiabiertos vimos como la cabeza del monstruo desaparecía dentro del pequeño culo.

La cosa no acabo ahí puesto que agarrando a la mujer por las axilas la levante y el cabezón salio de ella haciendo el típico ``chop´´ de cuando descorchas una botella, el ruidito nos hizo reír unos segundos pero nuevamente volvimos a la carga y volví a empujarla hacia abajo, esta vez le entro dando ella otro grito pero seguí empujando hasta dejarla por la mitad aproximadamente. Repetimos la operación unas cuantas veces hasta que el pequeño anillo de su esfínter se acomodo a la cabeza de la monstruosa polla.

En ese momento yo me aparte de ellos para ver el espectáculo, cada vez que ella bajaba el daba un golpe de cadera hacia arriba, haciendo que ella gritara, pasados cinco minutos, la gran polla monstruosa había desaparecido por completo dentro de ella y los gritos de dolor ahora eran gemidos de placer, la chica se había corrido varias veces, este hombre parecía que tenia un aguante impresionante, como ya llevaban media hora el vejete procedió con la subasta de la boca de la chica. En esta ocasión gano una chica, una jovencita que era la hija de alguien del público y que debía de tener apenas dieciséis o diecisiete años a lo máximo.

La chica se subió la falda que llevaba y ladeando el tanga que lucia se acercó de frente a la chica mientras seguía cabalgando analmente y le dijo que le empezara a comer el coño. La perra le empezó a devorar el coño a la chiquilla, si, devorar, se lo estaba comiendo como si fuera lo único que se llevaba a la boca en semanas.

La jovencita empezó a convulsionarse y de repente le soltó a la perra un chorro en la boca que le salpico toda la cara, la perra no iba a ser menos y convulsiono también teniendo un orgasmo que todo tachamos de impresionante, y por ultimo el hombre se corrió dentro de la putilla dándole una ultimas estocadas bestiales.

Una vez todo terminado la puta tenia su coño y culo repletos de leche y bien trabajados, volvimos a mi casa y durante una semana la estuve follando sin parar, nunca había tenido tanto sexo y tan desenfrenado practicando todo tipo de locuras que nos vino a la cabeza, pero eso amigos, es tema para otra historia.