Ella, mas que perfecta.

En busca de trabajo, conoci a una persona especial

Cada día era un reflejo del anterior. Asi pasaban los días, uno tras otro. Nos pasamos días esperando a que lleguen y cuando llegan se pasan sinmas ni mas, solo pasan. Supongo que asi es la vida no?.. Buscas algo a lo que aferrarte, una vida, un minuto, un instante y para cuando te das cuenta, todo por lo que has luchado, deja de tener sentido.

Estoy cansada de levantarme cada dia con esa misma cara de desolación, pensando que nada de lo que haga va a tener sentido. Solo quiero tener una vida propia, ser capaz de labrar mi felicidad sin ataduras, sin engaños, sin mentiras.

Hace unos días me levante con un propósito,  después de haber hablado con ella, amistosamente eso si, me jure no morirme sin perderme en sus ojos, en su mirada, alguna vez en su vida. Sin ninguna duda, tiene los ojos mas bonitos que he visto en mi vida, cuando la conoci por primera vez, me quede tan impresionada que no pude dejar de mirarla.

Desde que nos conocimos, siempre la vi con admiración, para mi ella era alguien superior, podía tener cualquier tipo de conversión y siempre nos entendíamos, sin perjuicios, sin ningún tipo de miedo. Habia algo mas que una simple amistad,quizás siempre hubo algo mas. Lucia siempre había sido una chica muy wapa, rasgos finos y delicados, delgada, con una figura q se veía impresionante. Su cara contenía un toque de seducción, esos labios delgados pero bien delineados, dando un toque de gracia a su boca, una boca de fácil sonrisa.

Tenia un cuerpo espectacular y no podía dudarse que tenia a media ciudad tras ella.

Todo comenzó comenzó una tarde, yo buscaba trabajo, para sacarme dinero y no depender tanto de mis padres. Un trabajillo de verano. Realmente mi propósito era juntar el dinero para irme de viaje con unas amigas y matar el tiempo de vacaciones. Entre a un bar y pregunte a un camarero si necesitaban alguna camarera para trabajar. Despues de pedirme mis datos, me dijo que volviera mas tarde que el tenia que hablar con la dueña del bar.

Al día siguiente decidi ir. Al llegar, me encontré con el camarero al que le había preguntado el día anterior. Minutos después apareció la dueña: era un chica, no mucho mas mayor que yo, tendría unos 25 años, delgada y desarreglado. No me podía creer que fuera la dueña.

-Hola, me llamo Lucia-. Sus ojos verdes grandes y claros me sorprendieron.

-Hola, vine a hablar con la dueña del bar.

-Soy la dueña, aunque no lo parezca-dijo entre risas.

Me indico una mesa y nos sentamos. Me hizo una entrevista y me dijo que en unos días me llamarían.

Dias después me llamaron para decirme que empezaba a trabajar al día siguiente. Fui a trabajar. Comence un lunes,era un restaurante de comida rápida, pizzas, hamburguesas.. Eran un lugar muy concurrido y el primer día fue complicado. Conoci a todos los que trabajaban allí y por suerte no me costo mucho integrarme, ya que era bastante sociable. Vi entrar a a Lucía por la puerta. Estaba mucho mejor que el primer día. Tenía puesto un vaquero oscuro bastante ajustado que mostraba un cuerpo espectacular, una musculosa turquesa que hacía resaltar el tostado de su piel y en su rostro sus finos labios y hermosos ojos verdes. La verdad que me quedé sorprendida porque nada que ver con la primera impresión que tenía de ella.

Lucía atendía en el mostrador el teléfono y tomaba los pedidos de la gente que iba a buscar comida para llevar. Al principio todos me decían que ella era súper exigente, malhumorada y un poco histérica. Pero a mi no me pareció así.

Comencé a trabajar y estábamos a muy ocupados ya que en verano el movimiento del bar es impresionante, terminábamos muy cansados todos. Resulta que Lucía vivía cerca de mi casa, por lo que siempre me llevaba en su coche. Así comenzamos a charlar y a conocernos. Pero siempre fuera del bar, en el bar ella mantenía distancia con todos ya que no quería que se crearan confusiones, etc.

Con el paso del tiempo, yo comencé a pensar en ella constantemente. Estaba pendiente de si venía o no, de todas sus actitudes. Me estaba enamorando de la dueña del lugar donde trabajaba. Y ella me comenzó a mirar. A veces se quedaba mirándome y no se daba cuenta hasta que yo la miraba fijo, se hacia la tonta y corría la mirada. Yo no sabía qué pensar, creía que estaba alucinando a causa de mi deseo por ella, pero las miradas se hicieron cada vez más profundas y mucho más seguidas. Siempre buscaba una excusa para tocarme, me decía que le encantaba mi pelo y me lo acariciaba, cuando pasaba al lado mío, me tocaba las caderas o los brazos, a veces sin necesidad alguna. Todas esas cosas daban vueltas en mi cabeza. "¿por qué lo hace?, ¿soy yo la que esta imaginándose las cosas?" No sabía qué pensar, me estaba volviendo loca, a su vez, esta situación comenzó a molestarme en el trabajo ya que no lograba concentrarme. En un momento decidí renunciar y se lo comenté a Lucía, por supuesto que no le dije que en realidad era porque estaba enamorada de ella, le dije que era porque estaba cansada y además porque quería cambiar de trabajo. Ella me pidió por favor que no me fuera, que me iba a aumentar el sueldo, etc., eso me sorprendió, no esperaba esa reacción de su parte. Por supuesto que con sus hermosos ojos verdes y sus manos en las mías, me convenció y seguí trabajando con ella.

A medida que pasaban los meses íbamos siendo cada vez más amigas, ella me contaba sus cosas y yo las mías, nos hacíamos bromas y nos íbamos conociendo cada vez más. Ella es súper simpática, tiene un carácter bastante fuerte, pero es sólo cuestión de conocerla para saber qué le molesta y qué no. Por otro lado, ella me lleva 9 años (yo tengo 16 y ella 25) así que siempre discutíamos, pero nunca nos peleamos. Un día de febrero hacía un calor terrible, y esa tarde entrábamos a trabajar a las 18:00 horas, recibi un mensaje de texto a mi movil, era Lucía y me decía que pasara por su casa antes de ir al bar así íbamos juntas. Así fue, pase por su casa y me atiendio en bikini, ¡guau! Quedé parada, ahí, parada, y sin reacción alguna ante la belleza de Lucía. Tenía puesta una bikini verde manzana que resaltaba el tostado perfecto de su cuerpo. Tenía el pelo mojado y todo su cuerpo goteaba porque se había puesto un aceite para tomar sol, el color dorado de su piel brillaba con el reflejo del sol. Sus hombros, sus brazos, su abdomen sin una gota de grasa, bien tostadito con los abdominales un poco marcados, sus piernas sin rastros de celulitis, hermosas, tersas

Me quedé en el patio observando la playa e imaginándola a ella nadando allí, al rato volvió cambiada y nos fuimos a trabajar. Esa noche, después de cerrar, me invitó a tomar un helado a su casa, estuvimos horas y horas charlando, riéndonos, conociéndonos. Así pasaban los días y los meses hasta que pasó algo que todavía no lo puedo creer. Mientras yo soñaba con Lucía , conocí a un chico que me interesó bastante y me invitó a salir ese viernes, yo le conté a Lucía que iba a salir con él cuando ella me preguntó qué haría esa noche. Desde ese momento se volvió rara, estaba re malhumorada, todo le molestaba. Realmente se volvió insoportable.

En el bar somos dos, Martín (mi compañero) y yo, resulta que Martín había salido la noche anterior y se había emborrachado hasta más no poder, entonces estaba con una resaca y un dolor de cabeza terrible y me había pedido por favor que le tuviera paciencia ya que se sentía muy mal etc., etc. El bar estaba lleno y yo  atendiendo lo más que podía .Al final de la noche, Lucía estaba haciendo la caja y yo terminando de limpiar y acomodar las mesas.

-Hoy estuviste muy mal, se notaba que no tenias ganas de trabajar y q estabas pensando en otra cosa.

Yo no podía creer lo que me decía, había estado atendiendo todas las mesas sola y estuve haciendo el trabajo de Martín, me esforcé muchísimo ¿y ella justo esa noche me dice eso? Estaba indignada,

-Me estas echando?

-Es una opinión, simplemente eso. Como se nota que eres una cria, te tomas todo muy a pecho.

Sali del bar totalmente indignada y enfadada.

Me fui caminando tan rápido que parecía que corría. Mientras caminaba pensaba "¿Por qué me había dicho eso de que trabajé mal si nada que ver? ¿Porque me dijo pendeja?" Estaba realmente indignada y de repente sentí que Lucía me llamaba y me decía que parase.. Yo estaba tan enojada que no paré y seguí caminando aún más fuerte hasta que me alcanzó y me tiró del brazo para frenarme y me dio vuelta para que quedase mirándola.

-¿Qué te pasa? ¿porque te vas?

-Porque me molesto mucho tu comentario. Me esforcé toda la noche y ahora estoy agotada

-Si es verdad eres una cria.

-No tienes ningún derecho a llamarme cria.

Ella me dio una bofetada.Yo no podía creer lo que había hecho Lucía, me había pegado. Y fuerte.

Mi cabeza empezó a dar vueltas, pensaba en todo lo que yo sentía por ella y ahora estaba recibiendo una cachetada de su parte, tenía tantas ganas de llorar que no pude aguantarme y de mis ojos soltaron un par de lágrimas, no pude decirle nada, sólo me quedé ahí, mirándola sin palabras. Ella llevo su mano a la boca y me miraba como pidiéndome disculpas, hasta que rompió el silencio:

-Perdóname. No sé,por qué lo hice, Por favor? no entiendo, Yo no quise

Yo estaba tan dolida que le hice un gesto con la mano de que se callara y giré para irme, en ese momento ella vuelve a tirar de mi brazo y me gira para que quede mirándola a los ojos. Me agarra la cara y me da un beso en la boca. Sentía sus labios tiernos y tibios posarse en los míos. Sus manos apretando mi rostro, quedé inmóvil ahí, recibiendo su beso. se separo apenas un centímetro, espero un segundo y volvio a posar sus labios en los míos. Se aparto como cuando uno despierta de un sueño profundo y me dijo:

-Disculpame, no debi haberlo hecho.

Yo me di cuenta que ella estaba llorando y ese beso que me dio fue por algo. Estaba confundida, al igual que yo. Le agarré la cara, se la levanté para que me mirase a los ojos y esta vez la besé yo. La tomé de la cintura, la atraje hacia mí aferrándola fuerte. Ella inmediatamente puso una de sus manos en mi cuello y la otra en mi cintura y nos dimos un beso perfecto. Lleno de emociones, teníamos nuestros labios tan unidos que parecían sellados. Yo comencé a pasar mi lengua en sus labios recorriendo primero el de abajo y luego el de arriba hasta que ella abrió su boca dejándome entrar en ella para explorarla con mi lengua y encontrarme con la suya tibia y suave. Ese contacto me puso a mil. Quería hacerle el amor ahí mismo, en la calle. Nuestras lenguas jugaban como si estuvieran poseídas, sentir su perfume, su respiración acelerándose, sus caricias, era mi sueño hecho realidad.

Seguimos besándonos. Yo tenía mis manos sobre sus caderas y fui subiendo acariciándole la espalda, el cuello, bajando de nuevo por su espalda. Su respiración se aceleró aún más y ahora ella hizo lo mismo, estábamos tan pegadas que podía sentir sus pezones erectos en mi cuerpo.. Sentir esa piel tan suave, caliente ,no podía más. Ella repetía todo lo que yo hacía. Comencé a besar su cuello, a pasarle la lengua en su oreja y a susurrarle:

Eres lo mas bonito que conozco.

La acorralé contra la pared y la agarré fuerte. La levante haciendo que sus piernas rodearan mis caderas y que nuestros sexos quedaran unidos.

. El calor que emanaba era impresionante. Comencé a hacer círculos por encima de su tanga, a apretarla ocasionalmente, ella gemía como loca y me decía casi sin aliento:

-BASTA! no puedo más.

Decidí meter mi mano por debajo de su tanga, no puedo explicar lo que sentí. La humedad, el calor, la suavidad, estaba empapada. Mis dedos resbalaban solos allí adentro. Comencé a pasar mis dedos entre sus labios. Apretar su clítoris excitadísimo,y metí un dedo dentro suyo, entró con una facilidad,no puedo explicar ese momento. Yo sintiendo el calor, la excitación de Lucía, sus gemidos, sus suplicas, el movimiento de sus caderas indicando el lugar y la manera exacta que yo tenía que tocar. Lucía acariciaba mis senos, jugaba con mis pezones, lamía mi cuello, mis orejas, tiraba de mi pelo, estaba poseída y eso me excitaba sobre manera. Verla así, tenerla así en mis manos.

Pero como siempre., la felicidad es corta y justo en ese momento, un auto que pasaba por la calle nos vio y frenó, era un grupo de imbéciles que comenzaron a gritarnos de todo haciendo que nos separemos y la excitación se esfumara en un segundo. Nos gritaban obscenidades y nosotras nos fuimos alejando de ellos, con un poco de miedo ya que eran 5 chicos, así que caminamos y dimos la vuelta a la manzana hasta perderlos. Lucía los insultaba y yo estaba indignada porque se cortó ese momento espectacular. Entonces ella me dice: �??¡tengo que volver al bar! No termine de hacer la caja y los chicos deben estar esperándome para que les pague! Mejor volvamos. Yo quería morirme, por supuesto que no quería volver pero acepté y volvimos al bar.

Al entrar, todos nos miraban con un gesto de sorpresa ya que nosotras nos habíamos peleado delante de todos y ahora volvíamos como si nada hubiese pasado. Lucía terminó de hacer la caja y les pagó a los chicos, ella siempre llevaba a todos a su casa o los acercaba a las terminales de ómnibus, pero esa noche les dijo que tenía otra cosa que hacer, que no iba a poder alcanzarlos y me hizo un guiño de ojos.

CONTINUARA

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Lo primero de todo, quiero dar las gracias a todos los que me siguen y me dan animos de seguir escribiendo. En especial me gustaria dar las gracias a Maria:) te conozco desde hace pocos dias y realmente me pareces una persona genial y pues eso, q ya sabes, una ducha que nunca falte no?

y lo segundo y para terminar quiero decir q hoy e perdido un amigo en una fatalidad y bueno espero que este donde este, este bien.

Un saludo!